CAPÍTULOS:
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סֵפֶר בְּרֵאשִׁית
SEFER BERESHÍT - GÉNESIS
CAPÍTULO 1
Parashat Bereshít
La creación
(1ra Aliyá) 1 En el principio del crear de Elohím los cielos y la tierra.
2 Y la tierra estaba informe y desordenada, y [había] tinieblas sobre la faz del abismo, y [el] soplo de Elohím se deslizaba sobre la faz de las aguas.
3 Y dijo Elohím: Sea la luz; y fue la luz.
4 Y vio Elohím que la luz era buena; y separó Elohím la luz de las tinieblas.
5 Y llamó Elohím a la luz: Día, y a las tinieblas llamó: Noche. Y fue la tarde y la mañana día uno.
6 Luego dijo Elohím: Haya un firmamento en medio de las aguas, y separe las aguas de las aguas.
7 E hizo Elohím el firmamento, y separó entre las aguas que estaban debajo del firmamento, de las aguas que estaban sobre el firmamento. Y fue así.
8 Y llamó Elohím al firmamento: Cielos. Y fue la tarde y la mañana el día segundo.
9 Dijo también Elohím: Júntense las aguas que están debajo de los cielos en un lugar, y descúbrase lo seco. Y fue así.
10 Y llamó Elohím a lo seco: Tierra, y a la reunión de las aguas llamó: Mares. Y vio Elohím que era bueno.
11 Después dijo Elohím: Produzca la tierra hierba verde, hierba que dé semilla; árbol de fruto que dé fruto según su género, que su semilla esté en él, sobre la tierra. Y fue así.
12 Produjo, pues, la tierra hierba verde, hierba que da semilla según su naturaleza, y árbol que da fruto, cuya semilla está en él, según su género. Y vio Elohím que era bueno.
13 Y fue la tarde y la mañana el día tercero.
14 Dijo luego Elohím: Haya lumbreras en el firmamento de los cielos para separar entre el día de la noche; y sirvan de señales para las fiestas, para días y años,
15 y sean por lumbreras en el firmamento de los cielos para alumbrar sobre la tierra. Y fue así.
16 E hizo Elohím las dos grandes lumbreras; la lumbrera mayor para regir durante en el día, y la lumbrera menor para regir durante la noche, y las estrellas.
17 Y las puso Elohím en el firmamento de los cielos para alumbrar sobre la tierra,
18 y para regir en el día y en la noche, y para separar entre la luz de la oscuridad. Y vio Elohím que era bueno.
19 Y fue la tarde y la mañana el día cuarto.
20 Dijo Elohím: Produzcan las aguas seres vivientes, y aves que vuelen sobre la tierra, en la abierta expansión de los cielos.
21 Y creó Elohím los grandes monstruos marinos, y todo ser viviente que se mueve, que las aguas produjeron según su género, y toda ave alada según su especie. Y vio Elohím que era bueno.
22 Y los bendijo Elohím, diciendo: Fructifiquen y multiplíquense, y llenen las aguas en los mares, y multiplíquense las aves en la tierra.
23 Y fue la tarde y la mañana el día quinto.
24 Luego dijo Elohím: Produzca la tierra seres vivientes según su género, bestias y serpientes y animales de la tierra según su especie. Y fue así.
25 E hizo Elohím animales de la tierra según su género, y ganado según su género, y todo animal que se arrastra sobre la tierra según su especie. Y vio Elohím que era bueno.
Creación del ser humano
26 Y dijo Elohím: Hagamos un hombre con nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza; y domine en los peces del mar, en las aves de los cielos, en los animales, en toda la tierra, y en todo animal que se arrastra sobre la tierra.
27 Y creó Elohím al hombre con Su imagen, a con la imagen de Elohím lo creó; varón y hembra los creó.
28 Y los bendijo Elohím, y les dijo: Fructifiquen y multiplíquense, llenen la tierra, y sujétenla, y dominen en los peces del mar, en las aves de los cielos, y en todos los animales que se mueven sobre la tierra.
29 Y dijo Elohím: Miren que les he dado toda planta que da semilla, que está sobre toda la tierra, y todo árbol en que hay fruto y que da semilla; les serán para comer.
30 Y a toda bestia de la tierra, y a todas las aves de los cielos, y a todo lo que se arrastra sobre la tierra, en que hay vida, toda planta verde les será para comer. Y fue así.
31 Y vio Elohím todo lo que había hecho, y he aquí que era bueno en gran manera. Y fue la*tarde y la mañana el día sexto.
El Shabat
1 Fueron, pues, concluidos los cielos y la tierra, y todo su ejército.
2 Y concluyo Elohím en el séptimo día Su labor que había hecho; y cesó en el séptimo día toda Su labor que había hecho.
3 Y bendijo Elohím al día séptimo, y lo santificó, porque en él cesó de toda Su labor, la que Elohím había creado para hacer.
El jardín del Edén
(2da Aliyá) 4 Estas son las generaciones de los cielos y de la tierra cuando fueron creados, el día que YHVH Elohím hizo la tierra y los cielos,
5 y toda planta del campo antes que fuera en la tierra, y toda hierba del campo antes que naciera; porque YHVH Elohím aún no había hecho llover sobre la tierra, ni había hombre para que labrara la tierra,
6 sino que subía de la tierra un vapor, el cual regaba toda la superficie de la tierra.
7 Entonces YHVH Elohím formó al hombre del polvo de la tierra, y sopló en su nariz aliento de vida, y fue el hombre un ser viviente.
8 Y YHVH Elohím plantó un jardín en Edén, al este; y puso allí al hombre que había formado.
9 Y YHVH Elohím hizo nacer de la tierra todo árbol delicioso a la vista, y bueno para comer; también el árbol de la vida en medio del jardín, y el árbol de la ciencia del bien y del mal.
10 Y salía de Edén un río para regar el jardín, y de allí se repartía en cuatro brazos.
11 El nombre del uno era Pishón; éste es el que rodea toda la tierra de Javilá, donde hay oro;
12 y el oro de aquella tierra es bueno; allí también hay bedelio y ónice.
13 El nombre del segundo río es Gijón; éste es el que rodea toda la tierra de Kush.
14 Y el nombre del tercer río es Jidekel; éste es el que va al este de Ashúr. Y el cuarto río es el Perat.
15 Tomó, pues, YHVH Elohím al hombre, y lo puso en el jardín del Edén, para que lo labrara y lo guardara.
16 Y YHVH Elohím mandó al hombre, diciendo: De todo árbol del jardín podrás comer;
17 pero del árbol de la ciencia del bien y del mal no comerás; porque el día que comas de él, muerto morirás.
18 Y dijo YHVH Elohím: No es bueno que el hombre esté solo; le haré ayuda antagónica para él.
19 YHVH Elohím formó, pues, de la tierra toda bestia del campo, y toda ave de los cielos, y las trajo a Adám para que viera cómo las había de llamar; y todo lo que Adám llamó a los animales vivientes, ese es su nombre.
(3ra Aliyá) 20 Y puso Adám nombre a todo animal y ave de los cielos y a todo ganado del campo; pero para Adám no se halló ayuda antagónica para él.
21 Entonces YHVH Elohím hizo caer sueño profundo sobre Adám, y mientras éste dormía, tomó una de sus costados, y cerró la carne en su lugar.
22 Y del costado que YHVH Elohím tomó del hombre, hizo una mujer, y la trajo al hombre.
23 Dijo entonces Adám: Esto es ahora hueso de mis huesos y carne de mi carne; ésta será llamada mujer (ishá), porque del hombre (Ish) fue tomada.
24 Por tanto, dejará el hombre a su padre y a su madre, y se unirá a su mujer, y serán una sola carne.
25 Y estaban ambos desnudos, Adám y su mujer, y no se avergonzaban.
La desobediencia del hombre
1 Pero la serpiente [macho] era astuta, más que todos los animales del campo que YHVH Elohím había hecho; la cual dijo a la mujer: ¿Conque Elohím les ha dicho: No coman de todo árbol del jardín?
2 Y la mujer respondió a la serpiente: Del fruto de los árboles del jardín podemos comer;
3 pero del fruto del árbol que está en medio del jardín dijo Elohím: No comerás de él, ni le tocaras, para que no mueras.
4 Entonces la serpiente dijo a la mujer: No morirás;
5 sino que Elohím sabe que el día que coman de él, sus ojos serán abiertos, y serán como Elohím, sabiendo el bien y el mal.
6 Y vio la mujer que el árbol era bueno para comer, y que era agradable a los ojos, y árbol codiciable para alcanzar la sabiduría; y tomó de su fruto, y comió; y dio también a su marido, el cual comió así como ella.
7 Entonces fueron abiertos los ojos de ambos, y conocieron que estaban desnudos; entonces cosieron hojas de higuera, y se hicieron delantales.
8 Y oyeron la voz de YHVH Elohím que se paseaba en el jardín, al aire del día; y el hombre y su mujer se escondieron de la presencia de YHVH Elohím entre los árboles del jardín.
9 Pero YHVH Elohím llamó al hombre, y le dijo: ¿Dónde estás tú?
10 Y él respondió: Oí tu voz en el jardín, y tuve miedo, porque estaba desnudo; y me escondí.
11 Y Elohím le dijo: ¿Quién te enseñó que estabas desnudo? ¿Has comido del árbol de que yo te mandé que no comieras?
12 Y el hombre respondió: La mujer que me diste por compañera me dio del árbol, y yo comí.
13 Entonces YHVH Elohím dijo a la mujer: ¿Qué es lo que has hecho? Y dijo la mujer: La serpiente me engañó, y comí.
14 Y YHVH Elohím dijo a la serpiente: Por cuanto esto hiciste, maldita serás entre todos los animales y entre todos los animales del campo; sobre tu pecho andarás, y polvo comerás todos los días de tu vida.
15 Y pondré enemistad entre ti y la mujer, y entre tu simiente y la simiente de ella; ésta te herirá en la cabeza, y tú le herirás en el talón.
16 A la mujer dijo: Multiplicaré en gran manera los dolores en tus embarazos; con dolor darás a luz los hijos; y tu deseo será para tu marido, y él se enseñoreará de ti.
17 Y al hombre dijo: Por cuanto obedeciste a la voz de tu mujer, y comiste del árbol de que te mandé diciendo: No comerás de él; maldita será la tierra por tu causa; con dolor comerás de ella todos los días de tu vida.
18 Espinos y cardos te producirá, y comerás plantas del campo.
19 Con el sudor de tu rostro comerás el pan hasta que vuelvas a la tierra, porque de ella fuiste tomado; pues polvo eres, y al polvo volverás.
20 Y llamó Adám el nombre de su mujer, Javá, por cuanto ella era madre de todos los vivientes.
21 Y YHVH Elohím hizo al hombre y a su mujer túnicas de pieles, y los vistió.
(4ta Aliyá) 22 Y dijo YHVH Elohím: He aquí el hombre es como uno de nosotros, sabiendo el bien y el mal; ahora, pues, que no alargue su mano, y tome también del árbol de la vida, y coma, y viva para siempre.
23 Y YHVH lo sacó del jardín del Edén, para que labrara la tierra de que fue tomado.
24 Echó, pues, fuera al hombre, y puso keruvím (querubines) al este del jardín del Edén, y una espada encendida que se revolvía por todos lados, para guardar el camino del árbol de la vida.
Kaín y Hével
1 Conoció Adám a su mujer Javá, la cual concibió y dio a luz a Kaín, y dijo: Por voluntad de YHVH he adquirido varón.
2 Después dio a luz a su hermano Hével. Y Hével fue pastor de ovejas, y Kaín fue labrador de la tierra.
3 Y aconteció andando el tiempo, que Kaín trajo del fruto de la tierra una ofrenda a YHVH.
4 Y Hével trajo también de los primogénitos de sus ovejas, de lo más gordo de ellas. Y miró YHVH con agrado a Hével y a su ofrenda;
5 pero no miró con agrado a Kaín y a su ofrenda. Y se ensañó Kaín en gran manera, y decayó su semblante.
6 Entonces YHVH dijo a Kaín: ¿Por qué te has ensañado, y por qué ha decaído tu semblante?
7 Si haces bien, ¿no serás enaltecido? y si no haces bien, el error está a la puerta; con todo esto, a ti será su deseo, y tú te enseñorearás de él.
8 Y dijo Kaín a su hermano Hével: Salgamos al campo. Y aconteció que estando ellos en el campo, Kaín se levantó contra su hermano Hével, y lo mató.
9 Y YHVH dijo a Kaín: ¿Dónde está Hével tu hermano? Y él respondió: No sé.
¿Soy yo acaso guarda de mi hermano?
10 Y Él le dijo: ¿Qué has hecho? La voz de la sangre de tu hermano clama a mí desde la tierra.
11 Ahora, pues, maldito seas tú de la tierra, que abrió su boca para recibir de tu mano la sangre de tu hermano.
12 Cuando labres la tierra, no te volverá a dar su fuerza; errante y extranjero serás en la tierra.
13 Y dijo Kaín a YHVH: Grande es mi castigo para ser soportado.
14 He aquí me echas hoy de la tierra, y de tu presencia me esconderé, y seré errante y extranjero en la tierra; y sucederá que cualquiera que me encuentre, me matará.
15 Y le respondió YHVH: Ciertamente cualquiera que mate a Kaín, será castigado siete veces. Entonces YHVH puso señal en Kaín, para que no lo matara cualquiera que le encontrara.
Descendientes de Kaín
16 Salió, pues, Kaín de delante de YHVH, y habitó en tierra de Nód, al este de Edén.
17 Y conoció Kaín a su mujer, la cual concibió y dio a luz a Janój; y edificó una ciudad, y llamó el nombre de la ciudad del nombre de su hijo, Janój.
18 Y a Janój le nació Irad, e Irad engendró a Mejúyaél, y Mejúyaél engendró a Metúshaél, y Metúshaél engendró a Lémej.
(5ta Aliyá) 19 Y Lémej tomó para sí dos mujeres; el nombre de la una fue Adá, y el nombre de la otra, Tzilá.
20 Y Adá dio a luz a Yavál, el cual fue padre de los que habitan en tiendas y crían ganados.
21 Y el nombre de su hermano fue Yuvál, el cual fue padre de todos los que tocan arpa y flauta.
22 Y Tzilá también dio a luz a Túval-qaín, artífice de toda obra de cobre y de hierro; y la hermana de Túval-kaín fue Ná’amá.
(6ta Aliyá) 23 Y dijo Lémej a sus mujeres: Adá y Tzilá, oigan mi voz; Mujeres de Lémej, escuchen mi dicho: Que un varón mataré por mi herida, Y un joven por mi golpe.
24 Si siete veces será vengado Kaín, Lémej en verdad lo será setenta veces siete.
25 Y conoció de nuevo Adám a su mujer, la cual dio a luz un hijo, y llamó su nombre Shét: Porque (dijo ella) Elohím me ha sustituido otro hijo en lugar de Hével, a quien mató Kaín.
26 Y a Shét también le nació un hijo, y llamó su nombre Enósh. Entonces se profanó al invocar el nombre de YHVH.
Descendientes de Adám
1 Este es el libro de las generaciones de Adám. El día en que creó Elohím al hombre, a semejanza de Elohím lo hizo.
2 Varón y hembra los creó; y los bendijo, y llamó el nombre de ellos Adám, el día en que fueron creados.
3 Y vivió Adám ciento treinta años, y engendró un hijo a su semejanza, conforme a su imagen, y llamó su nombre Shét.
4 Y fueron los días de Adám después que engendró a Shét, ochocientos años, y engendró hijos e hijas.
5 Y fueron todos los días que vivió Adám novecientos treinta años; y murió.
6 Vivió Shét ciento cinco años, y engendró a Enósh.
7 Y vivió Shét, después que engendró a Enósh, ochocientos siete años, y engendró hijos e hijas.
8 Y fueron todos los días de Shét novecientos doce años; y murió.
9 Vivió Enósh noventa años, y engendró a Kenán.
10 Y vivió Enósh, después que engendró a Kenán, ochocientos quince años, y engendró hijos e hijas.
11 Y fueron todos los días de Enósh (Enós) novecientos cinco años; y murió.
12 Vivió Keinán setenta años, y engendró a Máhalalél.
13 Y vivió Keinán, después que engendró a Máhalalél, ochocientos cuarenta años, y engendró hijos e hijas.
14 Y fueron todos los días de Keinán (Cainán) novecientos diez años; y murió.
15 Vivió Máhalalél sesenta y cinco años, y engendró a Yéred.
16 Y vivió Máhalalél, después que engendró a Yéred, ochocientos treinta años, y engendró hijos e hijas.
17 Y fueron todos los días de Máhalalél ochocientos noventa y cinco años; y murió.
18 Vivió Yéred ciento sesenta y dos años, y engendró a Janój.
19 Y vivió Yéred, después que engendró a Janój, ochocientos años, y engendró hijos e hijas.
20 Y fueron todos los días de Yéred novecientos sesenta y dos años; y murió.
21 Vivió Janój sesenta y cinco años, y engendró a Metushálaj.
22 Y trescientos años después que engendró a Metushélaj, y engendró hijos e hijas, caminó Janój con Elohím.
23 Y fueron todos los días de Janój trescientos sesenta y cinco años.
24 Caminó Janój con Elohím, y desapareció, porque le llevó Elohím.
(7ma Aliyá) 25 Vivió Metushélaj ciento ochenta y siete años, y engendró a Lémej.
26 Y vivió Metushélaj, después que engendró a Lémej, setecientos ochenta y dos años, y engendró hijos e hijas.
27 Fueron, pues, todos los días de Metushélaj novecientos sesenta y nueve años; y murió.
28 Vivió Lémej ciento ochenta y dos años, y engendró un hijo;
29 y llamó su nombre Nóaj, diciendo: Este nos aliviará de nuestras obras y del trabajo de nuestras manos, a causa de la tierra que YHVH maldijo.
30 Y vivió Lémej, después que engendró a Nóaj, quinientos noventa y cinco años, y engendró hijos e hijas.
31 Y fueron todos los días de Lémej setecientos setenta y siete años; y murió.
32 Y siendo Nóaj de quinientos años, engendró a Shém, a Jám y a Yáfet.
La humanidad se corrompe
1 Aconteció que cuando comenzaron los seres humanos a multiplicarse sobre la superficie de la tierra, y les nacieron hijas,
2 que viendo los hijos de Elohím que las hijas de los hombres eran hermosas, tomaron para sí mujeres, escogiendo entre todas.
3 Y dijo YHVH: No contenderá mi espíritu con el hombre para siempre, porque ciertamente él es carne; pero serán sus días ciento veinte años.
4 En aquellos días había nefilím en la tierra, y también después que se llegaron los hijos de Elohím a las hijas de los hombres, y les engendraron hijos. Estos fueron los valientes que desde la antigüedad fueron varones de renombre.
(Maftir) 5 Y vio YHVH que la maldad de los hombres era mucha en la tierra, y que todo designio de los pensamientos del corazón de ellos era de continuo solamente el mal.
6 Y se entristeció YHVH de haber hecho hombre en la tierra, y le dolió en su corazón.
7 Y dijo YHVH: Raeré de sobre la superficie de la tierra a los hombres que he creado, desde el hombre hasta la bestia, y hasta el reptil y las aves del cielo; pues sufro de haberlos hecho.
8 Pero Nóaj halló favor ante los ojos de YHVH.
Parashat Nóaj
Construcción del arca
(1ra Aliyá) 9 Estas son las generaciones de Nóaj: Nóaj, varón justo, era perfecto en sus generaciones; con Elohím caminó Nóaj.
10 Y engendró Nóaj tres hijos: a Shém, a Jám y a Yáfet.
11 Y se corrompió la tierra delante de Elohím, y estaba la tierra llena de violencia.
12 Y miró Elohím la tierra, y he aquí que estaba corrompida; porque toda carne había corrompido su camino sobre la tierra.
13 Dijo, pues, Elohím a Nóaj: He decidido el fin de todo ser, porque la tierra está llena de violencia a causa de ellos; y he aquí que yo los destruiré con la tierra.
14 Hazte un arca de madera de gofer; harás aposentos en el arca, y la calafatearás con brea por dentro y por fuera.
15 Y de esta manera la harás: de trescientos codos la longitud del arca, de cincuenta codos su anchura, y de treinta codos su altura.
16 Una ventana harás al arca, y la acabarás a un codo de elevación por la parte de arriba; y pondrás la puerta del arca a su lado; y le harás piso bajo, segundo y tercero.
17 Y he aquí que yo traigo un diluvio de aguas sobre la tierra, para destruir toda carne en que haya espíritu de vida debajo del cielo; todo lo que hay en la tierra morirá.
18 Pero estableceré mi pacto contigo, y entrarás en el arca tú, tus hijos, tu mujer, y las mujeres de tus hijos contigo.
19 Y de todo lo que vive, de toda carne, dos de cada especie meterás en el arca, para que tengan vida contigo; macho y hembra serán.
20 De las aves según su especie, y de los animales según su especie, de todo reptil de la tierra según su especie, dos de cada especie entrarán contigo, para que tengan vida.
21 Y toma contigo de todo alimento que se come, y almacénalo, y servirá de sustento para ti y para ellos.
22 Y lo hizo así Nóaj; hizo conforme a todo lo que Elohím le mandó.
Animales se refugian en el arca
1 (2da Aliyá) Dijo luego YHVH a Nóaj: Entra tú y toda tu casa en el arca; porque a ti he visto justo delante de mí en esta generación.
2 De todo animal puro tomarás siete parejas, macho y su hembra; pero de los animales que no son puros, una pareja, el macho y su hembra.
3 También de las aves de los cielos, siete parejas, macho y hembra, para conservar viva la especie sobre la faz de la tierra.
4 Porque pasados aún siete días, yo haré llover sobre la tierra cuarenta días y cuarenta noches; y raeré de sobre la superficie de la tierra a todo ser viviente que hice.
5 E hizo Nóaj conforme a todo lo que le mandó YHVH.
6 Era Nóaj de seiscientos años cuando vino el diluvio de las aguas sobre la tierra.
7 Y por causa de las aguas del diluvio entró Nóaj al arca, y con él sus hijos, su mujer, y las mujeres de sus hijos.
8 De los animales puros, y de los animales que no eran puros, y de las aves, y de todo lo que se arrastra sobre la tierra,
9 de dos en dos entraron con Nóaj en el arca; macho y hembra, como mandó Elohím a Nóaj.
Comienzo del diluvio
10 Y sucedió que al séptimo día las aguas del diluvio vinieron sobre la tierra.
11 En el año seiscientos de la vida de Nóaj, a los diecisiete días del segundo mes, aquel día fueron rotas todas las fuentes del grande abismo, y las cataratas de los cielos fueron abiertas,
12 y hubo lluvia sobre la tierra cuarenta días y cuarenta noches.
13 En este mismo día entraron Nóaj, y Shém, Jám y Yáfet hijos de Nóaj, la mujer de Nóaj, y las tres mujeres de sus hijos, con él en el arca;
14 ellos, y todos los animales silvestres; según sus especies, y todos los animales domesticados según sus especies, y todo reptil que se arrastra sobre la tierra según su especie, y toda ave según su especie, y todo pájaro de toda especie.
15 Vinieron, pues, con Nóaj al arca, de dos en dos de toda carne en que había espíritu de vida.
16 Y los que vinieron, macho y hembra de toda carne vinieron, como le había mandado Elohím; y YHVH le cerró la puerta.
(3ra Aliyá) 17 Y fue el diluvio cuarenta días sobre la tierra; y las aguas crecieron, y alzaron el arca, y se elevó sobre la tierra.
18 Y subieron las aguas y crecieron en gran manera sobre la tierra; y flotaba el arca sobre la superficie de las aguas.
19 Y las aguas subieron mucho sobre la tierra; y todos los montes altos que había debajo de todos los cielos, fueron cubiertos.
20 Quince codos más alto subieron las aguas, después que fueron cubiertos los montes.
21 Y murió toda carne que se mueve sobre la tierra, así de aves como de ganado y de bestias, y de todo reptil que se arrastra sobre la tierra, y todo hombre.
22 Todo lo que tenía aliento de espíritu de vida en sus narices, todo lo que había en la tierra, murió.
23 Así fue destruido todo ser que vivía sobre la superficie de la tierra, desde el hombre hasta la bestia, los reptiles, y las aves del cielo; y fueron raídos de la tierra, y quedó solamente Nóaj, y los que con él estaban en el arca.
24 Y prevalecieron las aguas sobre la tierra ciento cincuenta días.
Fin del diluvio
1 Y se acordó Elohím de Nóaj, y de todos los animales, y de todos los animales que estaban con él en el arca; e hizo pasar Elohím un viento sobre la tierra, y disminuyeron las aguas.
2 Y se cerraron las fuentes del abismo y las cataratas de los cielos; y la lluvia de los cielos fue detenida.
3 Y las aguas decrecían gradualmente de sobre la tierra; y se retiraron las aguas al cabo de ciento cincuenta días.
4 Y reposó el arca en el séptimo mes, a los diecisiete días del mes, sobre los montes de Ararat.
5 Y las aguas fueron decreciendo hasta el décimo mes; en el primero del mes décimo se descubrieron las cimas de los montes.
6 Sucedió que al cabo de cuarenta días abrió Nóaj la ventana del arca que había hecho,
7 y envió un cuervo, el cual salió, y estuvo yendo y volviendo hasta que las aguas se secaron sobre la tierra.
8 Envió también de sí una paloma, para ver si las aguas se habían retirado de sobre la faz de la tierra.
9 Y no halló la paloma donde sentar la planta de su pie, y volvió a él al arca, porque las aguas estaban aún sobre la superficie de toda la tierra. Entonces él extendió su mano, y tomándola, la hizo entrar consigo en el arca.
10 Esperó aún otros siete días, y volvió a enviar la paloma fuera del arca.
11 Y la paloma volvió a él a la hora de la tarde; y he aquí que traía una hoja de olivo en el pico; y entendió Nóaj que las aguas se habían retirado de sobre la tierra.
12 Y esperó aún otros siete días, y envió la paloma, la cual ya no volvió más a él.
13 Y sucedió que en el primer día del primer mes del año seiscientos uno de Nóaj, las aguas se secaron sobre la tierra; y quitó Nóaj la cubierta del arca, y miró, y he aquí que la superficie de la tierra estaba seca.
14 Y en el segundo mes, a los veintisiete días del mes, se secó la tierra.
(4ta Aliyá) 15 Entonces habló Elohím a Nóaj, diciendo:
16 Sal del arca tú, y tu mujer, y tus hijos, y las mujeres de tus hijos contigo.
17 Todos los animales que están contigo de toda carne, de aves y de bestias y de todo reptil que se arrastra sobre la tierra, sacarás contigo; y vayan por la tierra, y fructifiquen y multiplíquense sobre la tierra.
18 Entonces salió Nóaj, y sus hijos, su mujer, y las mujeres de sus hijos con él.
19 Todos los animales, y todo reptil y toda ave, todo lo que se mueve sobre la tierra según sus especies, salieron del arca.
20 Y edificó Nóaj un altar a YHVH, y tomó de todo animal puro y de toda ave pura, y ofreció ofrenda de ascensión en el altar.
21 Y percibió YHVH olor grato; y dijo YHVH en su corazón: No volveré más a maldecir la tierra por causa del hombre; porque el intento del corazón del hombre es malo desde su juventud; ni volveré más a destruir todo ser viviente, como he hecho.
22 Mientras la tierra permanezca, no cesarán la sementera y la siega, el frío y el calor, el verano y el invierno, y el día y la noche.
Repoblación de la tierra
1 Bendijo Elohím a Nóaj y a sus hijos, y les dijo: fructifiquen y multiplíquense, y llenen la tierra.
2 El temor y el miedo de ustedes estarán sobre todo animal de la tierra, y sobre toda ave de los cielos, en todo lo que se mueva sobre la tierra, y en todos los peces del mar; son entregados en sus manos.
3 Todo lo que se mueve y vive, les será para mantenimiento: así como las legumbres y plantas verdes, se los he dado todo.
4 Pero carne con su vida, que es su sangre, no comerán.
5 Porque ciertamente demandaré la sangre de sus vidas; de mano de todo animal la demandaré, y de mano del hombre; de mano del varón su hermano demandaré la vida del hombre.
6 El que derrame sangre de hombre, por el hombre su sangre será derramada; porque a imagen de Elohím es hecho el hombre.
7 Pero ustedes fructifiquen y multiplíquense; procreen abundantemente en la tierra, y multiplíquense en ella.
YHVH hace pacto con Nóaj
(5ta Aliyá) 8 Y habló Elohím a Nóaj y a sus hijos con él, diciendo:
9 He aquí que yo establezco mi pacto con ustedes, y con sus descendientes después de ustedes;
10 y con todo ser viviente que está con ustedes; aves, animales y toda bestia de la tierra que está con ustedes, desde todos los que salieron del arca hasta todo animal de la tierra.
11 Estableceré mi pacto con ustedes, y ya no exterminaré más toda carne con aguas de diluvio, ni habrá más diluvio para destruir la tierra.
12 Y dijo Elohím: Esta es la señal del pacto que yo establezco entre mí y ustedes y todo ser viviente que está con ustedes, por siglos perpetuos:
13 Mi arco he puesto en las nubes, el cual será por señal del pacto entre mí y la tierra.
14 Y sucederá que cuando haga venir nubes sobre la tierra, entonces se dejará ver mi arco en
las nubes.
15 Y me acordaré del pacto mío, que hay entre mí y ustedes y todo ser viviente de toda carne; y no habrá más diluvio de aguas para destruir toda carne.
16 Estará el arco en las nubes, y lo veré, y me acordaré del pacto perpetuo entre Elohím y todo ser viviente, con toda carne que hay sobre la tierra.
17 Dijo, pues, Elohím a Nóaj: Esta es la señal del pacto que he establecido entre mí y toda carne que está sobre la tierra.
(6ta Aliyá) 18 Y los hijos de Nóaj que salieron del arca fueron Shém, Jám y Yáfet; y Jám es el padre de Kená’an.
Nóaj se embriaga
19 Estos tres son los hijos de Nóaj, y de ellos fue llena toda la tierra.
20 Después comenzó Nóaj a labrar la tierra, y plantó una viña;
21 y bebió del vino, y se embriagó, y estaba descubierto en medio de su tienda.
22 Y Jám, padre de Kená’an, vio la desnudez de su padre, y lo dijo a sus dos hermanos que estaban afuera.
23 Entonces Shém y Yáfet tomaron la ropa, y la pusieron sobre sus propios hombros, y andando hacia atrás, cubrieron la desnudez de su padre, teniendo vueltos sus rostros, y así no vieron la desnudez de su padre.
24 Y despertó Nóaj de su embriaguez, y supo lo que le había hecho su hijo más joven,
25 y dijo: Maldito sea Kená’an; siervo de siervos será a sus hermanos.
26 Además dijo: Bendito por YHVH mi Elohím sea Shém, y sea Kená’an su siervo.
27 Engrandezca Elohím a Yáfet, y habite en las tiendas de Shém, y sea Kená’an su siervo.
28 Y vivió Nóaj después del diluvio trescientos cincuenta años.
29 Y fueron todos los días de Nóaj novecientos cincuenta años; y murió.
Descendientes de Nóaj
1 Estas son las generaciones de los hijos de Nóaj: Shém, Jám y Yáfet, a quienes nacieron hijos después del diluvio.
2 Los hijos de Yáfet: Gomer, Magog, Madai, Yaván, Túval, Meshej y Tiras.
3 Los hijos de Gomer: Ashkenaz, Rifat y Togarmá.
4 Los hijos de Javán: Elishá, Tarshish, Kitím y Dodaním.
5 De éstos se poblaron las costas, cada cual según su lengua, conforme a sus familias en sus naciones.
6 Los hijos de Jám: Kush, Mitzráim, Put y Kená’an.
7 Los hijos de Kush: Shevá, Javilá, Savtá, Raamá y Savtejá. Y los hijos de Raama: Shevá y Dedán.
8 Y Kush engendró a Nimrod, quien llegó a ser el primer poderoso en la tierra.
9 Este fue vigoroso cazador delante de YHVH; por lo cual se dice: Así como Nimrod, vigoroso cazador delante de YHVH.
10 Y fue el comienzo de su reino Bavél, Erej, Akád y Kalné, en la tierra de Shin’ár.
11 De esta tierra salió para Ashúr, y edificó Nínvé, Rejovót, Kálaj,
12 y Résen entre Nínvé y Kálaj, la cual es ciudad grande.
13 Mitzráim engendró a Ludím, a Anamím, a Lehavím, a Naftujím,
14 a Patrusím, a Kashluhím, de donde salieron los pelishtím, y a Kaftorím.
15 Kená’an engendró a Tzidón su primogénito, a Jét,
16 al yevusí, al emorí, al girgashí,
17 al jiví, al arkí, al siní,
18 al arví, al zemarí y al jamatí; y después se dispersaron las familias del kena’aní.
19 Y fue el territorio del kena’aní desde Tzidón, en dirección a Gerár, hasta Ad-azá (Gaza); y en dirección de Sedóm, Amorá, Admá y Tzevoím, hasta Lásha.
20 Estos son los hijos de Jám por sus familias, por sus lenguas, en sus tierras, en sus naciones.
21 También le nacieron hijos a Shém, padre de todos los hijos de Éver, y hermano mayor de Yáfet.
22 Los hijos de Shém fueron Elam, Ashúr, Arpajshád, Lud y Aram.
23 Y los hijos de Aram: Útz, Júl, Géter y Másh.
24 Arpajshád engendró a Sheláj, y Sheláj engendró a Éver.
25 Y a Éver nacieron dos hijos: el nombre del uno fue Peleg, porque en sus días fue repartida la tierra; y el nombre de su hermano, Yoqtán.
26 Y Yoqtán engendró a Almodad, Tzelef, Jatzarmávet, Yáraj,
27 Adoram, Uzal, Diqlá,
28 Oval, Avímaél, Shevá,
29 Ofír, Javilá y Yováv; todos estos fueron hijos de Yoqtán.
30 Y la tierra en que habitaron fue desde Meshá en dirección de Sefará, hasta la región montañosa del este.
31 Estos fueron los hijos de Shém por sus familias, por sus lenguas, en sus tierras, en sus naciones.
32 Estas son las familias de los hijos de Nóaj por sus descendencias, en sus naciones; y de éstos se esparcieron las naciones en la tierra después del diluvio.
La torre de Bavél
(7ta Aliyá) 1 Tenía entonces toda la tierra una sola lengua y unas mismas palabras.
2 Y aconteció que cuando salieron de este, hallaron una llanura en la tierra de Shin’ár, y se establecieron allí.
3 Y se dijeron unos a otros: Vamos, hagamos ladrillo y cozámoslo con fuego. Y les sirvió el ladrillo en lugar de piedra, y el asfalto en lugar de mezcla.
4 Y dijeron: Vamos, edifiquémonos una ciudad y una torre, cuya cúspide llegue al cielo; y hagámonos un nombre, por si fuéremos esparcidos sobre la faz de toda la tierra.
5 Y descendió YHVH para ver la ciudad y la torre que edificaban los hijos de los hombres.
6 Y dijo YHVH: He aquí el pueblo es uno, y todos éstos tienen un solo lenguaje; y han comenzado la obra, y nada les hará desistir ahora de lo que han pensado hacer.
7 Ahora, pues, descendamos, y confundamos allí su lengua, para que ninguno entienda el habla de su compañero.
8 Así los esparció YHVH desde allí sobre la superficie de toda la tierra, y dejaron de edificar la ciudad.
9 Por esto fue llamado el nombre de ella Babel, porque allí confundió YHVH el lenguaje de toda la tierra, y desde allí los esparció sobre la superficie de toda la tierra.
10 Estas son las generaciones de Shém: Shém, de edad de cien años, engendró a Arpajshád, dos años después del diluvio.
11 Y vivió Shém, después que engendró a Arpajshád, quinientos años, y engendró hijos e hijas.
12 Arpajshád vivió treinta y cinco años, y engendró a Sala.
13 Y vivió Arpajshád, después que engendró a Sala, cuatrocientos tres años, y engendró hijos e hijas.
14 Sala vivió treinta años, y engendró a Éver.
15 Y vivió Sala, después que engendró a Éver, cuatrocientos tres años, y engendró hijos e hijas.
16 Éver vivió treinta y cuatro años, y engendró a Peleg.
17 Y vivió Éver, después que engendró a Peleg, cuatrocientos treinta años, y engendró hijos e hijas.
18 Peleg vivió treinta años, y engendró a Reu.
19 Y vivió Peleg, después que engendró a Reu, doscientos nueve años, y engendró hijos e hijas.
20 Reu vivió treinta y dos años, y engendró a Serúg.
21 Y vivió Reu, después que engendró a Serúg, doscientos siete años, y engendró hijos e hijas.
22 Serúg vivió treinta años, y engendró a Najór.
23 Y vivió Serúg, después que engendró a Najór, doscientos años, y engendró hijos e hijas.
24 Najór vivió veintinueve años, y engendró a Téraj.
25 Y vivió Najór, después que engendró a Téraj, ciento diecinueve años, y engendró hijos e hijas.
26 Téraj vivió setenta años, y engendró a Avrám, a Najór y a Jarán.
27 Estas son las generaciones de Téraj: Téraj engendró a Avrám, a Najór y a Jarán; y Jarán engendró a Lót.
28 Y murió Jarán antes que su padre Téraj en la tierra de su nacimiento, en Ur de los Kasdím.
(Maftir) 29 Y tomaron Avrám y Najór para sí mujeres; el nombre de la mujer de Avrám era Sarái, y el nombre de la mujer de Najór, Milqá, hija de Jarán, padre de Milqá y de Ishqá.
30 Pero Sarái era estéril, y no tenía hijo.
31 Y tomó Téraj a Avrám su hijo, y a Lót hijo de Jarán, hijo de su hijo, y a Sarái su nuera, mujer de Avrám su hijo, y salió con ellos de Ur de los Kasdím, para ir a la tierra de Kená’an; y vinieron hasta Jarán, y se quedaron allí.
32 Y fueron los días de Téraj doscientos cinco años; y murió Téraj en Jarán.
Parashat Lej-Lejá
YHVH llama a Avrám
(1ra Aliyá) 1 YHVH había dicho a Avrám: Vete para ti de tu tierra y de tu parentela, y de la casa de tu padre, a la tierra que te mostraré.
2 Y haré de ti una nación grande, y te bendeciré,
y engrandeceré tu nombre, y serás bendición.
3 Bendeciré a los que te bendigan, y a los que te maldigan maldeciré; y serán benditas en ti todas las familias de la tierra.
4 Y se fue Avrám, como YHVH le dijo; y Lót fue con él. Y era Avrám de edad de setenta y cinco años cuando salió de Jarán.
Avrám se dirige a Kená’an
5 Tomó, pues, Avrám a Sarái su mujer, y a Lót hijo de su hermano, y todos sus bienes que habían ganado y las personas que habían adquirido en Jarán, y salieron para ir a tierra de Kená’an; y a tierra de Kená’an llegaron.
Avrám en Shejém
6 Y pasó Avrám por aquella tierra hasta el lugar de Shejém, hasta el encino de More; y el kená’aní estaba entonces en la tierra.
7 Y apareció YHVH a Avrám, y le dijo: A tu descendencia daré esta tierra. Y edificó allí un altar a YHVH, quien le había aparecido.
8 Luego se pasó de allí a un monte al este de Bét-Él, y plantó su tienda, teniendo a Bét-Él al oeste y Hai al este; y edificó allí altar a YHVH, e invocó el nombre de YHVH.
9 Y Avrám partió de allí, caminando y yendo hacia el sur (négev).
Avrám reside en Mitzráim
10 Hubo entonces hambre en la tierra, y descendió Avrám a Mitzráim para morar allá; porque era grande el hambre en la tierra.
11 Y aconteció que cuando estaba para entrar en Mitzráim, dijo a Sarái su mujer: He aquí, ahora conozco que eres mujer de hermoso aspecto;
12 y cuando te vean los mitzrím (egipcios), dirán: Su mujer es; y me matarán a mí, y a ti te reservarán la vida.
13 Ahora, pues, di que eres mi hermana, para que me vaya bien por causa tuya, y viva mi alma por causa de ti.
(2da Aliyá) 14 Y aconteció que cuando entró Avrám en Mitzráim (Egipto), los mitzrím (egipcios) vieron que la mujer era hermosa en gran manera.
15 También la vieron los príncipes de Paró, y la alabaron delante de él; y fue llevada la mujer a casa de Paró.
16 E hizo bien a Avrám por causa de ella; y él tuvo ovejas, vacas, asnos, siervos, criadas, asnas y camellos.
17 Pero YHVH hirió a Paró y a su casa con grandes plagas, por causa de Sarái mujer de Avrám.
18 Entonces Paró llamó a Avrám, y le dijo: ¿Qué es esto que has hecho conmigo? ¿Por qué no me declaraste que era tu mujer?
19 ¿Por qué dijiste: Es mi hermana, poniéndome en ocasión de tomarla para mí por mujer? Ahora, pues, he aquí tu mujer; tómala, y vete.
20 Entonces Paró dio orden a su gente acerca de Avrám; y le acompañaron, y a su mujer, con todo lo que tenía.
Avrám y Lót se separan
1 Subió Avrám de Mitzráim hacia el sur (négev), él y su mujer, con todo lo que tenía, y con él Lót.
2 Y Avrám era riquísimo en ganado, en plata y en oro.
3 Y volvió por sus jornadas desde el Négev hacia Bét-Él, hasta el lugar donde había estado antes su tienda entre Bét-Él y Hai,
4 al lugar del altar que había hecho allí antes; e invocó allí Avrám el nombre de YHVH.
(3ra Aliyá) 5 También Lót, que andaba con Avrám, tenía ovejas, vacas y tiendas.
6 Y la tierra no era suficiente para que habitaran juntos, pues sus posesiones eran muchas, y no podían morar en un mismo lugar.
7 Hubo contienda entre los pastores del ganado de Avrám y los del ganado de Lót; y el kená’aní y el perizí habitaban entonces en la tierra.
8 Avrám dijo a Lót: No haya ahora altercado entre nosotros dos, entre mis pastores y los tuyos, porque somos hermanos.
9 ¿No está toda la tierra delante de ti? Yo te ruego que te apartes de mí. Si vas a la mano izquierda, yo iré a la derecha; y si tú a la derecha, yo iré a la izquierda.
10 Y alzó Lót sus ojos, y vio toda la llanura del Yardén, que toda ella era de riego, como el jardín de YHVH, como la tierra de Mitzráim (Egipto) en la dirección de Tzoár, antes que destruyera YHVH a Sedóm y a Amorá.
11 Entonces Lót escogió para sí toda la llanura del Yardén; y se fue Lót hacia el este, y se apartaron el uno del otro.
12 Avrám acampó en la tierra de Kená’an, en tanto que Lót habitó en las ciudades de la llanura, y puso sus tiendas hasta Sedóm.
13 Pero los hombres de Sedóm eran malos y transgresores contra YHVH en gran manera.
14 Y después que Lót se apartó de él, YHVH dijo a Avrám: Alza ahora tus ojos, y mira desde el lugar donde estás hacia el norte y el sur, y al este y al oeste.
15 Porque toda la tierra que ves, la daré a ti y a tu descendencia para siempre.
16 Y haré tu descendencia como el polvo de la tierra; que si alguno puede contar el polvo de la tierra, también tu descendencia será contada.
17 Levántate, ve por la tierra a lo largo de ella y a su ancho; porque a ti la daré.
18 Avrám, pues, removiendo su tienda, vino y moró en el encinar de Mamré, que está en Jevrón, y edificó allí altar a YHVH.
Avrám rescata a Lót
(4ta Aliyá) 1 Aconteció en los días de Amrafel rey de Shinár (Sinár), Aríoj rey de El’azar, Kedorlaomer rey de Elam, y Tidal rey de Goim (naciones),
2 que éstos hicieron guerra contra Berá rey de Sedóm, contra Birshá rey de Amorá, contra Shináv rey de Admá, contra Shemever rey de Tzeboim, y contra el rey de Belá, la cual es Tzoár.
3 Todos éstos se juntaron en el valle de Sidim, que es el Mar Salado.
4 Doce años habían servido a Kedorlaomer, y en el decimotercero se rebelaron.
5 En el año decimocuarto vino Kedorlaomer, y los reyes que estaban de su parte, y derrotaron a los refaítas en Ashtarót Karnáim, a los zuzím en Jám, a los emím en Shavé- kiriatáim,
6 y a los jorím en el monte de Se’ír, hasta la llanura de Parán, que está junto al desierto.
7 Y volvieron y vinieron a En-mishpat, que es Kadésh, y devastaron todo el país de los amalekím, y también al emorí que habitaba en Hatzatzon-Tamar.
8 Y salieron el rey de Sedóm, el rey de Amorá, el rey de Adma, el rey de Tzevoím y el rey de Belá, que es Tzoár, y ordenaron contra ellos batalla en el valle de Sidim;
9 esto es, contra Kedorlaomer rey de Elam, Tidal rey de Goim (Naciones), Amrafel rey de Shinár, y Aríoj rey de Elasar; cuatro reyes contra cinco.
10 Y el valle de Sidim estaba lleno de pozos de asfalto; y cuando huyeron el rey de Sedóm y el de Amorá, algunos cayeron allí; y los demás huyeron al monte.
11 Y tomaron toda la riqueza de Sedóm y de Amorá, y todas sus provisiones, y se fueron.
12 Tomaron también a Lót, hijo del hermano de Avrám, que moraba en Sedóm, y sus bienes, y se fueron.
13 Y vino uno de los que escaparon, y lo anunció a Avrám el ivrí (hebreo), que habitaba en el encinar de Mamré el emorí (amorreo), hermano de Eshkol y hermano de Aner, los cuales eran aliados de Avrám.
14 Oyó Avrám que su pariente estaba prisionero, y armó a sus criados, los nacidos en su casa, trescientos dieciocho, y los siguió hasta Dán.
15 Y cayó sobre ellos de noche, él y sus siervos, y les atacó, y les fue siguiendo hasta Hoba al norte de Damaséq.
16 Y recobró todos los bienes, y también a Lót su pariente y sus bienes, y a las mujeres y demás gente.
Avrám y Malkí-Tzédeq
17 Cuando volvía de la derrota de Kedorlaomer y de los reyes que con él estaban, salió el rey de Sedóm a recibirlo al valle de Save, que es el Valle del Rey.
18 Entonces Malkí-Tzédeq, rey de Shalém y kohén del Elión (Elohím Superior), sacó pan y vino;
19 y le bendijo, diciendo: Bendito sea Avrám del Elión, creador de los cielos y de la tierra;
20 y bendito sea el Elión, que entregó tus enemigos en tu mano. Y le dio Avrám los diezmos de todo.
(5ta Aliyá) 21 Entonces el rey de Sedóm dijo a Avrám: Dame las personas, y toma para ti los bienes.
22 Y respondió Avrám al rey de Sedóm: He alzado mi mano a YHVH Elión, creador de los cielos y de la tierra,
23 que desde un hilo hasta una correa de calzado, nada tomaré de todo lo que es tuyo, para que no digas: Yo enriquecí a Avrám;
24 excepto solamente lo que comieron los jóvenes, y la parte de los varones que fueron conmigo, Aner, Eshkol y Mamré, los cuales tomarán su parte.
YHVH pacta con Avrám
1 Después de estas cosas vino la palabra de YHVH a Avrám en visión, diciendo: No temas, Avrám; yo soy tu escudo, y tu galardón será sobremanera grande.
2 Y respondió Avrám: Señor YHVH, ¿qué me darás, siendo así que ando sin hijo, y el mayordomo de mi casa es ese damasceno Eliezer?
3 Dijo también Avrám: Mira que no me has dado prole, y he aquí que será mi heredero un esclavo nacido en mi casa.
4 Luego vino a él palabra de YHVH, diciendo: No te heredará éste, sino un hijo tuyo será el que te heredará.
5 Y lo llevó fuera, y le dijo: Mira ahora los cielos, y cuenta las estrellas, si las puedes contar. Y le dijo: Así será tu descendencia.
6 Y creyó a YHVH, y le fue contado por justicia.
(6ta Aliyá) 7 Y le dijo: Yo soy YHVH, que te saqué de Ur de los kasdím (Caldea), para darte a heredar esta tierra.
8 Y él respondió: Señor YHVH, ¿en qué conoceré que la he de heredar?
9 Y le dijo: Tráeme una becerra de tres años, y una cabra de tres años, y un carnero de tres años, una tórtola también, y un palomino.
10 Y tomó él todo esto, y los partió por la mitad, y puso cada mitad una enfrente de la otra; pero no partió las aves.
11 Y descendían aves de rapiña sobre los cuerpos muertos, y Avrám las ahuyentaba.
12 Pero a la caída del sol sobrecogió el sueño a Avrám, y he aquí que el temor de una grande oscuridad cayó sobre él.
13 Entonces YHVH dijo a Avrám: Ten por cierto que tu descendencia morará en tierra ajena, y será esclava allí, y será oprimida cuatrocientos años.
14 Pero también a la nación a la cual servirán, juzgaré yo; y después de esto saldrán con gran riqueza.
15 Y tú vendrás a tus padres en paz, y serás sepultado en buena vejez.
16 Y en la cuarta generación volverán acá; porque aún no ha llegado a su colmo la maldad del emorí hasta aquí.
17 Y sucedió que puesto el sol, y ya oscurecido, se veía un horno humeando, y una antorcha de fuego que pasaba por entre los animales divididos.
18 En aquel día hizo YHVH un pacto con Avrám, diciendo: A tu descendencia daré esta tierra, desde el río de Mitzráim (Egipto) hasta el río grande, el río Perat;
19 la tierra de los kením, los kenizím los kadmoním,
20 los jitím, los perizím, los refaím,
21 los emorím, los kená’aním, los girgashím y los yevusím.
Hagar y el nacimiento de Ishmaél
1 Sarái mujer de Avrám no le daba hijos; y ella tenía una sierva mitzrít (egipcia), que se llamaba Hagar.
2 Dijo entonces Sarái a Avrám: Ya ves que YHVH me ha hecho estéril; te ruego, pues, que te llegues a mi sierva; quizá tendré hijos de ella. Y atendió Avrám al ruego de Sarái.
3 Y al cabo de diez años que había habitado Avrám en la tierra de Kená’an, Sarái mujer de Avrám tomó a Hagar su sierva mitzrít, y la dio por mujer a Avrám su marido.
4 Y él se llegó a Hagar, la cual concibió; y cuando vio que había concebido, miraba con desprecio a su señora.
5 Entonces Sarái dijo a Avrám: Mi afrenta sea sobre ti; yo te di mi sierva por mujer, y viéndose encinta, me mira con desprecio; juzgue YHVH entre tú y yo.
6 Y respondió Avrám a Sarái: He aquí, tu sierva está en tu mano; haz con ella lo que bien te parezca. Y como Sarái la afligía, ella huyó de su presencia.
7 Y la halló el mensajero de YHVH junto a una fuente de agua en el desierto, junto a la fuente que está en el camino de Shur.
8 Y le dijo: Hagar, sierva de Sarái, ¿de dónde vienes tú, y a dónde vas? Y ella respondió:
Huyo de delante de Sarái mi señora.
9 Y le dijo el mensajero de YHVH: Vuelve a tu señora, y ponte sumisa bajo su mano.
10 Le dijo también el mensajero de YHVH: Multiplicaré tanto tu descendencia, que no podrá ser contada a causa de la multitud.
11 Además le dijo el mensajero de YHVH: He aquí que has concebido, y darás a luz un hijo, y llamarás su nombre Ishmaél, porque YHVH ha oído tu aflicción.
12 Y él será hombre fiero; su mano será contra todos, y la mano de todos contra él, y delante de todos sus hermanos habitará.
13 Entonces llamó el nombre de YHVH que con ella hablaba: Tú eres Elohím que ve; porque dijo: ¿No he visto también aquí al que me ve?
14 Por lo cual llamó al pozo: Pozo del Viviente que me ve. He aquí está entre Kadésh y Bered.
15 Y Hagar dio a luz un hijo a Avrám, y llamó Avrám el nombre del hijo que le dio Hagar, Ishmaél.
16 Era Avrám de edad de ochenta y seis años, cuando Hagar dio a luz a Ishmaél.
YHVH confirma su pacto con Avrám
Era Avrám de edad de noventa y nueve años, cuando le apareció YHVH y le dijo: Yo soy el Él-Shaday; anda delante de mí y sé perfecto.
2 Y pondré mi pacto entre tú y yo, y te multiplicaré en gran manera.
3 Entonces Avrám se postró sobre su rostro, y Elohím habló con él, diciendo:
4 He aquí mi pacto es contigo, y serás padre de muchedumbre de gentes.
5 Y no se llamará más tu nombre Avrám, sino que será tu nombre Avrahám, porque te he puesto por padre de muchedumbre de gentes.
6 Y te multiplicaré en gran manera, y haré naciones de ti, y reyes saldrán de ti.
(7ma Aliyá) 7 Y estableceré mi pacto (alianza) entre tú y yo, y tu descendencia después de ti en sus generaciones, por pacto perpetuo, para ser tu Elohím, y el de tu descendencia después de ti.
8 Y te daré a ti, y a tu descendencia después de ti, la tierra en que moras, toda la tierra de Kená’an en heredad perpetua; y seré el Elohím de ellos.
9 Dijo de nuevo Elohím a Avrahám: En cuanto a ti, guardarás mi pacto, tú y tu descendencia después de ti por sus generaciones.
10 Este es mi pacto, que guardaran entre tú y yo y tu descendencia después de ti: Será circuncidado todo varón de entre ustedes.
11 Circuncidaras, pues, la carne de su prepucio, y será por señal del pacto entre ustedes y yo.
12 Y de edad de ocho días será circuncidado (lit. cortado) todo varón entre ustedes por sus generaciones; el nacido en casa, y el comprado por dinero a cualquier extranjero, que no fuera de tu linaje.
13 Debe ser circuncidado el nacido en tu casa, y el comprado por tu dinero; y estará mi pacto en su carne por pacto perpetuo.
14 Y el varón incircunciso, el que no hubiera circuncidado la carne de su prepucio, aquella persona será cortada de su pueblo; ha violado mi pacto.
15 Dijo también Elohím a Avrahám: A Sarái tu mujer no la llamarás Sarái, sino Sará será su nombre.
16 Y la bendeciré, y también te daré de ella hijo; sí, la bendeciré, y vendrá a ser madre de naciones; reyes de pueblos vendrán de ella.
17 Entonces Avrahám se postró sobre su rostro, y se rio, y dijo en su corazón: ¿A hombre de cien años ha de nacer hijo? ¿Y Sará, ya de noventa años, ha de concebir?
18 Y dijo Avrahám a Elohím: Ojalá Ishmaél viva delante de ti.
19 Respondió Elohím: Ciertamente Sará tu mujer te dará a luz un hijo, y llamarás su nombre Itzjáq; y confirmaré mi pacto con él como pacto perpetuo para sus descendientes después de él.
20 Y en cuanto a Ishmaél, también te he oído; he aquí que le bendeciré, y le haré fructificar y multiplicar mucho en gran manera; doce príncipes engendrará, y haré de él una gran nación.
21 Pero yo estableceré mi pacto con Itzjáq, el que Sará te dará a luz por este tiempo el año que viene.
22 Y acabó de hablar con él, y subió Elohím de estar con Avrahám.
23 Entonces tomó Avrahám a Ishmaél su hijo, y a todos los siervos nacidos en su casa, y a todos los comprados por su dinero, a todo varón entre los domésticos de la casa de Avrahám, y circuncidó la carne del prepucio de ellos en aquel mismo día, como Elohím le había dicho.
(Maftir) 24 Era Avrahám de edad de noventa y nueve años cuando circuncidó la carne de su prepucio.
25 E Ishmaél su hijo era de trece años, cuando fue circuncidada la carne de su prepucio.
26 En el mismo día fueron circuncidados Avrahám e Ishmaél su hijo.
27 Y todos los varones de su casa, el siervo nacido en casa, y el comprado del extranjero por dinero, fueron circuncidados con él.
Parashat Vayerá
Los tres mensajeros
(1ra Aliyá) 1 Después le apareció YHVH en el encinar de Mamré, estando él sentado a la puerta de su tienda en el calor del día.
2 Y alzó sus ojos y miró, y he aquí tres varones que estaban junto a él; y cuando los vio, salió corriendo de la puerta de su tienda a recibirlos, y se postró en tierra,
3 y dijo: Señor, si ahora he hallado gracia en tus ojos, te ruego que no pases de tu siervo.
4 Que se traiga ahora un poco de agua, y lávense sus pies; y recuéstense debajo de un árbol,
5 y traeré un bocado de pan, y sustenten su corazón, y después pasaran; pues por eso han pasado cerca de su siervo. Y ellos dijeron: Haz así como has dicho.
6 Entonces Avrahám fue de prisa a la tienda a Sará, y le dijo: Toma pronto tres medidas de flor de harina, y amasa y haz panes cocidos debajo del rescoldo.
7 Y corrió Avrahám a las vacas, y tomó un becerro tierno y bueno, y lo dio al criado, y éste se dio prisa a prepararlo.
8 Tomó también mantequilla y leche, y el becerro que había preparado, y lo puso delante de ellos; y él se estuvo con ellos debajo del árbol, y comieron.
9 Y le dijeron: ¿Dónde está Sará tu mujer? Y él respondió: Aquí en la tienda.
10 Entonces dijo: De verdad volveré a ti; y según el tiempo de la vida, he aquí que Sará tu mujer tendrá un hijo. Y Sará escuchaba a la puerta de la tienda, que estaba detrás de él.
11 Y Avrahám y Sará eran viejos, de edad avanzada; y a Sará le había cesado ya la costumbre de las mujeres.
12 Se rio Sará entre sí, diciendo: ¿Después que he envejecido tendré deleite, siendo también mi señor ya viejo?
13 Entonces YHVH dijo a Avrahám: ¿Por qué se ha reído Sará diciendo:
¿Será cierto que he de dar a luz siendo ya vieja?
14 ¿Hay para Elohím alguna cosa difícil? Al tiempo señalado volveré a ti, y según el tiempo de la vida, Sará tendrá un hijo.
(2da Aliyá) 15 Entonces Sará negó, diciendo: No me reí; porque tuvo miedo. Y Él dijo: No es así, sino que te has reído.
16 Y los varones se levantaron de allí, y miraron hacia Sedóm; y Avrahám iba con ellos acompañándolos.
17 Y YHVH dijo: ¿Encubriré yo a Avrahám lo que voy a hacer,
18 habiendo de ser Avrahám una nación grande y fuerte, y habiendo de ser benditas en él todas las naciones de la tierra?
19 Porque yo sé que mandará a sus hijos y a su casa después de sí, que guarden el camino de YHVH, haciendo justicia y juicio, para que haga venir YHVH sobre Avrahám lo que ha hablado acerca de él.
Intercesión de Avrahám
20 Entonces YHVH le dijo: Por cuanto el clamor contra Sedóm y Amorá se aumenta más y más, y el error de ellos se ha agravado en extremo,
21 descenderé ahora, y veré si han consumado su obra según el clamor que ha venido hasta mí; y si no, lo sabré.
22 Y se apartaron de allí los varones, y fueron hacia Sedóm; pero Avrahám estaba aún delante de YHVH.
23 Y se acercó Avrahám y dijo: ¿Destruirás también al justo con el impío?
24 Quizá haya cincuenta justos dentro de la ciudad: ¿destruirás también y no perdonarás al lugar por amor a los cincuenta justos que estén dentro de él?
25 Lejos de ti el hacer tal, que hagas morir al justo con el impío, y que sea el justo tratado como el impío; nunca tal hagas. El Juez de toda la tierra, ¿no ha de hacer lo que es justo?
26 Entonces respondió YHVH: Si encuentro cincuenta justos en Sedóm, dentro de la ciudad, perdonaré a todo este lugar por amor a ellos.
27 Y Avrahám replicó y dijo: He aquí ahora que he comenzado a hablar a mi Señor, aunque soy polvo y ceniza.
28 Quizá faltarán de cincuenta justos cinco; ¿destruirás por aquellos cinco toda la ciudad?
Y dijo: No la destruiré, si allí encuentro cuarenta y cinco.
29 Y volvió a hablarle, y dijo: Quizá se hallarán allí cuarenta. Y respondió: No lo haré por amor a los cuarenta.
30 Y dijo: No se enoje ahora mi Señor, si hablo: quizá se hallarán allí treinta. Y respondió: No lo haré si allí encuentro treinta.
31 Y dijo: He aquí ahora que he emprendido el hablar a mi Señor: quizá se hallarán allí veinte. No la destruiré, respondió, por amor a los veinte.
32 Y volvió a decir: No se enoje ahora mi Señor, si hablo solamente una vez: quizá se hallarán allí diez. No la destruiré, respondió, por amor a los diez.
33 Y YHVH se fue, luego que acabó de hablar a Avrahám; y Avrahám volvió a su lugar.
Los mensajeros visitan a Lót
(3ra Aliyá) 1 Llegaron, pues, los dos mensajeros a Sedóm a la caída de la tarde; y Lót estaba sentado a la puerta de Sedóm. Y cuando Lót los vio, se levantó a recibirlos, y se inclinó hacia el suelo,
2 y dijo: Ahora, mis señores, les ruego que vengan y se hospeden en casa de su siervo, y se laven sus pies; y por la mañana se levanten, y sigan su camino. Y ellos respondieron: No, que en la calle nos quedaremos esta noche.
3 Pero él discutió con ellos mucho, y fueron con él, y entraron en su casa; y les hizo banquete, y coció panes sin levadura, y comieron.
4 Pero antes que se acostaran, los hombres de la ciudad rodearon la casa, los varones de Sedóm, todo el pueblo junto, desde el más joven hasta el más viejo.
5 Y llamaron a Lót, y le dijeron: ¿Dónde están los varones que vinieron a ti esta noche? Sácalos, para que los conozcamos.
6 Entonces Lót salió a ellos a la puerta, y cerró la puerta tras sí,
7 y dijo: Les ruego, hermanos míos, que no hagan tal maldad.
8 He aquí ahora yo tengo dos hijas que no han conocido varón; se las sacaré fuera, y hagan de ellas como bien les pareciere; solamente que a estos varones no les hagan nada, pues que vinieron a la sombra de mi tejado.
9 Y ellos respondieron: Quita allá; y añadieron: Vino este extraño para habitar entre nosotros, ¿y habrá de erigirse en juez? Ahora te haremos más mal que a ellos. Y hacían gran violencia al varón, a Lót, y se acercaron para romper la puerta.
10 Entonces los varones alargaron la mano, y metieron a Lót en casa con ellos, y cerraron la puerta.
11 Y a los hombres que estaban a la puerta de la casa hirieron con ceguera desde el menor hasta el mayor, de manera que se fatigaban buscando la puerta.
Destrucción de Sedóm y Amorá
12 Y dijeron los varones a Lót: ¿Tienes aquí alguno más? Yernos, y tus hijos y tus hijas, y todo lo que tienes en la ciudad, sácalo de este lugar;
13 porque vamos a destruir este lugar, por cuanto el clamor contra ellos ha subido de punto delante de YHVH; por tanto, YHVH nos ha enviado para destruirlo.
14 Entonces salió Lót y habló a sus yernos, los que habían de tomar sus hijas, y les dijo: Levántense, salgan de este lugar; porque YHVH va a destruir esta ciudad. Pero a sus yernos les pareció como que se burlaba.
15 Y al rayar el alba, los mensajeros daban
prisa a Lót, diciendo: Levántate, toma tu mujer, y tus dos hijas que se hallan aquí, para que no
perezcas en el castigo de la ciudad.
16 Y deteniéndose él, los varones asieron de su mano, y de la mano de su mujer y de las manos de sus dos hijas, según la misericordia de YHVH para con él; y lo sacaron y lo pusieron fuera de la ciudad.
Lót y su familia escapan de la destrucción
17 Y cuando los hubieron llevado fuera, dijeron: Escapa por tu vida; no mires tras ti, ni pares en toda esta llanura; escapa al monte, no sea que perezcas.
18 Lót les dijo: No, yo les ruego, señores míos.
19 He aquí ahora ha hallado su siervo gracia en sus ojos, y han engrandecido su misericordia que han hecho conmigo dándome la vida; paro yo no podré escapar al monte, no sea que me alcance el mal, y muera.
20 He aquí ahora esta ciudad está cerca para huir allá, la cual es pequeña; déjenme escapar ahora allá (¿no es ella pequeña?), y salvaré mi vida.
(4ta Aliyá) 21 Y le respondió: He aquí he recibido también tu súplica sobre esto, y no destruiré la ciudad de que has hablado.
22 Date prisa, escápate allá; porque nada podré hacer hasta que hayas llegado allí. Por eso fue llamado el nombre de la ciudad, Tzoár.
23 El sol salía sobre la tierra, cuando Lót llegó a Tzoár.
La mujer de Lót muere
24 Entonces YHVH hizo llover sobre Sedóm y sobre Amorá azufre y fuego de parte de YHVH desde los cielos;
25 y destruyó las ciudades, y toda aquella llanura, con todos los moradores de aquellas ciudades, y el fruto de la tierra.
26 Entonces la mujer de Lót miró atrás, a espaldas de él, y se volvió estatua de sal.
27 Y subió Avrahám por la mañana al lugar donde había estado delante de YHVH.
28 Y miró hacia Sedóm y Amorá, y hacia toda la tierra de aquella llanura miró; y he aquí que el humo subía de la tierra como el humo de un horno.
29 Así, cuando destruyó Elohím las ciudades de la llanura, Elohím se acordó de Avrahám, y envió fuera a Lót de en medio de la destrucción, al asolar las ciudades donde Lót estaba.
30 Pero Lót subió de Tzoár y moró en el monte, y sus dos hijas con él; porque tuvo miedo de quedarse en Tzoár, y habitó en una cueva él y sus dos hijas.
Las hijas de Lót
31 Entonces la mayor dijo a la menor: Nuestro padre es viejo, y no queda varón en la tierra que entre a nosotras conforme a la costumbre de toda la tierra.
32 Ven, demos a beber vino a nuestro padre, y durmamos con él, y conservaremos descendencia de nuestro padre.
33 Y aquella noche le dieron a beber vino a su padre, y entró la mayor, y durmió con su padre; pero él no sintió cuándo se acostó ella, ni cuándo se levantó.
34 El día siguiente, dijo la mayor a la menor: He aquí, yo dormí la noche pasada con mi padre; vamos a darle a beber vino también esta noche, y entra y duerme con él, para que conservemos descendencia de nuestro padre.
35 Y también aquella noche dieron a beber vino a su padre, y se levantó la menor, y durmió con él; pero él no echó de ver cuándo se acostó ella, ni cuándo se levantó.
36 Y las dos hijas de Lót concibieron de su padre.
37 Y dio a luz la mayor un hijo, y llamó su nombre Moáv, el cual es padre de los moavím hasta hoy.
38 La menor también dio a luz un hijo, y llamó su nombre Ben-amí, el cual es padre de los amoním hasta hoy.
Avrahám en Gerár
1 De allí partió Avrahám a la tierra del Négev, y acampó entre Kadésh y Shur, y habitó como forastero en Gerár.
2 Y dijo Avrahám de Sará su mujer: Es mi hermana. Y Avímélej rey de Gerár envió y tomó a Sará.
3 Pero Elohím vino a Avímélej en sueños de noche, y le dijo: He aquí, muerto eres, a causa de la mujer que has tomado, la cual es casada con marido.
4 Pero Avímélej no se había llegado a ella, y dijo: Señor, ¿matarás también al inocente?
5 ¿No me dijo él: Mi hermana es; y ella también dijo: Es mi hermano? con sencillez de mi corazón y con limpieza de mis manos he hecho esto.
6 Y le dijo Elohím en sueños: Yo también sé que con integridad de tu corazón has hecho esto; y yo también te detuve de pecar contra mí, y así no te permití que la tocaras.
7 Ahora, pues, devuelve la mujer a su marido; porque es profeta, y orará por ti, y vivirás. Y si no la devuelves, sabe que de verdad morirás tú, y todos los tuyos.
8 Entonces Avímélej se levantó de mañana y llamó a todos sus siervos, y dijo todas estas palabras en los oídos de ellos; y temieron los hombres en gran manera.
9 Después llamó Avímélej a Avrahám, y le dijo: ¿Qué nos has hecho? ¿En qué pequé yo contra ti, que has atraído sobre mí y sobre mi reino tan grande error? Lo que no debiste hacer has hecho conmigo.
10 Dijo también Avímélej a Avrahám: ¿Qué pensabas, para que hicieras esto?
11 Y Avrahám respondió: Porque dije para mí:
Ciertamente no hay temor de Elohím en este lugar, y me matarán por causa de mi mujer.
12 Y a la verdad también es mi hermana, hija de mi padre, pero no hija de mi madre, y la tomé por mujer.
13 Y cuando Elohím me hizo salir errante de la casa de mi padre, yo le dije: Esta es la merced que tú harás conmigo, que en todos los lugares adonde lleguemos, digas de mí: Mi hermano es.
14 Entonces Avímélej tomó ovejas y vacas, y siervos y siervas, y se los dio a Avrahám, y le devolvió a Sará su mujer.
15 Y dijo Avímélej: He aquí mi tierra está delante de ti; habita donde bien te parezca.
16 Y le dijo a Sará: He aquí le he dado mil monedas de plata a tu hermano; mira que él te es como un velo para los ojos de todos los que están contigo, y para con todos; así fue vindicada.
17 Entonces Avrahám oró a Elohím; y Elohím sanó a Avímélej y a su mujer, y a sus siervas, y tuvieron hijos.
18 Porque YHVH había cerrado completamente toda matriz de la casa de Avímélej, a causa de Sará mujer de Avrahám.
Nacimiento de Itzjáq
1 Visitó YHVH a Sará, como había dicho, e hizo YHVH con Sará como había hablado.
2 Y Sará concibió y dio a Avrahám un hijo en su vejez, en el tiempo que Elohím le había dicho.
3 Y llamó Avrahám el nombre de su hijo que le nació, que le dio a luz Sará, Itzjáq.
4 Y circuncidó Avrahám a su hijo Itzjáq de ocho días, como Elohím le había mandado.
(5ta Aliyá) 5 Y era Avrahám de cien años cuando nació Itzjáq su hijo.
6 Entonces dijo Sará: Elohím me ha hecho reír, y cualquiera que lo oyere, se reirá conmigo.
7 Y añadió: ¿Quién dijera a Avrahám que Sará
habría de dar de mamar a hijos? Pues le he dado un hijo en su vejez.
8 Y creció el niño, y fue destetado; e hizo Avrahám un gran banquete el día que fue destetado Itzjáq.
9 Y vio Sará que el hijo de Hagar la mitzrít (egipcia), el cual ésta le había dado a luz a Avrahám, se burlaba de su hijo Itzjáq.
10 Por tanto, dijo a Avrahám: Echa a esta sierva y a su hijo, porque el hijo de esta sierva no ha de heredar con Itzjáq mi hijo.
11 Este dicho pareció grave en gran manera a Avrahám a causa de su hijo.
12 Entonces dijo Elohím a Avrahám: No te parezca grave a causa del muchacho y de tu sierva; en todo lo que te dijere Sará, oye su voz, porque en Itzjáq te será llamada descendencia.
13 Y también del hijo de la sierva haré una nación, porque es tu descendiente.
14 Avrahám se levantó muy de mañana, y tomó pan, y un odre de agua, y lo dio a Hagar, poniéndolo sobre su hombro, y le entregó el muchacho, y la despidió. Y ella salió y anduvo errante por el desierto de Beer-shevá.
15 Y le faltó el agua del odre, y echó al muchacho debajo de un arbusto,
16 y se fue y se sentó enfrente, a distancia de un tiro de arco; porque decía: No veré cuando el muchacho muera. Y cuando ella se sentó enfrente, el muchacho alzó su voz y lloró.
17 Y oyó Elohím la voz del muchacho; y el mensajero de Elohím llamó a Hagar desde el cielo, y le dijo: ¿Qué tienes, Hagar? No temas; porque Elohím ha oído la voz del muchacho en donde está.
18 Levántate, alza al muchacho, y sostenlo con tu mano, porque yo haré de él una gran nación.
19 Entonces Elohím le abrió los ojos, y vio una fuente de agua; y fue y llenó el odre de agua, y dio de beber al muchacho.
20 Y Elohím estaba con el muchacho; y creció, y habitó en el desierto, y fue tirador de arco.
21 Y habitó en el desierto de Parán; y su madre le tomó mujer de la tierra de Mitzráim (Egipto).
(6ta Aliyá) 22 Aconteció en aquel mismo tiempo que habló Avímélej, y Fijol líder de su ejército, a Avrahám, diciendo: Elohím está contigo en todo cuanto haces.
23 Ahora, pues, júrame aquí por Elohím, que no faltarás a mí, ni a mi hijo ni a mi nieto, sino que conforme a la bondad que yo hice contigo, harás tú conmigo, y con la tierra en donde has morado.
24 Y respondió Avrahám: Yo juraré.
25 Y Avrahám reconvino a Avímélej a causa de un pozo de agua, que los siervos de Avímélej le habían quitado.
26 Y respondió Avímélej: No sé quién haya hecho esto, ni tampoco tú me lo hiciste saber, ni yo lo he oído hasta hoy.
27 Y tomó Avrahám ovejas y vacas, y dio a Avímélej; y ambos hicieron pacto.
28 Entonces puso Avrahám siete corderas del rebaño aparte.
29 Y dijo Avímélej a Avrahám: ¿Qué significan esas siete corderas que has puesto aparte?
30 Y él respondió: Que estas siete corderas tomarás de mi mano, para que me sirvan de testimonio de que yo cavé este pozo.
31 Por esto llamó a aquel lugar Beer-shevá; porque allí juraron ambos.
32 Así hicieron pacto en Beer-shevá; y se levantó Avímélej, y Fijol líder de su ejército, y volvieron a tierra de los pelishtím.
33 Y plantó Avrahám un árbol tamarisco en Beer-shevá, e invocó allí el nombre de YHVH Elohím eterno.
34 Y moró Avrahám en tierra de los pelishtím muchos días.
La fidelidad de Avrahám puesta a prueba
(7ma Aliyá) 1 Aconteció después de estas cosas, que Elohím probó a Avrahám, y le dijo: Avrahám. Y él respondió: Heme aquí.
2 Y dijo: Toma ahora tu hijo, tu único, Itzjáq, a quien amas, y vete a tierra de Moriá, y ofrécelo allí en ofrenda de ascensión sobre uno de los montes que yo te diré.
3 Y Avrahám se levantó muy de mañana, y enalbardó su asno, y tomó consigo dos siervos suyos, y a Itzjáq su hijo; y cortó leña para la ofrenda de ascensión, y se levantó, y fue al lugar que Elohím le dijo.
4 Al tercer día Avrahám alzó sus ojos, y vio el lugar de lejos.
5 Entonces dijo Avrahám a sus siervos: Esperen aquí con el asno, y el muchacho y yo iremos hasta allí y adoraremos, y volveremos a ustedes.
6 Y tomó Avrahám la leña de la ofrenda de ascensión, y la puso sobre Itzjáq su hijo, y él tomó en su mano el fuego y el cuchillo; y fueron ambos juntos.
7 Entonces le habló Itzjáq a Avrahám su padre, y dijo: Padre mío. Y él respondió: Heme aquí, mi hijo. Y él dijo: He aquí el fuego y la leña; pero
¿dónde está el cordero para la ofrenda de ascensión?
8 Y Avrahám respondió: Elohím se proveerá de cordero para la ofrenda de ascensión, hijo mío. E iban juntos.
9 Y cuando llegaron al lugar que Elohím le había dicho, Avrahám edificó allí un altar, y compuso la leña, y ató a Itzjáq su hijo, y lo puso en el altar sobre la leña.
10 Y Avrahám extendió su mano y tomó el cuchillo para degollar a su hijo.
11 Entonces el mensajero de YHVH le dio voces desde el cielo, y dijo: Avrahám, Avrahám. Y él respondió: Heme aquí.
12 Y dijo: No extiendas tu mano sobre el muchacho, ni le hagas nada; porque ya conozco que temes a Elohím, por cuanto no me rehusaste tu hijo, tu único.
13 Entonces Avrahám alzó sus ojos y miró, y he aquí a sus espaldas un carnero trabado en un zarzal por sus cuernos; y Avrahám fue y tomó el carnero, y lo ofreció en ofrenda de ascensión en lugar de su hijo.
14 Y Avrahám llamó el nombre de aquel lugar, YHVH proveerá. Por tanto, hoy se dice: En el monte de YHVH será provisto.
15 Y el mensajero de YHVH llamó a Avrahám por segunda vez desde el cielo,
16 y dijo: Por mí mismo he jurado, dice YHVH, que por cuanto has hecho esto, y no me has rehusado tu hijo, tu único hijo;
17 de verdad te bendeciré, y multiplicaré tu descendencia como las estrellas del cielo y como la arena que está a la orilla del mar; y tu descendencia poseerá las puertas de sus enemigos.
18 En tu simiente serán benditas todas las naciones de la tierra, por cuanto obedeciste a mi voz.
19 Y Avrahám volvió a sus siervos, y se levantaron y se fueron juntos a Beer-shevá; y Avrahám habitó en Beer-shevá.
(Maftir) 20 Aconteció después de estas cosas, que fue dada noticia a Avrahám, diciendo: He aquí que también Milqá ha dado a luz hijos a Najór tu hermano:
21 Utz su primogénito, Butz su hermano, Kemuel padre de Aram,
22 Keséd, Jazó, Pildásh, Idlaf y Betuél.
23 Y Betuél fue el padre de Rivqá. Estos son los ocho hijos que dio a luz Milqá, de Najór hermano de Avrahám.
24 Y su concubina, que se llamaba Reúma, dio a luz también a Teba, a Gaham, a Tajásh y a Ma’aqá.
Parashat Jayé Sará
Muerte de Sará
(1ra Aliyá) 1 Fueron las vidas de Sará cien años y veinte años y siete años; estos fueron los años de vida de Sará.
2 Y Sará murió en Kiriat-arbá, que es Jevrón, en la tierra de Kená’an; y Avrahám vino a hacer duelo por Sará, y a llorarla.
3 Y Avrahám se levantó de delante de su muerta, y habló a los hijos de Jét, diciendo:
4 Extranjero y residente (ger-v’tosháv) soy entre ustedes; denme propiedad para sepultura entre ustedes, y sepultaré mi muerta de delante de mí.
5 Y respondieron los hijos de Jét y le dijeron a Avrahám:
6 Óyenos, señor nuestro; eres un príncipe de Elohím entre nosotros; en lo mejor de nuestros sepulcros sepulta a tu muerta; ninguno de nosotros te negará su sepulcro, ni te impedirá que entierres tu muerta.
7 Y Avrahám se levantó, y se inclinó al pueblo de aquella tierra, a los hijos de Jét,
8 y habló con ellos, diciendo: Si tienen voluntad de que yo sepulte mi muerta de delante de mí, óiganme, e intercedan por mí con Efrón hijo de Zohar,
9 para que me dé la cueva de Majpelá, que tiene al extremo de su heredad; que por su justo precio me la dé, para posesión de sepultura en medio de ustedes.
10 Este Efrón estaba entre los hijos de Jét; y respondió Efrón jití a Avrahám, en presencia de los hijos de Jét, de todos los que entraban por la puerta de su ciudad, diciendo:
11 No, señor mío, óyeme: te doy la heredad, y te doy también la cueva que está en ella; en presencia de los hijos de mi pueblo te la doy; sepulta tu muerta.
12 Entonces Avrahám se inclinó delante del pueblo de la tierra,
13 y respondió a Efrón diciendo, en presencia del pueblo de la tierra: Antes, si te place, te ruego que me oigas. Yo daré el precio de la heredad; tómalo de mí, y sepultaré en ella mi muerta.
14 Respondió Efrón a Avrahám, diciéndole:
15 Señor mío, escúchame: la tierra vale cuatrocientos siclos de plata; ¿qué es esto entre tú y yo? Entierra, pues, tu muerta.
16 Entonces Avrahám se convino con Efrón, y pesó Avrahám a Efrón el dinero que dijo, en presencia de los hijos de Jét, cuatrocientos siclos de plata, de buena ley entre mercaderes.
(2da Aliyá) 17 Y quedó la heredad de Efrón que estaba en Majpelá al este de Mamré, la heredad con la cueva que estaba en ella, y todos los árboles que había en la heredad, y en todos sus contornos,
18 como propiedad de Avrahám, en presencia de los hijos de Jét y de todos los que entraban por la puerta de la ciudad.
19 Después de esto Avrahám sepultó a Sará su mujer en la cueva de la heredad de Majpelá al este de Mamré, que es Jevrón, en la tierra de Kená’an.
20 Y quedó la heredad y la cueva que en ella había, como una posesión de Avrahám, para sepultura, recibida de los hijos de Jét.
En busca de una esposa para Itzjáq
1 Era Avrahám ya viejo, y avanzado en años; y YHVH había bendecido a Avrahám en todo.
2 Y dijo Avrahám a un criado suyo, el más viejo de su casa, que era el que gobernaba en todo lo que tenía: Pon ahora tu mano debajo de mi muslo,
3 y te juramentaré por YHVH, Elohím de los cielos y Elohím de la tierra, que no tomarás para mi hijo mujer de las hijas del kená’aní, entre los cuales yo habito;
4 sino que irás a mi tierra y a mi parentela, y tomarás mujer para mi hijo Itzjáq.
5 El criado le respondió: Quizá la mujer no querrá venir detrás de mí a esta tierra. ¿Volveré, pues, tu hijo a la tierra de donde saliste?
6 Y Avrahám le dijo: Guárdate que no vuelvas a
mi hijo allá.
7 YHVH, Elohím de los cielos, que me tomó de la casa de mi padre y de la tierra de mi parentela, y me habló y me juró, diciendo: A tu descendencia daré esta tierra; Él enviará su mensajero delante de ti, y tú traerás de allá mujer para mi hijo.
8 Y si la mujer no quiere venir detrás de ti, serás libre de este mi juramento; solamente que no vuelvas allá a mi hijo.
9 Entonces el criado puso su mano debajo del muslo de Avrahám su señor, y le juró sobre este negocio.
(3ra Aliyá) 10 Y el criado tomó diez camellos de los camellos de su señor, y se fue, tomando toda clase de regalos escogidos de su señor; y puesto en camino, llegó a Mesopotamia, a la ciudad de Najór.
11 E hizo arrodillar los camellos fuera de la ciudad, junto a un pozo de agua, a la hora de la tarde, la hora en que salen las doncellas por agua.
12 Y dijo: Oh YHVH, Elohím de mi señor Avrahám, dame, te ruego, el tener hoy buen encuentro, y haz misericordia con mi señor Avrahám.
13 He aquí yo estoy junto a la fuente de agua, y las hijas de los varones de esta ciudad salen por agua.
14 Sea, pues, que la doncella a quien yo diga: Baja tu cántaro, te ruego, para que yo beba, y ella responda: Bebe, y también daré de beber a tus camellos; que sea ésta la que tú has destinado para tu siervo Itzjáq; y en esto conoceré que habrás hecho misericordia con mi señor.
15 Y aconteció que antes que él acabara de hablar, he aquí Rivqá, que había nacido a Betuél, hijo de Milqá mujer de Najór hermano de Avrahám, la cual salía con su cántaro sobre su hombro.
16 Y la doncella era de aspecto muy hermoso, virgen, a la que varón no había conocido; la cual descendió a la fuente, y llenó su cántaro, y se volvía.
17 Entonces el criado corrió hacia ella, y dijo: Te ruego que me des a beber un poco de agua de tu cántaro.
18 Ella respondió: Bebe, señor mío; y se dio prisa a bajar su cántaro sobre su mano, y le dio a beber.
19 Y cuando acabó de darle de beber, dijo: También para tus camellos sacaré agua, hasta que acaben de beber.
20 Y se dio prisa, y vació su cántaro en la pila, y corrió otra vez al pozo para sacar agua, y sacó para todos sus camellos.
21 Y el hombre estaba maravillado de ella, callando, para saber si YHVH había prosperado su viaje, o no.
22 Y cuando los camellos acabaron de beber, le dio el hombre un pendiente de oro que pesaba medio siclo, y dos brazaletes que pesaban diez,
23 y dijo: ¿De quién eres hija? Te ruego que me digas: ¿hay en casa de tu padre lugar donde posemos?
24 Y ella respondió: Soy hija de Betuél hijo de Najór, que le dio a luz Milqá.
25 Y añadió: También hay en nuestra casa paja y mucho forraje, y lugar para posar.
26 El hombre entonces se inclinó, y adoró a YHVH,
(4ta Aliyá) 27 y dijo: Bendito sea YHVH, Elohím de mi amo Avrahám, que no apartó de mi amo su misericordia y su verdad, guiándome YHVH en el camino a casa de los hermanos de mi amo.
28 Y la doncella corrió, e hizo saber en casa de su madre estas cosas.
29 Y Rivqá tenía un hermano que se llamaba Laván, el cual corrió afuera hacia el hombre, a la fuente.
30 Y cuando vio el pendiente y los brazaletes en las manos de su hermana, que decía: Así me habló aquel hombre, vino a él; y he aquí que estaba con los camellos junto a la fuente.
31 Y le dijo: Ven, bendito de YHVH; ¿por qué estás fuera? He preparado la casa, y el lugar para los camellos.
32 Entonces el hombre vino a casa, y Laván desató los camellos; y les dio paja y forraje, y agua para lavar los pies de él, y los pies de los hombres que venían con él.
33 Y le pusieron delante qué comer; pero él dijo: No comeré hasta que haya dicho mi mensaje. Y él le dijo: Habla.
34 Entonces dijo: Yo soy criado de Avrahám.
35 Y YHVH ha bendecido mucho a mi amo, y él se ha engrandecido; y le ha dado ovejas y vacas, plata y oro, siervos y siervas, camellos y asnos.
36 Y Sará, mujer de mi amo, dio a luz en su vejez un hijo a mi señor, quien le ha dado a él todo cuanto tiene.
37 Y mi amo me hizo jurar, diciendo: No tomarás para mi hijo mujer de las hijas de los cananeos, en cuya tierra habito;
38 sino que irás a la casa de mi padre y a mi parentela, y tomarás mujer para mi hijo.
39 Y yo dije: Quizás la mujer no querrá seguirme.
40 Entonces él me respondió: YHVH, en cuya presencia he andado, enviará su mensajero contigo, y prosperará tu camino; y tomarás para mi hijo mujer de mi familia y de la casa de mi padre.
41 Entonces serás libre de mi juramento, cuando hayas llegado a mi familia; y si no te la dieren, serás libre de mi juramento.
42 Llegué, pues, hoy a la fuente, y dije: YHVH, Elohím de mi señor Avrahám, si tú prosperas ahora mi camino por el cual ando,
43 he aquí yo estoy junto a la fuente de agua; sea, pues, que la doncella que salga por agua, a la cual diga: Dame de beber, te ruego, un poco de agua de tu cántaro,
44 y ella me responda: Bebe tú, y también para tus camellos sacaré agua; sea ésta la mujer que destinó YHVH para el hijo de mi señor.
45 Antes que acabara de hablar en mi corazón, he aquí Rivqá, que salía con su cántaro sobre su hombro; y descendió a la fuente, y sacó agua; y le dije: te ruego que me des de beber.
46 Y bajó prontamente su cántaro de encima de sí, y dijo: Bebe, y también a tus camellos daré de beber. Y bebí, y también dio de beber a mis camellos.
47 Entonces le pregunté, y dije: ¿De quién eres hija? Y ella respondió: Hija de Betuél hijo de Najór, que le dio a luz Milqá. Entonces le puse un pendiente en su nariz, y brazaletes en sus brazos;
48 y me incliné y adoré a YHVH, y bendije a YHVH Elohím de mi señor Avrahám, que me había guiado por camino de verdad para tomar la hija del hermano de mi señor para su hijo.
49 Ahora, pues, si ustedes hacen misericordia y verdad con mi señor, declárenmelo; y si no, declárenmelo; y me iré a la derecha o a la izquierda.
50 Entonces Laván y Betuél respondieron y dijeron: De YHVH ha salido esto; no podemos hablarte malo ni bueno.
51 He ahí Rivqá delante de ti; tómala y vete, y sea mujer del hijo de tu señor, como lo ha dicho YHVH.
52 Cuando el criado de Avrahám oyó sus palabras, se inclinó en tierra ante YHVH.
(5ta Aliyá) 53 Y el criado sacó alhajas de plata y alhajas de oro, y vestidos, y dio a Rivqá; también dio cosas preciosas a su hermano y a su madre.
54 Y comieron y bebieron él y los varones que venían con él, y durmieron; y levantándose de mañana, dijo: Envíenme a mi señor.
55 Entonces respondieron su hermano y su madre: Espere la doncella con nosotros a lo menos diez días, y después irá.
56 Y él les dijo: No me detengan, ya que YHVH ha prosperado mi camino; despáchenme para que me vaya a mi señor.
57 Ellos respondieron entonces: Llamemos a la doncella y preguntémosle.
58 Y llamaron a Rivqá, y le dijeron: ¿Irás tú con este varón? Y ella respondió: Sí, iré.
59 Entonces dejaron ir a Rivqá su hermana, y a su nodriza, y al criado de Avrahám y a sus hombres.
60 Y bendijeron a Rivqá, y le dijeron: Hermana nuestra, sé madre de millares de millares, y posean tus descendientes la puerta de sus enemigos.
61 Entonces se levantó Rivqá y sus doncellas, y montaron en los camellos, y siguieron al hombre; y el criado tomó a Rivqá, y se fue.
62 Y venía Itzjáq del pozo del Viviente que me ve; porque él habitaba en el Négev.
63 Y había salido Itzjáq a meditar al campo, a la hora de la tarde; y alzando sus ojos miró, y he aquí los camellos que venían.
64 Rivqá también alzó sus ojos, y vio a Itzjáq, y descendió del camello;
65 porque había preguntado al criado: ¿Quién es este varón que viene por el campo hacia nosotros? Y el criado había respondido: Este es mi señor. Ella entonces tomó el velo, y se cubrió.
66 Entonces el criado contó a Itzjáq todo lo que había hecho.
67 Y la trajo Itzjáq a la tienda de su madre Sará, y tomó a Rivqá por mujer, y la amó; y se consoló Itzjáq después de la muerte de su madre.
Los hijos de Avrahám y Keturá
(6ta Aliyá) 1 Avrahám tomó otra mujer, cuyo nombre era keturá,
2 la cual le dio a luz a Zimram, Yoqshán, Medán, Midián, Ishváj y Shúa.
3 Y Yoqshán engendró a Seba y a Dedán; e hijos de Dedán fueron Asurim, Letusim y Leumim.
4 E hijos de Midián: Efa, Efer, Janój, Abida y Elda. Todos estos fueron hijos de keturá.
5 Y Avrahám dio todo cuanto tenía a Itzjáq.
6 Pero a los hijos de sus concubinas dio Avrahám regalos, y los envió lejos de Itzjáq su hijo, mientras él vivía, hacia el este, a la tierra del este.
Muerte de Avrahám
7 Y estos fueron los días que vivió Avrahám: ciento setenta y cinco años.
8 Y exhaló el espíritu, y murió Avrahám en buena vejez, anciano y lleno de años, y fue unido a su pueblo.
9 Y lo sepultaron Itzjáq e Ishmaél sus hijos en la cueva de Majpelá, en la heredad de Efrón hijo de Zohar jití, que está enfrente de Mamré,
10 heredad que compró Avrahám de los hijos de Jét; allí fue sepultado Avrahám, y Sará su mujer.
11 Y sucedió, después de muerto Avrahám, que Elohím bendijo a Itzjáq su hijo; y habitó Itzjáq junto al pozo del Viviente que me ve.
Descendientes de Ishmaél
(7ma Aliyá) 12 Estos son los descendientes de Ishmaél hijo de Avrahám, a quien le dio a luz Hagar mitzrít (egipcia), sierva de Sará;
13 estos, pues, son los nombres de los hijos de Ishmaél (Ismael), nombrados en el orden de su nacimiento: El primogénito de Ishmaél, Nevaíot; luego Kedar, Adve’él, Mivshám,
14 Mishmá, Dumá, Masá,
15 Hadar, Temá, Yetur, Nafísh y Kedemá.
16 Estos son los hijos de Ishmaél, y estos sus nombres, por sus villas y por sus campamentos; doce líderes por sus familias.
17 Y estos fueron los años de la vida de Ishmaél, ciento treinta y siete años; y exhaló el espíritu Ishmaél, y murió, y fue unido a su pueblo.
18 Y habitaron desde Javilá hasta Shur, que está enfrente de Mitzráim viniendo a Ashúr; y murió en presencia de todos sus hermanos.
Parashat Tóldót Nacimiento de Ya’aqóv y Esáv
(1ra Aliyá) 19 Estos son los descendientes de Itzjáq hijo de Avrahám: Avrahám engendró a Itzjáq,
20 y era Itzjáq de cuarenta años cuando tomó por mujer a Rivqá, hija de Betuél arameo de Padán Arám, hermana de Laván arameo.
21 Y oró Itzjáq a YHVH por su mujer, que era estéril; y lo aceptó YHVH, y concibió Rivqá su mujer.
22 Y los hijos luchaban dentro de ella; y dijo: Si es así, ¿para qué vivo yo? y fue a consultar a YHVH;
23 y le respondió YHVH: Dos naciones hay en tu seno, y dos pueblos serán divididos desde tus entrañas; un pueblo será más fuerte que el otro pueblo, y el mayor servirá al menor.
24 Cuando se cumplieron sus días para dar a luz, he aquí había gemelos en su vientre.
25 Y salió el primero rubio, y era todo velludo como un abrigo; y llamaron su nombre Esáv.
26 Después salió su hermano, trabada su mano al talón de Esáv; y fue llamado su nombre Ya’aqóv. Y era Itzjáq de edad de sesenta años cuando ella los dio a luz.
Esáv vende su primogenitura
27 Y crecieron los niños, y Esáv fue diestro en la caza, hombre del campo; pero Ya’aqóv era varón quieto, que habitaba en tiendas.
28 Y amó Itzjáq a Esáv, porque comía de su caza; pero Rivqá amaba a Ya’aqóv.
29 Y guisó Ya’aqóv un potaje; y volviendo Esáv del campo, cansado,
30 dijo a Ya’aqóv: Te ruego que me des a comer
de ese guiso rojo, pues estoy muy cansado. Por eso fue llamado su nombre Edóm.
31 Y Ya’aqóv respondió: Véndeme en este día tu primogenitura.
32 Entonces Esáv dijo: He aquí yo me voy a morir; ¿para qué, pues, me servirá la primogenitura?
33 Y dijo Ya’aqóv: Júramelo en este día. Y él le juró, y vendió a Ya’aqóv su primogenitura.
34 Entonces Ya’aqóv dio a Esáv pan y del guisado de las lentejas; y él comió y bebió, y se levantó y se fue. Así menospreció Esáv la primogenitura.
YHVH confirma el pacto con Itzjáq
1 Después hubo hambre en la tierra, además de la primera hambre que hubo en los días de Avrahám; y se fue Itzjáq a Avímélej rey de los pelishtím, en Gerár.
2 Y se le apareció YHVH, y le dijo: No desciendas a Mitzráim (Egipto); habita en la tierra que yo te diré.
3 Habita como forastero en esta tierra, y estaré contigo, y te bendeciré; porque a ti y a tu descendencia daré todas estas tierras, y confirmaré el juramento que hice a Avrahám tu padre.
4 Multiplicaré tu descendencia como las estrellas del cielo, y daré a tu descendencia todas estas tierras; y todas las naciones de la tierra serán benditas en tu simiente,
5 por cuanto oyó Avrahám mi voz, y guardó mi precepto, mis mandamientos, mis estatutos y mis leyes.
Itzjáq en Gerár
(2da Aliyá) 6 Habitó, pues, Itzjáq en Gerár.
7 Y los hombres de aquel lugar le preguntaron acerca de su mujer; y él respondió: Es mi hermana; porque tuvo miedo de decir: Es mi mujer; pensando que tal vez los hombres del lugar lo matarían por causa de Rivqá, pues ella era de hermoso aspecto.
8 Sucedió que después que él estuvo allí muchos días, Avímélej, rey de los pelishtím, mirando por una ventana, vio a Itzjáq que acariciaba a Rivqá su mujer.
9 Y llamó Avímélej a Itzjáq, y dijo: He aquí ella es de verdad tu mujer.
¿Cómo, pues, dijiste: Es mi hermana? E Itzjáq le respondió: Porque dije: Quizá moriré por causa de ella.
10 Y Avímélej dijo: ¿Por qué nos has hecho esto? Por poco hubiera dormido alguno del pueblo con tu mujer, y hubieras traído sobre nosotros el error.
11 Entonces Avímélej mandó a todo el pueblo, diciendo: El que toque a este hombre o a su mujer, de verdad morirá.
Itzjáq es prosperado - Los pozos de agua viva
12 Y sembró Itzjáq en aquella tierra, y cosechó aquel año ciento por uno; y le bendijo YHVH.
(3ra Aliyá) 13 El varón se enriqueció, y fue prosperado, y se engrandeció hasta hacerse muy poderoso.
14 Y tuvo hato de ovejas, y hato de vacas, y mucha labranza; y los pelishtím le tuvieron envidia.
15 Y todos los pozos que habían abierto los criados de Avrahám su padre en sus días, los pelishtím los habían cegado y llenado de tierra.
16 Entonces Avímélej dijo a Itzjáq: Apártate de nosotros, porque te has hecho mucho más poderoso que nosotros.
17 E Itzjáq se fue de allí, y acampó en el valle de Gerár, y habitó allí.
18 Y volvió a abrir Itzjáq los pozos de agua que habían abierto en los días de Avrahám su padre, y que los pelishtím habían cegado después de la muerte de Avrahám; y los llamó por los nombres que su padre los había llamado.
19 Pero cuando los siervos de Itzjáq cavaron en el valle, y hallaron allí un pozo de aguas vivas,
20 los pastores de Gerár riñeron con los pastores de Itzjáq, diciendo: El agua es nuestra. Por eso llamó el nombre del pozo Esek, porque habían altercado con él.
21 Y abrieron otro pozo, y también riñeron sobre él; y llamó su nombre Sitna.
22 Y se apartó de allí, y abrió otro pozo, y no riñeron sobre él; y llamó su nombre Rejovót, y dijo: Porque ahora YHVH nos ha prosperado, y fructificaremos en la tierra.
(4ta Aliyá) 23 Y de allí subió a Be’er-shevá.
24 Y se le apareció YHVH aquella noche, y le dijo: Yo soy el Elohím de Avrahám tu padre; no temas, porque yo estoy contigo, y te bendeciré, y multiplicaré tu descendencia por amor de Avrahám mi siervo.
25 Y edificó allí un altar, e invocó el nombre de YHVH, y plantó allí su tienda; y abrieron allí los siervos de Itzjáq un pozo.
26 Y Avímélej vino a él desde Gerár, y Ahuzat, amigo suyo, y Pikol, capitán de su ejército.
27 Y les dijo Itzjáq: ¿Por qué vienen a mí, pues que me han aborrecido, y me echaron de entre ustedes?
28 Y ellos respondieron: Hemos visto que YHVH está contigo; y dijimos: Haya ahora juramento entre nosotros, entre tú y nosotros, y haremos pacto contigo,
29 que no nos hagas mal, como nosotros no te hemos tocado, y como solamente te hemos hecho bien, y te enviamos en paz; tú eres ahora bendito de YHVH.
(5ta Aliyá) 30 Entonces él les hizo banquete, y comieron y bebieron.
31 Y se levantaron de madrugada, y juraron el uno al otro; e Itzjáq los despidió, y ellos se despidieron de él en paz.
32 En aquel día sucedió que vinieron los criados de Itzjáq, y le dieron nuevas acerca del pozo que habían abierto, y le dijeron: Hemos hallado agua.
33 Y lo llamó Seba; por esta causa el nombre de aquella ciudad es Be’er-shevá hasta este día.
34 Y cuando Esáv era de cuarenta años, tomó por mujer a Yudit hija de Beeri el jití, y a Basmát hija de Elón el jití;
35 y fueron amargura de espíritu para Itzjáq y para Rivqá.
Ya’aqóv suplanta a Esáv
1 Y cuando Itzjáq envejeció, sus ojos se oscurecieron quedando sin vista, llamó a Esáv su hijo mayor, y le dijo: Hijo mío. Y él respondió: Heme aquí.
2 Y él dijo: He aquí ya soy viejo, no sé el día de mi muerte.
3 Toma, pues, ahora tus armas, tu aljaba y tu arco, y sal al campo y tráeme caza;
4 y hazme un guisado como a mí me gusta, y tráemelo, y comeré, para que yo te bendiga antes que muera.
5 Y Rivqá estaba oyendo, cuando Itzjáq a hablaba Esáv su hijo; y se fue Esáv al campo para buscar la caza que había de traer.
6 Entonces Rivqá habló a Ya’aqóv su hijo, diciendo: He aquí yo he oído a tu padre que hablaba con Esáv tu hermano, diciendo:
7 Tráeme caza y hazme un guisado, para que coma, y te bendiga en presencia de YHVH antes que yo muera.
8 Ahora, pues, hijo mío, obedece a mi voz en lo que te mando.
9 Ve ahora al ganado, y tráeme de allí dos buenos cabritos de las cabras, y haré de ellos viandas para tu padre, como a él le gusta;
10 y tú las llevarás a tu padre, y comerá, para que él te bendiga antes de su muerte.
11 Y Ya’aqóv dijo a Rivqá su madre: He aquí, Esáv mi hermano es hombre velloso, y yo lampiño.
12 Quizá me palpará mi padre, y me tendrá por burlador, y traeré sobre mí maldición y no bendición.
13 Y su madre respondió: Hijo mío, sea sobre mí tu maldición; solamente obedece a mi voz y ve y tráemelos.
14 Entonces él fue y los tomó, y los trajo a su madre; y su madre hizo guisados, como a su padre le gustaba.
15 Y tomó Rivqá los vestidos de Esáv su hijo mayor, los preciosos, que ella tenía en casa, y
vistió a Ya’aqóv su hijo menor;
16 y cubrió sus manos y la parte de su cuello donde no tenía vello, con las pieles de los cabritos;
17 y entregó los guisados y el pan que había preparado, en manos de Ya’aqóv su hijo.
18 Entonces éste fue a su padre y dijo: Padre mío. E Itzjáq respondió: Heme aquí; ¿quién eres, hijo mío?
19 Y Ya’aqóv dijo a su padre: Yo soy Esáv tu primogénito; he hecho como me dijiste: levántate ahora, y siéntate, y come de mi caza, para que me bendigas.
20 Entonces Itzjáq dijo a su hijo: ¿Cómo es que la hallaste tan pronto, hijo mío? Y él respondió: Porque YHVH tu Elohím hizo que la encontrara delante de mí.
21 E Itzjáq dijo a Ya’aqóv: Acércate ahora, y te palparé, hijo mío, por si eres mi hijo Esáv o no.
22 Y se acercó Ya’aqóv a su padre Itzjáq, quien le palpó, y dijo: La voz es la voz de Ya’aqóv, pero las manos, las manos de Esáv.
23 Y no le conoció, porque sus manos eran vellosas como las manos de Esáv; y le bendijo.
24 Y dijo: ¿Eres tú mi hijo Esáv? Y Ya’aqóv respondió: Yo soy.
25 Dijo también: Acércamela, y comeré de la caza de mi hijo, para que yo te bendiga; y Ya’aqóv se la acercó, e Itzjáq comió; le trajo también vino, y bebió.
26 Y le dijo Itzjáq su padre: Acércate ahora, y bésame, hijo mío.
27 Y Ya’aqóv se acercó, y le besó; y olió Itzjáq el olor de sus vestidos, y le bendijo, diciendo: Mira, el olor de mi hijo, como el olor del campo que YHVH ha bendecido;
(6ta Aliyá) 28 Elohím, pues, te dé del rocío del cielo, y de los sebos de la tierra, y abundancia de trigo y de mosto.
29 Pueblos te sirvan, y naciones se inclinen a ti; sé señor de tus hermanos, y se inclinen ante ti los hijos de tu madre. Malditos los que te maldigan, y benditos los que te bendigan.
30 Y aconteció, luego que Itzjáq acabó de bendecir a Ya’aqóv, y apenas había salido Ya’aqóv de delante de Itzjáq su padre, que Esáv su hermano volvió de cazar.
31 Y él también hizo guisados, y trajo a su padre, y le dijo: Levántese mi padre, y coma de la caza de su hijo, para que me bendiga.
32 Entonces Itzjáq su padre le dijo: ¿Quién eres tú? Y él le dijo: Yo soy tu hijo, tu primogénito, Esáv.
33 Y se estremeció Itzjáq grandemente, y dijo: ¿Quién es el que vino aquí, que trajo caza, y me dio, y comí de todo antes que tú vinieras? Yo le bendije, y será bendito.
34 Cuando Esáv oyó las palabras de su padre, clamó con una muy grande y muy amarga exclamación, y le dijo: Bendíceme también a mí, padre mío.
35 Y él dijo: Vino tu hermano con engaño, y tomó tu bendición.
36 Y Esáv respondió: Bien llamaron su nombre Ya’aqóv, pues ya me ha suplantado dos veces: se apoderó de mi primogenitura, y he aquí ahora ha tomado mi bendición. Y dijo: ¿No has guardado bendición para mí?
37 Itzjáq respondió y dijo a Esáv: He aquí yo le he puesto por señor tuyo, y le he dado por siervos a todos sus hermanos; de trigo y de vino le he provisto;
¿qué, pues, te haré a ti ahora, hijo mío?
38 Y Esáv respondió a su padre: ¿No tienes más que una sola bendición, padre mío? Bendíceme también a mí, padre mío. Y alzó Esáv su voz, y lloró.
39 Entonces Itzjáq su padre habló y le dijo: He aquí, será tu habitación en grosuras de la tierra, y del rocío de los cielos de arriba;
40 y por tu espada vivirás, y a tu hermano servirás; y sucederá cuando te fortalezcas, que descargarás su yugo de tu cerviz.
41 Y aborreció Esáv a Ya’aqóv por la bendición
con que su padre le había bendecido, y dijo en su corazón: Llegarán los días del luto de mi padre, y yo mataré a mi hermano Ya’aqóv.
42 Y fueron dichas a Rivqá las palabras de Esáv su hijo mayor; y ella envió y llamó a Ya’aqóv su hijo menor, y le dijo: He aquí, Esáv tu hermano se consuela acerca de ti con la idea de matarte.
43 Ahora pues, hijo mío, obedece a mi voz; levántate y huye a casa de Laván mi hermano en Jarán,
44 y mora con él algunos días, hasta que el enojo de tu hermano se mitigue;
45 hasta que se aplaque la ira de tu hermano contra ti, y olvide lo que le has hecho; yo enviaré entonces, y te traeré de allá. ¿Por qué seré privada de ustedes ambos en un día?
46 Y dijo Rivqá a Itzjáq: Fastidio tengo de mi vida, a causa de las hijas de Jét. Si Ya’aqóv toma mujer de las hijas de Jét, como éstas, de las hijas de esta tierra, ¿para qué quiero la vida?
Itzáq bendice a Ya’aqóv
1 Entonces Itzjáq llamó a Ya’aqóv, y lo bendijo, y le ordeno diciendo: No tomes mujer de las hijas de Kená’an.
2 Levántate, vé a Padán Arám, a casa de Betuél, padre de tu madre, y toma allí mujer de las hijas de Laván, hermano de tu madre.
3 Él-Shaday te bendiga, y te haga fructificar y te multiplique, hasta llegar a ser multitud de
pueblos;
4 y te dé la bendición de Avrahám, y a tu descendencia contigo, para que heredes la tierra en que moras, que Elohím dio a Avrahám.
(7ma Aliyá) 5 Así envió Itzjáq a Ya’aqóv, el cual fue a Padán Arám, a Laván hijo de Betuél arameo, hermano de Rivqá madre de Ya’aqóv y de Esáv.
6 Y vio Esáv cómo Itzjáq había bendecido a Ya’aqóv, y le había enviado a Padán Arám, para tomar para sí mujer de allí; y que cuando le bendijo, le había mandado diciendo:
No tomarás mujer de las hijas de Kená’an;
(Maftir) 7 y que Ya’aqóv había obedecido a su padre y a su madre, y se había ido a Padán Arám.
8 También vio Esáv que las hijas de Kená’an parecían mal a Itzjáq su padre;
9 y se fue Esáv a Ishmaél, y tomó para sí por mujer a Mahalat, hija de Ishmaél hijo de Avrahám, hermana de Nevaíot, además de sus otras mujeres.
Parashta Vayetzé
(1ra Aliyá) 10 Salió Ya’aqóv de Beer-shevá, y fue a Jarán.
11 Y llegó a un cierto lugar, y durmió allí, porque ya el sol se había puesto; y tomó de las piedras de aquel paraje y puso a su cabecera, y se acostó en aquel lugar.
12 Y soñó: y he aquí una escalera que estaba apoyada en tierra, y su extremo tocaba en el cielo; y he aquí mensajeros de Elohím que subían y descendían por ella.
13 Y he aquí, YHVH estaba en lo alto de ella, el cual dijo: Yo soy YHVH, el Elohím de Avrahám tu padre, y el Elohím de Itzjáq; la tierra en que estás acostado te la daré a ti y a tu descendencia.
14 Será tu descendencia como el polvo de la tierra, y te extenderás al oeste, al este, al norte y al sur; y todas las familias de la tierra serán benditas en ti y en tu simiente.
15 He aquí, yo estoy contigo, y te guardaré por dondequiera que vayas, y volveré a traerte a esta tierra; porque no te dejaré hasta que haya hecho lo que te he dicho.
16 Y despertó Ya’aqóv de su sueño, y dijo: Ciertamente YHVH está en este lugar, y yo no lo sabía.
17 Y tuvo miedo, y dijo: ¡Cuán terrible es este lugar! No es otra cosa que casa de Elohím, y puerta del cielo.
18 Y se levantó Ya’aqóv de mañana, y tomó la piedra que había puesto de cabecera, y la alzó por señal, y derramó aceite encima de ella.
19 Y llamó el nombre de aquel lugar Bét-Él,
aunque primero, el nombre de la ciudad era Luz.
20 Y Ya’aqóv hizo voto, diciendo: Si Elohím va conmigo, y me guarda en este viaje en que voy, y me da pan para comer y vestido para vestir,
21 y si vuelvo en paz a casa de mi padre, YHVH será mi Elohím.
22 Y esta piedra que he puesto por señal, será casa de Elohím; y de todo lo que me des, apartaré el diezmo para ti.
Las hijas de Laván
(2da Aliyá) 1 Siguió luego Ya’aqóv su camino, y fue a la tierra de los hijos de Quédem.
2 Y miró, y vio un pozo en el campo; y he aquí tres rebaños de ovejas que yacían cerca de él, porque de aquel pozo abrevaban los ganados; y había una gran piedra sobre la boca del pozo.
3 Y juntaban allí todos los rebaños; y revolvían la piedra de la boca del pozo, y abrevaban las ovejas, y volvían la piedra sobre la boca del pozo a su lugar.
4 Y les dijo Ya’aqóv: Hermanos míos, ¿de dónde son? Y ellos respondieron: De Jarán somos.
5 Él les dijo: ¿Conocen a Laván hijo de Najór? Y ellos dijeron: Sí, le conocemos.
6 Y él les dijo: ¿Está bien? Y ellos dijeron: Bien, y he aquí Rajél su hija viene con las ovejas.
7 Y él dijo: He aquí es aún muy de día; no es tiempo todavía de recoger el ganado; abreven
las ovejas, y vayan a apacentarlas.
8 Y ellos respondieron: No podemos, hasta que se junten todos los rebaños, y remuevan la piedra de la boca del pozo, para que abrevemos las ovejas.
9 Mientras él aún hablaba con ellos, Rajél vino con el rebaño de su padre, porque ella era la pastora.
10 Y sucedió que cuando Ya’aqóv vio a Rajél, hija de Laván hermano de su madre, y las ovejas de Laván el hermano de su madre, se acercó Ya’aqóv y removió la piedra de la boca del pozo, y abrevó el rebaño de Laván hermano de su madre.
11 Ya’aqóv besó a Rajél, y alzó su voz y lloró.
12 Y Ya’aqóv dijo a Rajél que él era hermano de su padre, y que era hijo de Rivqá; y ella corrió, y dio las nuevas a su padre.
13 Así que oyó Laván las nuevas de Ya’aqóv, hijo de su hermana, corrió a recibirlo, y lo abrazó, lo besó, y lo trajo a su casa; y él contó a Laván todas estas cosas.
14 Y Laván le dijo: Ciertamente eres hueso y carne mía. Y estuvo con él durante un mes.
15 Entonces dijo Laván a Ya’aqóv: ¿Por ser tú mi hermano, me servirás de balde? Dime cuál será tu salario.
16 Y Laván tenía dos hijas: el nombre de la mayor era Leá, y el nombre de la menor, Rajél.
17 Y los ojos de Leá eran delicados, pero Rajél era de lindo semblante y de hermoso parecer.
(3ra Aliyá) 18 Y Ya’aqóv amó a Rajél, y dijo: Yo te serviré siete años por Rajél tu hija menor.
19 Y Laván respondió: Mejor es que te la dé a ti, y no que la dé a otro hombre; quédate conmigo.
20 Así sirvió Ya’aqóv por Rajél siete años; y le parecieron como pocos días, porque la amaba.
21 Entonces dijo Ya’aqóv a Laván: Dame mi mujer, porque mi tiempo se ha cumplido, para unirme a ella.
22 Entonces Laván juntó a todos los varones de aquel lugar, e hizo banquete.
23 Y sucedió que a la noche tomó a Leá su hija, y se la trajo; y él se llegó a ella.
24 Y dio Laván su sierva Tzilpá a su hija Leá por criada.
25 Venida la mañana, he aquí que era Leá; y Ya’aqóv dijo a Laván: ¿Qué es esto que me has hecho? ¿No te he servido por Rajél? ¿Por qué, pues, me has engañado?
26 Laván respondió: No se hace así en nuestro lugar, que se dé la menor antes de la mayor.
27 Cumple la semana de ésta, y se te dará también la otra, por el servicio que hagas conmigo otros siete años.
28 E hizo Ya’aqóv así, y cumplió la semana de aquélla; y él le dio a Rajél su hija por mujer.
29 Y dio Laván a Rajél su hija su sierva Bilhá por criada.
30 Y se llegó también a Rajél, y la amó también más que a Leá; y sirvió a Laván aún otros siete años.
31 Y vio YHVH que Leá era menospreciada, y le dio hijos; pero Rajél era estéril.
32 Y concibió Leá, y dio a luz un hijo, y llamó su nombre Reuvén, porque dijo: Ha mirado YHVH mi aflicción; ahora, por tanto, me amará mi marido.
33 Concibió [Leá] otra vez, y dio a luz un hijo, y dijo: Por cuanto oyó YHVH que yo era menospreciada, me ha dado también éste. Y llamó su nombre Shim’ón.
34 Y concibió otra vez, y dio a luz un hijo, y dijo: Ahora esta vez se unirá mi marido conmigo, porque le he dado a luz tres hijos; por tanto, llamó su nombre Leví.
35 Concibió otra vez, y dio a luz un hijo, y dijo: Esta vez alabaré a YHVH; por esto llamó su nombre Yehudá; y dejó de dar a luz.
Los hijos de Bilhá
1 Viendo Rajél que no daba hijos a Ya’aqóv, tuvo envidia de su hermana, y decía a Ya’aqóv: Dame hijos, o si no, me muero.
2 Y Ya’aqóv se enojó contra Rajél, y dijo: ¿Soy yo acaso Elohím, que te impidió el fruto de tu vientre?
3 Y ella dijo: He aquí mi sierva Bilhá; llégate a ella, y dará a luz sobre mis rodillas, y yo también tendré hijos de ella.
4 Así le dio a Bilhá su sierva por mujer; y Ya’aqóv se llegó a ella.
5 Y concibió Bilhá, y dio a luz un hijo a Ya’aqóv.
6 Dijo entonces Rajél: Me juzgó Elohím, y también oyó mi voz, y me dio un hijo. Por tanto llamó su nombre Dán.
7 Concibió otra vez Bilhá la sierva de Rajél, y dio a luz un segundo hijo a Ya’aqóv.
8 Y dijo Rajél: Con luchas de Elohím he contendido con mi hermana, y he vencido. Y llamó su nombre Naftalí.
Hijos de Tzilpá
9 Viendo, pues, Leá, que había dejado de dar a luz, tomó a Tzilpá su sierva, y la dio a Ya’aqóv por mujer.
10 Y Tzilpá sierva de Leá dio a luz un hijo a Ya’aqóv.
11 Y dijo Leá: Vino la ventura; y llamó su nombre Gád.
12 Luego Tzilpá la sierva de Leá dio a luz otro hijo a Ya’aqóv.
13 Y dijo Leá: Para dicha mía; porque las mujeres me dirán dichosa; y llamó su nombre Ashér.
(4ta Aliyá) 14 Fue Reuvén en tiempo de la siega de los trigos, y halló mandrágoras en el campo, y las trajo a Leá su madre; y dijo Rajél a Leá: Te ruego que me des de las mandrágoras de tu hijo.
15 Y ella respondió: ¿Es poco que hayas tomado mi marido, sino que también te has de llevar las mandrágoras de mi hijo? Y dijo Rajél: Pues dormirá contigo esta noche por las mandrágoras de tu hijo.
Hijos de Leá
16 Cuando, pues, Ya’aqóv volvía del campo a la tarde, salió Leá a él, y le dijo: Llégate a mí, porque a la verdad te he alquilado por las mandrágoras de mi hijo. Y durmió con ella aquella noche.
17 Y oyó Elohím a Leá; y concibió, y dio a luz el quinto hijo a Ya’aqóv.
18 Dijo Leá: Elohím me ha dado mi recompensa,
por cuanto di mi sierva a mi marido; por eso llamó su nombre Issajár.
19 Después concibió Leá otra vez, y dio a luz el sexto hijo a Ya’aqóv.
20 Y dijo Leá: Elohím me ha dado una buena dote; ahora morará conmigo mi marido, porque le he dado a luz seis hijos; y llamó su nombre Zevulún.
21 Después dio a luz una hija, y llamó su nombre Diná.
Rajél concibe un hijo - Trato entre Laván e Ya’aqóv
22 Y se acordó Elohím de Rajél, y la oyó Elohím, y le concedió hijos.
23 Y concibió, y dio a luz un hijo, y dijo: Elohím ha quitado mi afrenta;
24 y llamó su nombre Yoséf, diciendo: Añádame YHVH otro hijo.
25 Aconteció cuando Rajél hubo dado a luz a Yoséf, que Ya’aqóv dijo a Laván: Envíame, e iré a mi lugar, y a mi tierra.
26 Dame mis mujeres y mis hijos, por las cuales he servido contigo, y déjame ir; pues tú sabes los servicios que te he hecho.
27 Y Laván le respondió: Halle yo ahora gracia en tus ojos, y quédate; he experimentado que YHVH me ha bendecido por tu causa.
(5ta Aliyá) 28 Y dijo: Señálame tu salario, y yo lo daré.
29 Y él respondió: Tú sabes cómo te he servido, y cómo ha estado tu ganado conmigo.
30 Porque poco tenías antes de mi venida, y ha crecido en gran número, y YHVH te ha bendecido con mi llegada; y ahora, ¿cuándo trabajaré también por mi propia casa?
31 Y él dijo: ¿Qué te daré? Y respondió Ya’aqóv: No me des nada; si haces esto por mí, volveré a apacentar tus ovejas.
32 Yo pasaré hoy por todo tu rebaño, poniendo aparte todas las ovejas manchadas y salpicadas de color, y todas las ovejas de color oscuro, y las manchadas y salpicadas de color entre las cabras; y esto será mi salario.
33 Así responderá por mí mi honradez mañana, cuando vengas a reconocer mi salario; toda la que no fuere pintada ni manchada en las cabras, y de color oscuro entre mis ovejas, se me ha de tener como de hurto.
34 Dijo entonces Laván: Mira, sea como tú dices.
35 Y Laván apartó aquel día los machos cabríos manchados y rayados, y todas las cabras manchadas y salpicadas de color, y toda aquella que tenía en sí algo de blanco, y todas las de color oscuro entre las ovejas, y las puso en mano de sus hijos.
36 Y puso tres días de camino entre sí y Ya’aqóv; y Ya’aqóv apacentaba las otras ovejas de Laván.
37 Tomó luego Ya’aqóv varas verdes de álamo, de avellano y de castaño, y descortezó en ellas mondaduras blancas, descubriendo así lo blanco de las varas.
38 Y puso las varas que había mondado delante del ganado, en los canales de los abrevaderos del agua donde venían a beber las ovejas, las cuales procreaban cuando venían a beber.
39 Así concebían las ovejas delante de las varas; y parían borregos listados, pintados y salpicados de diversos colores.
40 Y apartaba Ya’aqóv los corderos, y ponía con su propio rebaño los listados y todo lo que era oscuro del hato de Laván. Y ponía su hato aparte, y no lo ponía con las ovejas de Laván.
41 Y sucedía que cuantas veces se hallaban en celo las ovejas más fuertes, Ya’aqóv ponía las varas delante de las ovejas en los abrevaderos, para que concibieran a la vista de las varas.
42 Pero cuando venían las ovejas más débiles, no las ponía; así eran las más débiles para Laván, y las más fuertes para Ya’aqóv.
43 Y se enriqueció el varón muchísimo, y tuvo muchas ovejas, y siervas y siervos, y camellos y
asnos.
Altercados entre Ya’aqóv y Laván
1 Y oía Ya’aqóv las palabras de los hijos de Laván, que decían: Ya’aqóv ha tomado todo lo que era de nuestro padre, y de lo que era de nuestro padre ha adquirido toda esta riqueza.
2 Miraba también Ya’aqóv el semblante de Laván, y veía que no era para con él como había sido antes.
3 También YHVH dijo a Ya’aqóv: Vuélvete a la tierra de tus padres, y a tu parentela, y yo estaré contigo.
4 Envió, pues, Ya’aqóv, y llamó a Rajél y a Leá al campo donde estaban sus ovejas,
5 y les dijo: Veo que el semblante de su padre no es para conmigo como era antes; pero el Elohím de mi padre ha estado conmigo.
6 Ustedes saben que con todas mis fuerzas he servido a su padre;
7 y su padre me ha engañado, y me ha cambiado el salario diez veces; pero Elohím no le ha permitido que me hiciera mal.
8 Si él decía así: Los pintados serán tu salario, entonces todas las ovejas parían pintados; y si decía así: Los listados serán tu salario; entonces todas las ovejas parían listados.
9 Así quitó Elohím el ganado de su padre, y me lo dio a mí.
10 Y sucedió que al tiempo que las ovejas estaban en celo, alcé yo mis ojos y vi en sueños, y he aquí los machos que cubrían a las hembras eran listados, pintados y abigarrados.
11 Y me dijo el mensajero de Elohím en sueños: Ya’aqóv, y yo dije: Heme aquí.
12 Y él dijo: Alza ahora tus ojos, y verás que todos los machos que cubren a las hembras son listados, pintados y abigarrados; porque yo he visto todo lo que Laván te ha hecho.
13 Yo soy el Elohím de Bét-Él, donde tú ungiste la piedra, y donde me hiciste un voto. Levántate ahora y sal de esta tierra, y vuélvete a la tierra de tu nacimiento.
14 Respondieron Rajél y Leá, y le dijeron: ¿Tenemos acaso parte o heredad en la casa de nuestro padre?
15 ¿No nos tiene ya como por extrañas, pues que nos vendió, y aun se ha comido del todo nuestro precio?
16 Porque toda la riqueza que Elohím ha quitado a nuestro padre, nuestra es y de nuestros hijos; ahora, pues, haz todo lo que Elohím te ha dicho.
Ya’aqóv huye de Laván
(6ta Aliyá) 17 Entonces se levantó Ya’aqóv, y subió sus hijos y sus mujeres sobre los camellos,
18 y puso en camino todo su ganado, y todo cuanto había adquirido, el ganado de su ganancia que había obtenido en Padán Arám, para volverse a Itzjáq su padre en la tierra de Kená’an.
19 Pero Laván había ido a trasquilar sus ovejas; y Rajél hurtó los terafím de su padre.
20 Y Ya’aqóv engañó a Laván arameo, no haciéndole saber que se iba.
21 Huyó, pues, con todo lo que tenía; y se levantó y pasó el Perat (Éufrates), y se dirigió al monte de Guilad.
22 Y al tercer día fue dicho a Laván que Ya’aqóv había huido.
23 Entonces Laván tomó a sus parientes consigo, y fue tras Ya’aqóv camino de siete días, y le alcanzó en el monte de Guilad.
24 Y vino Elohím a Laván arameo en sueños aquella noche, y le dijo: Guárdate que no hables a Ya’aqóv descomedidamente.
25 Alcanzó, pues, Laván a Ya’aqóv; y éste había fijado su tienda en el monte; y Laván acampó con sus parientes en el monte de Guilad.
26 Y dijo Laván a Ya’aqóv: ¿Qué has hecho, que me engañaste, y has traído a mis hijas como prisioneras de guerra?
27 ¿Por qué te escondiste para huir, y me engañaste, y no me lo hiciste saber para que yo te despidiera con alegría y con cantos, con tamborín y arpa?
28 Pues ni aun me dejaste besar a mis hijos y mis hijas. Ahora, locamente has hecho.
29 Poder hay en mi mano para hacerles mal; pero el Elohím de tu padre me habló anoche diciendo: Guárdate que no hables a Ya’aqóv descomedidamente.
30 Y ya que te ibas, porque tenías deseo de la casa de tu padre, ¿por qué me hurtaste mis terafím?
31 Respondió Ya’aqóv y dijo a Laván: Porque tuve miedo; pues pensé que quizá me quitarías por fuerza tus hijas.
32 Aquel en cuyo poder halles tus elohím, no viva; delante de nuestros hermanos reconoce lo que yo tenga tuyo, y llévatelo. Ya’aqóv no sabía que Rajél los había hurtado.
33 Entró Laván en la tienda de Ya’aqóv, en la tienda de Leá, y en la tienda de las dos siervas, y no los halló; y salió de la tienda de Leá, y entró en la tienda de Rajél.
34 Pero tomó Rajél los ídolos y los puso en una montura de un camello, y se sentó sobre ellos; y buscó Laván en toda la tienda, y no los halló.
35 Y ella dijo a su padre: No se enoje mi señor, porque no me puedo levantar delante de ti; pues estoy con la costumbre de las mujeres. Y él buscó, pero no halló los ídolos.
36 Entonces Ya’aqóv se enojó, y riñó con Laván; y respondió Ya’aqóv y dijo a Laván: ¿Qué transgresión es la mía? ¿Cuál es mi error, para que con tanto ardor hayas venido en mi persecución?
37 Pues que has buscado en todas mis cosas, ¿qué has hallado de todos los enseres de tu casa? Ponlo aquí delante de mis hermanos y de los tuyos, y juzguen entre nosotros.
38 Estos veinte años he estado contigo; tus ovejas y tus cabras nunca abortaron, ni yo comí carnero de tus ovejas.
39 Nunca te traje lo arrebatado por las fieras: yo pagaba el daño; lo hurtado así de día como de noche, a mí me lo cobrabas.
40 De día me consumía el calor, y de noche la helada, y el sueño huía de mis ojos.
41 Así he estado veinte años en tu casa; catorce años te serví por tus dos hijas, y seis años por tu ganado, y has cambiado mi salario diez veces.
42 Si el Elohím de mi padre, Elohím de Avrahám y el temor de Itzjáq, no estuviera conmigo, de verdad me enviarías ahora con las manos vacías; pero Elohím vio mi aflicción y el trabajo de mis manos, y te reprendió anoche.
Pacto entre Laván y Ya’aqóv
(7ma Aliyá) 43 Respondió Laván y dijo a Ya’aqóv: Las hijas son hijas mías, y los hijos, hijos míos son, y las ovejas son mis ovejas, y todo lo que tú ves es mío: ¿y qué puedo yo hacer hoy a estas mis hijas, o a sus hijos que ellas han dado a luz?
44 Ven, pues, ahora, y hagamos pacto tú y yo, y sea por testimonio entre nosotros dos.
45 Entonces Ya’aqóv tomó una piedra, y la levantó por señal.
46 Y dijo Ya’aqóv a sus hermanos: Recojan piedras. Y tomaron piedras e hicieron un majano, y comieron allí sobre aquel majano.
47 Y lo llamó Laván, Jegar Sahaduta; y lo llamó Ya’aqóv, Guilad.
48 Porque Laván dijo: Este majano es testigo hoy entre nosotros dos; por eso fue llamado su
nombre Guilad;
49 y Mizpa, por cuanto dijo: Atalaye YHVH entre tú y yo, cuando nos apartemos el uno del otro.
50 Si afliges a mis hijas, o si tomas otras mujeres además de mis hijas, nadie está con nosotros; mira, Elohím es testigo entre nosotros dos.
51 Además Laván dijo a Ya’aqóv: He aquí este
majano, y he aquí esta señal, que he erigido entre tú y yo.
52 Testigo sea este majano, y testigo sea esta señal, que ni yo pasaré de este majano contra ti, ni tú pasarás de este majano ni de esta señal contra mí, para mal.
53 El Elohím de Avrahám y el Elohím de Najór juzgue entre nosotros, el Elohím de sus padres. Y Ya’aqóv juró por aquel a quien temía Itzjáq su padre.
54 Ya’aqóv inmoló víctimas en el monte, y llamó a sus hermanos a comer pan; y comieron pan, y durmieron aquella noche en el monte.
55 Y se levantó Laván de mañana, y besó sus hijos y sus hijas, y los bendijo; y regresó y se volvió a su lugar.
Ya’aqóv envía regalos a Esáv
(Maftir) 1 Ya’aqóv siguió su camino, y le salieron al encuentro mensajeros de Elohím.
2 Y dijo Ya’aqóv cuando los vio: Campamento de Elohím es este; y llamó el nombre de aquel lugar Mahanaim.
3 Y envió Ya’aqóv mensajeros a Esáv su hermano, a la tierra de Se’ír, campo de Edóm.
Parashat vaishláj
(1ra Aliyá) 4 Y les mandó diciendo: Así le dirán a mi señor Esáv: Así dice tu siervo Ya’aqóv: Con Laván he morado, y me he detenido hasta ahora;
5 y tengo vacas, asnos, ovejas, y siervos y siervas; y lo envío a decir a mi señor, para hallar
gracia ante sus ojos.
6 Y los mensajeros volvieron a Ya’aqóv, diciendo: Fuimos a tu hermano Esáv, y él también viene a recibirte, y cuatrocientos hombres con él.
7 Entonces Ya’aqóv tuvo gran temor, y se angustió; y distribuyó el pueblo que tenía consigo, y las ovejas y las vacas y los camellos, en dos campamentos.
8 Y dijo: Si viene Esáv contra un campamento y lo ataca, el otro campamento escapará.
9 Y dijo Ya’aqóv: Elohím de mi padre Avrahám, y Elohím de mi padre Itzjáq, YHVH, que me dijiste: Vuélvete a tu tierra y a tu parentela, y yo te haré bien;
10 menor soy que todas las misericordias y que toda la verdad que has usado para con tu siervo; pues con mi cayado pasé este Yardén, y ahora estoy sobre dos campamentos.
11 Líbrame ahora de la mano de mi hermano, de la mano de Esáv, porque le temo; no venga acaso y me hiera a las madres con los hijos.
12 Y tú has dicho: Yo te haré bien, y tu descendencia será como la arena del mar, que no se puede contar por la multitud.
13 Y durmió allí aquella noche, y tomó de lo que le vino a la mano un presente para su hermano Esáv:
(2da Aliyá) 14 doscientas cabras y veinte machos cabríos, doscientas ovejas y veinte carneros,
15 treinta camellas paridas con sus crías, cuarenta vacas y diez novillos, veinte asnas y diez borricos.
16 Y lo entregó a sus siervos, cada manada de por sí; y dijo a sus siervos: Pasen adelante de mí, y pongan espacio entre manada y manada.
17 Y mandó al primero, diciendo: Si Esáv mi hermano te encuentra, y te pregunta, diciendo: ¿De quién eres? ¿y adónde vas? ¿y para quién es esto que llevas delante de ti?
18 Entonces dirás: Es un presente de tu siervo Ya’aqóv, que envía a mi señor Esáv; y he aquí
también él viene detrás de nosotros.
19 Mandó también al segundo, y al tercero, y a todos los que iban tras aquellas manadas, diciendo: Conforme a esto le hablarán a Esáv, cuando le hallen.
20 Y también le dirán: He aquí tu siervo Ya’aqóv viene detrás de nosotros. Porque dijo: Apaciguaré su ira con el presente que va delante de mí, y después veré su rostro; quizá le seré acepto.
21 Pasó, pues, el presente delante de él; y él durmió aquella noche en el campamento.
22 Y se levantó aquella noche, y tomó sus dos mujeres, y sus dos siervas, y sus once hijos, y pasó el vado de Yavoj.
23 Los tomó, pues, e hizo pasar el arroyo a ellos y a todo lo que tenía.
24 Así se quedó Ya’aqóv solo; y luchó con él un varón hasta que rayaba el alba.
25 Y cuando el varón vio que no podía con él, tocó en el sitio del encaje de su muslo, y se descoyuntó el muslo de Ya’aqóv mientras luchaba con él.
26 Y dijo: Déjame, porque raya el alba. Y Ya’aqóv le respondió: No te dejaré, si no me bendices.
27 Y el varón le dijo: ¿Cuál es tu nombre? Y él respondió: Ya’aqóv.
28 Y el varón le dijo: No se dirá más tu nombre Ya’aqóv, sino Israel; porque has luchado con Elohím y con los hombres, y has vencido.
29 Ya’aqóv le preguntó, y dijo: Declárame ahora tu nombre. Y el varón respondió: ¿Por qué me preguntas por mi nombre? Y lo bendijo allí.
30 Y llamó Ya’aqóv el nombre de aquel lugar, Peniel; porque dijo: Vi a Elohím cara a cara, y fue librada mi alma.
(3ra Aliyá) 31 Y cuando había pasado Peniel, le salió el sol; y cojeaba de su cadera.
32 Por esto hasta hoy día no comen los hijos de Israel del tendón que se contrajo, el cual está en el encaje del muslo; porque este sitio de su muslo tocó a Ya’aqóv, en el tendón que se contrajo.
Reencuentro entre Ya’aqóv y Esáv
1 Alzando Ya’aqóv sus ojos, miró, y he aquí venía Esáv, y los cuatrocientos hombres con él; entonces repartió él los niños entre Leá y Rajél y las dos siervas.
2 Y puso las siervas y sus niños delante, luego a Leá y sus niños, y a Rajél y a Yoséf los últimos.
3 Y él pasó delante de ellos y se inclinó a tierra siete veces, hasta que llegó a su hermano.
4 Pero Esáv corrió a su encuentro y le abrazó, y se echó sobre su cuello, y le besó; y lloraron.
5 Y alzó sus ojos y vio a las mujeres y los niños, y dijo: ¿Quiénes son éstos? Y él respondió: Son los niños que Elohím ha dado a tu siervo.
(4ta Aliyá) 6 Luego vinieron las siervas, ellas y sus niños, y se inclinaron.
7 Y vino Leá con sus niños, y se inclinaron; y después llegó Yoséf y Rajél, y también se inclinaron.
8 Y Esáv dijo: ¿Qué te propones con todos estos grupos que he encontrado? Y Ya’aqóv respondió: El hallar gracia en los ojos de mi señor.
9 Y dijo Esáv: Suficiente tengo yo, hermano mío; sea para ti lo que es tuyo.
10 Y dijo Ya’aqóv: No, yo te ruego; si he hallado ahora gracia en tus ojos, acepta mi presente, porque he visto tu rostro, como si hubiera visto el rostro de Elohím, pues que con tanto favor me has recibido.
11 Acepta, te ruego, mi presente que te he traído, porque Elohím me ha hecho merced, y todo lo que hay aquí es mío. E insistió con él, y Esáv lo tomó.
12 Y Esáv dijo: Anda, vamos; y yo iré delante de ti.
13 Y Ya’aqóv le dijo: Mi señor sabe que los niños son tiernos, y que tengo ovejas y vacas paridas; y si las fatigan, en un día morirán todas las ovejas.
14 Pase ahora mi señor delante de su siervo, y yo me iré poco a poco al paso del ganado que va delante de mí, y al paso de los niños, hasta que llegue a mi señor a Se’ír.
15 Esáv dijo: Dejaré ahora contigo de la gente que viene conmigo. Y Ya’aqóv dijo: ¿Para qué esto? Halle yo gracia en los ojos de mi señor.
16 Así volvió Esáv aquel día por su camino a Se’ír.
17 Y Ya’aqóv fue a Sukót, y edificó allí casa para sí, e hizo cabañas para su ganado; por tanto, llamó el nombre de aquel lugar Sukót.
18 Después Ya’aqóv llegó sano y salvo a la ciudad de Shejém, que está en la tierra de Kená’an, cuando venía de Padán Arám; y acampó delante de la ciudad.
19 Y por cien monedas compró una parte del campo de mano de los hijos de Jamór, padre de Shejém, donde plantó su tienda.
20 Y erigió allí un altar, y lo llamó Él Elohe Israel.
La deshonra de Diná
(5ta Aliyá) 1 Diná, la hija de Leá, la cual ésta había dado a luz a Ya’aqóv, salió a ver a las hijas del país.
2 Y la vio Shejém hijo de Jamór el jiví, príncipe de aquella tierra, y la tomó, y se acostó con ella, y la deshonró.
3 Pero su alma se apegó a Diná la hija de Leá, y se enamoró de la joven, y habló al corazón de ella.
4 Y habló Shejém a Jamór su padre, diciendo: Tómame por mujer a esta joven.
5 Oyó Ya’aqóv que Shejém había amancillado a Diná su hija; y estando sus hijos con su ganado en el campo, calló Ya’aqóv hasta que ellos vinieran.
6 Y se dirigió Jamór padre de Shejém a Ya’aqóv, para hablar con él.
7 Y los hijos de Ya’aqóv vinieron del campo
cuando lo supieron; y se entristecieron los varones, y se enojaron mucho, porque hizo vileza en Israel acostándose con la hija de Ya’aqóv, lo que no se debía haber hecho.
8 Y Jamór habló con ellos, diciendo: El alma de mi hijo Shejém se ha apegado a su hija; le ruego que se la den por mujer.
9 Y emparenten con nosotros; denos sus hijas, y tomen ustedes las nuestras.
10 Y habiten con nosotros, porque la tierra estará delante de ustedes; moren y negocien en ella, y tomen posesión en ella.
11 Shejém también dijo al padre de Diná y a los hermanos de ella: Halle yo favor en los ojos de ustedes, y daré lo que me digan.
12 Aumenten a cargo mío mucha dote y regalos, y yo daré cuanto me digan; y denme a la joven por mujer.
Venganza de los hijos de Ya’aqóv
13 Pero respondieron los hijos de Ya’aqóv a Shejém y a Jamór su padre con palabras engañosas, por cuanto había amancillado a Diná su hermana.
14 Y les dijeron: No podemos hacer esto de dar nuestra hermana a hombre incircunciso, porque entre nosotros es abominación.
15 Pero con esta condición los complaceremos: si han de ser como nosotros, que todo varón se circuncide entre ustedes.
16 Entonces les daremos nuestras hijas, y tomaremos las hijas de ustedes para nosotros; habitaremos con ustedes, y seremos un pueblo.
17 Pero si no nos escuchan para circuncidarse, tomaremos nuestra hija y nos iremos.
18 Y parecieron bien sus palabras a Jamór, y a Shejém hijo de Jamór.
19 Y no tardó el joven en hacer aquello, porque la hija de Ya’aqóv le había agradado; y él era el más distinguido de toda la casa de su padre.
20 Entonces Jamór y Shejém su hijo vinieron a la puerta de su ciudad, y hablaron a los varones
de su ciudad, diciendo:
21 Estos varones son pacíficos con nosotros, y habitarán en el país, y traficarán en él; pues he aquí la tierra es bastante ancha para ellos; nosotros tomaremos sus hijas por mujeres, y les daremos las nuestras.
22 Pero con esta condición consentirán estos hombres en habitar con nosotros, para que seamos un pueblo: que se circuncide todo varón entre nosotros, así como ellos son circuncidados.
23 Su ganado, sus bienes y todos sus animales serán nuestros; solamente convengamos con ellos, y habitarán con nosotros.
24 Y obedecieron a Jamór y a Shejém su hijo todos los que salían por la puerta de la ciudad, y circuncidaron a todo varón, a cuantos salían por la puerta de su ciudad.
25 Pero al tercer día sucedió que, cuando sentían ellos el mayor dolor, dos de los hijos de Ya’aqóv, Shim’ón y Leví, hermanos de Diná, tomaron cada uno su espada, y vinieron contra la ciudad, que estaba desprevenida, y mataron a todo varón.
26 Y a Jamór y a Shejém su hijo los mataron a filo de espada; y tomaron a Diná de casa de Shejém, y se fueron.
27 Y los hijos de Ya’aqóv cayeron sobre los cadáveres, y saquearon la ciudad, por cuanto habían amancillado a su hermana.
28 Tomaron sus ovejas y vacas y sus asnos, y lo que había en la ciudad y en el campo,
29 y todos sus bienes; llevaron cautivos a todos sus niños y sus mujeres, y robaron todo lo que había en casa.
30 Entonces dijo Ya’aqóv a Shim’ón y a Leví: Me han turbado con hacerme abominable a los moradores de esta tierra, el kená’aní y el perizí; y teniendo yo pocos hombres, se juntarán contra mí y me atacarán, y seré destruido yo y mi casa.
31 Pero ellos respondieron: ¿Había él de tratar a nuestra hermana como a una prostituta?
Ya’aqóv en Bét-Él
1 Dijo Elohím a Ya’aqóv: Levántate y sube a Bét-Él, y quédate allí; y haz allí un altar al Elohím que te apareció cuando huías de tu hermano Esáv.
2 Entonces Ya’aqóv dijo a su familia y a todos los que con él estaban: Quiten los dioses ajenos que hay entre ustedes, y purifíquense, y muden sus vestidos.
3 Y levantémonos, y subamos a Bét-Él; y haré allí altar al Elohím que me respondió en el día de mi angustia, y ha estado conmigo en el camino que he andado.
4 Así dieron a Ya’aqóv todos los dioses ajenos que había en poder de ellos, y los zarcillos que estaban en sus orejas; y Ya’aqóv los escondió debajo de una encina que estaba junto a Shejém.
5 Y salieron, y el terror de Elohím estuvo sobre las ciudades que había en sus alrededores, y no persiguieron a los hijos de Ya’aqóv.
6 Y llegó Ya’aqóv a Luz, que está en tierra de Kená’an (esta es Bét-Él), él y todo el pueblo que con él estaba.
7 Y allí construyo un altar, y llamó al lugar Él-Bét-Él, porque allí le había revelado Elohím, cuando huía de su hermano.
8 Entonces murió Débora, ama de Rivqá, y fue sepultada al pie de Bét-Él, debajo de una encina, la cual fue llamada Alón Bajút.
9 Apareció otra vez Elohím a Ya’aqóv, cuando había vuelto de Padán Arám, y le bendijo.
10 Y le dijo Elohím: Tu nombre es Ya’aqóv; no se llamará más tu nombre Ya’aqóv, sino Israel será tu nombre; y llamó su nombre Israel.
11 También le dijo Elohím: Yo soy Él-Shaday: Crece y multiplícate; una nación y conjunto de naciones procederán de ti, y reyes saldrán de tus lomos.
(6ta Aliyá) 12 La tierra que he dado a Avrahám y a Itzjáq, la daré a ti, y a tu descendencia después de ti daré la tierra.
13 Y Elohím se fue de él, del lugar en donde había hablado con él.
14 Y Ya’aqóv erigió una señal en el lugar donde había hablado con él, una señal de piedra, y derramó sobre ella libación, y echó sobre ella aceite.
Muerte de Rajél
15 Y llamó Ya’aqóv el nombre de aquel lugar donde Elohím había hablado con él, Bét-Él.
16 Después partieron de Bét-Él; y había aún como media legua de tierra para llegar a Efrata, cuando dio a luz Rajél, y hubo trabajo en su parto.
17 Y aconteció, como había trabajo en su parto, que le dijo la partera: No temas, que también tendrás este hijo.
18 Y aconteció que al salírsele el alma (pues murió), llamó su nombre Ben-Oní; pero su padre lo llamó Binyamím.
19 Así murió Rajél, y fue sepultada en el camino de Efrata, la cual es Bét-Léjem.
20 Y levantó Ya’aqóv un pilar sobre su sepultura; esta es la señal de la sepultura de Rajél hasta hoy.
21 Y salió Israel, y plantó su tienda más allá de Migdal-edar.
Los doce hijos de Israel
22 Aconteció que cuando moraba Israel en aquella tierra, fue Reuvén y durmió con Bilhá la concubina de su padre; lo cual llegó a saber Israel. Ahora bien, los hijos de Israel fueron doce:
23 los hijos de Leá: Reuvén el primogénito de Ya’aqóv; Shim’ón, Leví, Yehudá, Issajár y Zevulún.
24 Los hijos de Rajél: Yoséf y Binyamím.
25 Los hijos de Bilhá, sierva de Rajél: Dán y Naftalí.
26 Y los hijos de Tzilpá, sierva de Leá: Gád y Ashér. Estos fueron los hijos de Ya’aqóv, que le nacieron en Fadán Arám.
27 Después vino Ya’aqóv a Itzjáq su padre a Mamré, a Kiriát HáArbá, que es Jevrón, donde habitaron Avrahám e Itzjáq.
28 Y fueron los días de Itzjáq ciento ochenta años.
29 Y exhaló Itzjáq el espíritu, y murió, y fue recogido a su pueblo, viejo y lleno de días; y lo sepultaron Esáv y Ya’aqóv sus hijos.
Generaciones de Esáv
1 Estas son las generaciones de Esáv, el cual es Edóm:
2 Esáv tomó sus mujeres de las hijas de Kená’an: A Adá, hija de Elón jití, a Aholívama, hija de Aná, hijo de Tziv’ón jiví,
3 y a Basmát hija de Ishmaél, hermana de Nevaíot.
4 Adá dio a luz a Esáv a Elifáz; y Basmát dio a luz a Re’uél.
5 Y Aholívama dio a luz a Ye’úsh, a Ya’lám y a Kóraj; estos son los hijos de Esáv, que le nacieron en la tierra de Kená’an.
6 Y Esáv tomó sus mujeres, sus hijos y sus hijas, y todas las personas de su casa, y sus ganados, y todas sus bestias, y todo cuanto había adquirido en la tierra de Kená’an, y se fue a otra tierra, separándose de Ya’aqóv su hermano.
7 Porque los bienes de ellos eran muchos; y no podían habitar juntos, ni la tierra en donde moraban los podía sostener a causa de sus ganados.
8 Y Esáv habitó en el monte de Se’ír; Esáv es Edóm.
9 Estos son los linajes de Esáv, padre de Edóm, en el monte de Se’ír.
10 Estos son los nombres de los hijos de Esáv:
Elifáz, hijo de Adá mujer de Esáv; Re’uél, hijo de Basmát mujer de Esáv.
11 Y los hijos de Elifáz fueron Temán, Omár, Tzefó, Ga’tám y Kenáz.
12 Y Timná fue concubina de Elifáz hijo de Esáv, y ella le dio a luz a Amaléq; estos son los hijos de Adá, mujer de Esáv.
13 Los hijos de Re’uél fueron Nahat, Zéraj, Shamá y Miza; estos son los hijos de Basmát mujer de Esáv.
14 Estos fueron los hijos de Aholívama mujer de Esáv, hija de Aná, que fue hijo de Tziv’ón: Ella dio a luz a Ye’úsh, Ya’lám y Kóraj, hijos de Esáv.
15 Estos son los jefes de entre los hijos de Esáv: Hijos de Elifáz, primogénito de Esáv: los jefes Temán, Omár, Tzefó, Kenáz,
16 Kóraj, Ga’tám y Amaléq; estos son los jefes de Elifáz en la tierra de Edóm; estos fueron los hijos de Adá.
17 Y estos son los hijos de Re’uél, hijo de Esáv: Los jefes Nahat, Zéraj, Shamá y Miza; estos son los jefes de la línea de Re’uél en la tierra de Edóm; estos hijos vienen de Basmát mujer de Esáv.
18 Y estos son los hijos de Aholívama mujer de Esáv: Los jefes Ye’úsh, Ya’lám y Kóraj; estos fueron los jefes que salieron de Aholívama mujer de Esáv, hija de Aná.
19 Estos, pues, son los hijos de Esáv, y sus jefes; él es Edóm.
(7ma Aliyá) 20 Estos son los hijos de Se’ír el jorí, moradores de aquella tierra: Lotán, Shovál, Tziv’ón, Aná,
21 Dishón, Étzer y Dishán; estos son los jefes del jorí, hijos de Se’ír, en la tierra de Edóm.
22 Los hijos de Lotán fueron Jorí y Hemám; y Timná fue hermana de Lotán.
23 Los hijos de Shovál fueron Alván, Manájat, Evál, Shefó y Onám.
24 Y los hijos de Tziv’ón fueron Ayá y Aná. Este Aná es el que descubrió manantiales en el desierto, cuando apacentaba los asnos de Tziv’ón su padre.
25 Los hijos de Aná fueron Dishón, y Aholívama hija de Aná.
26 Estos fueron los hijos de Dishón: Jemdán, Eshbán, Itrán y Jerán.
27 Y estos fueron los hijos de Étzer: Bilhán, Zá’aván y Aqán.
28 Estos fueron los hijos de Dishán: Útz y Arán.
29 Y estos fueron los líderes del jorí: Los líderes Lotán, Shovál, Tziv’ón, Aná,
30 Dishón, Étzer y Dishán; estos fueron los líderes del jorí, por sus mandos en la tierra de Se’ír.
31 Y los reyes que reinaron en la tierra de Edóm, antes que reinara rey sobre los hijos de Israel, fueron estos:
32 Bála hijo de Be’ór reinó en Edóm; y el nombre de su ciudad fue Dinháva.
33 Murió Bála, y reinó en su lugar Yováv hijo de Zéraj, de Botzrá.
34 Murió Yováv, y en su lugar reinó Jushám, de tierra de Temán.
35 Murió Jushám, y reinó en su lugar Hadád hijo de Bedad, el que derrotó a Midián en el campo de Moáv; y el nombre de su ciudad fue Avít.
36 Murió Hadád, y en su lugar reinó Samlá de Masreqá.
37 Murió Samlá, y reinó en su lugar Shaúl de Rejovót junto al río.
38 Murió Shaúl, y en lugar suyo reinó Bá’al Janán hijo de Ajbór.
39 Y murió Bá’al Janán hijo de Ajbór, y reinó Hadar en lugar suyo; y el nombre de su ciudad fue Pá’u; y el nombre de su mujer, Mehétavel hija de Matréd, hija de Méy Zaháv.
(Maftir) 40 Estos, pues, son los nombres de los líderes de Esáv por sus linajes, por sus lugares, y sus nombres: Timná, Alvá, Yetét,
41 Aholívama, Elá, Pinón,
42 Kenáz, Temán, Mivtzár,
43 Magdiel e Iram. Estos fueron los líderes de Edóm según sus moradas en la tierra de su posesión. Edóm es el mismo Esáv, padre de los edomím.
Parashat Vayéshev
El sueño de Yoséf
(1ra Aliyá) 1 Habitó Ya’aqóv en la tierra donde había morado su padre, en la tierra de Kená’an.
2 Esta es la historia de la familia de Ya’aqóv: Yoséf, siendo de edad de diecisiete años, apacentaba las ovejas con sus hermanos; y el joven estaba con los hijos de Bilhá y con los hijos de Tzilpá, mujeres de su padre; e informaba Yoséf a su padre la mala fama de ellos.
3 Y amaba Israel a Yoséf más que a todos sus hijos, porque lo había tenido en su vejez; y le hizo una túnica de diversos colores.
4 Y viendo sus hermanos que su padre lo amaba más que a todos sus hermanos, le aborrecían, y no podían hablarle de forma pacífica.
5 Y soñó Yoséf un sueño, y lo contó a sus hermanos; y ellos llegaron a aborrecerle más todavía.
6 Y él les dijo: Escuchen ahora este sueño que he soñado:
7 He aquí que atábamos manojos en medio del campo, y he aquí que mi manojo se levantaba y estaba derecho, y que sus manojos estaban alrededor y se inclinaban al mío.
8 Le respondieron sus hermanos: ¿Reinarás tú sobre nosotros, o señorearás sobre nosotros? Y le aborrecieron todavía más a causa de sus sueños y sus palabras.
9 Soñó aun otro sueño, y lo contó a sus hermanos, diciendo: He aquí que he soñado otro sueño, y he aquí que el sol y la luna y once estrellas se inclinaban a mí.
10 Y lo contó a su padre y a sus hermanos; y su padre le reprendió, y le dijo: ¿Qué sueño es este que soñaste? ¿Acaso vendremos yo y tu madre y tus hermanos a postrarnos en tierra ante ti?
11 Y sus hermanos le tenían envidia, pero su padre meditaba en esto.
Yoséf es echado en una cisterna vacía
(2da Aliyá) 12 Después fueron sus hermanos a apacentar las ovejas de su padre en Shejém.
13 Y dijo Israel a Yoséf : Tus hermanos apacientan las ovejas en Shejém: ven, y te enviaré a ellos. Y él respondió: Heme aquí.
14 E Israel le dijo: Ve ahora, mira cómo están tus hermanos y cómo están las ovejas, y tráeme la respuesta. Y lo envió del valle de Jevrón, y llegó a Shejém.
15 Y lo halló un hombre, andando él errante por el campo, y le preguntó aquel hombre, diciendo: ¿Qué buscas?
16 Yoséf respondió: Busco a mis hermanos; te ruego que me muestres dónde están apacentando.
17 Aquel hombre respondió: Ya se han ido de aquí; y yo los oí decir: Vamos a Dotán. Entonces Yoséf fue tras de sus hermanos, y los halló en Dotán.
18 Cuando ellos lo vieron de lejos, antes que llegara cerca de ellos, conspiraron contra él para matarle.
19 Y dijeron el uno al otro: He aquí viene el soñador.
20 Ahora pues, vengamos, y matémosle y echémosle en una cisterna, y diremos: Alguna mala bestia lo devoró; y veremos qué será de sus sueños.
21 Cuando Reuvén oyó esto, lo libró de sus manos, y dijo: No lo matemos.
22 Y les dijo Reuvén: No derramen sangre; échenlo en esta cisterna que está en el desierto, y no pongan mano en él; por librarlo así de sus manos, para hacerlo volver a su padre.
(3ra Aliyá) 23 Sucedió, pues, que cuando llegó Yoséf a sus hermanos, ellos quitaron a Yoséf su túnica, la túnica de colores que tenía sobre sí;
24 y le tomaron y le echaron en la cisterna; pero la cisterna estaba vacía, no había en ella agua.
Yoséf vendido a los ishmaelím
25 Y se sentaron a comer pan; y alzando los ojos miraron, y he aquí una compañía de ishmaelím que venía de Guilad, y sus camellos traían aromas, bálsamo y mirra, e iban a llevarlo a Mitzráim (Egipto).
26 Entonces Yehudá dijo a sus hermanos: ¿Qué provecho hay en que matemos a nuestro hermano y encubramos su muerte?
27 Vengan, y vendámoslo a los ishmaelím, y no sea nuestra mano sobre él; porque él es nuestro hermano, nuestra propia carne. Y sus hermanos convinieron con él.
28 Cuando pasaban los mercaderes midianím, sacaron ellos a Yoséf de la cisterna, y le trajeron arriba, y lo vendieron a los ishmaelím por veinte piezas de plata. Y llevaron a Yoséf a Mitzráim (Egipto).
29 Después Reuvén volvió a la cisterna, y no halló a Yoséf dentro, y rasgó sus vestidos.
30 Y volvió a sus hermanos, y dijo: El joven no parece; y yo, ¿adónde iré yo?
31 Entonces tomaron ellos la túnica de Yoséf, y degollaron un cabrito de las cabras, y tiñeron la túnica con la sangre;
32 y enviaron la túnica de colores y la trajeron a su padre, y dijeron: Esto hemos hallado; reconoce ahora si es la túnica de tu hijo, o no.
33 Y él la reconoció, y dijo: La túnica de mi hijo es; alguna mala bestia lo devoró; Yoséf ha sido despedazado.
34 Entonces Ya’aqóv rasgó sus vestidos, y puso cilicio sobre sus lomos, y guardó luto por su hijo muchos días.
35 Y se levantaron todos sus hijos y todas sus hijas para consolarlo; pero él no quiso recibir
consuelo, y dijo: Descenderé enlutado a mi hijo hasta el Sheól. Y lo lloró su padre.
36 Y en Mitzráim (Egipto), los midianím lo vendieron a Potifar, oficial de Paró, capitán de la guardia.
Los hijos de Yehudá
(4ta Aliyá) 1 Aconteció en aquel tiempo, que Yehudá se apartó de sus hermanos, y se fue a un varón adulamí (adulamita) que se llamaba Hira.
2 Y vio allí Yehudá la hija de un hombre kená’aní, el cual se llamaba Shúa; y la tomó, y se llegó a ella.
3 Y ella concibió, y dio a luz un hijo, y llamó su nombre Ér.
4 Concibió otra vez, y dio a luz un hijo, y llamó su nombre Onán.
5 Y volvió a concebir, y dio a luz un hijo, y llamó su nombre Shelá. Y estaba en Keziv cuando lo dio a luz.
6 Después Yehudá tomó mujer para su primogénito Ér, la cual se llamaba Tamar.
7 Y Ér, el primogénito de Yehudá, fue malo ante los ojos de YHVH, y le quitó YHVH la vida.
8 Entonces Yehudá dijo a Onán: Llégate a la mujer de tu hermano, y despósate con ella, y levanta descendencia a tu hermano.
9 Y sabiendo Onán que la descendencia no había de ser suya, sucedía que cuando se llegaba a la mujer de su hermano, vertía en tierra, por no dar descendencia a su hermano.
10 Y desagradó en ojos de YHVH lo que hacía, y a él también le quitó la vida.
11 Y Yehudá dijo a Tamar su nuera: Quédate viuda en casa de tu padre, hasta que crezca Shelá mi hijo; porque dijo: No sea que muera él también como sus hermanos. Y se fue Tamar, y estuvo en casa de su padre.
12 Pasaron muchos días, y murió la hija de Shúa, mujer de Yehudá. Después Yehudá se consoló, y subía a los trasquiladores de sus ovejas a Timnat, él y su amigo Hira el adulamí.
13 Y a Tamar fue dado aviso, diciendo: He aquí tu suegro sube a Timnat a trasquilar sus ovejas.
14 Entonces se quitó ella los vestidos de su viudez, y se cubrió con un velo, y se arrebozó, y se puso a la entrada de Enaim junto al camino de Timnat; porque veía que había crecido Shelá, y ella no era dada a él por mujer.
15 Y la vio Yehudá, y la tuvo por prostituta, porque ella había cubierto su rostro.
16 Y se apartó del camino hacia ella, y le dijo: Déjame ahora llegarme a ti: pues no sabía que era su nuera; y ella dijo: ¿Qué me darás por llegarte a mí?
17 El respondió: Yo te enviaré del ganado un cabrito de las cabras. Y ella dijo: Dame una prenda hasta que lo envíes.
18 Entonces Yehudá dijo: ¿Qué prenda te daré? Ella respondió: Tu sello, tu cordón, y tu báculo que tienes en tu mano. Y él se los dio, y se llegó a ella, y ella concibió de él.
19 Luego se levantó y se fue, y se quitó el velo de sobre sí, y se vistió las ropas de su viudez.
20 Y Yehudá envió el cabrito de las cabras por medio de su amigo el adulamí, para que éste recibiera la prenda de la mujer; pero no la halló.
21 Y preguntó a los hombres de aquel lugar, diciendo: ¿Dónde está la prostituta de Enaim junto al camino? Y ellos le dijeron: No ha estado aquí prostituta alguna.
22 Entonces él se volvió a Yehudá, y dijo: No la he hallado; y también los hombres del lugar dijeron: Aquí no ha estado prostituta.
23 Y Yehudá dijo: Tómeselo para sí, para que no seamos menospreciados; he aquí yo he enviado este cabrito, y tú no la hallaste.
24 Sucedió que al cabo de unos tres meses fue dado aviso a Yehudá, diciendo: Tamar tu nuera ha fornicado, y ciertamente está encinta a causa de las fornicaciones. Y Yehudá dijo:
Sáquenla, y sea quemada.
25 Pero ella, cuando la sacaban, envió a decir a su suegro: Del varón cuyas son estas cosas, estoy encinta. También dijo: Mira ahora de quién son estas cosas, el sello, el cordón y el báculo.
26 Entonces Yehudá los reconoció, y dijo: Más justa es ella que yo, por cuanto no la he dado a Shelá mi hijo. Y nunca más la conoció.
27 Y aconteció que, al tiempo de dar a luz, he aquí había gemelos en su seno.
28 Sucedió cuando daba a luz, que sacó la mano el uno, y la partera tomó y ató a su mano un hilo de grana, diciendo: Este salió primero.
29 Pero volviendo él a meter la mano, he aquí salió su hermano; y ella dijo:
¡Qué brecha te has abierto! Y llamó su nombre Féretz.
30 Después salió su hermano, el que tenía en su mano el hilo de grana, y llamó su nombre Zara.
La esposa de Potifar seduce a Yoséf
(5ta Aliyá) 1 Y Yoséf había sido descendido a Mitzráim (Egipto), Potifar cortesano de Paró, jefe de los matarifes, varón mitzrí (egipcio), lo compró de los ishme’elím que lo habían llevado allá.
2 Pero YHVH estaba con Yoséf, y fue varón próspero; y estaba en la casa de su amo el mitzrí (egipcio).
3 Y vio su amo que YHVH estaba con él, y que todo lo que él hacía, YHVH lo hacía prosperar en su mano.
4 Así halló Yoséf favor en sus ojos, y le servía; y él le hizo mayordomo de su casa y entregó en su poder todo lo que tenía.
5 Y aconteció que desde cuando le dio el encargo de su casa y de todo lo que tenía, YHVH bendijo la casa del mitzrí (egipcio) a causa de Yoséf, y la bendición de YHVH estaba sobre todo lo que tenía, así en casa como en el campo.
6 Y dejó todo lo que tenía en mano de Yoséf, y con él no se preocupaba de cosa alguna sino del pan que comía. Y era Yoséf de hermoso semblante y bella presencia.
(6ta Aliyá) 7 Aconteció después de esto, que la mujer de
su amo puso sus ojos en Yoséf, y dijo: Duerme conmigo.
8 Y él no quiso, y dijo a la mujer de su amo: He aquí que mi señor no se preocupa conmigo de lo que hay en casa, y ha puesto en mi mano todo lo que tiene.
9 No hay otro mayor que yo en esta casa, y ninguna cosa me ha reservado sino a ti, por cuanto tú eres su mujer; ¿cómo, pues, haría yo este grande mal, y pecaría contra Elohím?
10 Hablando ella a Yoséf cada día, y no escuchándola él para acostarse al lado de ella, para estar con ella,
11 aconteció que un día, él entró en casa para hacer su oficio, y allí no había nadie de los de casa.
12 Y ella lo asió por su ropa, diciendo: Duerme conmigo. Entonces él dejó su ropa en las manos de ella, y huyó y salió.
13 Cuando vio ella que le había dejado su ropa en sus manos, y había huido fuera,
14 llamó a los de casa, y les habló diciendo: Miren, nos ha traído un hebreo para que haga burla de nosotros. Vino él a mí para dormir conmigo, y yo di grandes voces;
15 y viendo que yo alzaba la voz y gritaba, dejó junto a mí su ropa, y huyó y salió.
16 Y ella puso junto a sí la ropa de Yoséf, hasta que vino su señor a su casa.
17 Entonces le habló ella las mismas palabras, diciendo: El siervo hebreo que nos trajiste, vino a mí para deshonrarme.
18 Y cuando yo alcé mi voz y grité, él dejó su ropa junto a mí y huyó fuera.
19 Y sucedió que cuando el amo de Yoséf oyó las palabras que su mujer le hablaba, diciendo: Así me ha tratado tu siervo, se encendió su furor.
20 Y tomó su amo a Yoséf, y lo puso en la cárcel, donde estaban los presos del rey, y estuvo allí en la cárcel.
21 Pero YHVH estaba con Yoséf y le extendió su misericordia, y le dio gracia en los ojos del jefe de la cárcel.
22 Y el jefe de la cárcel entregó en mano de Yoséf el cuidado de todos los presos que había en aquella prisión; todo lo que se hacía allí, él lo hacía.
23 No necesitaba atender el jefe de la cárcel cosa alguna de las que estaban al cuidado de Yoséf, porque YHVH estaba con Yoséf, y lo que él hacía, YHVH lo prosperaba.
El copero y panadero
(7ma Aliyá) 1 Aconteció después de estas cosas, que el copero del rey de Mitzráim (Egipto) y el panadero delinquieron contra su señor el rey de Mitzráim (Egipto).
2 Y se enojó Paró contra sus dos oficiales, contra el jefe de los coperos y contra el jefe de los panaderos,
3 y los puso en prisión en la casa del capitán de la guardia, en la cárcel donde estaba preso Yoséf.
4 Y el capitán de la guardia encargó de ellos a Yoséf, y él les servía; y estuvieron días en la prisión.
5 Y ambos, el copero y el panadero del rey de Mitzráim (Egipto), que estaban arrestados en la prisión, tuvieron un sueño, cada uno su propio sueño en una misma noche, cada uno con su propio significado.
6 Vino a ellos Yoséf por la mañana, y los miró, y he aquí que estaban tristes.
7 Y él preguntó a aquellos oficiales de Paró, que estaban con él en la prisión de la casa de su señor, diciendo: ¿Por qué hoy parecen mal sus semblantes?
8 Ellos le dijeron: Hemos tenido un sueño, y no hay quien lo interprete. Entonces les dijo Yoséf: ¿No son de Elohím las interpretaciones? Cuéntenmelo ahora.
9 Entonces el jefe de los coperos contó su sueño a Yoséf, y le dijo: Yo soñaba que veía una
vid delante de mí,
10 y en la vid tres sarmientos; y ella como que brotaba, y arrojaba su flor, viniendo a madurar sus racimos de uvas.
11 Y que la copa de Paró estaba en mi mano, y tomaba yo las uvas y las exprimía en la copa de Paró, y daba yo la copa en mano de Paró.
12 Y le dijo Yoséf: Esta es su interpretación: Los tres sarmientos son tres días.
13 Al cabo de tres días levantará Paró tu cabeza, y te restituirá a tu puesto, y darás la copa a Paró en su mano, como solías hacerlo cuando eras su copero.
14 Acuérdate, pues, de mí cuando tengas ese bien, y te ruego que uses conmigo de misericordia, y hagas mención de mí a Paró, y me saques de esta casa.
15 Porque fui hurtado de la tierra de los hebreos; y tampoco he hecho aquí por qué me pusieran en la cárcel.
16 Viendo el jefe de los panaderos que había interpretado para bien, dijo a Yoséf: También yo soñé que veía tres canastillos blancos sobre mi cabeza.
17 En el canastillo más alto había de toda clase de manjares de pastelería para Paró; y las aves las comían del canastillo de sobre mi cabeza.
18 Entonces respondió Yoséf, y dijo: Esta es su interpretación: Los tres canastillos son tres días.
19 Al cabo de tres días quitará Paró tu cabeza de sobre ti, y te hará colgar en la horca, y las aves comerán tu carne de sobre ti.
(Maftir) 20 Al tercer día, que era el día del cumpleaños
de Paró, el rey hizo banquete a todos sus sirvientes; y alzó la cabeza del jefe de los coperos, y la cabeza del jefe de los panaderos, entre sus servidores.
21 E hizo volver a su oficio al jefe de los coperos, y dio éste la copa en mano de Paró.
22 Pero hizo ahorcar al jefe de los panaderos, como lo había interpretado Yoséf.
23 Y el jefe de los coperos no se acordó de Yoséf, sino que le olvidó.
Parashat Mikétz
El sueño del Paró
(1ra Aliyá) 1 Aconteció que dos años después Paró tuvo un sueño. Le parecía que estaba junto al río;
2 y que del río subían siete vacas, hermosas a la vista, y muy gordas, y pacían en el prado.
3 Y que tras ellas subían del río otras siete vacas de feo aspecto y enjutas de carne, y se pararon cerca de las vacas hermosas a la orilla del río;
4 y que las vacas de feo aspecto y enjutas de carne devoraban a las siete vacas hermosas y muy gordas. Y despertó Paró.
5 Se durmió de nuevo, y soñó la segunda vez: Que siete espigas llenas y hermosas crecían de una sola caña,
6 y que después de ellas salían otras siete espigas menudas y abatidas del viento solano;
7 y las siete espigas menudas devoraban a las siete espigas gruesas y llenas. Y despertó Paró, y he aquí que era sueño.
8 Sucedió que por la mañana estaba agitado su espíritu, y envió e hizo llamar a todos los magos de Mitzráim (Egipto), y a todos sus sabios; y les contó Paró sus sueños, pero no había quien los pudiera interpretar a Paró.
9 Entonces el jefe de los coperos habló a Paró, diciendo: Me acuerdo hoy de mis faltas.
10 Cuando Paró se enojó contra sus siervos, al jefe de los panaderos y a mí nos echó a la prisión de la casa del capitán de la guardia.
11 Una misma noche soñamos un sueño yo y él; cada uno soñó conforme a la interpretación de su sueño
12 Estaba allí con nosotros un joven ivrí (hebreo), siervo del jefe de los matarifes; y se lo contamos, y él nos interpretó nuestros sueños, y declaró a cada uno conforme a su sueño.
13 Y sucedió así como él había interpretado para nosotros, así fue: el otro fue colgado, y yo fui restablecido en mi puesto.
Yoséf interpreta el sueño del Paró
14 Entonces Paró envió y llamó a Yoséf. Y lo sacaron apresuradamente de la cárcel, y se afeitó, y mudó sus vestidos, y vino a Paró.
(2da Aliyá) 15 Y dijo Paró a Yoséf: Yo he tenido un sueño, y no hay quien lo interprete; pero he oído decir de ti, que oyes sueños para interpretarlos.
16 Respondió Yoséf a Paró, diciendo: No está en mí; Elohím será el que dé respuesta propicia a Paró.
17 Entonces Paró dijo a Yoséf: En mi sueño me parecía que estaba a la orilla del río;
18 y que del río subían siete vacas robustas de carne y hermosa apariencia, que pacían en el prado.
19 Y que otras siete vacas subían después de ellas, flacas y de muy feo aspecto; tan extenuadas, que no he visto otras semejantes en fealdad en toda la tierra de Mitzráim.
20 Y las vacas flacas y feas devoraban a las siete primeras vacas robustas;
21 y éstas entraban en sus entrañas, pero no se conocía que hubiesen entrado, porque la apariencia de las flacas era aún mala, como al principio. Y yo desperté.
22 Vi también soñando, que siete espigas crecían en una misma caña, llenas y hermosas.
23 Y otras siete espigas menudas, marchitas, abatidas del viento solano, crecían después de ellas;
24 y las espigas menudas devoraban a las siete espigas hermosas; y lo he dicho a los magos, pero no hay quien me lo interprete.
25 Entonces respondió Yoséf a Paró: El sueño de Paró es uno mismo; Elohím ha mostrado a Paró lo que va a hacer.
26 Las siete vacas hermosas siete años son; y las espigas hermosas son siete años: el sueño es uno mismo.
27 También las siete vacas flacas y feas, que subían tras ellas, son siete años; y las siete espigas menudas y marchitas del viento solano, siete años serán de hambre.
28 Esto es lo que respondo a Paró. Lo que Elohím va a hacer, lo ha mostrado a Paró.
29 He aquí vienen siete años de gran abundancia en toda la tierra de Mitzráim.
30 Y tras ellos seguirán siete años de hambre; y toda la abundancia será olvidada en la tierra de Mitzráim, y el hambre consumirá la tierra.
31 Y aquella abundancia no se echará de ver, a causa del hambre siguiente la cual será gravísima.
32 Y el suceder el sueño a Paró dos veces, significa que la cosa es firme de parte de Elohím, y que Elohím se apresura a hacerla.
33 Por tanto, provéase ahora Paró de un varón prudente y sabio, y póngalo sobre la tierra de Mitzráim.
34 Haga esto Paró, y ponga gobernadores sobre el país, y quinte la tierra de Mitzráim (Egipto) en los siete años de la abundancia.
35 Y junten toda la provisión de estos buenos años que vienen, y recojan el trigo bajo la mano de Paró para mantenimiento de las ciudades; y guárdenlo.
36 Y esté aquella provisión en depósito para el país, para los siete años de hambre que habrá en la tierra de Mitzráim; y el país no perecerá de hambre.
37 El asunto pareció bien a Paró y a sus siervos,
38 y dijo Paró a sus siervos: ¿Acaso hallaremos a otro hombre como éste, en quien esté la influencia de Elohím?
(3ra Aliyá) 39 Y dijo Paró a Yoséf: Pues que Elohím te ha hecho saber todo esto, no hay entendido ni sabio como tú.
40 Tú estarás sobre mi casa, y por tu palabra se gobernará todo mi pueblo; solamente en el
trono yo seré mayor que tú.
41 Dijo además Paró a Yoséf: He aquí yo te he puesto sobre toda la tierra de Mitzráim (Egipto).
42 Entonces Paró quitó su anillo de su mano, y lo puso en la mano de Yoséf, y lo hizo vestir de ropas de lino finísimo, y puso un collar de oro en su cuello;
43 y lo hizo subir en su segundo carro, y pregonaron delante de él: ¡Doblad la rodilla!; y lo puso sobre toda la tierra de Mitzráim.
44 Y dijo Paró a Yoséf: Yo soy Paró; y sin ti ninguno alzará su mano ni su pie en toda la tierra de Mitzráim (Egipto).
45 Y llamó Paró el nombre de Yoséf, Zafnat-panea; y le dio por mujer a Asenat, hija de Potifera kohén de Ón. Y salió Yoséf por toda la tierra de Mitzráim (Egipto).
46 Era Yoséf de edad de treinta años cuando fue presentado delante de Paró rey de Mitzráim (Egipto); y salió Yoséf de delante de Paró, y recorrió toda la tierra de Mitzráim (Egipto).
47 En aquellos siete años de abundancia la tierra produjo a montones.
48 Y él reunió todo el alimento de los siete años de abundancia que hubo en la tierra de Mitzráim (Egipto), y guardó alimento en las ciudades, poniendo en cada ciudad el alimento del campo de sus alrededores.
49 Recogió Yoséf trigo como arena del mar, mucho en extremo, hasta no poderse contar, porque no tenía número.
50 Y nacieron a Yoséf dos hijos antes que viniera el primer año del hambre, los cuales le dio a luz Asenat, hija de Potifera kohén de Ón.
51 Y llamó Yoséf el nombre del primogénito, Menashé; porque dijo: Elohím me hizo olvidar todo mi trabajo, y toda la casa de mi padre.
52 Y llamó el nombre del segundo, Efráim; porque dijo: Elohím me hizo fructificar en la tierra de mi aflicción.
(4ta Aliyá) 53 Así se cumplieron los siete años de abundancia que hubo en la tierra de Mitzráim (Egipto).
54 Y comenzaron a venir los siete años del hambre, como Yoséf había dicho; y hubo hambre en todos los países, pero en toda la tierra de Mitzráim (Egipto) había pan.
55 Cuando se sintió el hambre en toda la tierra de Mitzráim (Egipto), el pueblo clamó a Paró por pan. Y dijo Paró a todos los mitzrím (egipcios): Vayan a Yoséf, y hagan lo que él les diga.
56 Y el hambre estaba por toda la extensión del país. Entonces abrió Yoséf todo granero donde había, y vendía a los mitzrím (egipcios); porque había crecido el hambre en la tierra de Mitzráim (Egipto).
57 Y de toda la tierra venían a Mitzráim (Egipto) para comprar de Yoséf, porque por toda la tierra había crecido el hambre.
Los hijos de Ya’aqóv descienden a Mitzráim
1 Viendo Ya’aqóv que en Mitzráim había alimentos, dijo a sus hijos: ¿Por qué se están mirando?
2 Y dijo: He aquí, yo he oído que hay víveres en Mitzráim; desciendan allá, y compren de allí para nosotros, para que podamos vivir, y no muramos.
3 Y descendieron los diez hermanos de Yoséf a comprar trigo en Mitzráim.
4 Pero Ya’aqóv no envió a Binyamím, hermano de Yoséf, con sus hermanos; porque dijo:
No sea que le acontezca algún desastre.
5 Vinieron los hijos de Israel a comprar entre los que venían; porque había hambre en la tierra de Kená’an.
6 Y Yoséf era el señor de la tierra, quien le vendía a todo el pueblo de la tierra; y llegaron los hermanos de Yoséf, y se inclinaron a él rostro a tierra.
7 Y Yoséf, cuando vio a sus hermanos, los conoció; pero hizo como que no los conocía, y les habló ásperamente, y les dijo: ¿De dónde han venido? Ellos respondieron: De la tierra de Kená’an, para comprar alimentos.
8 Yoséf, pues, conoció a sus hermanos; pero ellos no le conocieron.
9 Entonces se acordó Yoséf de los sueños que había tenido acerca de ellos, y les dijo: Son espías; por ver lo descubierto del país han venido.
10 Ellos le respondieron: No, señor nuestro, sino que tus siervos han venido a comprar alimentos.
11 Todos nosotros somos hijos de un varón; somos hombres honrados; tus siervos nunca fueron espías.
12 Pero Yoséf les dijo: No; para ver lo descubierto del país han venido.
13 Y ellos respondieron: Tus siervos somos doce hermanos, hijos de un varón en la tierra de Kená’an; y he aquí el menor está hoy con nuestro padre, y otro desapareció.
14 Y Yoséf les dijo: Eso es lo que les he dicho, afirmando que son espías.
15 En esto serán probados: Vive Paró, que no saldrán de aquí, sino cuando venga aquí su hermano menor.
16 Envíen a uno de ustedes y traiga a su hermano, y ustedes queden presos, y serán probadas sus palabras, si hay verdad en ustedes; y si no, vive Paró, que son espías.
17 Entonces los puso juntos en la cárcel por tres días.
18 Y al tercer día les dijo Yoséf: Hagan esto, y vivan: Yo temo a Elohím.
(5ta Aliyá) 19 Si son hombres honrados, quede preso en la casa de su cárcel uno de sus hermanos, y ustedes vayan y llevad el alimento para el hambre de su casa.
20 Pero traerán a su hermano menor, y serán verificadas sus palabras, y no morirán. Y así lo hicieron ellos.
21 Y decían el uno al otro: Verdaderamente somos culpables contra nuestro hermano, pues vimos la angustia de su alma cuando nos rogaba, y no le escuchamos; por eso ha venido sobre nosotros esta angustia.
22 Entonces Reuvén les respondió, diciendo: ¿No les hablé yo y dije, no pequen contra el joven, y no escucharon? He aquí también se nos demanda su sangre.
23 Pero ellos no sabían que los entendía Yoséf, porque había intérprete entre ellos.
24 Y se apartó Yoséf de ellos, y lloró; después volvió a ellos, y les habló, y tomó de entre ellos a Shim’ón, y lo aprisionó a vista de ellos.
25 Después mandó Yoséf que llenaran sus sacos de trigo, y devolvieran el dinero de cada uno de ellos, poniéndolo en su saco, y les dieran comida para el camino; y así se hizo con ellos.
26 Y ellos pusieron su trigo sobre sus asnos, y se fueron de allí.
27 Pero abriendo uno de ellos su saco para dar de comer a su asno en el mesón, vio su dinero que estaba en la boca de su costal.
28 Y dijo a sus hermanos: Mi dinero se me ha devuelto, y helo aquí en mi saco. Entonces se les sobresaltó el corazón, y espantados dijeron el uno al otro: ¿Qué es esto que nos ha hecho Elohím?
29 Y venidos a Ya’aqóv su padre en tierra de Kená’an, le contaron todo lo que les había acontecido, diciendo:
30 Aquel varón, el señor de la tierra, nos habló ásperamente, y nos trató como a espías de la tierra.
31 Y nosotros le dijimos: Somos hombres honrados, nunca fuimos espías.
32 Somos doce hermanos, hijos de nuestro padre; uno desapareció, y el menor está hoy con nuestro padre en la tierra de Kená’an.
33 Entonces aquel varón, el señor de la tierra, nos dijo: En esto conoceré que son hombres honrados: dejen conmigo uno de sus hermanos, y tomen para el hambre de sus casas, y anden,
34 y tráiganme a su hermano el menor, para que yo sepa que no son espías, sino hombres honrados; así les daré a su hermano, y negociaran en la tierra.
35 Y aconteció que vaciando ellos sus sacos, he aquí que en el saco de cada uno estaba el atado de su dinero; y viendo ellos y su padre los atados de su dinero, tuvieron temor.
36 Entonces su padre Ya’aqóv les dijo: Me han privado de mis hijos; Yoséf despareció, y también Shim’ón, y a Binyamím le llevaran; contra mí son todas estas cosas.
37 Y Reuvén habló a su padre, diciendo: Si no te lo devuelvo harás morir a mis dos hijos; entrégalo en mi mano, que yo lo devolveré a ti.
38 Y él dijo: No descenderá mi hijo con ustedes, pues su hermano de él ha muerto, y él ha quedado solo; y si le acontece algún desastre en el camino por donde van, harán descender mis canas al Sheól (morada de los muertos) con dolor.
Los hermanos de Yoséf regresan con Binyamím a Mitzráim
1 El hambre era grande en la tierra;
2 y aconteció que cuando acabaron de comer el trigo que trajeron de Mitzráim (Egipto), les dijo su padre: Vuelvan, y compren para nosotros un poco de alimento.
3 Respondió Yehudá, diciendo: Aquel varón nos protestó con ánimo resuelto, diciendo: No verán mi rostro si no traen a su hermano con ustedes.
4 Si envías a nuestro hermano con nosotros, descenderemos y te compraremos alimento.
5 Pero si no le envías no descenderemos; porque aquel varón nos dijo: No verás mi rostro si no traes a su hermano con ustedes.
6 Dijo entonces Israel: ¿Por qué me hicisteis tanto mal, declarando al varón que teníais otro hermano?
7 Y ellos respondieron: Aquel varón nos preguntó expresamente por nosotros, y por nuestra familia, diciendo: ¿Vive aún su padre? ¿Tienen otro hermano? Y le declaramos conforme a estas palabras. ¿Acaso podíamos saber que él nos diría: hagan venir a su hermano?
8 Entonces Yehudá dijo a Israel su padre: Envía al joven conmigo, y nos levantaremos e iremos, a fin de que vivamos y no muramos nosotros, y tú, y nuestros niños.
9 Yo te respondo por él; a mí me pedirás cuenta. Si yo no te lo vuelvo a traer, y si no lo pongo delante de ti, seré para ti el culpable para siempre;
10 pues si no nos hubiéramos detenido, ciertamente hubiéramos ya vuelto dos veces.
11 Entonces Israel su padre les respondió: Pues que así es, háganlo; tomen de lo mejor de la tierra en sus sacos, y lleven a aquel varón un presente, un poco de bálsamo, un poco de miel, aromas y mirra, nueces y almendras.
12 Y tomen en sus manos doble cantidad de dinero, y lleven en su mano el dinero vuelto en las bocas de sus costales; quizá fue equivocación.
13 Tomen también a su hermano, y levántense, y vuelvan a aquel varón.
14 Él-Shaday les dé misericordia delante de aquel varón, y les suelte a ustedes al otro, su hermano, y a este Binyamím. Y si he de ser privado de mis hijos, sea.
15 Tomaron aquellos varones el presente, y tomaron en su mano doble cantidad de dinero, y a Binyamím; y se levantaron y descendieron a Mitzráim (Egipto), y se presentaron delante de Yoséf.
(6ta Aliyá) 16 Y vio Yoséf a Binyamím con ellos, y dijo al mayordomo de su casa: Lleva a casa a esos hombres, y degüella una res y prepárala, pues estos hombres comerán conmigo al mediodía.
17 E hizo el hombre como Yoséf dijo, y llevó a los hombres a casa de Yoséf.
18 Entonces aquellos hombres tuvieron temor, cuando fueron llevados a casa de Yoséf, y decían: Por el dinero que fue devuelto en nuestros costales la primera vez nos han traído aquí, para tendernos lazo, y atacarnos, y tomarnos por siervos a nosotros, y a nuestros asnos.
19 Y se acercaron al mayordomo de la casa de Yoséf, y le hablaron a la entrada de la casa.
20 Y dijeron: Ay, señor nuestro, nosotros en realidad de verdad descendimos al principio a comprar alimentos.
21 Y aconteció que cuando llegamos al mesón y abrimos nuestros costales, he aquí el dinero de cada uno estaba en la boca de su costal, nuestro dinero en su justo peso; y lo hemos vuelto a traer con nosotros.
22 Hemos también traído en nuestras manos otro dinero para comprar alimentos; nosotros no sabemos quién haya puesto nuestro dinero en nuestros costales.
23 Él les respondió: Paz a ustedes, no teman; su Elohím y el Elohím de su padre les dio el tesoro en sus costales; yo recibí su dinero. Y sacó a Shim’ón a ellos.
24 Y llevó aquel varón a los hombres a casa de Yoséf; y les dio agua, y lavaron sus pies, y dio de comer a sus asnos.
25 Y ellos prepararon el presente entretanto que venía Yoséf a mediodía, porque habían oído que allí habrían de comer pan.
26 Y vino Yoséf a casa, y ellos le trajeron el presente que tenían en su mano dentro de la casa, y se inclinaron ante él hasta la tierra.
27 Entonces les preguntó Yoséf cómo estaban, y dijo: ¿Su padre, el anciano que dijeron, lo pasa bien? ¿Vive todavía?
28 Y ellos respondieron: Bien va a tu siervo nuestro padre; aún vive. Y se inclinaron, e hicieron reverencia.
29 Y alzando Yoséf sus ojos vio a Binyamím su hermano, hijo de su madre, y dijo: ¿Es éste su hermano menor, de quien me hablaron? Y dijo: Elohím tenga misericordia de ti, hijo mío.
(7ma Aliyá) 30 Entonces Yoséf se apresuró, porque se conmovieron sus entrañas a causa de su hermano, y buscó dónde llorar; y entró en su cámara, y lloró allí.
31 Y lavó su rostro y salió, y se contuvo, y dijo: Pongan pan.
32 Y pusieron para él aparte, y separadamente para ellos, y aparte para los mitzrím (egipcios) que con él comían; porque los mitzrím (egipcios) no pueden comer pan con los hebreos, lo cual es abominación a los mitzrím (egipcios).
33 Y se sentaron delante de él, el mayor conforme a su primogenitura, y el menor conforme a su menor edad; y estaban aquellos hombres atónitos mirándose el uno al otro.
34 Y Yoséf tomó viandas de delante de sí para ellos; pero la porción de Binyamím era cinco veces mayor que cualquiera de las de ellos. Y bebieron, y se alegraron con él.
Yoséf acusa a sus hermanos de robo
1 Mandó Yoséf al mayordomo de su casa, diciendo: Llena de alimento los costales de estos varones, cuanto puedan llevar, y pon el dinero de cada uno en la boca de su costal.
2 Y pondrás mi copa, la copa de plata, en la boca del costal del menor, con el dinero de su trigo. Y él hizo como dijo Yoséf.
3 Venida la mañana, los hombres fueron despedidos con sus asnos.
4 Habiendo ellos salido de la ciudad, de la que aún no se habían alejado, dijo Yoséf a su mayordomo: Levántate y sigue a esos hombres; y cuando los alcances, diles: ¿Por qué han vuelto mal por bien? ¿Por qué han robado mi copa de plata?
5 ¿No es ésta en la que bebe mi señor, y por la que suele adivinar? Han hecho mal en lo que hicieron.
6 Cuando él los alcanzó, les dijo estas palabras.
7 Y ellos le respondieron: ¿Por qué dice nuestro señor tales cosas? Nunca tal hagan tus siervos.
8 He aquí, el dinero que hallamos en la boca de nuestros costales, te lo volvimos a traer desde la tierra de Kená’an; ¿cómo, pues, habíamos de hurtar de casa de tu señor plata ni oro?
9 Aquel de tus siervos en quien fuere hallada la copa, que muera, y aun nosotros seremos siervos de mi señor.
10 Y él dijo: También ahora sea conforme a sus palabras; aquel en quien se hallare será mi siervo, y ustedes serán sin culpa.
11 Ellos entonces se dieron prisa, y derribando cada uno su costal en tierra, cada cual abrió el costal suyo.
12 Y buscó; comenzó desde el mayor, y acabó en el menor; y la copa fue hallada en el costal de Binyamím.
13 Entonces ellos rasgaron sus vestidos, y cargó cada uno su asno y volvieron a la ciudad.
14 Vino Yehudá con sus hermanos a casa de Yoséf, que aún estaba allí, y se postraron delante de él en tierra.
(Maftir) 15 Y les dijo Yoséf: ¿Qué acción es esta que han hecho? ¿No saben que un hombre como yo sabe adivinar?
16 Entonces dijo Yehudá: ¿Qué diremos a mi señor? ¿Qué hablaremos, o con qué nos justificaremos? Elohím ha hallado la maldad de tus siervos; he aquí,
nosotros somos siervos de mi señor, nosotros, y también aquel en cuyo poder fue hallada la copa.
17 Yoséf respondió: Nunca yo tal haga. El varón en cuyo poder fue hallada la copa, él será mi siervo; ustedes vayan en paz a su padre.
Parashat Vaygásh (1ra Aliyá) 18 Entonces Yehudá se acercó a él, y dijo: Ay, señor mío, te ruego que permitas que hable tu siervo una palabra en oídos de mi señor, y no se encienda tu enojo contra tu siervo, pues tú eres como Paró.
19 Mi señor preguntó a sus siervos, diciendo: ¿Tienen padre o hermano?
20 Y nosotros respondimos a mi señor: Tenemos un padre anciano, y un hermano joven, pequeño aún, que le nació en su vejez; y un hermano suyo murió, y sólo él quedó de los hijos de su madre; y su padre lo ama.
21 Y tú dijiste a tus siervos: Tráiganmelo, y pondré mis ojos sobre él.
22 Y nosotros dijimos a mi señor: El joven no puede dejar a su padre, porque si lo dejare, su padre morirá.
23 Y dijiste a tus siervos: Si su hermano menor no desciende con ustedes, no verán más mi rostro.
24 Aconteció, pues, que cuando llegamos a mi padre tu siervo, le contamos las palabras de mi señor.
25 Y dijo nuestro padre: Vuelvan a comprarnos un poco de alimento.
26 Y nosotros respondimos: No podemos ir; si nuestro hermano va con nosotros, iremos; porque no podremos ver el rostro del varón, si no está con nosotros nuestro hermano el menor.
27 Entonces tu siervo mi padre nos dijo: Ustedes saben que mi mujer dos hijos me dio a
luz;
28 y el uno salió de mi presencia, y pienso de verdad que fue despedazado, y hasta ahora no lo he visto.
29 Y si también tomas a éste de delante de mí, y le acontece algún desastre, harán descender mis canas con dolor al Sheól.
30 Ahora, pues, cuando vuelva yo a tu siervo mi padre, si el joven no va conmigo, como su
vida está ligada a la vida de él,
(2da Aliyá) 31 sucederá que cuando no vea al joven, morirá; y tus siervos harán descender las canas de tu siervo nuestro padre con dolor al Sheól.
32 Como tu siervo salió por fiador del joven con mi padre, diciendo: Si no te lo vuelvo a traer, entonces yo seré culpable ante mi padre para siempre;
33 te ruego, por tanto, que quede ahora tu siervo en lugar del joven por siervo de mi señor, y que el joven vaya con sus hermanos.
34 Porque ¿cómo volveré yo a mi padre sin el joven? No podré, por no ver el mal que sobrevendrá a mi padre.
Yoséf se da a conocer a sus hermanos
1 No podía ya Yoséf contenerse delante de todos los que estaban al lado suyo, y clamó: Hagan salir a todos de mi presencia. Y no quedó nadie con él, al darse a conocer Yoséf a sus hermanos.
2 Entonces se dio a llorar a gritos; y oyeron los mitzrím, y oyó también la casa de Paró.
3 Y dijo Yoséf (José) a sus hermanos: Yo soy Yoséf; ¿vive aún mi padre? Y sus hermanos no pudieron responderle, porque estaban turbados delante de él.
4 Entonces dijo Yoséf a sus hermanos: Acérquense ahora a mí. Y ellos se acercaron. Y él dijo: Yo soy Yoséf su hermano, el que vendisteis para Mitzráim (Egipto).
5 Ahora, pues, no se entristezcan, ni les pese haberme vendido acá; porque para preservación de vida me envió Elohím delante de ustedes.
6 Pues ya ha habido dos años de hambre en medio de la tierra, y aún quedan cinco años en los cuales ni habrá arada ni siega.
7 Y Elohím me envió delante de ustedes, para preservarles posteridad sobre la tierra, y para darles vida por medio de gran liberación.
(3ra Aliyá) 8 Así, pues, no me enviaron ustedes acá, sino Elohím, que me ha puesto por padre de Paró y por señor de toda su casa, y por gobernador en toda la tierra de Mitzráim (Egipto).
9 Dense prisa, vayan a mi padre y díganle: Así dice tu hijo Yoséf: Elohím me ha puesto por señor de todo Mitzráim (Egipto); ven a mí, no te detengas.
10 Habitarás en la tierra de Goshén, y estarás cerca de mí, tú y tus hijos, y los hijos de tus hijos, tus ganados y tus vacas, y todo lo que tienes.
11 Y allí te alimentaré, pues aún quedan cinco años de hambre, para que no perezcas de pobreza tú y tu casa, y todo lo que tienes.
12 He aquí, sus ojos ven, y los ojos de mi hermano Binyamím, que mi boca les habla.
13 Hagan, pues, saber a mi padre toda mi gloria en Mitzráim (Egipto), y todo lo que han visto; y dense prisa, y traigan acá a mi padre.
14 Y se echó sobre el cuello de Binyamím su hermano, y lloró; y también Binyamím lloró sobre su cuello.
15 Y besó a todos sus hermanos, y lloró sobre ellos; y después sus hermanos hablaron con él.
16 Y se oyó la noticia en la casa de Paró, diciendo: Los hermanos de Yoséf han venido. Y esto agradó en los ojos de Paró y de sus siervos.
17 Y dijo Paró a Yoséf: Di a tus hermanos: Hagan esto, carguen sus bestias, y vayan, vuelvan a la tierra de Kená’an;
18 y tomen a su padre y a sus familias y vengan a mí, porque yo les daré lo bueno de la tierra de Mitzráim, y comerás de la abundancia de la tierra.
(4ta Aliyá) 19 Y tú manda: Hagan esto: tomen de la tierra de Mitzráim (Egipto) carros para sus niños y sus mujeres, y traigan a su padre, y vengan.
20 Y no se preocupen por sus enseres, porque la riqueza de la tierra de Mitzráim (Egipto) será suya.
21 Y lo hicieron así los hijos de Israel; y les dio Yoséf carros conforme a la orden de Paró, y les suministró víveres para el camino.
22 A cada uno de todos ellos dio mudas de vestidos, y a Binyamím dio trescientas piezas de plata, y cinco mudas de vestidos.
23 Y a su padre envió esto: diez asnos cargados de lo mejor de Mitzráim (Egipto), y diez asnas cargadas de trigo, y pan y comida, para su padre en el camino.
24 Y despidió a sus hermanos, y ellos se fueron. Y él les dijo: No riñan por el camino.
25 Y subieron de Mitzráim (Egipto), y llegaron a la tierra de Kená’an a Ya’aqóv su padre.
26 Y le dieron las nuevas, diciendo: Yoséf vive aún; y él es señor en toda la tierra de Mitzráim (Egipto). Y el corazón de Ya’aqóv se afligió, porque no les creía.
27 Y ellos le contaron todas las palabras de Yoséf, que él les había hablado; y viendo Ya’aqóv (Jacob) los carros que Yoséf enviaba para llevarlo, su espíritu revivió.
(5ta Aliyá) 28 Entonces dijo Israel: Basta; Yoséf mi hijo vive todavía; iré, y le veré antes que yo muera.
Ya’aqóv desciende a Mitzráim
1 Salió Israel con todo lo que tenía, y vino a Beer-shevá, y ofreció sacrificios al Elohím de su padre Itzjáq.
2 Y habló Elohím a Israel en visiones de noche, y dijo: Ya’aqóv, Ya’aqóv. Y él respondió: Heme aquí.
3 Y dijo: Yo soy Elohím, el Elohím de tu padre; no temas de descender a Mitzráim (Egipto), porque allí yo haré de ti una gran nación.
4 Yo descenderé contigo a Mitzráim (Egipto), y yo también te haré volver; y la mano de Yoséf cerrará tus ojos.
5 Se levantó Ya’aqóv de Beer-shevá; y tomaron los hijos de Israel a su padre Ya’aqóv, y a sus niños, y a sus mujeres, en los carros que Paró había enviado para llevarlo.
6 Y tomaron sus ganados, y sus bienes que habían adquirido en la tierra de Kená’an, y vinieron a Mitzráim (Egipto), Ya’aqóv y toda su descendencia consigo;
7 sus hijos, y los hijos de sus hijos consigo; sus hijas, y las hijas de sus hijos, y a toda su descendencia trajo consigo a Mitzráim.
Los hijos de Israel que entraron a Mitzráim
8 Y estos son los nombres de los hijos de Israel, que entraron en Mitzráim (Egipto), Ya’aqóv y sus hijos: Reuvén, el primogénito de Ya’aqóv.
9 Y los hijos de Reuvén: Janój, Falú, Jetzrón y Jarmí.
10 Los hijos de Shim’ón: Jemuel, Yamím, Ohad, Yajín, Zohar, y Shaúl hijo de la cananea.
11 Los hijos de Leví: Gershón, Kehát y Merarí.
12 Los hijos de Yehudá: Ér, Onán, Shelá, Féretz y Zara; pero Ér y Onán murieron en la tierra de Kená’an. Y los hijos de Féretz fueron Jetzrón y Hamul.
13 Los hijos de Issajár: Tola, Fúa, Yóv y Simrón.
14 Los hijos de Zevulún: Sered, Elón y Jahleel.
15 Estos fueron los hijos de Leá, los que dio a luz a Ya’aqóv en Padán Arám, y además su hija Diná; treinta y tres las personas todas de sus hijos e hijas.
16 Los hijos de Gád: Zifión, Jagí, Ezbón, Shuní, Erí, Arodi y Areli.
17 Y los hijos de Ashér: Imna, Isúa, Isúi, Bería, y Sera hermana de ellos. Los hijos de Bería: Éver y Malkiél.
18 Estos fueron los hijos de Tzilpá, la que Laván dio a su hija Leá, y dio a luz éstos a Ya’aqóv; por todas dieciséis personas.
19 Los hijos de Rajél, mujer de Ya’aqóv: Yoséf y Binyamím.
20 Y nacieron a Yoséf en la tierra de Mitzráim (Egipto) Menashé y Efráim, los que le dio a luz Asenat, hija de Potifera kohén de Ón.
21 Los hijos de Binyamím fueron Bála, Beker, Asvél, Gera, Naamán, Ehi, Rosh, Mupim, Jupim y
Ard.
22 Estos fueron los hijos de Rajél, que nacieron a Ya’aqóv; por todas catorce personas.
23 Los hijos de Dán: Husim.
24 Los hijos de Naftalí: Yajtzél, Guní, Yétzer y Shilém.
25 Estos fueron los hijos de Bilhá, la que dio Laván a Rajél su hija, y dio a luz éstos a Ya’aqóv; por todas siete personas.
26 Todas las personas que vinieron con Ya’aqóv a Mitzráim, procedentes de sus lomos, sin las mujeres de los hijos de Ya’aqóv, todas las personas fueron sesenta y seis.
27 Y los hijos de Yoséf, que le nacieron en Mitzráim (Egipto), dos personas. Todas las personas de la casa de Ya’aqóv, que entraron en Mitzráim (Egipto), fueron setenta.
(6ta Aliyá) 28 Y Ya’aqóv envió a Yehudá delante de sí a Yoséf, para que viniera a verlo en Goshén; y llegaron a la tierra de Goshén.
29 Y Yoséf unció su carro y vino a recibir a Israel su padre en Goshén; y se manifestó a él, y se echó sobre su cuello, y lloró sobre su cuello largamente.
30 Entonces Israel dijo a Yoséf: Muera yo ahora, ya que he visto tu rostro, y sé que aún vives.
31 Y Yoséf dijo a sus hermanos, y a la casa de su padre: Subiré y lo haré saber a Paró, y le diré: Mis hermanos y la casa de mi padre, que estaban en la tierra de Kená’an, han venido a mí.
32 Y los hombres son pastores de ovejas, porque son hombres ganaderos; y han traído sus ovejas y sus vacas, y todo lo que tenían.
33 Y cuando Paró los llame y dijere: ¿Cuál es su oficio?
34 entonces dirán: Hombres de ganadería han sido tus siervos desde nuestra juventud hasta ahora, nosotros y nuestros padres; a fin de que moren en la tierra de Goshén, porque para los mitzrím (egipcios) es abominación todo pastor de ovejas.
Yoséf presenta a su padre al Paró
1 Vino Yoséf y lo hizo saber a Paró, y dijo: Mi padre y mis hermanos, y sus ovejas y sus vacas, con todo lo que tienen, han venido de la tierra de Kená’an, y he aquí están en la tierra de Goshén.
2 Y de los postreros de sus hermanos tomó cinco varones, y los presentó delante de Paró.
3 Y Paró dijo a sus hermanos: ¿Cuál es su oficio? Y ellos respondieron a Paró: Pastores de ovejas son tus siervos, así nosotros como nuestros padres.
4 Dijeron además a Paró: Para morar en esta tierra hemos venido; porque no hay pasto para las ovejas de tus siervos, pues el hambre es grave en la tierra de Kená’an; por tanto, te rogamos ahora que permitas que habiten tus siervos en la tierra de Goshén.
5 Entonces Paró habló a Yoséf, diciendo: Tu padre y tus hermanos han venido a ti.
6 La tierra de Mitzráim está delante de ti; en lo mejor de la tierra haz habitar a tu padre y a tus hermanos; habiten en la tierra de Goshén; y si entiendes que hay entre ellos hombres capaces, ponlos por mayorales del ganado mío.
7 También Yoséf introdujo a Ya’aqóv su padre, y lo presentó delante de Paró; y Ya’aqóv bendijo a Paró.
8 Y dijo Paró a Ya’aqóv: ¿Cuántos son los días de los años de tu vida?
9 Y Ya’aqóv respondió a Paró: Los días de los años de mi peregrinación son ciento treinta años; pocos y malos han sido los días de los años de mi vida, y no han llegado a los días de los años de la vida de mis padres en los días de su peregrinación.
10 Y Ya’aqóv bendijo a Paró, y salió de la presencia de Paró.
(7ma Aliyá) 11 Así Yoséf hizo habitar a su padre y a sus hermanos, y les dio posesión en la tierra de Mitzráim (Egipto), en lo mejor de la tierra, en la tierra de Ramesés, como mandó Paró.
12 Y alimentaba Yoséf a su padre y a sus hermanos, y a toda la casa de su padre, con pan, según el número de los hijos.
13 No había pan en toda la tierra, y el hambre era muy grave, por lo que desfalleció de hambre la tierra de Mitzráim (Egipto) y la tierra de Kená’an.
14 Y recogió Yoséf todo el dinero que había en la tierra de Mitzráim (Egipto) y en la tierra de Kená’an, por los alimentos que de él compraban; y metió Yoséf el dinero en casa de Paró.
15 Acabado el dinero de la tierra de Mitzráim (Egipto) y de la tierra de Kená’an, vino todo Mitzráim (Egipto) a Yoséf, diciendo: Danos pan; ¿por qué moriremos delante de ti, por haberse acabado el dinero?
16 Y Yoséf dijo: Den sus ganados y yo les daré por sus ganados, si se ha acabado el dinero.
17 Y ellos trajeron sus ganados a Yoséf, y Yoséf les dio alimentos por caballos, y por el ganado de las ovejas, y por el ganado de las vacas, y por asnos; y les sustentó de pan por todos sus ganados aquel año.
18 Acabado aquel año, vinieron a él el segundo año, y le dijeron: No encubrimos a nuestro señor que el dinero ciertamente se ha acabado; también el ganado es ya de nuestro señor; nada ha quedado delante de nuestro señor sino nuestros cuerpos y nuestra tierra.
19 ¿Por qué moriremos delante de tus ojos, así nosotros como nuestra tierra? Cómpranos a nosotros y a nuestra tierra por pan, y seremos nosotros y nuestra tierra siervos de Paró; y danos semilla para que vivamos y no muramos, y no sea asolada la tierra.
20 Entonces compró Yoséf toda la tierra de Mitzráim (Egipto) para Paró; pues los mitzrím (egipcios) vendieron cada uno sus tierras, porque se agravó el hambre sobre ellos; y la tierra vino a ser de Paró.
21 Y al pueblo lo hizo pasar a las ciudades, desde un extremo al otro del territorio de Mitzráim (Egipto).
22 Solamente la tierra de los kohaním no compró, por cuanto los kohaním tenían ración de Paró, y ellos comían la ración que Paró les daba; por eso no vendieron su tierra.
23 Y Yoséf dijo al pueblo: He aquí les he comprado hoy, a ustedes y a su tierra, para Paró; vean aquí semilla, y sembraran la tierra.
24 De los frutos darán el quinto a Paró, y las cuatro partes serán suyas para sembrar las tierras, y para su mantenimiento, y de los que están en sus casas, y para que coman sus niños.
(Maftir) 25 Y ellos respondieron: La vida nos has dado; hallemos gracia en ojos de nuestro señor, y seamos siervos de Paró.
26 Entonces Yoséf lo puso por ley hasta hoy sobre la tierra de Mitzráim (Egipto), señalando para Paró el quinto, excepto sólo la tierra de los kohaním, que no fue de Paró.
27 Así habitó Israel en la tierra de Mitzráim, en la tierra de Goshén; y tomaron posesión de ella, y se aumentaron, y se multiplicaron en gran manera.
Parashat Vayjí
(1ra Aliyá) 28 Y vivió Ya’aqóv en la tierra de Mitzráim diecisiete años; y fueron los días de Ya’aqóv, los años de su vida, ciento cuarenta y siete años.
29 Y llegaron los días de Israel para morir, y llamó a Yoséf su hijo, y le dijo: Si he hallado ahora gracia en tus ojos, te ruego que pongas tu mano debajo de mi muslo, y harás conmigo misericordia y verdad. Te ruego que no me entierres en Mitzráim (Egipto).
30 Pero cuando duerma con mis padres, me llevarás de Mitzráim (Egipto) y me sepultarás en el sepulcro de ellos. Y Yoséf respondió: Haré como tú dices.
31 E Israel dijo: Júramelo. Y Yoséf le juró.
E Israel se inclinó sobre la cabecera de la cama.
Ya’aqóv bendice a Efráim y a Menashé
1 Sucedió después de estas cosas que dijeron a Yoséf: He aquí tu padre está enfermo. Y él tomó consigo a sus dos hijos, Menashé y Efráim.
2 Y se le hizo saber a Ya’aqóv, diciendo: He aquí tu hijo Yoséf viene a ti. Entonces se esforzó Israel, y se sentó sobre la cama,
3 y dijo a Yoséf: El-Shaday me apareció en Luz en la tierra de Kená’an, y me bendijo,
4 y me dijo: He aquí yo te haré crecer, y te multiplicaré, y te pondré por estirpe de naciones; y daré esta tierra a tu descendencia después de ti por heredad perpetua.
5 Y ahora tus dos hijos Efráim y Menashé, que te nacieron en la tierra de Mitzráim, antes que viniera a ti a la tierra de Mitzráim, son míos; como Reuvén y Shim’ón, serán míos.
6 Y los que después de ellos has engendrado, serán tuyos; por el nombre de sus hermanos serán llamados en sus heredades.
7 Porque cuando yo venía de Padán Arám, se me murió Rajél en la tierra de Kená’an, en el camino, como media legua de tierra viniendo a Efrata; y la sepulté allí en el camino de Efrata, que es Bét-Léjem.
8 Y vio Israel los hijos de Yoséf, y dijo: ¿Quiénes son éstos?
9 Y respondió Yoséf a su padre: Son mis hijos, que Elohím me ha dado aquí. Y él dijo:
Acércalos ahora a mí, y los bendeciré.
(2da Aliyá) 10 Y los ojos de Israel estaban tan agravados por la vejez, que no podía ver. Les hizo, pues, acercarse a él, y él les besó y les abrazó.
11 Y dijo Israel a Yoséf: No pensaba yo ver tu rostro, y he aquí Elohím me ha hecho ver también a tu descendencia.
12 Entonces Yoséf los sacó de entre sus rodillas, y se inclinó a tierra.
13 Y los tomó Yoséf a ambos, Efráim a su derecha, a la izquierda de Israel, y Menashé a su izquierda, a la derecha de Israel; y los acercó a él.
14 Entonces Israel extendió su mano derecha, y la puso sobre la cabeza de Efráim, que era el menor, y su mano izquierda sobre la cabeza de Menashé, colocando así sus manos adrede, aunque Menashé era el primogénito.
15 Y bendijo a Yoséf (José), diciendo: El Elohím en cuya presencia anduvieron mis padres Avrahám e Itzjáq, el Elohím que me mantiene desde que yo soy hasta este día,
16 el Mensajero que me liberta de todo mal, bendiga a estos jóvenes; y sea perpetuado en ellos mi nombre, y el nombre de mis padres Avrahám e Itzjáq, y multiplíquense en gran manera en medio de la tierra.
(3ra Aliyá) 17 Pero viendo Yoséf que su padre ponía la mano derecha sobre la cabeza de Efráim, le causó esto disgusto; y asió la mano de su padre, para cambiarla de la cabeza de Efráim a la cabeza de Menashé.
18 Y dijo Yoséf a su padre: No así, padre mío, porque éste es el primogénito; pon tu mano derecha sobre su cabeza.
19 Pero su padre no quiso, y dijo:
Lo sé, hijo mío, lo sé; también él vendrá a ser un pueblo, y será también engrandecido; pero su hermano menor será más grande que él, y su descendencia formará multitud de naciones.
20 Y los bendijo aquel día, diciendo: En ti bendecirá Israel, diciendo: Que te haga Elohím como a Efráim y como a Menashé. Y puso a Efráim antes de Menashé.
21 Y dijo Israel a Yoséf: He aquí yo muero; pero Elohím estará con ustedes, y los hará volver a la tierra de sus padres.
22 Y yo te he dado a ti una parte más que a tus hermanos, la cual tomé yo de mano del emorí con mi espada y con mi arco.
Ya’aqóv bendice a sus doce hijos
(4ta Aliyá) 1 Y llamó Ya’aqóv a sus hijos, y dijo: Júntense, y les declararé lo que les ha de acontecer en los días venideros.
2 Júntense y oigan, hijos de Ya’aqóv,
y escuchen a su padre Israel.
3 Reuvén, tú eres mi primogénito,
mi fortaleza, y el principio de mi vigor;
principal en dignidad,
principal en poder.
4 Impetuoso como las aguas,
no serás el principal,
por cuanto subiste al lecho de tu padre;
entonces te envileciste,
subiendo a mi estrado.
5 Shim’ón y Leví son hermanos;
armas de iniquidad sus armas.
6 En su consejo no entre mi alma,
ni mi espíritu se junte en su compañía.
Porque en su furor mataron hombres,
y en su temeridad desjarretaron toros.
7 Maldito su furor,
que fue fiero;
y su ira, que fue dura.
Yo los apartaré en Ya’aqóv,
y los esparciré en Israel.
8 Yehudá, te alabarán tus hermanos;
tu mano en la cerviz de tus enemigos;
los hijos de tu padre se inclinarán a ti.
9 Cachorro de león, Yehudá;
de la presa subiste, hijo mío.
Se encorvó, se echó como león,
así como león viejo: ¿quién lo despertará?
10 No será quitado el cetro de Yehudá,
ni el legislador de entre sus pies,
hasta que venga Shiló;
y a él se congregarán los pueblos.
11 Atando a la vid su pollino,
y a la cepa el hijo de su asna,
lavó en el vino su vestido,
y en la sangre de uvas su manto.
12 Sus ojos, rojos del vino,
y sus dientes blancos de la leche.
13 Zevulún en puertos de mar habitará;
será para puerto de naves,
y su límite hasta Sidón.
14 Issajár, asno fuerte que se recuesta entre los apriscos;
15 y vio que el descanso era bueno,
y que la tierra era deleitosa;
y bajó su hombro para llevar,
y sirvió en tributo.
16 Dán juzgará a su pueblo,
como una de las tribus de Israel.
17 Será Dán serpiente junto al camino,
víbora junto a la senda,
que muerde los talones del caballo,
y hace caer hacia atrás al jinete.
18 Tu salvación esperé, oh YHVH.
(5ta Aliyá) 19 Gád, ejército lo acometerá;
pero él acometerá al fin.
20 El pan de Ashér será substancioso,
y él dará deleites al rey.
21 Naftalí, cierva suelta,
que pronunciará dichos hermosos.
22 Rama fructífera es Yoséf,
rama fructífera junto a una fuente,
cuyos vástagos se extienden sobre el muro.
23 Le causaron amargura,
le asaetearon,
y le aborrecieron los arqueros;
24 Pero su arco se mantuvo poderoso,
y los brazos de sus manos se fortalecieron
por las manos del Fuerte de Ya’aqóv
(Por el nombre del Pastor, la Roca de Israel),
25 por el Elohím de tu padre,
el cual te ayudará, por Él-Shaday,
el cual te bendecirá con bendiciones de los cielos de arriba,
con bendiciones del abismo que está abajo,
con bendiciones de los pechos y del vientre.
26 Las bendiciones de tu padre fueron mayores que las bendiciones de mis progenitores;
hasta el término de los collados eternos serán sobre la cabeza de Yoséf,
y sobre la frente del que fue apartado de entre sus hermanos.
(6ta Aliyá) 27 Binyamím es lobo arrebatador;
a la mañana comerá la presa,
y a la tarde repartirá los despojos.
28 Todos éstos fueron las doce tribus de Israel, y esto fue lo que su padre les dijo, al bendecirlos; a cada uno por su bendición los bendijo.
Muerte de Ya’aqóv
29 Les mandó luego, y les dijo: Yo voy a ser reunido con mi pueblo. Sepultadme con mis padres en la cueva que está en el campo de Efrón el jití,
30 en la cueva que está en el campo de Majpelá, al este de Mamré en la tierra de Kená’an, la cual compró Avrahám con el mismo campo de Efrón el jití, para heredad de sepultura.
31 Allí sepultaron a Avrahám y a Sará su mujer; allí sepultaron a Itzjáq y a Rivqá su mujer; allí también sepulté yo a Leá.
32 La compra del campo y de la cueva que está en él, fue de los hijos de Jét.
33 Cuando acabó Ya’aqóv de dar mandamientos a sus hijos, encogió sus pies en la cama, y expiró, y fue reunido con sus padres.
1 Entonces se echó Yoséf sobre el rostro de su padre, y lloró sobre él, y lo besó.
6 Y Paró dijo: Ve, y sepulta a tu padre, como él te hizo jurar.
9 Subieron también con él carros y gente de a caballo, y se hizo un escuadrón muy grande.
12 Hicieron, pues, sus hijos con él según les había mandado;
16 Y enviaron a decir a Yoséf: Tu padre mandó antes de su muerte, diciendo:
19 Y Yoséf les respondió: No teman; ¿acaso estoy yo en lugar de Elohím?
22 Y habitó Yoséf en Mitzráim (Egipto), él y la casa de su padre; y vivió Yoséf ciento diez años.
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CAPÍTULOS:
1, 2, 3, 4, 5, 6, 7, 8, 9, 10, 11, 12, 13, 14, 15, 16, 17, 18, 19, 20, 21, 22, 23, 24, 25, 26, 27, 28, 29, 30, 31, 32, 33, 34, 35, 36, 37, 38, 39, 40, 41, 42, 43, 44, 45, 46, 47, 48, 49, 50
סֵפֶר בְּרֵאשִׁית
SEFER BERESHÍT - GÉNESIS
CAPÍTULO 1
Parashat Bereshít
La creación
(1ra Aliyá) 1 En el principio del crear de Elohím los cielos y la tierra.
2 Y la tierra estaba informe y desordenada, y [había] tinieblas sobre la faz del abismo, y [el] soplo de Elohím se deslizaba sobre la faz de las aguas.
3 Y dijo Elohím: Sea la luz; y fue la luz.
4 Y vio Elohím que la luz era buena; y separó Elohím la luz de las tinieblas.
5 Y llamó Elohím a la luz: Día, y a las tinieblas llamó: Noche. Y fue la tarde y la mañana día uno.
6 Luego dijo Elohím: Haya un firmamento en medio de las aguas, y separe las aguas de las aguas.
7 E hizo Elohím el firmamento, y separó entre las aguas que estaban debajo del firmamento, de las aguas que estaban sobre el firmamento. Y fue así.
8 Y llamó Elohím al firmamento: Cielos. Y fue la tarde y la mañana el día segundo.
9 Dijo también Elohím: Júntense las aguas que están debajo de los cielos en un lugar, y descúbrase lo seco. Y fue así.
10 Y llamó Elohím a lo seco: Tierra, y a la reunión de las aguas llamó: Mares. Y vio Elohím que era bueno.
11 Después dijo Elohím: Produzca la tierra hierba verde, hierba que dé semilla; árbol de fruto que dé fruto según su género, que su semilla esté en él, sobre la tierra. Y fue así.
12 Produjo, pues, la tierra hierba verde, hierba que da semilla según su naturaleza, y árbol que da fruto, cuya semilla está en él, según su género. Y vio Elohím que era bueno.
13 Y fue la tarde y la mañana el día tercero.
14 Dijo luego Elohím: Haya lumbreras en el firmamento de los cielos para separar entre el día de la noche; y sirvan de señales para las fiestas, para días y años,
15 y sean por lumbreras en el firmamento de los cielos para alumbrar sobre la tierra. Y fue así.
16 E hizo Elohím las dos grandes lumbreras; la lumbrera mayor para regir durante en el día, y la lumbrera menor para regir durante la noche, y las estrellas.
17 Y las puso Elohím en el firmamento de los cielos para alumbrar sobre la tierra,
18 y para regir en el día y en la noche, y para separar entre la luz de la oscuridad. Y vio Elohím que era bueno.
19 Y fue la tarde y la mañana el día cuarto.
20 Dijo Elohím: Produzcan las aguas seres vivientes, y aves que vuelen sobre la tierra, en la abierta expansión de los cielos.
21 Y creó Elohím los grandes monstruos marinos, y todo ser viviente que se mueve, que las aguas produjeron según su género, y toda ave alada según su especie. Y vio Elohím que era bueno.
22 Y los bendijo Elohím, diciendo: Fructifiquen y multiplíquense, y llenen las aguas en los mares, y multiplíquense las aves en la tierra.
23 Y fue la tarde y la mañana el día quinto.
24 Luego dijo Elohím: Produzca la tierra seres vivientes según su género, bestias y serpientes y animales de la tierra según su especie. Y fue así.
25 E hizo Elohím animales de la tierra según su género, y ganado según su género, y todo animal que se arrastra sobre la tierra según su especie. Y vio Elohím que era bueno.
Creación del ser humano
26 Y dijo Elohím: Hagamos un hombre con nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza; y domine en los peces del mar, en las aves de los cielos, en los animales, en toda la tierra, y en todo animal que se arrastra sobre la tierra.
27 Y creó Elohím al hombre con Su imagen, a con la imagen de Elohím lo creó; varón y hembra los creó.
28 Y los bendijo Elohím, y les dijo: Fructifiquen y multiplíquense, llenen la tierra, y sujétenla, y dominen en los peces del mar, en las aves de los cielos, y en todos los animales que se mueven sobre la tierra.
29 Y dijo Elohím: Miren que les he dado toda planta que da semilla, que está sobre toda la tierra, y todo árbol en que hay fruto y que da semilla; les serán para comer.
30 Y a toda bestia de la tierra, y a todas las aves de los cielos, y a todo lo que se arrastra sobre la tierra, en que hay vida, toda planta verde les será para comer. Y fue así.
31 Y vio Elohím todo lo que había hecho, y he aquí que era bueno en gran manera. Y fue la*tarde y la mañana el día sexto.
El Shabat
1 Fueron, pues, concluidos los cielos y la tierra, y todo su ejército.
2 Y concluyo Elohím en el séptimo día Su labor que había hecho; y cesó en el séptimo día toda Su labor que había hecho.
3 Y bendijo Elohím al día séptimo, y lo santificó, porque en él cesó de toda Su labor, la que Elohím había creado para hacer.
El jardín del Edén
(2da Aliyá) 4 Estas son las generaciones de los cielos y de la tierra cuando fueron creados, el día que YHVH Elohím hizo la tierra y los cielos,
5 y toda planta del campo antes que fuera en la tierra, y toda hierba del campo antes que naciera; porque YHVH Elohím aún no había hecho llover sobre la tierra, ni había hombre para que labrara la tierra,
6 sino que subía de la tierra un vapor, el cual regaba toda la superficie de la tierra.
7 Entonces YHVH Elohím formó al hombre del polvo de la tierra, y sopló en su nariz aliento de vida, y fue el hombre un ser viviente.
8 Y YHVH Elohím plantó un jardín en Edén, al este; y puso allí al hombre que había formado.
9 Y YHVH Elohím hizo nacer de la tierra todo árbol delicioso a la vista, y bueno para comer; también el árbol de la vida en medio del jardín, y el árbol de la ciencia del bien y del mal.
10 Y salía de Edén un río para regar el jardín, y de allí se repartía en cuatro brazos.
11 El nombre del uno era Pishón; éste es el que rodea toda la tierra de Javilá, donde hay oro;
12 y el oro de aquella tierra es bueno; allí también hay bedelio y ónice.
13 El nombre del segundo río es Gijón; éste es el que rodea toda la tierra de Kush.
14 Y el nombre del tercer río es Jidekel; éste es el que va al este de Ashúr. Y el cuarto río es el Perat.
15 Tomó, pues, YHVH Elohím al hombre, y lo puso en el jardín del Edén, para que lo labrara y lo guardara.
16 Y YHVH Elohím mandó al hombre, diciendo: De todo árbol del jardín podrás comer;
17 pero del árbol de la ciencia del bien y del mal no comerás; porque el día que comas de él, muerto morirás.
18 Y dijo YHVH Elohím: No es bueno que el hombre esté solo; le haré ayuda antagónica para él.
19 YHVH Elohím formó, pues, de la tierra toda bestia del campo, y toda ave de los cielos, y las trajo a Adám para que viera cómo las había de llamar; y todo lo que Adám llamó a los animales vivientes, ese es su nombre.
(3ra Aliyá) 20 Y puso Adám nombre a todo animal y ave de los cielos y a todo ganado del campo; pero para Adám no se halló ayuda antagónica para él.
21 Entonces YHVH Elohím hizo caer sueño profundo sobre Adám, y mientras éste dormía, tomó una de sus costados, y cerró la carne en su lugar.
22 Y del costado que YHVH Elohím tomó del hombre, hizo una mujer, y la trajo al hombre.
23 Dijo entonces Adám: Esto es ahora hueso de mis huesos y carne de mi carne; ésta será llamada mujer (ishá), porque del hombre (Ish) fue tomada.
24 Por tanto, dejará el hombre a su padre y a su madre, y se unirá a su mujer, y serán una sola carne.
25 Y estaban ambos desnudos, Adám y su mujer, y no se avergonzaban.
La desobediencia del hombre
1 Pero la serpiente [macho] era astuta, más que todos los animales del campo que YHVH Elohím había hecho; la cual dijo a la mujer: ¿Conque Elohím les ha dicho: No coman de todo árbol del jardín?
2 Y la mujer respondió a la serpiente: Del fruto de los árboles del jardín podemos comer;
3 pero del fruto del árbol que está en medio del jardín dijo Elohím: No comerás de él, ni le tocaras, para que no mueras.
4 Entonces la serpiente dijo a la mujer: No morirás;
5 sino que Elohím sabe que el día que coman de él, sus ojos serán abiertos, y serán como Elohím, sabiendo el bien y el mal.
6 Y vio la mujer que el árbol era bueno para comer, y que era agradable a los ojos, y árbol codiciable para alcanzar la sabiduría; y tomó de su fruto, y comió; y dio también a su marido, el cual comió así como ella.
7 Entonces fueron abiertos los ojos de ambos, y conocieron que estaban desnudos; entonces cosieron hojas de higuera, y se hicieron delantales.
8 Y oyeron la voz de YHVH Elohím que se paseaba en el jardín, al aire del día; y el hombre y su mujer se escondieron de la presencia de YHVH Elohím entre los árboles del jardín.
9 Pero YHVH Elohím llamó al hombre, y le dijo: ¿Dónde estás tú?
10 Y él respondió: Oí tu voz en el jardín, y tuve miedo, porque estaba desnudo; y me escondí.
11 Y Elohím le dijo: ¿Quién te enseñó que estabas desnudo? ¿Has comido del árbol de que yo te mandé que no comieras?
12 Y el hombre respondió: La mujer que me diste por compañera me dio del árbol, y yo comí.
13 Entonces YHVH Elohím dijo a la mujer: ¿Qué es lo que has hecho? Y dijo la mujer: La serpiente me engañó, y comí.
14 Y YHVH Elohím dijo a la serpiente: Por cuanto esto hiciste, maldita serás entre todos los animales y entre todos los animales del campo; sobre tu pecho andarás, y polvo comerás todos los días de tu vida.
15 Y pondré enemistad entre ti y la mujer, y entre tu simiente y la simiente de ella; ésta te herirá en la cabeza, y tú le herirás en el talón.
16 A la mujer dijo: Multiplicaré en gran manera los dolores en tus embarazos; con dolor darás a luz los hijos; y tu deseo será para tu marido, y él se enseñoreará de ti.
17 Y al hombre dijo: Por cuanto obedeciste a la voz de tu mujer, y comiste del árbol de que te mandé diciendo: No comerás de él; maldita será la tierra por tu causa; con dolor comerás de ella todos los días de tu vida.
18 Espinos y cardos te producirá, y comerás plantas del campo.
19 Con el sudor de tu rostro comerás el pan hasta que vuelvas a la tierra, porque de ella fuiste tomado; pues polvo eres, y al polvo volverás.
20 Y llamó Adám el nombre de su mujer, Javá, por cuanto ella era madre de todos los vivientes.
21 Y YHVH Elohím hizo al hombre y a su mujer túnicas de pieles, y los vistió.
(4ta Aliyá) 22 Y dijo YHVH Elohím: He aquí el hombre es como uno de nosotros, sabiendo el bien y el mal; ahora, pues, que no alargue su mano, y tome también del árbol de la vida, y coma, y viva para siempre.
23 Y YHVH lo sacó del jardín del Edén, para que labrara la tierra de que fue tomado.
24 Echó, pues, fuera al hombre, y puso keruvím (querubines) al este del jardín del Edén, y una espada encendida que se revolvía por todos lados, para guardar el camino del árbol de la vida.
Kaín y Hével
1 Conoció Adám a su mujer Javá, la cual concibió y dio a luz a Kaín, y dijo: Por voluntad de YHVH he adquirido varón.
2 Después dio a luz a su hermano Hével. Y Hével fue pastor de ovejas, y Kaín fue labrador de la tierra.
3 Y aconteció andando el tiempo, que Kaín trajo del fruto de la tierra una ofrenda a YHVH.
4 Y Hével trajo también de los primogénitos de sus ovejas, de lo más gordo de ellas. Y miró YHVH con agrado a Hével y a su ofrenda;
5 pero no miró con agrado a Kaín y a su ofrenda. Y se ensañó Kaín en gran manera, y decayó su semblante.
6 Entonces YHVH dijo a Kaín: ¿Por qué te has ensañado, y por qué ha decaído tu semblante?
7 Si haces bien, ¿no serás enaltecido? y si no haces bien, el error está a la puerta; con todo esto, a ti será su deseo, y tú te enseñorearás de él.
8 Y dijo Kaín a su hermano Hével: Salgamos al campo. Y aconteció que estando ellos en el campo, Kaín se levantó contra su hermano Hével, y lo mató.
9 Y YHVH dijo a Kaín: ¿Dónde está Hével tu hermano? Y él respondió: No sé.
¿Soy yo acaso guarda de mi hermano?
10 Y Él le dijo: ¿Qué has hecho? La voz de la sangre de tu hermano clama a mí desde la tierra.
11 Ahora, pues, maldito seas tú de la tierra, que abrió su boca para recibir de tu mano la sangre de tu hermano.
12 Cuando labres la tierra, no te volverá a dar su fuerza; errante y extranjero serás en la tierra.
13 Y dijo Kaín a YHVH: Grande es mi castigo para ser soportado.
14 He aquí me echas hoy de la tierra, y de tu presencia me esconderé, y seré errante y extranjero en la tierra; y sucederá que cualquiera que me encuentre, me matará.
15 Y le respondió YHVH: Ciertamente cualquiera que mate a Kaín, será castigado siete veces. Entonces YHVH puso señal en Kaín, para que no lo matara cualquiera que le encontrara.
Descendientes de Kaín
16 Salió, pues, Kaín de delante de YHVH, y habitó en tierra de Nód, al este de Edén.
17 Y conoció Kaín a su mujer, la cual concibió y dio a luz a Janój; y edificó una ciudad, y llamó el nombre de la ciudad del nombre de su hijo, Janój.
18 Y a Janój le nació Irad, e Irad engendró a Mejúyaél, y Mejúyaél engendró a Metúshaél, y Metúshaél engendró a Lémej.
(5ta Aliyá) 19 Y Lémej tomó para sí dos mujeres; el nombre de la una fue Adá, y el nombre de la otra, Tzilá.
20 Y Adá dio a luz a Yavál, el cual fue padre de los que habitan en tiendas y crían ganados.
21 Y el nombre de su hermano fue Yuvál, el cual fue padre de todos los que tocan arpa y flauta.
22 Y Tzilá también dio a luz a Túval-qaín, artífice de toda obra de cobre y de hierro; y la hermana de Túval-kaín fue Ná’amá.
(6ta Aliyá) 23 Y dijo Lémej a sus mujeres: Adá y Tzilá, oigan mi voz; Mujeres de Lémej, escuchen mi dicho: Que un varón mataré por mi herida, Y un joven por mi golpe.
24 Si siete veces será vengado Kaín, Lémej en verdad lo será setenta veces siete.
25 Y conoció de nuevo Adám a su mujer, la cual dio a luz un hijo, y llamó su nombre Shét: Porque (dijo ella) Elohím me ha sustituido otro hijo en lugar de Hével, a quien mató Kaín.
26 Y a Shét también le nació un hijo, y llamó su nombre Enósh. Entonces se profanó al invocar el nombre de YHVH.
Descendientes de Adám
1 Este es el libro de las generaciones de Adám. El día en que creó Elohím al hombre, a semejanza de Elohím lo hizo.
2 Varón y hembra los creó; y los bendijo, y llamó el nombre de ellos Adám, el día en que fueron creados.
3 Y vivió Adám ciento treinta años, y engendró un hijo a su semejanza, conforme a su imagen, y llamó su nombre Shét.
4 Y fueron los días de Adám después que engendró a Shét, ochocientos años, y engendró hijos e hijas.
5 Y fueron todos los días que vivió Adám novecientos treinta años; y murió.
6 Vivió Shét ciento cinco años, y engendró a Enósh.
7 Y vivió Shét, después que engendró a Enósh, ochocientos siete años, y engendró hijos e hijas.
8 Y fueron todos los días de Shét novecientos doce años; y murió.
9 Vivió Enósh noventa años, y engendró a Kenán.
10 Y vivió Enósh, después que engendró a Kenán, ochocientos quince años, y engendró hijos e hijas.
11 Y fueron todos los días de Enósh (Enós) novecientos cinco años; y murió.
12 Vivió Keinán setenta años, y engendró a Máhalalél.
13 Y vivió Keinán, después que engendró a Máhalalél, ochocientos cuarenta años, y engendró hijos e hijas.
14 Y fueron todos los días de Keinán (Cainán) novecientos diez años; y murió.
15 Vivió Máhalalél sesenta y cinco años, y engendró a Yéred.
16 Y vivió Máhalalél, después que engendró a Yéred, ochocientos treinta años, y engendró hijos e hijas.
17 Y fueron todos los días de Máhalalél ochocientos noventa y cinco años; y murió.
18 Vivió Yéred ciento sesenta y dos años, y engendró a Janój.
19 Y vivió Yéred, después que engendró a Janój, ochocientos años, y engendró hijos e hijas.
20 Y fueron todos los días de Yéred novecientos sesenta y dos años; y murió.
21 Vivió Janój sesenta y cinco años, y engendró a Metushálaj.
22 Y trescientos años después que engendró a Metushélaj, y engendró hijos e hijas, caminó Janój con Elohím.
23 Y fueron todos los días de Janój trescientos sesenta y cinco años.
24 Caminó Janój con Elohím, y desapareció, porque le llevó Elohím.
(7ma Aliyá) 25 Vivió Metushélaj ciento ochenta y siete años, y engendró a Lémej.
26 Y vivió Metushélaj, después que engendró a Lémej, setecientos ochenta y dos años, y engendró hijos e hijas.
27 Fueron, pues, todos los días de Metushélaj novecientos sesenta y nueve años; y murió.
28 Vivió Lémej ciento ochenta y dos años, y engendró un hijo;
29 y llamó su nombre Nóaj, diciendo: Este nos aliviará de nuestras obras y del trabajo de nuestras manos, a causa de la tierra que YHVH maldijo.
30 Y vivió Lémej, después que engendró a Nóaj, quinientos noventa y cinco años, y engendró hijos e hijas.
31 Y fueron todos los días de Lémej setecientos setenta y siete años; y murió.
32 Y siendo Nóaj de quinientos años, engendró a Shém, a Jám y a Yáfet.
La humanidad se corrompe
1 Aconteció que cuando comenzaron los seres humanos a multiplicarse sobre la superficie de la tierra, y les nacieron hijas,
2 que viendo los hijos de Elohím que las hijas de los hombres eran hermosas, tomaron para sí mujeres, escogiendo entre todas.
3 Y dijo YHVH: No contenderá mi espíritu con el hombre para siempre, porque ciertamente él es carne; pero serán sus días ciento veinte años.
4 En aquellos días había nefilím en la tierra, y también después que se llegaron los hijos de Elohím a las hijas de los hombres, y les engendraron hijos. Estos fueron los valientes que desde la antigüedad fueron varones de renombre.
(Maftir) 5 Y vio YHVH que la maldad de los hombres era mucha en la tierra, y que todo designio de los pensamientos del corazón de ellos era de continuo solamente el mal.
6 Y se entristeció YHVH de haber hecho hombre en la tierra, y le dolió en su corazón.
7 Y dijo YHVH: Raeré de sobre la superficie de la tierra a los hombres que he creado, desde el hombre hasta la bestia, y hasta el reptil y las aves del cielo; pues sufro de haberlos hecho.
8 Pero Nóaj halló favor ante los ojos de YHVH.
Parashat Nóaj
Construcción del arca
(1ra Aliyá) 9 Estas son las generaciones de Nóaj: Nóaj, varón justo, era perfecto en sus generaciones; con Elohím caminó Nóaj.
10 Y engendró Nóaj tres hijos: a Shém, a Jám y a Yáfet.
11 Y se corrompió la tierra delante de Elohím, y estaba la tierra llena de violencia.
12 Y miró Elohím la tierra, y he aquí que estaba corrompida; porque toda carne había corrompido su camino sobre la tierra.
13 Dijo, pues, Elohím a Nóaj: He decidido el fin de todo ser, porque la tierra está llena de violencia a causa de ellos; y he aquí que yo los destruiré con la tierra.
14 Hazte un arca de madera de gofer; harás aposentos en el arca, y la calafatearás con brea por dentro y por fuera.
15 Y de esta manera la harás: de trescientos codos la longitud del arca, de cincuenta codos su anchura, y de treinta codos su altura.
16 Una ventana harás al arca, y la acabarás a un codo de elevación por la parte de arriba; y pondrás la puerta del arca a su lado; y le harás piso bajo, segundo y tercero.
17 Y he aquí que yo traigo un diluvio de aguas sobre la tierra, para destruir toda carne en que haya espíritu de vida debajo del cielo; todo lo que hay en la tierra morirá.
18 Pero estableceré mi pacto contigo, y entrarás en el arca tú, tus hijos, tu mujer, y las mujeres de tus hijos contigo.
19 Y de todo lo que vive, de toda carne, dos de cada especie meterás en el arca, para que tengan vida contigo; macho y hembra serán.
20 De las aves según su especie, y de los animales según su especie, de todo reptil de la tierra según su especie, dos de cada especie entrarán contigo, para que tengan vida.
21 Y toma contigo de todo alimento que se come, y almacénalo, y servirá de sustento para ti y para ellos.
22 Y lo hizo así Nóaj; hizo conforme a todo lo que Elohím le mandó.
Animales se refugian en el arca
1 (2da Aliyá) Dijo luego YHVH a Nóaj: Entra tú y toda tu casa en el arca; porque a ti he visto justo delante de mí en esta generación.
2 De todo animal puro tomarás siete parejas, macho y su hembra; pero de los animales que no son puros, una pareja, el macho y su hembra.
3 También de las aves de los cielos, siete parejas, macho y hembra, para conservar viva la especie sobre la faz de la tierra.
4 Porque pasados aún siete días, yo haré llover sobre la tierra cuarenta días y cuarenta noches; y raeré de sobre la superficie de la tierra a todo ser viviente que hice.
5 E hizo Nóaj conforme a todo lo que le mandó YHVH.
6 Era Nóaj de seiscientos años cuando vino el diluvio de las aguas sobre la tierra.
7 Y por causa de las aguas del diluvio entró Nóaj al arca, y con él sus hijos, su mujer, y las mujeres de sus hijos.
8 De los animales puros, y de los animales que no eran puros, y de las aves, y de todo lo que se arrastra sobre la tierra,
9 de dos en dos entraron con Nóaj en el arca; macho y hembra, como mandó Elohím a Nóaj.
Comienzo del diluvio
10 Y sucedió que al séptimo día las aguas del diluvio vinieron sobre la tierra.
11 En el año seiscientos de la vida de Nóaj, a los diecisiete días del segundo mes, aquel día fueron rotas todas las fuentes del grande abismo, y las cataratas de los cielos fueron abiertas,
12 y hubo lluvia sobre la tierra cuarenta días y cuarenta noches.
13 En este mismo día entraron Nóaj, y Shém, Jám y Yáfet hijos de Nóaj, la mujer de Nóaj, y las tres mujeres de sus hijos, con él en el arca;
14 ellos, y todos los animales silvestres; según sus especies, y todos los animales domesticados según sus especies, y todo reptil que se arrastra sobre la tierra según su especie, y toda ave según su especie, y todo pájaro de toda especie.
15 Vinieron, pues, con Nóaj al arca, de dos en dos de toda carne en que había espíritu de vida.
16 Y los que vinieron, macho y hembra de toda carne vinieron, como le había mandado Elohím; y YHVH le cerró la puerta.
(3ra Aliyá) 17 Y fue el diluvio cuarenta días sobre la tierra; y las aguas crecieron, y alzaron el arca, y se elevó sobre la tierra.
18 Y subieron las aguas y crecieron en gran manera sobre la tierra; y flotaba el arca sobre la superficie de las aguas.
19 Y las aguas subieron mucho sobre la tierra; y todos los montes altos que había debajo de todos los cielos, fueron cubiertos.
20 Quince codos más alto subieron las aguas, después que fueron cubiertos los montes.
21 Y murió toda carne que se mueve sobre la tierra, así de aves como de ganado y de bestias, y de todo reptil que se arrastra sobre la tierra, y todo hombre.
22 Todo lo que tenía aliento de espíritu de vida en sus narices, todo lo que había en la tierra, murió.
23 Así fue destruido todo ser que vivía sobre la superficie de la tierra, desde el hombre hasta la bestia, los reptiles, y las aves del cielo; y fueron raídos de la tierra, y quedó solamente Nóaj, y los que con él estaban en el arca.
24 Y prevalecieron las aguas sobre la tierra ciento cincuenta días.
Fin del diluvio
1 Y se acordó Elohím de Nóaj, y de todos los animales, y de todos los animales que estaban con él en el arca; e hizo pasar Elohím un viento sobre la tierra, y disminuyeron las aguas.
2 Y se cerraron las fuentes del abismo y las cataratas de los cielos; y la lluvia de los cielos fue detenida.
3 Y las aguas decrecían gradualmente de sobre la tierra; y se retiraron las aguas al cabo de ciento cincuenta días.
4 Y reposó el arca en el séptimo mes, a los diecisiete días del mes, sobre los montes de Ararat.
5 Y las aguas fueron decreciendo hasta el décimo mes; en el primero del mes décimo se descubrieron las cimas de los montes.
6 Sucedió que al cabo de cuarenta días abrió Nóaj la ventana del arca que había hecho,
7 y envió un cuervo, el cual salió, y estuvo yendo y volviendo hasta que las aguas se secaron sobre la tierra.
8 Envió también de sí una paloma, para ver si las aguas se habían retirado de sobre la faz de la tierra.
9 Y no halló la paloma donde sentar la planta de su pie, y volvió a él al arca, porque las aguas estaban aún sobre la superficie de toda la tierra. Entonces él extendió su mano, y tomándola, la hizo entrar consigo en el arca.
10 Esperó aún otros siete días, y volvió a enviar la paloma fuera del arca.
11 Y la paloma volvió a él a la hora de la tarde; y he aquí que traía una hoja de olivo en el pico; y entendió Nóaj que las aguas se habían retirado de sobre la tierra.
12 Y esperó aún otros siete días, y envió la paloma, la cual ya no volvió más a él.
13 Y sucedió que en el primer día del primer mes del año seiscientos uno de Nóaj, las aguas se secaron sobre la tierra; y quitó Nóaj la cubierta del arca, y miró, y he aquí que la superficie de la tierra estaba seca.
14 Y en el segundo mes, a los veintisiete días del mes, se secó la tierra.
(4ta Aliyá) 15 Entonces habló Elohím a Nóaj, diciendo:
16 Sal del arca tú, y tu mujer, y tus hijos, y las mujeres de tus hijos contigo.
17 Todos los animales que están contigo de toda carne, de aves y de bestias y de todo reptil que se arrastra sobre la tierra, sacarás contigo; y vayan por la tierra, y fructifiquen y multiplíquense sobre la tierra.
18 Entonces salió Nóaj, y sus hijos, su mujer, y las mujeres de sus hijos con él.
19 Todos los animales, y todo reptil y toda ave, todo lo que se mueve sobre la tierra según sus especies, salieron del arca.
20 Y edificó Nóaj un altar a YHVH, y tomó de todo animal puro y de toda ave pura, y ofreció ofrenda de ascensión en el altar.
21 Y percibió YHVH olor grato; y dijo YHVH en su corazón: No volveré más a maldecir la tierra por causa del hombre; porque el intento del corazón del hombre es malo desde su juventud; ni volveré más a destruir todo ser viviente, como he hecho.
22 Mientras la tierra permanezca, no cesarán la sementera y la siega, el frío y el calor, el verano y el invierno, y el día y la noche.
Repoblación de la tierra
1 Bendijo Elohím a Nóaj y a sus hijos, y les dijo: fructifiquen y multiplíquense, y llenen la tierra.
2 El temor y el miedo de ustedes estarán sobre todo animal de la tierra, y sobre toda ave de los cielos, en todo lo que se mueva sobre la tierra, y en todos los peces del mar; son entregados en sus manos.
3 Todo lo que se mueve y vive, les será para mantenimiento: así como las legumbres y plantas verdes, se los he dado todo.
4 Pero carne con su vida, que es su sangre, no comerán.
5 Porque ciertamente demandaré la sangre de sus vidas; de mano de todo animal la demandaré, y de mano del hombre; de mano del varón su hermano demandaré la vida del hombre.
6 El que derrame sangre de hombre, por el hombre su sangre será derramada; porque a imagen de Elohím es hecho el hombre.
7 Pero ustedes fructifiquen y multiplíquense; procreen abundantemente en la tierra, y multiplíquense en ella.
YHVH hace pacto con Nóaj
(5ta Aliyá) 8 Y habló Elohím a Nóaj y a sus hijos con él, diciendo:
9 He aquí que yo establezco mi pacto con ustedes, y con sus descendientes después de ustedes;
10 y con todo ser viviente que está con ustedes; aves, animales y toda bestia de la tierra que está con ustedes, desde todos los que salieron del arca hasta todo animal de la tierra.
11 Estableceré mi pacto con ustedes, y ya no exterminaré más toda carne con aguas de diluvio, ni habrá más diluvio para destruir la tierra.
12 Y dijo Elohím: Esta es la señal del pacto que yo establezco entre mí y ustedes y todo ser viviente que está con ustedes, por siglos perpetuos:
13 Mi arco he puesto en las nubes, el cual será por señal del pacto entre mí y la tierra.
14 Y sucederá que cuando haga venir nubes sobre la tierra, entonces se dejará ver mi arco en
las nubes.
15 Y me acordaré del pacto mío, que hay entre mí y ustedes y todo ser viviente de toda carne; y no habrá más diluvio de aguas para destruir toda carne.
16 Estará el arco en las nubes, y lo veré, y me acordaré del pacto perpetuo entre Elohím y todo ser viviente, con toda carne que hay sobre la tierra.
17 Dijo, pues, Elohím a Nóaj: Esta es la señal del pacto que he establecido entre mí y toda carne que está sobre la tierra.
(6ta Aliyá) 18 Y los hijos de Nóaj que salieron del arca fueron Shém, Jám y Yáfet; y Jám es el padre de Kená’an.
Nóaj se embriaga
19 Estos tres son los hijos de Nóaj, y de ellos fue llena toda la tierra.
20 Después comenzó Nóaj a labrar la tierra, y plantó una viña;
21 y bebió del vino, y se embriagó, y estaba descubierto en medio de su tienda.
22 Y Jám, padre de Kená’an, vio la desnudez de su padre, y lo dijo a sus dos hermanos que estaban afuera.
23 Entonces Shém y Yáfet tomaron la ropa, y la pusieron sobre sus propios hombros, y andando hacia atrás, cubrieron la desnudez de su padre, teniendo vueltos sus rostros, y así no vieron la desnudez de su padre.
24 Y despertó Nóaj de su embriaguez, y supo lo que le había hecho su hijo más joven,
25 y dijo: Maldito sea Kená’an; siervo de siervos será a sus hermanos.
26 Además dijo: Bendito por YHVH mi Elohím sea Shém, y sea Kená’an su siervo.
27 Engrandezca Elohím a Yáfet, y habite en las tiendas de Shém, y sea Kená’an su siervo.
28 Y vivió Nóaj después del diluvio trescientos cincuenta años.
29 Y fueron todos los días de Nóaj novecientos cincuenta años; y murió.
Descendientes de Nóaj
1 Estas son las generaciones de los hijos de Nóaj: Shém, Jám y Yáfet, a quienes nacieron hijos después del diluvio.
2 Los hijos de Yáfet: Gomer, Magog, Madai, Yaván, Túval, Meshej y Tiras.
3 Los hijos de Gomer: Ashkenaz, Rifat y Togarmá.
4 Los hijos de Javán: Elishá, Tarshish, Kitím y Dodaním.
5 De éstos se poblaron las costas, cada cual según su lengua, conforme a sus familias en sus naciones.
6 Los hijos de Jám: Kush, Mitzráim, Put y Kená’an.
7 Los hijos de Kush: Shevá, Javilá, Savtá, Raamá y Savtejá. Y los hijos de Raama: Shevá y Dedán.
8 Y Kush engendró a Nimrod, quien llegó a ser el primer poderoso en la tierra.
9 Este fue vigoroso cazador delante de YHVH; por lo cual se dice: Así como Nimrod, vigoroso cazador delante de YHVH.
10 Y fue el comienzo de su reino Bavél, Erej, Akád y Kalné, en la tierra de Shin’ár.
11 De esta tierra salió para Ashúr, y edificó Nínvé, Rejovót, Kálaj,
12 y Résen entre Nínvé y Kálaj, la cual es ciudad grande.
13 Mitzráim engendró a Ludím, a Anamím, a Lehavím, a Naftujím,
14 a Patrusím, a Kashluhím, de donde salieron los pelishtím, y a Kaftorím.
15 Kená’an engendró a Tzidón su primogénito, a Jét,
16 al yevusí, al emorí, al girgashí,
17 al jiví, al arkí, al siní,
18 al arví, al zemarí y al jamatí; y después se dispersaron las familias del kena’aní.
19 Y fue el territorio del kena’aní desde Tzidón, en dirección a Gerár, hasta Ad-azá (Gaza); y en dirección de Sedóm, Amorá, Admá y Tzevoím, hasta Lásha.
20 Estos son los hijos de Jám por sus familias, por sus lenguas, en sus tierras, en sus naciones.
21 También le nacieron hijos a Shém, padre de todos los hijos de Éver, y hermano mayor de Yáfet.
22 Los hijos de Shém fueron Elam, Ashúr, Arpajshád, Lud y Aram.
23 Y los hijos de Aram: Útz, Júl, Géter y Másh.
24 Arpajshád engendró a Sheláj, y Sheláj engendró a Éver.
25 Y a Éver nacieron dos hijos: el nombre del uno fue Peleg, porque en sus días fue repartida la tierra; y el nombre de su hermano, Yoqtán.
26 Y Yoqtán engendró a Almodad, Tzelef, Jatzarmávet, Yáraj,
27 Adoram, Uzal, Diqlá,
28 Oval, Avímaél, Shevá,
29 Ofír, Javilá y Yováv; todos estos fueron hijos de Yoqtán.
30 Y la tierra en que habitaron fue desde Meshá en dirección de Sefará, hasta la región montañosa del este.
31 Estos fueron los hijos de Shém por sus familias, por sus lenguas, en sus tierras, en sus naciones.
32 Estas son las familias de los hijos de Nóaj por sus descendencias, en sus naciones; y de éstos se esparcieron las naciones en la tierra después del diluvio.
La torre de Bavél
(7ta Aliyá) 1 Tenía entonces toda la tierra una sola lengua y unas mismas palabras.
2 Y aconteció que cuando salieron de este, hallaron una llanura en la tierra de Shin’ár, y se establecieron allí.
3 Y se dijeron unos a otros: Vamos, hagamos ladrillo y cozámoslo con fuego. Y les sirvió el ladrillo en lugar de piedra, y el asfalto en lugar de mezcla.
4 Y dijeron: Vamos, edifiquémonos una ciudad y una torre, cuya cúspide llegue al cielo; y hagámonos un nombre, por si fuéremos esparcidos sobre la faz de toda la tierra.
5 Y descendió YHVH para ver la ciudad y la torre que edificaban los hijos de los hombres.
6 Y dijo YHVH: He aquí el pueblo es uno, y todos éstos tienen un solo lenguaje; y han comenzado la obra, y nada les hará desistir ahora de lo que han pensado hacer.
7 Ahora, pues, descendamos, y confundamos allí su lengua, para que ninguno entienda el habla de su compañero.
8 Así los esparció YHVH desde allí sobre la superficie de toda la tierra, y dejaron de edificar la ciudad.
9 Por esto fue llamado el nombre de ella Babel, porque allí confundió YHVH el lenguaje de toda la tierra, y desde allí los esparció sobre la superficie de toda la tierra.
10 Estas son las generaciones de Shém: Shém, de edad de cien años, engendró a Arpajshád, dos años después del diluvio.
11 Y vivió Shém, después que engendró a Arpajshád, quinientos años, y engendró hijos e hijas.
12 Arpajshád vivió treinta y cinco años, y engendró a Sala.
13 Y vivió Arpajshád, después que engendró a Sala, cuatrocientos tres años, y engendró hijos e hijas.
14 Sala vivió treinta años, y engendró a Éver.
15 Y vivió Sala, después que engendró a Éver, cuatrocientos tres años, y engendró hijos e hijas.
16 Éver vivió treinta y cuatro años, y engendró a Peleg.
17 Y vivió Éver, después que engendró a Peleg, cuatrocientos treinta años, y engendró hijos e hijas.
18 Peleg vivió treinta años, y engendró a Reu.
19 Y vivió Peleg, después que engendró a Reu, doscientos nueve años, y engendró hijos e hijas.
20 Reu vivió treinta y dos años, y engendró a Serúg.
21 Y vivió Reu, después que engendró a Serúg, doscientos siete años, y engendró hijos e hijas.
22 Serúg vivió treinta años, y engendró a Najór.
23 Y vivió Serúg, después que engendró a Najór, doscientos años, y engendró hijos e hijas.
24 Najór vivió veintinueve años, y engendró a Téraj.
25 Y vivió Najór, después que engendró a Téraj, ciento diecinueve años, y engendró hijos e hijas.
26 Téraj vivió setenta años, y engendró a Avrám, a Najór y a Jarán.
27 Estas son las generaciones de Téraj: Téraj engendró a Avrám, a Najór y a Jarán; y Jarán engendró a Lót.
28 Y murió Jarán antes que su padre Téraj en la tierra de su nacimiento, en Ur de los Kasdím.
(Maftir) 29 Y tomaron Avrám y Najór para sí mujeres; el nombre de la mujer de Avrám era Sarái, y el nombre de la mujer de Najór, Milqá, hija de Jarán, padre de Milqá y de Ishqá.
30 Pero Sarái era estéril, y no tenía hijo.
31 Y tomó Téraj a Avrám su hijo, y a Lót hijo de Jarán, hijo de su hijo, y a Sarái su nuera, mujer de Avrám su hijo, y salió con ellos de Ur de los Kasdím, para ir a la tierra de Kená’an; y vinieron hasta Jarán, y se quedaron allí.
32 Y fueron los días de Téraj doscientos cinco años; y murió Téraj en Jarán.
Parashat Lej-Lejá
YHVH llama a Avrám
(1ra Aliyá) 1 YHVH había dicho a Avrám: Vete para ti de tu tierra y de tu parentela, y de la casa de tu padre, a la tierra que te mostraré.
2 Y haré de ti una nación grande, y te bendeciré,
y engrandeceré tu nombre, y serás bendición.
3 Bendeciré a los que te bendigan, y a los que te maldigan maldeciré; y serán benditas en ti todas las familias de la tierra.
4 Y se fue Avrám, como YHVH le dijo; y Lót fue con él. Y era Avrám de edad de setenta y cinco años cuando salió de Jarán.
Avrám se dirige a Kená’an
5 Tomó, pues, Avrám a Sarái su mujer, y a Lót hijo de su hermano, y todos sus bienes que habían ganado y las personas que habían adquirido en Jarán, y salieron para ir a tierra de Kená’an; y a tierra de Kená’an llegaron.
Avrám en Shejém
6 Y pasó Avrám por aquella tierra hasta el lugar de Shejém, hasta el encino de More; y el kená’aní estaba entonces en la tierra.
7 Y apareció YHVH a Avrám, y le dijo: A tu descendencia daré esta tierra. Y edificó allí un altar a YHVH, quien le había aparecido.
8 Luego se pasó de allí a un monte al este de Bét-Él, y plantó su tienda, teniendo a Bét-Él al oeste y Hai al este; y edificó allí altar a YHVH, e invocó el nombre de YHVH.
9 Y Avrám partió de allí, caminando y yendo hacia el sur (négev).
Avrám reside en Mitzráim
10 Hubo entonces hambre en la tierra, y descendió Avrám a Mitzráim para morar allá; porque era grande el hambre en la tierra.
11 Y aconteció que cuando estaba para entrar en Mitzráim, dijo a Sarái su mujer: He aquí, ahora conozco que eres mujer de hermoso aspecto;
12 y cuando te vean los mitzrím (egipcios), dirán: Su mujer es; y me matarán a mí, y a ti te reservarán la vida.
13 Ahora, pues, di que eres mi hermana, para que me vaya bien por causa tuya, y viva mi alma por causa de ti.
(2da Aliyá) 14 Y aconteció que cuando entró Avrám en Mitzráim (Egipto), los mitzrím (egipcios) vieron que la mujer era hermosa en gran manera.
15 También la vieron los príncipes de Paró, y la alabaron delante de él; y fue llevada la mujer a casa de Paró.
16 E hizo bien a Avrám por causa de ella; y él tuvo ovejas, vacas, asnos, siervos, criadas, asnas y camellos.
17 Pero YHVH hirió a Paró y a su casa con grandes plagas, por causa de Sarái mujer de Avrám.
18 Entonces Paró llamó a Avrám, y le dijo: ¿Qué es esto que has hecho conmigo? ¿Por qué no me declaraste que era tu mujer?
19 ¿Por qué dijiste: Es mi hermana, poniéndome en ocasión de tomarla para mí por mujer? Ahora, pues, he aquí tu mujer; tómala, y vete.
20 Entonces Paró dio orden a su gente acerca de Avrám; y le acompañaron, y a su mujer, con todo lo que tenía.
Avrám y Lót se separan
1 Subió Avrám de Mitzráim hacia el sur (négev), él y su mujer, con todo lo que tenía, y con él Lót.
2 Y Avrám era riquísimo en ganado, en plata y en oro.
3 Y volvió por sus jornadas desde el Négev hacia Bét-Él, hasta el lugar donde había estado antes su tienda entre Bét-Él y Hai,
4 al lugar del altar que había hecho allí antes; e invocó allí Avrám el nombre de YHVH.
(3ra Aliyá) 5 También Lót, que andaba con Avrám, tenía ovejas, vacas y tiendas.
6 Y la tierra no era suficiente para que habitaran juntos, pues sus posesiones eran muchas, y no podían morar en un mismo lugar.
7 Hubo contienda entre los pastores del ganado de Avrám y los del ganado de Lót; y el kená’aní y el perizí habitaban entonces en la tierra.
8 Avrám dijo a Lót: No haya ahora altercado entre nosotros dos, entre mis pastores y los tuyos, porque somos hermanos.
9 ¿No está toda la tierra delante de ti? Yo te ruego que te apartes de mí. Si vas a la mano izquierda, yo iré a la derecha; y si tú a la derecha, yo iré a la izquierda.
10 Y alzó Lót sus ojos, y vio toda la llanura del Yardén, que toda ella era de riego, como el jardín de YHVH, como la tierra de Mitzráim (Egipto) en la dirección de Tzoár, antes que destruyera YHVH a Sedóm y a Amorá.
11 Entonces Lót escogió para sí toda la llanura del Yardén; y se fue Lót hacia el este, y se apartaron el uno del otro.
12 Avrám acampó en la tierra de Kená’an, en tanto que Lót habitó en las ciudades de la llanura, y puso sus tiendas hasta Sedóm.
13 Pero los hombres de Sedóm eran malos y transgresores contra YHVH en gran manera.
14 Y después que Lót se apartó de él, YHVH dijo a Avrám: Alza ahora tus ojos, y mira desde el lugar donde estás hacia el norte y el sur, y al este y al oeste.
15 Porque toda la tierra que ves, la daré a ti y a tu descendencia para siempre.
16 Y haré tu descendencia como el polvo de la tierra; que si alguno puede contar el polvo de la tierra, también tu descendencia será contada.
17 Levántate, ve por la tierra a lo largo de ella y a su ancho; porque a ti la daré.
18 Avrám, pues, removiendo su tienda, vino y moró en el encinar de Mamré, que está en Jevrón, y edificó allí altar a YHVH.
Avrám rescata a Lót
(4ta Aliyá) 1 Aconteció en los días de Amrafel rey de Shinár (Sinár), Aríoj rey de El’azar, Kedorlaomer rey de Elam, y Tidal rey de Goim (naciones),
2 que éstos hicieron guerra contra Berá rey de Sedóm, contra Birshá rey de Amorá, contra Shináv rey de Admá, contra Shemever rey de Tzeboim, y contra el rey de Belá, la cual es Tzoár.
3 Todos éstos se juntaron en el valle de Sidim, que es el Mar Salado.
4 Doce años habían servido a Kedorlaomer, y en el decimotercero se rebelaron.
5 En el año decimocuarto vino Kedorlaomer, y los reyes que estaban de su parte, y derrotaron a los refaítas en Ashtarót Karnáim, a los zuzím en Jám, a los emím en Shavé- kiriatáim,
6 y a los jorím en el monte de Se’ír, hasta la llanura de Parán, que está junto al desierto.
7 Y volvieron y vinieron a En-mishpat, que es Kadésh, y devastaron todo el país de los amalekím, y también al emorí que habitaba en Hatzatzon-Tamar.
8 Y salieron el rey de Sedóm, el rey de Amorá, el rey de Adma, el rey de Tzevoím y el rey de Belá, que es Tzoár, y ordenaron contra ellos batalla en el valle de Sidim;
9 esto es, contra Kedorlaomer rey de Elam, Tidal rey de Goim (Naciones), Amrafel rey de Shinár, y Aríoj rey de Elasar; cuatro reyes contra cinco.
10 Y el valle de Sidim estaba lleno de pozos de asfalto; y cuando huyeron el rey de Sedóm y el de Amorá, algunos cayeron allí; y los demás huyeron al monte.
11 Y tomaron toda la riqueza de Sedóm y de Amorá, y todas sus provisiones, y se fueron.
12 Tomaron también a Lót, hijo del hermano de Avrám, que moraba en Sedóm, y sus bienes, y se fueron.
13 Y vino uno de los que escaparon, y lo anunció a Avrám el ivrí (hebreo), que habitaba en el encinar de Mamré el emorí (amorreo), hermano de Eshkol y hermano de Aner, los cuales eran aliados de Avrám.
14 Oyó Avrám que su pariente estaba prisionero, y armó a sus criados, los nacidos en su casa, trescientos dieciocho, y los siguió hasta Dán.
15 Y cayó sobre ellos de noche, él y sus siervos, y les atacó, y les fue siguiendo hasta Hoba al norte de Damaséq.
16 Y recobró todos los bienes, y también a Lót su pariente y sus bienes, y a las mujeres y demás gente.
Avrám y Malkí-Tzédeq
17 Cuando volvía de la derrota de Kedorlaomer y de los reyes que con él estaban, salió el rey de Sedóm a recibirlo al valle de Save, que es el Valle del Rey.
18 Entonces Malkí-Tzédeq, rey de Shalém y kohén del Elión (Elohím Superior), sacó pan y vino;
19 y le bendijo, diciendo: Bendito sea Avrám del Elión, creador de los cielos y de la tierra;
20 y bendito sea el Elión, que entregó tus enemigos en tu mano. Y le dio Avrám los diezmos de todo.
(5ta Aliyá) 21 Entonces el rey de Sedóm dijo a Avrám: Dame las personas, y toma para ti los bienes.
22 Y respondió Avrám al rey de Sedóm: He alzado mi mano a YHVH Elión, creador de los cielos y de la tierra,
23 que desde un hilo hasta una correa de calzado, nada tomaré de todo lo que es tuyo, para que no digas: Yo enriquecí a Avrám;
24 excepto solamente lo que comieron los jóvenes, y la parte de los varones que fueron conmigo, Aner, Eshkol y Mamré, los cuales tomarán su parte.
YHVH pacta con Avrám
1 Después de estas cosas vino la palabra de YHVH a Avrám en visión, diciendo: No temas, Avrám; yo soy tu escudo, y tu galardón será sobremanera grande.
2 Y respondió Avrám: Señor YHVH, ¿qué me darás, siendo así que ando sin hijo, y el mayordomo de mi casa es ese damasceno Eliezer?
3 Dijo también Avrám: Mira que no me has dado prole, y he aquí que será mi heredero un esclavo nacido en mi casa.
4 Luego vino a él palabra de YHVH, diciendo: No te heredará éste, sino un hijo tuyo será el que te heredará.
5 Y lo llevó fuera, y le dijo: Mira ahora los cielos, y cuenta las estrellas, si las puedes contar. Y le dijo: Así será tu descendencia.
6 Y creyó a YHVH, y le fue contado por justicia.
(6ta Aliyá) 7 Y le dijo: Yo soy YHVH, que te saqué de Ur de los kasdím (Caldea), para darte a heredar esta tierra.
8 Y él respondió: Señor YHVH, ¿en qué conoceré que la he de heredar?
9 Y le dijo: Tráeme una becerra de tres años, y una cabra de tres años, y un carnero de tres años, una tórtola también, y un palomino.
10 Y tomó él todo esto, y los partió por la mitad, y puso cada mitad una enfrente de la otra; pero no partió las aves.
11 Y descendían aves de rapiña sobre los cuerpos muertos, y Avrám las ahuyentaba.
12 Pero a la caída del sol sobrecogió el sueño a Avrám, y he aquí que el temor de una grande oscuridad cayó sobre él.
13 Entonces YHVH dijo a Avrám: Ten por cierto que tu descendencia morará en tierra ajena, y será esclava allí, y será oprimida cuatrocientos años.
14 Pero también a la nación a la cual servirán, juzgaré yo; y después de esto saldrán con gran riqueza.
15 Y tú vendrás a tus padres en paz, y serás sepultado en buena vejez.
16 Y en la cuarta generación volverán acá; porque aún no ha llegado a su colmo la maldad del emorí hasta aquí.
17 Y sucedió que puesto el sol, y ya oscurecido, se veía un horno humeando, y una antorcha de fuego que pasaba por entre los animales divididos.
18 En aquel día hizo YHVH un pacto con Avrám, diciendo: A tu descendencia daré esta tierra, desde el río de Mitzráim (Egipto) hasta el río grande, el río Perat;
19 la tierra de los kením, los kenizím los kadmoním,
20 los jitím, los perizím, los refaím,
21 los emorím, los kená’aním, los girgashím y los yevusím.
Hagar y el nacimiento de Ishmaél
1 Sarái mujer de Avrám no le daba hijos; y ella tenía una sierva mitzrít (egipcia), que se llamaba Hagar.
2 Dijo entonces Sarái a Avrám: Ya ves que YHVH me ha hecho estéril; te ruego, pues, que te llegues a mi sierva; quizá tendré hijos de ella. Y atendió Avrám al ruego de Sarái.
3 Y al cabo de diez años que había habitado Avrám en la tierra de Kená’an, Sarái mujer de Avrám tomó a Hagar su sierva mitzrít, y la dio por mujer a Avrám su marido.
4 Y él se llegó a Hagar, la cual concibió; y cuando vio que había concebido, miraba con desprecio a su señora.
5 Entonces Sarái dijo a Avrám: Mi afrenta sea sobre ti; yo te di mi sierva por mujer, y viéndose encinta, me mira con desprecio; juzgue YHVH entre tú y yo.
6 Y respondió Avrám a Sarái: He aquí, tu sierva está en tu mano; haz con ella lo que bien te parezca. Y como Sarái la afligía, ella huyó de su presencia.
7 Y la halló el mensajero de YHVH junto a una fuente de agua en el desierto, junto a la fuente que está en el camino de Shur.
8 Y le dijo: Hagar, sierva de Sarái, ¿de dónde vienes tú, y a dónde vas? Y ella respondió:
Huyo de delante de Sarái mi señora.
9 Y le dijo el mensajero de YHVH: Vuelve a tu señora, y ponte sumisa bajo su mano.
10 Le dijo también el mensajero de YHVH: Multiplicaré tanto tu descendencia, que no podrá ser contada a causa de la multitud.
11 Además le dijo el mensajero de YHVH: He aquí que has concebido, y darás a luz un hijo, y llamarás su nombre Ishmaél, porque YHVH ha oído tu aflicción.
12 Y él será hombre fiero; su mano será contra todos, y la mano de todos contra él, y delante de todos sus hermanos habitará.
13 Entonces llamó el nombre de YHVH que con ella hablaba: Tú eres Elohím que ve; porque dijo: ¿No he visto también aquí al que me ve?
14 Por lo cual llamó al pozo: Pozo del Viviente que me ve. He aquí está entre Kadésh y Bered.
15 Y Hagar dio a luz un hijo a Avrám, y llamó Avrám el nombre del hijo que le dio Hagar, Ishmaél.
16 Era Avrám de edad de ochenta y seis años, cuando Hagar dio a luz a Ishmaél.
YHVH confirma su pacto con Avrám
Era Avrám de edad de noventa y nueve años, cuando le apareció YHVH y le dijo: Yo soy el Él-Shaday; anda delante de mí y sé perfecto.
2 Y pondré mi pacto entre tú y yo, y te multiplicaré en gran manera.
3 Entonces Avrám se postró sobre su rostro, y Elohím habló con él, diciendo:
4 He aquí mi pacto es contigo, y serás padre de muchedumbre de gentes.
5 Y no se llamará más tu nombre Avrám, sino que será tu nombre Avrahám, porque te he puesto por padre de muchedumbre de gentes.
6 Y te multiplicaré en gran manera, y haré naciones de ti, y reyes saldrán de ti.
(7ma Aliyá) 7 Y estableceré mi pacto (alianza) entre tú y yo, y tu descendencia después de ti en sus generaciones, por pacto perpetuo, para ser tu Elohím, y el de tu descendencia después de ti.
8 Y te daré a ti, y a tu descendencia después de ti, la tierra en que moras, toda la tierra de Kená’an en heredad perpetua; y seré el Elohím de ellos.
9 Dijo de nuevo Elohím a Avrahám: En cuanto a ti, guardarás mi pacto, tú y tu descendencia después de ti por sus generaciones.
10 Este es mi pacto, que guardaran entre tú y yo y tu descendencia después de ti: Será circuncidado todo varón de entre ustedes.
11 Circuncidaras, pues, la carne de su prepucio, y será por señal del pacto entre ustedes y yo.
12 Y de edad de ocho días será circuncidado (lit. cortado) todo varón entre ustedes por sus generaciones; el nacido en casa, y el comprado por dinero a cualquier extranjero, que no fuera de tu linaje.
13 Debe ser circuncidado el nacido en tu casa, y el comprado por tu dinero; y estará mi pacto en su carne por pacto perpetuo.
14 Y el varón incircunciso, el que no hubiera circuncidado la carne de su prepucio, aquella persona será cortada de su pueblo; ha violado mi pacto.
15 Dijo también Elohím a Avrahám: A Sarái tu mujer no la llamarás Sarái, sino Sará será su nombre.
16 Y la bendeciré, y también te daré de ella hijo; sí, la bendeciré, y vendrá a ser madre de naciones; reyes de pueblos vendrán de ella.
17 Entonces Avrahám se postró sobre su rostro, y se rio, y dijo en su corazón: ¿A hombre de cien años ha de nacer hijo? ¿Y Sará, ya de noventa años, ha de concebir?
18 Y dijo Avrahám a Elohím: Ojalá Ishmaél viva delante de ti.
19 Respondió Elohím: Ciertamente Sará tu mujer te dará a luz un hijo, y llamarás su nombre Itzjáq; y confirmaré mi pacto con él como pacto perpetuo para sus descendientes después de él.
20 Y en cuanto a Ishmaél, también te he oído; he aquí que le bendeciré, y le haré fructificar y multiplicar mucho en gran manera; doce príncipes engendrará, y haré de él una gran nación.
21 Pero yo estableceré mi pacto con Itzjáq, el que Sará te dará a luz por este tiempo el año que viene.
22 Y acabó de hablar con él, y subió Elohím de estar con Avrahám.
23 Entonces tomó Avrahám a Ishmaél su hijo, y a todos los siervos nacidos en su casa, y a todos los comprados por su dinero, a todo varón entre los domésticos de la casa de Avrahám, y circuncidó la carne del prepucio de ellos en aquel mismo día, como Elohím le había dicho.
(Maftir) 24 Era Avrahám de edad de noventa y nueve años cuando circuncidó la carne de su prepucio.
25 E Ishmaél su hijo era de trece años, cuando fue circuncidada la carne de su prepucio.
26 En el mismo día fueron circuncidados Avrahám e Ishmaél su hijo.
27 Y todos los varones de su casa, el siervo nacido en casa, y el comprado del extranjero por dinero, fueron circuncidados con él.
Parashat Vayerá
Los tres mensajeros
(1ra Aliyá) 1 Después le apareció YHVH en el encinar de Mamré, estando él sentado a la puerta de su tienda en el calor del día.
2 Y alzó sus ojos y miró, y he aquí tres varones que estaban junto a él; y cuando los vio, salió corriendo de la puerta de su tienda a recibirlos, y se postró en tierra,
3 y dijo: Señor, si ahora he hallado gracia en tus ojos, te ruego que no pases de tu siervo.
4 Que se traiga ahora un poco de agua, y lávense sus pies; y recuéstense debajo de un árbol,
5 y traeré un bocado de pan, y sustenten su corazón, y después pasaran; pues por eso han pasado cerca de su siervo. Y ellos dijeron: Haz así como has dicho.
6 Entonces Avrahám fue de prisa a la tienda a Sará, y le dijo: Toma pronto tres medidas de flor de harina, y amasa y haz panes cocidos debajo del rescoldo.
7 Y corrió Avrahám a las vacas, y tomó un becerro tierno y bueno, y lo dio al criado, y éste se dio prisa a prepararlo.
8 Tomó también mantequilla y leche, y el becerro que había preparado, y lo puso delante de ellos; y él se estuvo con ellos debajo del árbol, y comieron.
9 Y le dijeron: ¿Dónde está Sará tu mujer? Y él respondió: Aquí en la tienda.
10 Entonces dijo: De verdad volveré a ti; y según el tiempo de la vida, he aquí que Sará tu mujer tendrá un hijo. Y Sará escuchaba a la puerta de la tienda, que estaba detrás de él.
11 Y Avrahám y Sará eran viejos, de edad avanzada; y a Sará le había cesado ya la costumbre de las mujeres.
12 Se rio Sará entre sí, diciendo: ¿Después que he envejecido tendré deleite, siendo también mi señor ya viejo?
13 Entonces YHVH dijo a Avrahám: ¿Por qué se ha reído Sará diciendo:
¿Será cierto que he de dar a luz siendo ya vieja?
14 ¿Hay para Elohím alguna cosa difícil? Al tiempo señalado volveré a ti, y según el tiempo de la vida, Sará tendrá un hijo.
(2da Aliyá) 15 Entonces Sará negó, diciendo: No me reí; porque tuvo miedo. Y Él dijo: No es así, sino que te has reído.
16 Y los varones se levantaron de allí, y miraron hacia Sedóm; y Avrahám iba con ellos acompañándolos.
17 Y YHVH dijo: ¿Encubriré yo a Avrahám lo que voy a hacer,
18 habiendo de ser Avrahám una nación grande y fuerte, y habiendo de ser benditas en él todas las naciones de la tierra?
19 Porque yo sé que mandará a sus hijos y a su casa después de sí, que guarden el camino de YHVH, haciendo justicia y juicio, para que haga venir YHVH sobre Avrahám lo que ha hablado acerca de él.
Intercesión de Avrahám
20 Entonces YHVH le dijo: Por cuanto el clamor contra Sedóm y Amorá se aumenta más y más, y el error de ellos se ha agravado en extremo,
21 descenderé ahora, y veré si han consumado su obra según el clamor que ha venido hasta mí; y si no, lo sabré.
22 Y se apartaron de allí los varones, y fueron hacia Sedóm; pero Avrahám estaba aún delante de YHVH.
23 Y se acercó Avrahám y dijo: ¿Destruirás también al justo con el impío?
24 Quizá haya cincuenta justos dentro de la ciudad: ¿destruirás también y no perdonarás al lugar por amor a los cincuenta justos que estén dentro de él?
25 Lejos de ti el hacer tal, que hagas morir al justo con el impío, y que sea el justo tratado como el impío; nunca tal hagas. El Juez de toda la tierra, ¿no ha de hacer lo que es justo?
26 Entonces respondió YHVH: Si encuentro cincuenta justos en Sedóm, dentro de la ciudad, perdonaré a todo este lugar por amor a ellos.
27 Y Avrahám replicó y dijo: He aquí ahora que he comenzado a hablar a mi Señor, aunque soy polvo y ceniza.
28 Quizá faltarán de cincuenta justos cinco; ¿destruirás por aquellos cinco toda la ciudad?
Y dijo: No la destruiré, si allí encuentro cuarenta y cinco.
29 Y volvió a hablarle, y dijo: Quizá se hallarán allí cuarenta. Y respondió: No lo haré por amor a los cuarenta.
30 Y dijo: No se enoje ahora mi Señor, si hablo: quizá se hallarán allí treinta. Y respondió: No lo haré si allí encuentro treinta.
31 Y dijo: He aquí ahora que he emprendido el hablar a mi Señor: quizá se hallarán allí veinte. No la destruiré, respondió, por amor a los veinte.
32 Y volvió a decir: No se enoje ahora mi Señor, si hablo solamente una vez: quizá se hallarán allí diez. No la destruiré, respondió, por amor a los diez.
33 Y YHVH se fue, luego que acabó de hablar a Avrahám; y Avrahám volvió a su lugar.
Los mensajeros visitan a Lót
(3ra Aliyá) 1 Llegaron, pues, los dos mensajeros a Sedóm a la caída de la tarde; y Lót estaba sentado a la puerta de Sedóm. Y cuando Lót los vio, se levantó a recibirlos, y se inclinó hacia el suelo,
2 y dijo: Ahora, mis señores, les ruego que vengan y se hospeden en casa de su siervo, y se laven sus pies; y por la mañana se levanten, y sigan su camino. Y ellos respondieron: No, que en la calle nos quedaremos esta noche.
3 Pero él discutió con ellos mucho, y fueron con él, y entraron en su casa; y les hizo banquete, y coció panes sin levadura, y comieron.
4 Pero antes que se acostaran, los hombres de la ciudad rodearon la casa, los varones de Sedóm, todo el pueblo junto, desde el más joven hasta el más viejo.
5 Y llamaron a Lót, y le dijeron: ¿Dónde están los varones que vinieron a ti esta noche? Sácalos, para que los conozcamos.
6 Entonces Lót salió a ellos a la puerta, y cerró la puerta tras sí,
7 y dijo: Les ruego, hermanos míos, que no hagan tal maldad.
8 He aquí ahora yo tengo dos hijas que no han conocido varón; se las sacaré fuera, y hagan de ellas como bien les pareciere; solamente que a estos varones no les hagan nada, pues que vinieron a la sombra de mi tejado.
9 Y ellos respondieron: Quita allá; y añadieron: Vino este extraño para habitar entre nosotros, ¿y habrá de erigirse en juez? Ahora te haremos más mal que a ellos. Y hacían gran violencia al varón, a Lót, y se acercaron para romper la puerta.
10 Entonces los varones alargaron la mano, y metieron a Lót en casa con ellos, y cerraron la puerta.
11 Y a los hombres que estaban a la puerta de la casa hirieron con ceguera desde el menor hasta el mayor, de manera que se fatigaban buscando la puerta.
Destrucción de Sedóm y Amorá
12 Y dijeron los varones a Lót: ¿Tienes aquí alguno más? Yernos, y tus hijos y tus hijas, y todo lo que tienes en la ciudad, sácalo de este lugar;
13 porque vamos a destruir este lugar, por cuanto el clamor contra ellos ha subido de punto delante de YHVH; por tanto, YHVH nos ha enviado para destruirlo.
14 Entonces salió Lót y habló a sus yernos, los que habían de tomar sus hijas, y les dijo: Levántense, salgan de este lugar; porque YHVH va a destruir esta ciudad. Pero a sus yernos les pareció como que se burlaba.
15 Y al rayar el alba, los mensajeros daban
prisa a Lót, diciendo: Levántate, toma tu mujer, y tus dos hijas que se hallan aquí, para que no
perezcas en el castigo de la ciudad.
16 Y deteniéndose él, los varones asieron de su mano, y de la mano de su mujer y de las manos de sus dos hijas, según la misericordia de YHVH para con él; y lo sacaron y lo pusieron fuera de la ciudad.
Lót y su familia escapan de la destrucción
17 Y cuando los hubieron llevado fuera, dijeron: Escapa por tu vida; no mires tras ti, ni pares en toda esta llanura; escapa al monte, no sea que perezcas.
18 Lót les dijo: No, yo les ruego, señores míos.
19 He aquí ahora ha hallado su siervo gracia en sus ojos, y han engrandecido su misericordia que han hecho conmigo dándome la vida; paro yo no podré escapar al monte, no sea que me alcance el mal, y muera.
20 He aquí ahora esta ciudad está cerca para huir allá, la cual es pequeña; déjenme escapar ahora allá (¿no es ella pequeña?), y salvaré mi vida.
(4ta Aliyá) 21 Y le respondió: He aquí he recibido también tu súplica sobre esto, y no destruiré la ciudad de que has hablado.
22 Date prisa, escápate allá; porque nada podré hacer hasta que hayas llegado allí. Por eso fue llamado el nombre de la ciudad, Tzoár.
23 El sol salía sobre la tierra, cuando Lót llegó a Tzoár.
La mujer de Lót muere
24 Entonces YHVH hizo llover sobre Sedóm y sobre Amorá azufre y fuego de parte de YHVH desde los cielos;
25 y destruyó las ciudades, y toda aquella llanura, con todos los moradores de aquellas ciudades, y el fruto de la tierra.
26 Entonces la mujer de Lót miró atrás, a espaldas de él, y se volvió estatua de sal.
27 Y subió Avrahám por la mañana al lugar donde había estado delante de YHVH.
28 Y miró hacia Sedóm y Amorá, y hacia toda la tierra de aquella llanura miró; y he aquí que el humo subía de la tierra como el humo de un horno.
29 Así, cuando destruyó Elohím las ciudades de la llanura, Elohím se acordó de Avrahám, y envió fuera a Lót de en medio de la destrucción, al asolar las ciudades donde Lót estaba.
30 Pero Lót subió de Tzoár y moró en el monte, y sus dos hijas con él; porque tuvo miedo de quedarse en Tzoár, y habitó en una cueva él y sus dos hijas.
Las hijas de Lót
31 Entonces la mayor dijo a la menor: Nuestro padre es viejo, y no queda varón en la tierra que entre a nosotras conforme a la costumbre de toda la tierra.
32 Ven, demos a beber vino a nuestro padre, y durmamos con él, y conservaremos descendencia de nuestro padre.
33 Y aquella noche le dieron a beber vino a su padre, y entró la mayor, y durmió con su padre; pero él no sintió cuándo se acostó ella, ni cuándo se levantó.
34 El día siguiente, dijo la mayor a la menor: He aquí, yo dormí la noche pasada con mi padre; vamos a darle a beber vino también esta noche, y entra y duerme con él, para que conservemos descendencia de nuestro padre.
35 Y también aquella noche dieron a beber vino a su padre, y se levantó la menor, y durmió con él; pero él no echó de ver cuándo se acostó ella, ni cuándo se levantó.
36 Y las dos hijas de Lót concibieron de su padre.
37 Y dio a luz la mayor un hijo, y llamó su nombre Moáv, el cual es padre de los moavím hasta hoy.
38 La menor también dio a luz un hijo, y llamó su nombre Ben-amí, el cual es padre de los amoním hasta hoy.
Avrahám en Gerár
1 De allí partió Avrahám a la tierra del Négev, y acampó entre Kadésh y Shur, y habitó como forastero en Gerár.
2 Y dijo Avrahám de Sará su mujer: Es mi hermana. Y Avímélej rey de Gerár envió y tomó a Sará.
3 Pero Elohím vino a Avímélej en sueños de noche, y le dijo: He aquí, muerto eres, a causa de la mujer que has tomado, la cual es casada con marido.
4 Pero Avímélej no se había llegado a ella, y dijo: Señor, ¿matarás también al inocente?
5 ¿No me dijo él: Mi hermana es; y ella también dijo: Es mi hermano? con sencillez de mi corazón y con limpieza de mis manos he hecho esto.
6 Y le dijo Elohím en sueños: Yo también sé que con integridad de tu corazón has hecho esto; y yo también te detuve de pecar contra mí, y así no te permití que la tocaras.
7 Ahora, pues, devuelve la mujer a su marido; porque es profeta, y orará por ti, y vivirás. Y si no la devuelves, sabe que de verdad morirás tú, y todos los tuyos.
8 Entonces Avímélej se levantó de mañana y llamó a todos sus siervos, y dijo todas estas palabras en los oídos de ellos; y temieron los hombres en gran manera.
9 Después llamó Avímélej a Avrahám, y le dijo: ¿Qué nos has hecho? ¿En qué pequé yo contra ti, que has atraído sobre mí y sobre mi reino tan grande error? Lo que no debiste hacer has hecho conmigo.
10 Dijo también Avímélej a Avrahám: ¿Qué pensabas, para que hicieras esto?
11 Y Avrahám respondió: Porque dije para mí:
Ciertamente no hay temor de Elohím en este lugar, y me matarán por causa de mi mujer.
12 Y a la verdad también es mi hermana, hija de mi padre, pero no hija de mi madre, y la tomé por mujer.
13 Y cuando Elohím me hizo salir errante de la casa de mi padre, yo le dije: Esta es la merced que tú harás conmigo, que en todos los lugares adonde lleguemos, digas de mí: Mi hermano es.
14 Entonces Avímélej tomó ovejas y vacas, y siervos y siervas, y se los dio a Avrahám, y le devolvió a Sará su mujer.
15 Y dijo Avímélej: He aquí mi tierra está delante de ti; habita donde bien te parezca.
16 Y le dijo a Sará: He aquí le he dado mil monedas de plata a tu hermano; mira que él te es como un velo para los ojos de todos los que están contigo, y para con todos; así fue vindicada.
17 Entonces Avrahám oró a Elohím; y Elohím sanó a Avímélej y a su mujer, y a sus siervas, y tuvieron hijos.
18 Porque YHVH había cerrado completamente toda matriz de la casa de Avímélej, a causa de Sará mujer de Avrahám.
Nacimiento de Itzjáq
1 Visitó YHVH a Sará, como había dicho, e hizo YHVH con Sará como había hablado.
2 Y Sará concibió y dio a Avrahám un hijo en su vejez, en el tiempo que Elohím le había dicho.
3 Y llamó Avrahám el nombre de su hijo que le nació, que le dio a luz Sará, Itzjáq.
4 Y circuncidó Avrahám a su hijo Itzjáq de ocho días, como Elohím le había mandado.
(5ta Aliyá) 5 Y era Avrahám de cien años cuando nació Itzjáq su hijo.
6 Entonces dijo Sará: Elohím me ha hecho reír, y cualquiera que lo oyere, se reirá conmigo.
7 Y añadió: ¿Quién dijera a Avrahám que Sará
habría de dar de mamar a hijos? Pues le he dado un hijo en su vejez.
8 Y creció el niño, y fue destetado; e hizo Avrahám un gran banquete el día que fue destetado Itzjáq.
9 Y vio Sará que el hijo de Hagar la mitzrít (egipcia), el cual ésta le había dado a luz a Avrahám, se burlaba de su hijo Itzjáq.
10 Por tanto, dijo a Avrahám: Echa a esta sierva y a su hijo, porque el hijo de esta sierva no ha de heredar con Itzjáq mi hijo.
11 Este dicho pareció grave en gran manera a Avrahám a causa de su hijo.
12 Entonces dijo Elohím a Avrahám: No te parezca grave a causa del muchacho y de tu sierva; en todo lo que te dijere Sará, oye su voz, porque en Itzjáq te será llamada descendencia.
13 Y también del hijo de la sierva haré una nación, porque es tu descendiente.
14 Avrahám se levantó muy de mañana, y tomó pan, y un odre de agua, y lo dio a Hagar, poniéndolo sobre su hombro, y le entregó el muchacho, y la despidió. Y ella salió y anduvo errante por el desierto de Beer-shevá.
15 Y le faltó el agua del odre, y echó al muchacho debajo de un arbusto,
16 y se fue y se sentó enfrente, a distancia de un tiro de arco; porque decía: No veré cuando el muchacho muera. Y cuando ella se sentó enfrente, el muchacho alzó su voz y lloró.
17 Y oyó Elohím la voz del muchacho; y el mensajero de Elohím llamó a Hagar desde el cielo, y le dijo: ¿Qué tienes, Hagar? No temas; porque Elohím ha oído la voz del muchacho en donde está.
18 Levántate, alza al muchacho, y sostenlo con tu mano, porque yo haré de él una gran nación.
19 Entonces Elohím le abrió los ojos, y vio una fuente de agua; y fue y llenó el odre de agua, y dio de beber al muchacho.
20 Y Elohím estaba con el muchacho; y creció, y habitó en el desierto, y fue tirador de arco.
21 Y habitó en el desierto de Parán; y su madre le tomó mujer de la tierra de Mitzráim (Egipto).
(6ta Aliyá) 22 Aconteció en aquel mismo tiempo que habló Avímélej, y Fijol líder de su ejército, a Avrahám, diciendo: Elohím está contigo en todo cuanto haces.
23 Ahora, pues, júrame aquí por Elohím, que no faltarás a mí, ni a mi hijo ni a mi nieto, sino que conforme a la bondad que yo hice contigo, harás tú conmigo, y con la tierra en donde has morado.
24 Y respondió Avrahám: Yo juraré.
25 Y Avrahám reconvino a Avímélej a causa de un pozo de agua, que los siervos de Avímélej le habían quitado.
26 Y respondió Avímélej: No sé quién haya hecho esto, ni tampoco tú me lo hiciste saber, ni yo lo he oído hasta hoy.
27 Y tomó Avrahám ovejas y vacas, y dio a Avímélej; y ambos hicieron pacto.
28 Entonces puso Avrahám siete corderas del rebaño aparte.
29 Y dijo Avímélej a Avrahám: ¿Qué significan esas siete corderas que has puesto aparte?
30 Y él respondió: Que estas siete corderas tomarás de mi mano, para que me sirvan de testimonio de que yo cavé este pozo.
31 Por esto llamó a aquel lugar Beer-shevá; porque allí juraron ambos.
32 Así hicieron pacto en Beer-shevá; y se levantó Avímélej, y Fijol líder de su ejército, y volvieron a tierra de los pelishtím.
33 Y plantó Avrahám un árbol tamarisco en Beer-shevá, e invocó allí el nombre de YHVH Elohím eterno.
34 Y moró Avrahám en tierra de los pelishtím muchos días.
La fidelidad de Avrahám puesta a prueba
(7ma Aliyá) 1 Aconteció después de estas cosas, que Elohím probó a Avrahám, y le dijo: Avrahám. Y él respondió: Heme aquí.
2 Y dijo: Toma ahora tu hijo, tu único, Itzjáq, a quien amas, y vete a tierra de Moriá, y ofrécelo allí en ofrenda de ascensión sobre uno de los montes que yo te diré.
3 Y Avrahám se levantó muy de mañana, y enalbardó su asno, y tomó consigo dos siervos suyos, y a Itzjáq su hijo; y cortó leña para la ofrenda de ascensión, y se levantó, y fue al lugar que Elohím le dijo.
4 Al tercer día Avrahám alzó sus ojos, y vio el lugar de lejos.
5 Entonces dijo Avrahám a sus siervos: Esperen aquí con el asno, y el muchacho y yo iremos hasta allí y adoraremos, y volveremos a ustedes.
6 Y tomó Avrahám la leña de la ofrenda de ascensión, y la puso sobre Itzjáq su hijo, y él tomó en su mano el fuego y el cuchillo; y fueron ambos juntos.
7 Entonces le habló Itzjáq a Avrahám su padre, y dijo: Padre mío. Y él respondió: Heme aquí, mi hijo. Y él dijo: He aquí el fuego y la leña; pero
¿dónde está el cordero para la ofrenda de ascensión?
8 Y Avrahám respondió: Elohím se proveerá de cordero para la ofrenda de ascensión, hijo mío. E iban juntos.
9 Y cuando llegaron al lugar que Elohím le había dicho, Avrahám edificó allí un altar, y compuso la leña, y ató a Itzjáq su hijo, y lo puso en el altar sobre la leña.
10 Y Avrahám extendió su mano y tomó el cuchillo para degollar a su hijo.
11 Entonces el mensajero de YHVH le dio voces desde el cielo, y dijo: Avrahám, Avrahám. Y él respondió: Heme aquí.
12 Y dijo: No extiendas tu mano sobre el muchacho, ni le hagas nada; porque ya conozco que temes a Elohím, por cuanto no me rehusaste tu hijo, tu único.
13 Entonces Avrahám alzó sus ojos y miró, y he aquí a sus espaldas un carnero trabado en un zarzal por sus cuernos; y Avrahám fue y tomó el carnero, y lo ofreció en ofrenda de ascensión en lugar de su hijo.
14 Y Avrahám llamó el nombre de aquel lugar, YHVH proveerá. Por tanto, hoy se dice: En el monte de YHVH será provisto.
15 Y el mensajero de YHVH llamó a Avrahám por segunda vez desde el cielo,
16 y dijo: Por mí mismo he jurado, dice YHVH, que por cuanto has hecho esto, y no me has rehusado tu hijo, tu único hijo;
17 de verdad te bendeciré, y multiplicaré tu descendencia como las estrellas del cielo y como la arena que está a la orilla del mar; y tu descendencia poseerá las puertas de sus enemigos.
18 En tu simiente serán benditas todas las naciones de la tierra, por cuanto obedeciste a mi voz.
19 Y Avrahám volvió a sus siervos, y se levantaron y se fueron juntos a Beer-shevá; y Avrahám habitó en Beer-shevá.
(Maftir) 20 Aconteció después de estas cosas, que fue dada noticia a Avrahám, diciendo: He aquí que también Milqá ha dado a luz hijos a Najór tu hermano:
21 Utz su primogénito, Butz su hermano, Kemuel padre de Aram,
22 Keséd, Jazó, Pildásh, Idlaf y Betuél.
23 Y Betuél fue el padre de Rivqá. Estos son los ocho hijos que dio a luz Milqá, de Najór hermano de Avrahám.
24 Y su concubina, que se llamaba Reúma, dio a luz también a Teba, a Gaham, a Tajásh y a Ma’aqá.
Parashat Jayé Sará
Muerte de Sará
(1ra Aliyá) 1 Fueron las vidas de Sará cien años y veinte años y siete años; estos fueron los años de vida de Sará.
2 Y Sará murió en Kiriat-arbá, que es Jevrón, en la tierra de Kená’an; y Avrahám vino a hacer duelo por Sará, y a llorarla.
3 Y Avrahám se levantó de delante de su muerta, y habló a los hijos de Jét, diciendo:
4 Extranjero y residente (ger-v’tosháv) soy entre ustedes; denme propiedad para sepultura entre ustedes, y sepultaré mi muerta de delante de mí.
5 Y respondieron los hijos de Jét y le dijeron a Avrahám:
6 Óyenos, señor nuestro; eres un príncipe de Elohím entre nosotros; en lo mejor de nuestros sepulcros sepulta a tu muerta; ninguno de nosotros te negará su sepulcro, ni te impedirá que entierres tu muerta.
7 Y Avrahám se levantó, y se inclinó al pueblo de aquella tierra, a los hijos de Jét,
8 y habló con ellos, diciendo: Si tienen voluntad de que yo sepulte mi muerta de delante de mí, óiganme, e intercedan por mí con Efrón hijo de Zohar,
9 para que me dé la cueva de Majpelá, que tiene al extremo de su heredad; que por su justo precio me la dé, para posesión de sepultura en medio de ustedes.
10 Este Efrón estaba entre los hijos de Jét; y respondió Efrón jití a Avrahám, en presencia de los hijos de Jét, de todos los que entraban por la puerta de su ciudad, diciendo:
11 No, señor mío, óyeme: te doy la heredad, y te doy también la cueva que está en ella; en presencia de los hijos de mi pueblo te la doy; sepulta tu muerta.
12 Entonces Avrahám se inclinó delante del pueblo de la tierra,
13 y respondió a Efrón diciendo, en presencia del pueblo de la tierra: Antes, si te place, te ruego que me oigas. Yo daré el precio de la heredad; tómalo de mí, y sepultaré en ella mi muerta.
14 Respondió Efrón a Avrahám, diciéndole:
15 Señor mío, escúchame: la tierra vale cuatrocientos siclos de plata; ¿qué es esto entre tú y yo? Entierra, pues, tu muerta.
16 Entonces Avrahám se convino con Efrón, y pesó Avrahám a Efrón el dinero que dijo, en presencia de los hijos de Jét, cuatrocientos siclos de plata, de buena ley entre mercaderes.
(2da Aliyá) 17 Y quedó la heredad de Efrón que estaba en Majpelá al este de Mamré, la heredad con la cueva que estaba en ella, y todos los árboles que había en la heredad, y en todos sus contornos,
18 como propiedad de Avrahám, en presencia de los hijos de Jét y de todos los que entraban por la puerta de la ciudad.
19 Después de esto Avrahám sepultó a Sará su mujer en la cueva de la heredad de Majpelá al este de Mamré, que es Jevrón, en la tierra de Kená’an.
20 Y quedó la heredad y la cueva que en ella había, como una posesión de Avrahám, para sepultura, recibida de los hijos de Jét.
En busca de una esposa para Itzjáq
1 Era Avrahám ya viejo, y avanzado en años; y YHVH había bendecido a Avrahám en todo.
2 Y dijo Avrahám a un criado suyo, el más viejo de su casa, que era el que gobernaba en todo lo que tenía: Pon ahora tu mano debajo de mi muslo,
3 y te juramentaré por YHVH, Elohím de los cielos y Elohím de la tierra, que no tomarás para mi hijo mujer de las hijas del kená’aní, entre los cuales yo habito;
4 sino que irás a mi tierra y a mi parentela, y tomarás mujer para mi hijo Itzjáq.
5 El criado le respondió: Quizá la mujer no querrá venir detrás de mí a esta tierra. ¿Volveré, pues, tu hijo a la tierra de donde saliste?
6 Y Avrahám le dijo: Guárdate que no vuelvas a
mi hijo allá.
7 YHVH, Elohím de los cielos, que me tomó de la casa de mi padre y de la tierra de mi parentela, y me habló y me juró, diciendo: A tu descendencia daré esta tierra; Él enviará su mensajero delante de ti, y tú traerás de allá mujer para mi hijo.
8 Y si la mujer no quiere venir detrás de ti, serás libre de este mi juramento; solamente que no vuelvas allá a mi hijo.
9 Entonces el criado puso su mano debajo del muslo de Avrahám su señor, y le juró sobre este negocio.
(3ra Aliyá) 10 Y el criado tomó diez camellos de los camellos de su señor, y se fue, tomando toda clase de regalos escogidos de su señor; y puesto en camino, llegó a Mesopotamia, a la ciudad de Najór.
11 E hizo arrodillar los camellos fuera de la ciudad, junto a un pozo de agua, a la hora de la tarde, la hora en que salen las doncellas por agua.
12 Y dijo: Oh YHVH, Elohím de mi señor Avrahám, dame, te ruego, el tener hoy buen encuentro, y haz misericordia con mi señor Avrahám.
13 He aquí yo estoy junto a la fuente de agua, y las hijas de los varones de esta ciudad salen por agua.
14 Sea, pues, que la doncella a quien yo diga: Baja tu cántaro, te ruego, para que yo beba, y ella responda: Bebe, y también daré de beber a tus camellos; que sea ésta la que tú has destinado para tu siervo Itzjáq; y en esto conoceré que habrás hecho misericordia con mi señor.
15 Y aconteció que antes que él acabara de hablar, he aquí Rivqá, que había nacido a Betuél, hijo de Milqá mujer de Najór hermano de Avrahám, la cual salía con su cántaro sobre su hombro.
16 Y la doncella era de aspecto muy hermoso, virgen, a la que varón no había conocido; la cual descendió a la fuente, y llenó su cántaro, y se volvía.
17 Entonces el criado corrió hacia ella, y dijo: Te ruego que me des a beber un poco de agua de tu cántaro.
18 Ella respondió: Bebe, señor mío; y se dio prisa a bajar su cántaro sobre su mano, y le dio a beber.
19 Y cuando acabó de darle de beber, dijo: También para tus camellos sacaré agua, hasta que acaben de beber.
20 Y se dio prisa, y vació su cántaro en la pila, y corrió otra vez al pozo para sacar agua, y sacó para todos sus camellos.
21 Y el hombre estaba maravillado de ella, callando, para saber si YHVH había prosperado su viaje, o no.
22 Y cuando los camellos acabaron de beber, le dio el hombre un pendiente de oro que pesaba medio siclo, y dos brazaletes que pesaban diez,
23 y dijo: ¿De quién eres hija? Te ruego que me digas: ¿hay en casa de tu padre lugar donde posemos?
24 Y ella respondió: Soy hija de Betuél hijo de Najór, que le dio a luz Milqá.
25 Y añadió: También hay en nuestra casa paja y mucho forraje, y lugar para posar.
26 El hombre entonces se inclinó, y adoró a YHVH,
(4ta Aliyá) 27 y dijo: Bendito sea YHVH, Elohím de mi amo Avrahám, que no apartó de mi amo su misericordia y su verdad, guiándome YHVH en el camino a casa de los hermanos de mi amo.
28 Y la doncella corrió, e hizo saber en casa de su madre estas cosas.
29 Y Rivqá tenía un hermano que se llamaba Laván, el cual corrió afuera hacia el hombre, a la fuente.
30 Y cuando vio el pendiente y los brazaletes en las manos de su hermana, que decía: Así me habló aquel hombre, vino a él; y he aquí que estaba con los camellos junto a la fuente.
31 Y le dijo: Ven, bendito de YHVH; ¿por qué estás fuera? He preparado la casa, y el lugar para los camellos.
32 Entonces el hombre vino a casa, y Laván desató los camellos; y les dio paja y forraje, y agua para lavar los pies de él, y los pies de los hombres que venían con él.
33 Y le pusieron delante qué comer; pero él dijo: No comeré hasta que haya dicho mi mensaje. Y él le dijo: Habla.
34 Entonces dijo: Yo soy criado de Avrahám.
35 Y YHVH ha bendecido mucho a mi amo, y él se ha engrandecido; y le ha dado ovejas y vacas, plata y oro, siervos y siervas, camellos y asnos.
36 Y Sará, mujer de mi amo, dio a luz en su vejez un hijo a mi señor, quien le ha dado a él todo cuanto tiene.
37 Y mi amo me hizo jurar, diciendo: No tomarás para mi hijo mujer de las hijas de los cananeos, en cuya tierra habito;
38 sino que irás a la casa de mi padre y a mi parentela, y tomarás mujer para mi hijo.
39 Y yo dije: Quizás la mujer no querrá seguirme.
40 Entonces él me respondió: YHVH, en cuya presencia he andado, enviará su mensajero contigo, y prosperará tu camino; y tomarás para mi hijo mujer de mi familia y de la casa de mi padre.
41 Entonces serás libre de mi juramento, cuando hayas llegado a mi familia; y si no te la dieren, serás libre de mi juramento.
42 Llegué, pues, hoy a la fuente, y dije: YHVH, Elohím de mi señor Avrahám, si tú prosperas ahora mi camino por el cual ando,
43 he aquí yo estoy junto a la fuente de agua; sea, pues, que la doncella que salga por agua, a la cual diga: Dame de beber, te ruego, un poco de agua de tu cántaro,
44 y ella me responda: Bebe tú, y también para tus camellos sacaré agua; sea ésta la mujer que destinó YHVH para el hijo de mi señor.
45 Antes que acabara de hablar en mi corazón, he aquí Rivqá, que salía con su cántaro sobre su hombro; y descendió a la fuente, y sacó agua; y le dije: te ruego que me des de beber.
46 Y bajó prontamente su cántaro de encima de sí, y dijo: Bebe, y también a tus camellos daré de beber. Y bebí, y también dio de beber a mis camellos.
47 Entonces le pregunté, y dije: ¿De quién eres hija? Y ella respondió: Hija de Betuél hijo de Najór, que le dio a luz Milqá. Entonces le puse un pendiente en su nariz, y brazaletes en sus brazos;
48 y me incliné y adoré a YHVH, y bendije a YHVH Elohím de mi señor Avrahám, que me había guiado por camino de verdad para tomar la hija del hermano de mi señor para su hijo.
49 Ahora, pues, si ustedes hacen misericordia y verdad con mi señor, declárenmelo; y si no, declárenmelo; y me iré a la derecha o a la izquierda.
50 Entonces Laván y Betuél respondieron y dijeron: De YHVH ha salido esto; no podemos hablarte malo ni bueno.
51 He ahí Rivqá delante de ti; tómala y vete, y sea mujer del hijo de tu señor, como lo ha dicho YHVH.
52 Cuando el criado de Avrahám oyó sus palabras, se inclinó en tierra ante YHVH.
(5ta Aliyá) 53 Y el criado sacó alhajas de plata y alhajas de oro, y vestidos, y dio a Rivqá; también dio cosas preciosas a su hermano y a su madre.
54 Y comieron y bebieron él y los varones que venían con él, y durmieron; y levantándose de mañana, dijo: Envíenme a mi señor.
55 Entonces respondieron su hermano y su madre: Espere la doncella con nosotros a lo menos diez días, y después irá.
56 Y él les dijo: No me detengan, ya que YHVH ha prosperado mi camino; despáchenme para que me vaya a mi señor.
57 Ellos respondieron entonces: Llamemos a la doncella y preguntémosle.
58 Y llamaron a Rivqá, y le dijeron: ¿Irás tú con este varón? Y ella respondió: Sí, iré.
59 Entonces dejaron ir a Rivqá su hermana, y a su nodriza, y al criado de Avrahám y a sus hombres.
60 Y bendijeron a Rivqá, y le dijeron: Hermana nuestra, sé madre de millares de millares, y posean tus descendientes la puerta de sus enemigos.
61 Entonces se levantó Rivqá y sus doncellas, y montaron en los camellos, y siguieron al hombre; y el criado tomó a Rivqá, y se fue.
62 Y venía Itzjáq del pozo del Viviente que me ve; porque él habitaba en el Négev.
63 Y había salido Itzjáq a meditar al campo, a la hora de la tarde; y alzando sus ojos miró, y he aquí los camellos que venían.
64 Rivqá también alzó sus ojos, y vio a Itzjáq, y descendió del camello;
65 porque había preguntado al criado: ¿Quién es este varón que viene por el campo hacia nosotros? Y el criado había respondido: Este es mi señor. Ella entonces tomó el velo, y se cubrió.
66 Entonces el criado contó a Itzjáq todo lo que había hecho.
67 Y la trajo Itzjáq a la tienda de su madre Sará, y tomó a Rivqá por mujer, y la amó; y se consoló Itzjáq después de la muerte de su madre.
Los hijos de Avrahám y Keturá
(6ta Aliyá) 1 Avrahám tomó otra mujer, cuyo nombre era keturá,
2 la cual le dio a luz a Zimram, Yoqshán, Medán, Midián, Ishváj y Shúa.
3 Y Yoqshán engendró a Seba y a Dedán; e hijos de Dedán fueron Asurim, Letusim y Leumim.
4 E hijos de Midián: Efa, Efer, Janój, Abida y Elda. Todos estos fueron hijos de keturá.
5 Y Avrahám dio todo cuanto tenía a Itzjáq.
6 Pero a los hijos de sus concubinas dio Avrahám regalos, y los envió lejos de Itzjáq su hijo, mientras él vivía, hacia el este, a la tierra del este.
Muerte de Avrahám
7 Y estos fueron los días que vivió Avrahám: ciento setenta y cinco años.
8 Y exhaló el espíritu, y murió Avrahám en buena vejez, anciano y lleno de años, y fue unido a su pueblo.
9 Y lo sepultaron Itzjáq e Ishmaél sus hijos en la cueva de Majpelá, en la heredad de Efrón hijo de Zohar jití, que está enfrente de Mamré,
10 heredad que compró Avrahám de los hijos de Jét; allí fue sepultado Avrahám, y Sará su mujer.
11 Y sucedió, después de muerto Avrahám, que Elohím bendijo a Itzjáq su hijo; y habitó Itzjáq junto al pozo del Viviente que me ve.
Descendientes de Ishmaél
(7ma Aliyá) 12 Estos son los descendientes de Ishmaél hijo de Avrahám, a quien le dio a luz Hagar mitzrít (egipcia), sierva de Sará;
13 estos, pues, son los nombres de los hijos de Ishmaél (Ismael), nombrados en el orden de su nacimiento: El primogénito de Ishmaél, Nevaíot; luego Kedar, Adve’él, Mivshám,
14 Mishmá, Dumá, Masá,
15 Hadar, Temá, Yetur, Nafísh y Kedemá.
16 Estos son los hijos de Ishmaél, y estos sus nombres, por sus villas y por sus campamentos; doce líderes por sus familias.
17 Y estos fueron los años de la vida de Ishmaél, ciento treinta y siete años; y exhaló el espíritu Ishmaél, y murió, y fue unido a su pueblo.
18 Y habitaron desde Javilá hasta Shur, que está enfrente de Mitzráim viniendo a Ashúr; y murió en presencia de todos sus hermanos.
Parashat Tóldót Nacimiento de Ya’aqóv y Esáv
(1ra Aliyá) 19 Estos son los descendientes de Itzjáq hijo de Avrahám: Avrahám engendró a Itzjáq,
20 y era Itzjáq de cuarenta años cuando tomó por mujer a Rivqá, hija de Betuél arameo de Padán Arám, hermana de Laván arameo.
21 Y oró Itzjáq a YHVH por su mujer, que era estéril; y lo aceptó YHVH, y concibió Rivqá su mujer.
22 Y los hijos luchaban dentro de ella; y dijo: Si es así, ¿para qué vivo yo? y fue a consultar a YHVH;
23 y le respondió YHVH: Dos naciones hay en tu seno, y dos pueblos serán divididos desde tus entrañas; un pueblo será más fuerte que el otro pueblo, y el mayor servirá al menor.
24 Cuando se cumplieron sus días para dar a luz, he aquí había gemelos en su vientre.
25 Y salió el primero rubio, y era todo velludo como un abrigo; y llamaron su nombre Esáv.
26 Después salió su hermano, trabada su mano al talón de Esáv; y fue llamado su nombre Ya’aqóv. Y era Itzjáq de edad de sesenta años cuando ella los dio a luz.
Esáv vende su primogenitura
27 Y crecieron los niños, y Esáv fue diestro en la caza, hombre del campo; pero Ya’aqóv era varón quieto, que habitaba en tiendas.
28 Y amó Itzjáq a Esáv, porque comía de su caza; pero Rivqá amaba a Ya’aqóv.
29 Y guisó Ya’aqóv un potaje; y volviendo Esáv del campo, cansado,
30 dijo a Ya’aqóv: Te ruego que me des a comer
de ese guiso rojo, pues estoy muy cansado. Por eso fue llamado su nombre Edóm.
31 Y Ya’aqóv respondió: Véndeme en este día tu primogenitura.
32 Entonces Esáv dijo: He aquí yo me voy a morir; ¿para qué, pues, me servirá la primogenitura?
33 Y dijo Ya’aqóv: Júramelo en este día. Y él le juró, y vendió a Ya’aqóv su primogenitura.
34 Entonces Ya’aqóv dio a Esáv pan y del guisado de las lentejas; y él comió y bebió, y se levantó y se fue. Así menospreció Esáv la primogenitura.
YHVH confirma el pacto con Itzjáq
1 Después hubo hambre en la tierra, además de la primera hambre que hubo en los días de Avrahám; y se fue Itzjáq a Avímélej rey de los pelishtím, en Gerár.
2 Y se le apareció YHVH, y le dijo: No desciendas a Mitzráim (Egipto); habita en la tierra que yo te diré.
3 Habita como forastero en esta tierra, y estaré contigo, y te bendeciré; porque a ti y a tu descendencia daré todas estas tierras, y confirmaré el juramento que hice a Avrahám tu padre.
4 Multiplicaré tu descendencia como las estrellas del cielo, y daré a tu descendencia todas estas tierras; y todas las naciones de la tierra serán benditas en tu simiente,
5 por cuanto oyó Avrahám mi voz, y guardó mi precepto, mis mandamientos, mis estatutos y mis leyes.
Itzjáq en Gerár
(2da Aliyá) 6 Habitó, pues, Itzjáq en Gerár.
7 Y los hombres de aquel lugar le preguntaron acerca de su mujer; y él respondió: Es mi hermana; porque tuvo miedo de decir: Es mi mujer; pensando que tal vez los hombres del lugar lo matarían por causa de Rivqá, pues ella era de hermoso aspecto.
8 Sucedió que después que él estuvo allí muchos días, Avímélej, rey de los pelishtím, mirando por una ventana, vio a Itzjáq que acariciaba a Rivqá su mujer.
9 Y llamó Avímélej a Itzjáq, y dijo: He aquí ella es de verdad tu mujer.
¿Cómo, pues, dijiste: Es mi hermana? E Itzjáq le respondió: Porque dije: Quizá moriré por causa de ella.
10 Y Avímélej dijo: ¿Por qué nos has hecho esto? Por poco hubiera dormido alguno del pueblo con tu mujer, y hubieras traído sobre nosotros el error.
11 Entonces Avímélej mandó a todo el pueblo, diciendo: El que toque a este hombre o a su mujer, de verdad morirá.
Itzjáq es prosperado - Los pozos de agua viva
12 Y sembró Itzjáq en aquella tierra, y cosechó aquel año ciento por uno; y le bendijo YHVH.
(3ra Aliyá) 13 El varón se enriqueció, y fue prosperado, y se engrandeció hasta hacerse muy poderoso.
14 Y tuvo hato de ovejas, y hato de vacas, y mucha labranza; y los pelishtím le tuvieron envidia.
15 Y todos los pozos que habían abierto los criados de Avrahám su padre en sus días, los pelishtím los habían cegado y llenado de tierra.
16 Entonces Avímélej dijo a Itzjáq: Apártate de nosotros, porque te has hecho mucho más poderoso que nosotros.
17 E Itzjáq se fue de allí, y acampó en el valle de Gerár, y habitó allí.
18 Y volvió a abrir Itzjáq los pozos de agua que habían abierto en los días de Avrahám su padre, y que los pelishtím habían cegado después de la muerte de Avrahám; y los llamó por los nombres que su padre los había llamado.
19 Pero cuando los siervos de Itzjáq cavaron en el valle, y hallaron allí un pozo de aguas vivas,
20 los pastores de Gerár riñeron con los pastores de Itzjáq, diciendo: El agua es nuestra. Por eso llamó el nombre del pozo Esek, porque habían altercado con él.
21 Y abrieron otro pozo, y también riñeron sobre él; y llamó su nombre Sitna.
22 Y se apartó de allí, y abrió otro pozo, y no riñeron sobre él; y llamó su nombre Rejovót, y dijo: Porque ahora YHVH nos ha prosperado, y fructificaremos en la tierra.
(4ta Aliyá) 23 Y de allí subió a Be’er-shevá.
24 Y se le apareció YHVH aquella noche, y le dijo: Yo soy el Elohím de Avrahám tu padre; no temas, porque yo estoy contigo, y te bendeciré, y multiplicaré tu descendencia por amor de Avrahám mi siervo.
25 Y edificó allí un altar, e invocó el nombre de YHVH, y plantó allí su tienda; y abrieron allí los siervos de Itzjáq un pozo.
26 Y Avímélej vino a él desde Gerár, y Ahuzat, amigo suyo, y Pikol, capitán de su ejército.
27 Y les dijo Itzjáq: ¿Por qué vienen a mí, pues que me han aborrecido, y me echaron de entre ustedes?
28 Y ellos respondieron: Hemos visto que YHVH está contigo; y dijimos: Haya ahora juramento entre nosotros, entre tú y nosotros, y haremos pacto contigo,
29 que no nos hagas mal, como nosotros no te hemos tocado, y como solamente te hemos hecho bien, y te enviamos en paz; tú eres ahora bendito de YHVH.
(5ta Aliyá) 30 Entonces él les hizo banquete, y comieron y bebieron.
31 Y se levantaron de madrugada, y juraron el uno al otro; e Itzjáq los despidió, y ellos se despidieron de él en paz.
32 En aquel día sucedió que vinieron los criados de Itzjáq, y le dieron nuevas acerca del pozo que habían abierto, y le dijeron: Hemos hallado agua.
33 Y lo llamó Seba; por esta causa el nombre de aquella ciudad es Be’er-shevá hasta este día.
34 Y cuando Esáv era de cuarenta años, tomó por mujer a Yudit hija de Beeri el jití, y a Basmát hija de Elón el jití;
35 y fueron amargura de espíritu para Itzjáq y para Rivqá.
Ya’aqóv suplanta a Esáv
1 Y cuando Itzjáq envejeció, sus ojos se oscurecieron quedando sin vista, llamó a Esáv su hijo mayor, y le dijo: Hijo mío. Y él respondió: Heme aquí.
2 Y él dijo: He aquí ya soy viejo, no sé el día de mi muerte.
3 Toma, pues, ahora tus armas, tu aljaba y tu arco, y sal al campo y tráeme caza;
4 y hazme un guisado como a mí me gusta, y tráemelo, y comeré, para que yo te bendiga antes que muera.
5 Y Rivqá estaba oyendo, cuando Itzjáq a hablaba Esáv su hijo; y se fue Esáv al campo para buscar la caza que había de traer.
6 Entonces Rivqá habló a Ya’aqóv su hijo, diciendo: He aquí yo he oído a tu padre que hablaba con Esáv tu hermano, diciendo:
7 Tráeme caza y hazme un guisado, para que coma, y te bendiga en presencia de YHVH antes que yo muera.
8 Ahora, pues, hijo mío, obedece a mi voz en lo que te mando.
9 Ve ahora al ganado, y tráeme de allí dos buenos cabritos de las cabras, y haré de ellos viandas para tu padre, como a él le gusta;
10 y tú las llevarás a tu padre, y comerá, para que él te bendiga antes de su muerte.
11 Y Ya’aqóv dijo a Rivqá su madre: He aquí, Esáv mi hermano es hombre velloso, y yo lampiño.
12 Quizá me palpará mi padre, y me tendrá por burlador, y traeré sobre mí maldición y no bendición.
13 Y su madre respondió: Hijo mío, sea sobre mí tu maldición; solamente obedece a mi voz y ve y tráemelos.
14 Entonces él fue y los tomó, y los trajo a su madre; y su madre hizo guisados, como a su padre le gustaba.
15 Y tomó Rivqá los vestidos de Esáv su hijo mayor, los preciosos, que ella tenía en casa, y
vistió a Ya’aqóv su hijo menor;
16 y cubrió sus manos y la parte de su cuello donde no tenía vello, con las pieles de los cabritos;
17 y entregó los guisados y el pan que había preparado, en manos de Ya’aqóv su hijo.
18 Entonces éste fue a su padre y dijo: Padre mío. E Itzjáq respondió: Heme aquí; ¿quién eres, hijo mío?
19 Y Ya’aqóv dijo a su padre: Yo soy Esáv tu primogénito; he hecho como me dijiste: levántate ahora, y siéntate, y come de mi caza, para que me bendigas.
20 Entonces Itzjáq dijo a su hijo: ¿Cómo es que la hallaste tan pronto, hijo mío? Y él respondió: Porque YHVH tu Elohím hizo que la encontrara delante de mí.
21 E Itzjáq dijo a Ya’aqóv: Acércate ahora, y te palparé, hijo mío, por si eres mi hijo Esáv o no.
22 Y se acercó Ya’aqóv a su padre Itzjáq, quien le palpó, y dijo: La voz es la voz de Ya’aqóv, pero las manos, las manos de Esáv.
23 Y no le conoció, porque sus manos eran vellosas como las manos de Esáv; y le bendijo.
24 Y dijo: ¿Eres tú mi hijo Esáv? Y Ya’aqóv respondió: Yo soy.
25 Dijo también: Acércamela, y comeré de la caza de mi hijo, para que yo te bendiga; y Ya’aqóv se la acercó, e Itzjáq comió; le trajo también vino, y bebió.
26 Y le dijo Itzjáq su padre: Acércate ahora, y bésame, hijo mío.
27 Y Ya’aqóv se acercó, y le besó; y olió Itzjáq el olor de sus vestidos, y le bendijo, diciendo: Mira, el olor de mi hijo, como el olor del campo que YHVH ha bendecido;
(6ta Aliyá) 28 Elohím, pues, te dé del rocío del cielo, y de los sebos de la tierra, y abundancia de trigo y de mosto.
29 Pueblos te sirvan, y naciones se inclinen a ti; sé señor de tus hermanos, y se inclinen ante ti los hijos de tu madre. Malditos los que te maldigan, y benditos los que te bendigan.
30 Y aconteció, luego que Itzjáq acabó de bendecir a Ya’aqóv, y apenas había salido Ya’aqóv de delante de Itzjáq su padre, que Esáv su hermano volvió de cazar.
31 Y él también hizo guisados, y trajo a su padre, y le dijo: Levántese mi padre, y coma de la caza de su hijo, para que me bendiga.
32 Entonces Itzjáq su padre le dijo: ¿Quién eres tú? Y él le dijo: Yo soy tu hijo, tu primogénito, Esáv.
33 Y se estremeció Itzjáq grandemente, y dijo: ¿Quién es el que vino aquí, que trajo caza, y me dio, y comí de todo antes que tú vinieras? Yo le bendije, y será bendito.
34 Cuando Esáv oyó las palabras de su padre, clamó con una muy grande y muy amarga exclamación, y le dijo: Bendíceme también a mí, padre mío.
35 Y él dijo: Vino tu hermano con engaño, y tomó tu bendición.
36 Y Esáv respondió: Bien llamaron su nombre Ya’aqóv, pues ya me ha suplantado dos veces: se apoderó de mi primogenitura, y he aquí ahora ha tomado mi bendición. Y dijo: ¿No has guardado bendición para mí?
37 Itzjáq respondió y dijo a Esáv: He aquí yo le he puesto por señor tuyo, y le he dado por siervos a todos sus hermanos; de trigo y de vino le he provisto;
¿qué, pues, te haré a ti ahora, hijo mío?
38 Y Esáv respondió a su padre: ¿No tienes más que una sola bendición, padre mío? Bendíceme también a mí, padre mío. Y alzó Esáv su voz, y lloró.
39 Entonces Itzjáq su padre habló y le dijo: He aquí, será tu habitación en grosuras de la tierra, y del rocío de los cielos de arriba;
40 y por tu espada vivirás, y a tu hermano servirás; y sucederá cuando te fortalezcas, que descargarás su yugo de tu cerviz.
41 Y aborreció Esáv a Ya’aqóv por la bendición
con que su padre le había bendecido, y dijo en su corazón: Llegarán los días del luto de mi padre, y yo mataré a mi hermano Ya’aqóv.
42 Y fueron dichas a Rivqá las palabras de Esáv su hijo mayor; y ella envió y llamó a Ya’aqóv su hijo menor, y le dijo: He aquí, Esáv tu hermano se consuela acerca de ti con la idea de matarte.
43 Ahora pues, hijo mío, obedece a mi voz; levántate y huye a casa de Laván mi hermano en Jarán,
44 y mora con él algunos días, hasta que el enojo de tu hermano se mitigue;
45 hasta que se aplaque la ira de tu hermano contra ti, y olvide lo que le has hecho; yo enviaré entonces, y te traeré de allá. ¿Por qué seré privada de ustedes ambos en un día?
46 Y dijo Rivqá a Itzjáq: Fastidio tengo de mi vida, a causa de las hijas de Jét. Si Ya’aqóv toma mujer de las hijas de Jét, como éstas, de las hijas de esta tierra, ¿para qué quiero la vida?
Itzáq bendice a Ya’aqóv
1 Entonces Itzjáq llamó a Ya’aqóv, y lo bendijo, y le ordeno diciendo: No tomes mujer de las hijas de Kená’an.
2 Levántate, vé a Padán Arám, a casa de Betuél, padre de tu madre, y toma allí mujer de las hijas de Laván, hermano de tu madre.
3 Él-Shaday te bendiga, y te haga fructificar y te multiplique, hasta llegar a ser multitud de
pueblos;
4 y te dé la bendición de Avrahám, y a tu descendencia contigo, para que heredes la tierra en que moras, que Elohím dio a Avrahám.
(7ma Aliyá) 5 Así envió Itzjáq a Ya’aqóv, el cual fue a Padán Arám, a Laván hijo de Betuél arameo, hermano de Rivqá madre de Ya’aqóv y de Esáv.
6 Y vio Esáv cómo Itzjáq había bendecido a Ya’aqóv, y le había enviado a Padán Arám, para tomar para sí mujer de allí; y que cuando le bendijo, le había mandado diciendo:
No tomarás mujer de las hijas de Kená’an;
(Maftir) 7 y que Ya’aqóv había obedecido a su padre y a su madre, y se había ido a Padán Arám.
8 También vio Esáv que las hijas de Kená’an parecían mal a Itzjáq su padre;
9 y se fue Esáv a Ishmaél, y tomó para sí por mujer a Mahalat, hija de Ishmaél hijo de Avrahám, hermana de Nevaíot, además de sus otras mujeres.
Parashta Vayetzé
(1ra Aliyá) 10 Salió Ya’aqóv de Beer-shevá, y fue a Jarán.
11 Y llegó a un cierto lugar, y durmió allí, porque ya el sol se había puesto; y tomó de las piedras de aquel paraje y puso a su cabecera, y se acostó en aquel lugar.
12 Y soñó: y he aquí una escalera que estaba apoyada en tierra, y su extremo tocaba en el cielo; y he aquí mensajeros de Elohím que subían y descendían por ella.
13 Y he aquí, YHVH estaba en lo alto de ella, el cual dijo: Yo soy YHVH, el Elohím de Avrahám tu padre, y el Elohím de Itzjáq; la tierra en que estás acostado te la daré a ti y a tu descendencia.
14 Será tu descendencia como el polvo de la tierra, y te extenderás al oeste, al este, al norte y al sur; y todas las familias de la tierra serán benditas en ti y en tu simiente.
15 He aquí, yo estoy contigo, y te guardaré por dondequiera que vayas, y volveré a traerte a esta tierra; porque no te dejaré hasta que haya hecho lo que te he dicho.
16 Y despertó Ya’aqóv de su sueño, y dijo: Ciertamente YHVH está en este lugar, y yo no lo sabía.
17 Y tuvo miedo, y dijo: ¡Cuán terrible es este lugar! No es otra cosa que casa de Elohím, y puerta del cielo.
18 Y se levantó Ya’aqóv de mañana, y tomó la piedra que había puesto de cabecera, y la alzó por señal, y derramó aceite encima de ella.
19 Y llamó el nombre de aquel lugar Bét-Él,
aunque primero, el nombre de la ciudad era Luz.
20 Y Ya’aqóv hizo voto, diciendo: Si Elohím va conmigo, y me guarda en este viaje en que voy, y me da pan para comer y vestido para vestir,
21 y si vuelvo en paz a casa de mi padre, YHVH será mi Elohím.
22 Y esta piedra que he puesto por señal, será casa de Elohím; y de todo lo que me des, apartaré el diezmo para ti.
Las hijas de Laván
(2da Aliyá) 1 Siguió luego Ya’aqóv su camino, y fue a la tierra de los hijos de Quédem.
2 Y miró, y vio un pozo en el campo; y he aquí tres rebaños de ovejas que yacían cerca de él, porque de aquel pozo abrevaban los ganados; y había una gran piedra sobre la boca del pozo.
3 Y juntaban allí todos los rebaños; y revolvían la piedra de la boca del pozo, y abrevaban las ovejas, y volvían la piedra sobre la boca del pozo a su lugar.
4 Y les dijo Ya’aqóv: Hermanos míos, ¿de dónde son? Y ellos respondieron: De Jarán somos.
5 Él les dijo: ¿Conocen a Laván hijo de Najór? Y ellos dijeron: Sí, le conocemos.
6 Y él les dijo: ¿Está bien? Y ellos dijeron: Bien, y he aquí Rajél su hija viene con las ovejas.
7 Y él dijo: He aquí es aún muy de día; no es tiempo todavía de recoger el ganado; abreven
las ovejas, y vayan a apacentarlas.
8 Y ellos respondieron: No podemos, hasta que se junten todos los rebaños, y remuevan la piedra de la boca del pozo, para que abrevemos las ovejas.
9 Mientras él aún hablaba con ellos, Rajél vino con el rebaño de su padre, porque ella era la pastora.
10 Y sucedió que cuando Ya’aqóv vio a Rajél, hija de Laván hermano de su madre, y las ovejas de Laván el hermano de su madre, se acercó Ya’aqóv y removió la piedra de la boca del pozo, y abrevó el rebaño de Laván hermano de su madre.
11 Ya’aqóv besó a Rajél, y alzó su voz y lloró.
12 Y Ya’aqóv dijo a Rajél que él era hermano de su padre, y que era hijo de Rivqá; y ella corrió, y dio las nuevas a su padre.
13 Así que oyó Laván las nuevas de Ya’aqóv, hijo de su hermana, corrió a recibirlo, y lo abrazó, lo besó, y lo trajo a su casa; y él contó a Laván todas estas cosas.
14 Y Laván le dijo: Ciertamente eres hueso y carne mía. Y estuvo con él durante un mes.
15 Entonces dijo Laván a Ya’aqóv: ¿Por ser tú mi hermano, me servirás de balde? Dime cuál será tu salario.
16 Y Laván tenía dos hijas: el nombre de la mayor era Leá, y el nombre de la menor, Rajél.
17 Y los ojos de Leá eran delicados, pero Rajél era de lindo semblante y de hermoso parecer.
(3ra Aliyá) 18 Y Ya’aqóv amó a Rajél, y dijo: Yo te serviré siete años por Rajél tu hija menor.
19 Y Laván respondió: Mejor es que te la dé a ti, y no que la dé a otro hombre; quédate conmigo.
20 Así sirvió Ya’aqóv por Rajél siete años; y le parecieron como pocos días, porque la amaba.
21 Entonces dijo Ya’aqóv a Laván: Dame mi mujer, porque mi tiempo se ha cumplido, para unirme a ella.
22 Entonces Laván juntó a todos los varones de aquel lugar, e hizo banquete.
23 Y sucedió que a la noche tomó a Leá su hija, y se la trajo; y él se llegó a ella.
24 Y dio Laván su sierva Tzilpá a su hija Leá por criada.
25 Venida la mañana, he aquí que era Leá; y Ya’aqóv dijo a Laván: ¿Qué es esto que me has hecho? ¿No te he servido por Rajél? ¿Por qué, pues, me has engañado?
26 Laván respondió: No se hace así en nuestro lugar, que se dé la menor antes de la mayor.
27 Cumple la semana de ésta, y se te dará también la otra, por el servicio que hagas conmigo otros siete años.
28 E hizo Ya’aqóv así, y cumplió la semana de aquélla; y él le dio a Rajél su hija por mujer.
29 Y dio Laván a Rajél su hija su sierva Bilhá por criada.
30 Y se llegó también a Rajél, y la amó también más que a Leá; y sirvió a Laván aún otros siete años.
31 Y vio YHVH que Leá era menospreciada, y le dio hijos; pero Rajél era estéril.
32 Y concibió Leá, y dio a luz un hijo, y llamó su nombre Reuvén, porque dijo: Ha mirado YHVH mi aflicción; ahora, por tanto, me amará mi marido.
33 Concibió [Leá] otra vez, y dio a luz un hijo, y dijo: Por cuanto oyó YHVH que yo era menospreciada, me ha dado también éste. Y llamó su nombre Shim’ón.
34 Y concibió otra vez, y dio a luz un hijo, y dijo: Ahora esta vez se unirá mi marido conmigo, porque le he dado a luz tres hijos; por tanto, llamó su nombre Leví.
35 Concibió otra vez, y dio a luz un hijo, y dijo: Esta vez alabaré a YHVH; por esto llamó su nombre Yehudá; y dejó de dar a luz.
Los hijos de Bilhá
1 Viendo Rajél que no daba hijos a Ya’aqóv, tuvo envidia de su hermana, y decía a Ya’aqóv: Dame hijos, o si no, me muero.
2 Y Ya’aqóv se enojó contra Rajél, y dijo: ¿Soy yo acaso Elohím, que te impidió el fruto de tu vientre?
3 Y ella dijo: He aquí mi sierva Bilhá; llégate a ella, y dará a luz sobre mis rodillas, y yo también tendré hijos de ella.
4 Así le dio a Bilhá su sierva por mujer; y Ya’aqóv se llegó a ella.
5 Y concibió Bilhá, y dio a luz un hijo a Ya’aqóv.
6 Dijo entonces Rajél: Me juzgó Elohím, y también oyó mi voz, y me dio un hijo. Por tanto llamó su nombre Dán.
7 Concibió otra vez Bilhá la sierva de Rajél, y dio a luz un segundo hijo a Ya’aqóv.
8 Y dijo Rajél: Con luchas de Elohím he contendido con mi hermana, y he vencido. Y llamó su nombre Naftalí.
Hijos de Tzilpá
9 Viendo, pues, Leá, que había dejado de dar a luz, tomó a Tzilpá su sierva, y la dio a Ya’aqóv por mujer.
10 Y Tzilpá sierva de Leá dio a luz un hijo a Ya’aqóv.
11 Y dijo Leá: Vino la ventura; y llamó su nombre Gád.
12 Luego Tzilpá la sierva de Leá dio a luz otro hijo a Ya’aqóv.
13 Y dijo Leá: Para dicha mía; porque las mujeres me dirán dichosa; y llamó su nombre Ashér.
(4ta Aliyá) 14 Fue Reuvén en tiempo de la siega de los trigos, y halló mandrágoras en el campo, y las trajo a Leá su madre; y dijo Rajél a Leá: Te ruego que me des de las mandrágoras de tu hijo.
15 Y ella respondió: ¿Es poco que hayas tomado mi marido, sino que también te has de llevar las mandrágoras de mi hijo? Y dijo Rajél: Pues dormirá contigo esta noche por las mandrágoras de tu hijo.
Hijos de Leá
16 Cuando, pues, Ya’aqóv volvía del campo a la tarde, salió Leá a él, y le dijo: Llégate a mí, porque a la verdad te he alquilado por las mandrágoras de mi hijo. Y durmió con ella aquella noche.
17 Y oyó Elohím a Leá; y concibió, y dio a luz el quinto hijo a Ya’aqóv.
18 Dijo Leá: Elohím me ha dado mi recompensa,
por cuanto di mi sierva a mi marido; por eso llamó su nombre Issajár.
19 Después concibió Leá otra vez, y dio a luz el sexto hijo a Ya’aqóv.
20 Y dijo Leá: Elohím me ha dado una buena dote; ahora morará conmigo mi marido, porque le he dado a luz seis hijos; y llamó su nombre Zevulún.
21 Después dio a luz una hija, y llamó su nombre Diná.
Rajél concibe un hijo - Trato entre Laván e Ya’aqóv
22 Y se acordó Elohím de Rajél, y la oyó Elohím, y le concedió hijos.
23 Y concibió, y dio a luz un hijo, y dijo: Elohím ha quitado mi afrenta;
24 y llamó su nombre Yoséf, diciendo: Añádame YHVH otro hijo.
25 Aconteció cuando Rajél hubo dado a luz a Yoséf, que Ya’aqóv dijo a Laván: Envíame, e iré a mi lugar, y a mi tierra.
26 Dame mis mujeres y mis hijos, por las cuales he servido contigo, y déjame ir; pues tú sabes los servicios que te he hecho.
27 Y Laván le respondió: Halle yo ahora gracia en tus ojos, y quédate; he experimentado que YHVH me ha bendecido por tu causa.
(5ta Aliyá) 28 Y dijo: Señálame tu salario, y yo lo daré.
29 Y él respondió: Tú sabes cómo te he servido, y cómo ha estado tu ganado conmigo.
30 Porque poco tenías antes de mi venida, y ha crecido en gran número, y YHVH te ha bendecido con mi llegada; y ahora, ¿cuándo trabajaré también por mi propia casa?
31 Y él dijo: ¿Qué te daré? Y respondió Ya’aqóv: No me des nada; si haces esto por mí, volveré a apacentar tus ovejas.
32 Yo pasaré hoy por todo tu rebaño, poniendo aparte todas las ovejas manchadas y salpicadas de color, y todas las ovejas de color oscuro, y las manchadas y salpicadas de color entre las cabras; y esto será mi salario.
33 Así responderá por mí mi honradez mañana, cuando vengas a reconocer mi salario; toda la que no fuere pintada ni manchada en las cabras, y de color oscuro entre mis ovejas, se me ha de tener como de hurto.
34 Dijo entonces Laván: Mira, sea como tú dices.
35 Y Laván apartó aquel día los machos cabríos manchados y rayados, y todas las cabras manchadas y salpicadas de color, y toda aquella que tenía en sí algo de blanco, y todas las de color oscuro entre las ovejas, y las puso en mano de sus hijos.
36 Y puso tres días de camino entre sí y Ya’aqóv; y Ya’aqóv apacentaba las otras ovejas de Laván.
37 Tomó luego Ya’aqóv varas verdes de álamo, de avellano y de castaño, y descortezó en ellas mondaduras blancas, descubriendo así lo blanco de las varas.
38 Y puso las varas que había mondado delante del ganado, en los canales de los abrevaderos del agua donde venían a beber las ovejas, las cuales procreaban cuando venían a beber.
39 Así concebían las ovejas delante de las varas; y parían borregos listados, pintados y salpicados de diversos colores.
40 Y apartaba Ya’aqóv los corderos, y ponía con su propio rebaño los listados y todo lo que era oscuro del hato de Laván. Y ponía su hato aparte, y no lo ponía con las ovejas de Laván.
41 Y sucedía que cuantas veces se hallaban en celo las ovejas más fuertes, Ya’aqóv ponía las varas delante de las ovejas en los abrevaderos, para que concibieran a la vista de las varas.
42 Pero cuando venían las ovejas más débiles, no las ponía; así eran las más débiles para Laván, y las más fuertes para Ya’aqóv.
43 Y se enriqueció el varón muchísimo, y tuvo muchas ovejas, y siervas y siervos, y camellos y
asnos.
Altercados entre Ya’aqóv y Laván
1 Y oía Ya’aqóv las palabras de los hijos de Laván, que decían: Ya’aqóv ha tomado todo lo que era de nuestro padre, y de lo que era de nuestro padre ha adquirido toda esta riqueza.
2 Miraba también Ya’aqóv el semblante de Laván, y veía que no era para con él como había sido antes.
3 También YHVH dijo a Ya’aqóv: Vuélvete a la tierra de tus padres, y a tu parentela, y yo estaré contigo.
4 Envió, pues, Ya’aqóv, y llamó a Rajél y a Leá al campo donde estaban sus ovejas,
5 y les dijo: Veo que el semblante de su padre no es para conmigo como era antes; pero el Elohím de mi padre ha estado conmigo.
6 Ustedes saben que con todas mis fuerzas he servido a su padre;
7 y su padre me ha engañado, y me ha cambiado el salario diez veces; pero Elohím no le ha permitido que me hiciera mal.
8 Si él decía así: Los pintados serán tu salario, entonces todas las ovejas parían pintados; y si decía así: Los listados serán tu salario; entonces todas las ovejas parían listados.
9 Así quitó Elohím el ganado de su padre, y me lo dio a mí.
10 Y sucedió que al tiempo que las ovejas estaban en celo, alcé yo mis ojos y vi en sueños, y he aquí los machos que cubrían a las hembras eran listados, pintados y abigarrados.
11 Y me dijo el mensajero de Elohím en sueños: Ya’aqóv, y yo dije: Heme aquí.
12 Y él dijo: Alza ahora tus ojos, y verás que todos los machos que cubren a las hembras son listados, pintados y abigarrados; porque yo he visto todo lo que Laván te ha hecho.
13 Yo soy el Elohím de Bét-Él, donde tú ungiste la piedra, y donde me hiciste un voto. Levántate ahora y sal de esta tierra, y vuélvete a la tierra de tu nacimiento.
14 Respondieron Rajél y Leá, y le dijeron: ¿Tenemos acaso parte o heredad en la casa de nuestro padre?
15 ¿No nos tiene ya como por extrañas, pues que nos vendió, y aun se ha comido del todo nuestro precio?
16 Porque toda la riqueza que Elohím ha quitado a nuestro padre, nuestra es y de nuestros hijos; ahora, pues, haz todo lo que Elohím te ha dicho.
Ya’aqóv huye de Laván
(6ta Aliyá) 17 Entonces se levantó Ya’aqóv, y subió sus hijos y sus mujeres sobre los camellos,
18 y puso en camino todo su ganado, y todo cuanto había adquirido, el ganado de su ganancia que había obtenido en Padán Arám, para volverse a Itzjáq su padre en la tierra de Kená’an.
19 Pero Laván había ido a trasquilar sus ovejas; y Rajél hurtó los terafím de su padre.
20 Y Ya’aqóv engañó a Laván arameo, no haciéndole saber que se iba.
21 Huyó, pues, con todo lo que tenía; y se levantó y pasó el Perat (Éufrates), y se dirigió al monte de Guilad.
22 Y al tercer día fue dicho a Laván que Ya’aqóv había huido.
23 Entonces Laván tomó a sus parientes consigo, y fue tras Ya’aqóv camino de siete días, y le alcanzó en el monte de Guilad.
24 Y vino Elohím a Laván arameo en sueños aquella noche, y le dijo: Guárdate que no hables a Ya’aqóv descomedidamente.
25 Alcanzó, pues, Laván a Ya’aqóv; y éste había fijado su tienda en el monte; y Laván acampó con sus parientes en el monte de Guilad.
26 Y dijo Laván a Ya’aqóv: ¿Qué has hecho, que me engañaste, y has traído a mis hijas como prisioneras de guerra?
27 ¿Por qué te escondiste para huir, y me engañaste, y no me lo hiciste saber para que yo te despidiera con alegría y con cantos, con tamborín y arpa?
28 Pues ni aun me dejaste besar a mis hijos y mis hijas. Ahora, locamente has hecho.
29 Poder hay en mi mano para hacerles mal; pero el Elohím de tu padre me habló anoche diciendo: Guárdate que no hables a Ya’aqóv descomedidamente.
30 Y ya que te ibas, porque tenías deseo de la casa de tu padre, ¿por qué me hurtaste mis terafím?
31 Respondió Ya’aqóv y dijo a Laván: Porque tuve miedo; pues pensé que quizá me quitarías por fuerza tus hijas.
32 Aquel en cuyo poder halles tus elohím, no viva; delante de nuestros hermanos reconoce lo que yo tenga tuyo, y llévatelo. Ya’aqóv no sabía que Rajél los había hurtado.
33 Entró Laván en la tienda de Ya’aqóv, en la tienda de Leá, y en la tienda de las dos siervas, y no los halló; y salió de la tienda de Leá, y entró en la tienda de Rajél.
34 Pero tomó Rajél los ídolos y los puso en una montura de un camello, y se sentó sobre ellos; y buscó Laván en toda la tienda, y no los halló.
35 Y ella dijo a su padre: No se enoje mi señor, porque no me puedo levantar delante de ti; pues estoy con la costumbre de las mujeres. Y él buscó, pero no halló los ídolos.
36 Entonces Ya’aqóv se enojó, y riñó con Laván; y respondió Ya’aqóv y dijo a Laván: ¿Qué transgresión es la mía? ¿Cuál es mi error, para que con tanto ardor hayas venido en mi persecución?
37 Pues que has buscado en todas mis cosas, ¿qué has hallado de todos los enseres de tu casa? Ponlo aquí delante de mis hermanos y de los tuyos, y juzguen entre nosotros.
38 Estos veinte años he estado contigo; tus ovejas y tus cabras nunca abortaron, ni yo comí carnero de tus ovejas.
39 Nunca te traje lo arrebatado por las fieras: yo pagaba el daño; lo hurtado así de día como de noche, a mí me lo cobrabas.
40 De día me consumía el calor, y de noche la helada, y el sueño huía de mis ojos.
41 Así he estado veinte años en tu casa; catorce años te serví por tus dos hijas, y seis años por tu ganado, y has cambiado mi salario diez veces.
42 Si el Elohím de mi padre, Elohím de Avrahám y el temor de Itzjáq, no estuviera conmigo, de verdad me enviarías ahora con las manos vacías; pero Elohím vio mi aflicción y el trabajo de mis manos, y te reprendió anoche.
Pacto entre Laván y Ya’aqóv
(7ma Aliyá) 43 Respondió Laván y dijo a Ya’aqóv: Las hijas son hijas mías, y los hijos, hijos míos son, y las ovejas son mis ovejas, y todo lo que tú ves es mío: ¿y qué puedo yo hacer hoy a estas mis hijas, o a sus hijos que ellas han dado a luz?
44 Ven, pues, ahora, y hagamos pacto tú y yo, y sea por testimonio entre nosotros dos.
45 Entonces Ya’aqóv tomó una piedra, y la levantó por señal.
46 Y dijo Ya’aqóv a sus hermanos: Recojan piedras. Y tomaron piedras e hicieron un majano, y comieron allí sobre aquel majano.
47 Y lo llamó Laván, Jegar Sahaduta; y lo llamó Ya’aqóv, Guilad.
48 Porque Laván dijo: Este majano es testigo hoy entre nosotros dos; por eso fue llamado su
nombre Guilad;
49 y Mizpa, por cuanto dijo: Atalaye YHVH entre tú y yo, cuando nos apartemos el uno del otro.
50 Si afliges a mis hijas, o si tomas otras mujeres además de mis hijas, nadie está con nosotros; mira, Elohím es testigo entre nosotros dos.
51 Además Laván dijo a Ya’aqóv: He aquí este
majano, y he aquí esta señal, que he erigido entre tú y yo.
52 Testigo sea este majano, y testigo sea esta señal, que ni yo pasaré de este majano contra ti, ni tú pasarás de este majano ni de esta señal contra mí, para mal.
53 El Elohím de Avrahám y el Elohím de Najór juzgue entre nosotros, el Elohím de sus padres. Y Ya’aqóv juró por aquel a quien temía Itzjáq su padre.
54 Ya’aqóv inmoló víctimas en el monte, y llamó a sus hermanos a comer pan; y comieron pan, y durmieron aquella noche en el monte.
55 Y se levantó Laván de mañana, y besó sus hijos y sus hijas, y los bendijo; y regresó y se volvió a su lugar.
Ya’aqóv envía regalos a Esáv
(Maftir) 1 Ya’aqóv siguió su camino, y le salieron al encuentro mensajeros de Elohím.
2 Y dijo Ya’aqóv cuando los vio: Campamento de Elohím es este; y llamó el nombre de aquel lugar Mahanaim.
3 Y envió Ya’aqóv mensajeros a Esáv su hermano, a la tierra de Se’ír, campo de Edóm.
Parashat vaishláj
(1ra Aliyá) 4 Y les mandó diciendo: Así le dirán a mi señor Esáv: Así dice tu siervo Ya’aqóv: Con Laván he morado, y me he detenido hasta ahora;
5 y tengo vacas, asnos, ovejas, y siervos y siervas; y lo envío a decir a mi señor, para hallar
gracia ante sus ojos.
6 Y los mensajeros volvieron a Ya’aqóv, diciendo: Fuimos a tu hermano Esáv, y él también viene a recibirte, y cuatrocientos hombres con él.
7 Entonces Ya’aqóv tuvo gran temor, y se angustió; y distribuyó el pueblo que tenía consigo, y las ovejas y las vacas y los camellos, en dos campamentos.
8 Y dijo: Si viene Esáv contra un campamento y lo ataca, el otro campamento escapará.
9 Y dijo Ya’aqóv: Elohím de mi padre Avrahám, y Elohím de mi padre Itzjáq, YHVH, que me dijiste: Vuélvete a tu tierra y a tu parentela, y yo te haré bien;
10 menor soy que todas las misericordias y que toda la verdad que has usado para con tu siervo; pues con mi cayado pasé este Yardén, y ahora estoy sobre dos campamentos.
11 Líbrame ahora de la mano de mi hermano, de la mano de Esáv, porque le temo; no venga acaso y me hiera a las madres con los hijos.
12 Y tú has dicho: Yo te haré bien, y tu descendencia será como la arena del mar, que no se puede contar por la multitud.
13 Y durmió allí aquella noche, y tomó de lo que le vino a la mano un presente para su hermano Esáv:
(2da Aliyá) 14 doscientas cabras y veinte machos cabríos, doscientas ovejas y veinte carneros,
15 treinta camellas paridas con sus crías, cuarenta vacas y diez novillos, veinte asnas y diez borricos.
16 Y lo entregó a sus siervos, cada manada de por sí; y dijo a sus siervos: Pasen adelante de mí, y pongan espacio entre manada y manada.
17 Y mandó al primero, diciendo: Si Esáv mi hermano te encuentra, y te pregunta, diciendo: ¿De quién eres? ¿y adónde vas? ¿y para quién es esto que llevas delante de ti?
18 Entonces dirás: Es un presente de tu siervo Ya’aqóv, que envía a mi señor Esáv; y he aquí
también él viene detrás de nosotros.
19 Mandó también al segundo, y al tercero, y a todos los que iban tras aquellas manadas, diciendo: Conforme a esto le hablarán a Esáv, cuando le hallen.
20 Y también le dirán: He aquí tu siervo Ya’aqóv viene detrás de nosotros. Porque dijo: Apaciguaré su ira con el presente que va delante de mí, y después veré su rostro; quizá le seré acepto.
21 Pasó, pues, el presente delante de él; y él durmió aquella noche en el campamento.
22 Y se levantó aquella noche, y tomó sus dos mujeres, y sus dos siervas, y sus once hijos, y pasó el vado de Yavoj.
23 Los tomó, pues, e hizo pasar el arroyo a ellos y a todo lo que tenía.
24 Así se quedó Ya’aqóv solo; y luchó con él un varón hasta que rayaba el alba.
25 Y cuando el varón vio que no podía con él, tocó en el sitio del encaje de su muslo, y se descoyuntó el muslo de Ya’aqóv mientras luchaba con él.
26 Y dijo: Déjame, porque raya el alba. Y Ya’aqóv le respondió: No te dejaré, si no me bendices.
27 Y el varón le dijo: ¿Cuál es tu nombre? Y él respondió: Ya’aqóv.
28 Y el varón le dijo: No se dirá más tu nombre Ya’aqóv, sino Israel; porque has luchado con Elohím y con los hombres, y has vencido.
29 Ya’aqóv le preguntó, y dijo: Declárame ahora tu nombre. Y el varón respondió: ¿Por qué me preguntas por mi nombre? Y lo bendijo allí.
30 Y llamó Ya’aqóv el nombre de aquel lugar, Peniel; porque dijo: Vi a Elohím cara a cara, y fue librada mi alma.
(3ra Aliyá) 31 Y cuando había pasado Peniel, le salió el sol; y cojeaba de su cadera.
32 Por esto hasta hoy día no comen los hijos de Israel del tendón que se contrajo, el cual está en el encaje del muslo; porque este sitio de su muslo tocó a Ya’aqóv, en el tendón que se contrajo.
Reencuentro entre Ya’aqóv y Esáv
1 Alzando Ya’aqóv sus ojos, miró, y he aquí venía Esáv, y los cuatrocientos hombres con él; entonces repartió él los niños entre Leá y Rajél y las dos siervas.
2 Y puso las siervas y sus niños delante, luego a Leá y sus niños, y a Rajél y a Yoséf los últimos.
3 Y él pasó delante de ellos y se inclinó a tierra siete veces, hasta que llegó a su hermano.
4 Pero Esáv corrió a su encuentro y le abrazó, y se echó sobre su cuello, y le besó; y lloraron.
5 Y alzó sus ojos y vio a las mujeres y los niños, y dijo: ¿Quiénes son éstos? Y él respondió: Son los niños que Elohím ha dado a tu siervo.
(4ta Aliyá) 6 Luego vinieron las siervas, ellas y sus niños, y se inclinaron.
7 Y vino Leá con sus niños, y se inclinaron; y después llegó Yoséf y Rajél, y también se inclinaron.
8 Y Esáv dijo: ¿Qué te propones con todos estos grupos que he encontrado? Y Ya’aqóv respondió: El hallar gracia en los ojos de mi señor.
9 Y dijo Esáv: Suficiente tengo yo, hermano mío; sea para ti lo que es tuyo.
10 Y dijo Ya’aqóv: No, yo te ruego; si he hallado ahora gracia en tus ojos, acepta mi presente, porque he visto tu rostro, como si hubiera visto el rostro de Elohím, pues que con tanto favor me has recibido.
11 Acepta, te ruego, mi presente que te he traído, porque Elohím me ha hecho merced, y todo lo que hay aquí es mío. E insistió con él, y Esáv lo tomó.
12 Y Esáv dijo: Anda, vamos; y yo iré delante de ti.
13 Y Ya’aqóv le dijo: Mi señor sabe que los niños son tiernos, y que tengo ovejas y vacas paridas; y si las fatigan, en un día morirán todas las ovejas.
14 Pase ahora mi señor delante de su siervo, y yo me iré poco a poco al paso del ganado que va delante de mí, y al paso de los niños, hasta que llegue a mi señor a Se’ír.
15 Esáv dijo: Dejaré ahora contigo de la gente que viene conmigo. Y Ya’aqóv dijo: ¿Para qué esto? Halle yo gracia en los ojos de mi señor.
16 Así volvió Esáv aquel día por su camino a Se’ír.
17 Y Ya’aqóv fue a Sukót, y edificó allí casa para sí, e hizo cabañas para su ganado; por tanto, llamó el nombre de aquel lugar Sukót.
18 Después Ya’aqóv llegó sano y salvo a la ciudad de Shejém, que está en la tierra de Kená’an, cuando venía de Padán Arám; y acampó delante de la ciudad.
19 Y por cien monedas compró una parte del campo de mano de los hijos de Jamór, padre de Shejém, donde plantó su tienda.
20 Y erigió allí un altar, y lo llamó Él Elohe Israel.
La deshonra de Diná
(5ta Aliyá) 1 Diná, la hija de Leá, la cual ésta había dado a luz a Ya’aqóv, salió a ver a las hijas del país.
2 Y la vio Shejém hijo de Jamór el jiví, príncipe de aquella tierra, y la tomó, y se acostó con ella, y la deshonró.
3 Pero su alma se apegó a Diná la hija de Leá, y se enamoró de la joven, y habló al corazón de ella.
4 Y habló Shejém a Jamór su padre, diciendo: Tómame por mujer a esta joven.
5 Oyó Ya’aqóv que Shejém había amancillado a Diná su hija; y estando sus hijos con su ganado en el campo, calló Ya’aqóv hasta que ellos vinieran.
6 Y se dirigió Jamór padre de Shejém a Ya’aqóv, para hablar con él.
7 Y los hijos de Ya’aqóv vinieron del campo
cuando lo supieron; y se entristecieron los varones, y se enojaron mucho, porque hizo vileza en Israel acostándose con la hija de Ya’aqóv, lo que no se debía haber hecho.
8 Y Jamór habló con ellos, diciendo: El alma de mi hijo Shejém se ha apegado a su hija; le ruego que se la den por mujer.
9 Y emparenten con nosotros; denos sus hijas, y tomen ustedes las nuestras.
10 Y habiten con nosotros, porque la tierra estará delante de ustedes; moren y negocien en ella, y tomen posesión en ella.
11 Shejém también dijo al padre de Diná y a los hermanos de ella: Halle yo favor en los ojos de ustedes, y daré lo que me digan.
12 Aumenten a cargo mío mucha dote y regalos, y yo daré cuanto me digan; y denme a la joven por mujer.
Venganza de los hijos de Ya’aqóv
13 Pero respondieron los hijos de Ya’aqóv a Shejém y a Jamór su padre con palabras engañosas, por cuanto había amancillado a Diná su hermana.
14 Y les dijeron: No podemos hacer esto de dar nuestra hermana a hombre incircunciso, porque entre nosotros es abominación.
15 Pero con esta condición los complaceremos: si han de ser como nosotros, que todo varón se circuncide entre ustedes.
16 Entonces les daremos nuestras hijas, y tomaremos las hijas de ustedes para nosotros; habitaremos con ustedes, y seremos un pueblo.
17 Pero si no nos escuchan para circuncidarse, tomaremos nuestra hija y nos iremos.
18 Y parecieron bien sus palabras a Jamór, y a Shejém hijo de Jamór.
19 Y no tardó el joven en hacer aquello, porque la hija de Ya’aqóv le había agradado; y él era el más distinguido de toda la casa de su padre.
20 Entonces Jamór y Shejém su hijo vinieron a la puerta de su ciudad, y hablaron a los varones
de su ciudad, diciendo:
21 Estos varones son pacíficos con nosotros, y habitarán en el país, y traficarán en él; pues he aquí la tierra es bastante ancha para ellos; nosotros tomaremos sus hijas por mujeres, y les daremos las nuestras.
22 Pero con esta condición consentirán estos hombres en habitar con nosotros, para que seamos un pueblo: que se circuncide todo varón entre nosotros, así como ellos son circuncidados.
23 Su ganado, sus bienes y todos sus animales serán nuestros; solamente convengamos con ellos, y habitarán con nosotros.
24 Y obedecieron a Jamór y a Shejém su hijo todos los que salían por la puerta de la ciudad, y circuncidaron a todo varón, a cuantos salían por la puerta de su ciudad.
25 Pero al tercer día sucedió que, cuando sentían ellos el mayor dolor, dos de los hijos de Ya’aqóv, Shim’ón y Leví, hermanos de Diná, tomaron cada uno su espada, y vinieron contra la ciudad, que estaba desprevenida, y mataron a todo varón.
26 Y a Jamór y a Shejém su hijo los mataron a filo de espada; y tomaron a Diná de casa de Shejém, y se fueron.
27 Y los hijos de Ya’aqóv cayeron sobre los cadáveres, y saquearon la ciudad, por cuanto habían amancillado a su hermana.
28 Tomaron sus ovejas y vacas y sus asnos, y lo que había en la ciudad y en el campo,
29 y todos sus bienes; llevaron cautivos a todos sus niños y sus mujeres, y robaron todo lo que había en casa.
30 Entonces dijo Ya’aqóv a Shim’ón y a Leví: Me han turbado con hacerme abominable a los moradores de esta tierra, el kená’aní y el perizí; y teniendo yo pocos hombres, se juntarán contra mí y me atacarán, y seré destruido yo y mi casa.
31 Pero ellos respondieron: ¿Había él de tratar a nuestra hermana como a una prostituta?
Ya’aqóv en Bét-Él
1 Dijo Elohím a Ya’aqóv: Levántate y sube a Bét-Él, y quédate allí; y haz allí un altar al Elohím que te apareció cuando huías de tu hermano Esáv.
2 Entonces Ya’aqóv dijo a su familia y a todos los que con él estaban: Quiten los dioses ajenos que hay entre ustedes, y purifíquense, y muden sus vestidos.
3 Y levantémonos, y subamos a Bét-Él; y haré allí altar al Elohím que me respondió en el día de mi angustia, y ha estado conmigo en el camino que he andado.
4 Así dieron a Ya’aqóv todos los dioses ajenos que había en poder de ellos, y los zarcillos que estaban en sus orejas; y Ya’aqóv los escondió debajo de una encina que estaba junto a Shejém.
5 Y salieron, y el terror de Elohím estuvo sobre las ciudades que había en sus alrededores, y no persiguieron a los hijos de Ya’aqóv.
6 Y llegó Ya’aqóv a Luz, que está en tierra de Kená’an (esta es Bét-Él), él y todo el pueblo que con él estaba.
7 Y allí construyo un altar, y llamó al lugar Él-Bét-Él, porque allí le había revelado Elohím, cuando huía de su hermano.
8 Entonces murió Débora, ama de Rivqá, y fue sepultada al pie de Bét-Él, debajo de una encina, la cual fue llamada Alón Bajút.
9 Apareció otra vez Elohím a Ya’aqóv, cuando había vuelto de Padán Arám, y le bendijo.
10 Y le dijo Elohím: Tu nombre es Ya’aqóv; no se llamará más tu nombre Ya’aqóv, sino Israel será tu nombre; y llamó su nombre Israel.
11 También le dijo Elohím: Yo soy Él-Shaday: Crece y multiplícate; una nación y conjunto de naciones procederán de ti, y reyes saldrán de tus lomos.
(6ta Aliyá) 12 La tierra que he dado a Avrahám y a Itzjáq, la daré a ti, y a tu descendencia después de ti daré la tierra.
13 Y Elohím se fue de él, del lugar en donde había hablado con él.
14 Y Ya’aqóv erigió una señal en el lugar donde había hablado con él, una señal de piedra, y derramó sobre ella libación, y echó sobre ella aceite.
Muerte de Rajél
15 Y llamó Ya’aqóv el nombre de aquel lugar donde Elohím había hablado con él, Bét-Él.
16 Después partieron de Bét-Él; y había aún como media legua de tierra para llegar a Efrata, cuando dio a luz Rajél, y hubo trabajo en su parto.
17 Y aconteció, como había trabajo en su parto, que le dijo la partera: No temas, que también tendrás este hijo.
18 Y aconteció que al salírsele el alma (pues murió), llamó su nombre Ben-Oní; pero su padre lo llamó Binyamím.
19 Así murió Rajél, y fue sepultada en el camino de Efrata, la cual es Bét-Léjem.
20 Y levantó Ya’aqóv un pilar sobre su sepultura; esta es la señal de la sepultura de Rajél hasta hoy.
21 Y salió Israel, y plantó su tienda más allá de Migdal-edar.
Los doce hijos de Israel
22 Aconteció que cuando moraba Israel en aquella tierra, fue Reuvén y durmió con Bilhá la concubina de su padre; lo cual llegó a saber Israel. Ahora bien, los hijos de Israel fueron doce:
23 los hijos de Leá: Reuvén el primogénito de Ya’aqóv; Shim’ón, Leví, Yehudá, Issajár y Zevulún.
24 Los hijos de Rajél: Yoséf y Binyamím.
25 Los hijos de Bilhá, sierva de Rajél: Dán y Naftalí.
26 Y los hijos de Tzilpá, sierva de Leá: Gád y Ashér. Estos fueron los hijos de Ya’aqóv, que le nacieron en Fadán Arám.
27 Después vino Ya’aqóv a Itzjáq su padre a Mamré, a Kiriát HáArbá, que es Jevrón, donde habitaron Avrahám e Itzjáq.
28 Y fueron los días de Itzjáq ciento ochenta años.
29 Y exhaló Itzjáq el espíritu, y murió, y fue recogido a su pueblo, viejo y lleno de días; y lo sepultaron Esáv y Ya’aqóv sus hijos.
Generaciones de Esáv
1 Estas son las generaciones de Esáv, el cual es Edóm:
2 Esáv tomó sus mujeres de las hijas de Kená’an: A Adá, hija de Elón jití, a Aholívama, hija de Aná, hijo de Tziv’ón jiví,
3 y a Basmát hija de Ishmaél, hermana de Nevaíot.
4 Adá dio a luz a Esáv a Elifáz; y Basmát dio a luz a Re’uél.
5 Y Aholívama dio a luz a Ye’úsh, a Ya’lám y a Kóraj; estos son los hijos de Esáv, que le nacieron en la tierra de Kená’an.
6 Y Esáv tomó sus mujeres, sus hijos y sus hijas, y todas las personas de su casa, y sus ganados, y todas sus bestias, y todo cuanto había adquirido en la tierra de Kená’an, y se fue a otra tierra, separándose de Ya’aqóv su hermano.
7 Porque los bienes de ellos eran muchos; y no podían habitar juntos, ni la tierra en donde moraban los podía sostener a causa de sus ganados.
8 Y Esáv habitó en el monte de Se’ír; Esáv es Edóm.
9 Estos son los linajes de Esáv, padre de Edóm, en el monte de Se’ír.
10 Estos son los nombres de los hijos de Esáv:
Elifáz, hijo de Adá mujer de Esáv; Re’uél, hijo de Basmát mujer de Esáv.
11 Y los hijos de Elifáz fueron Temán, Omár, Tzefó, Ga’tám y Kenáz.
12 Y Timná fue concubina de Elifáz hijo de Esáv, y ella le dio a luz a Amaléq; estos son los hijos de Adá, mujer de Esáv.
13 Los hijos de Re’uél fueron Nahat, Zéraj, Shamá y Miza; estos son los hijos de Basmát mujer de Esáv.
14 Estos fueron los hijos de Aholívama mujer de Esáv, hija de Aná, que fue hijo de Tziv’ón: Ella dio a luz a Ye’úsh, Ya’lám y Kóraj, hijos de Esáv.
15 Estos son los jefes de entre los hijos de Esáv: Hijos de Elifáz, primogénito de Esáv: los jefes Temán, Omár, Tzefó, Kenáz,
16 Kóraj, Ga’tám y Amaléq; estos son los jefes de Elifáz en la tierra de Edóm; estos fueron los hijos de Adá.
17 Y estos son los hijos de Re’uél, hijo de Esáv: Los jefes Nahat, Zéraj, Shamá y Miza; estos son los jefes de la línea de Re’uél en la tierra de Edóm; estos hijos vienen de Basmát mujer de Esáv.
18 Y estos son los hijos de Aholívama mujer de Esáv: Los jefes Ye’úsh, Ya’lám y Kóraj; estos fueron los jefes que salieron de Aholívama mujer de Esáv, hija de Aná.
19 Estos, pues, son los hijos de Esáv, y sus jefes; él es Edóm.
(7ma Aliyá) 20 Estos son los hijos de Se’ír el jorí, moradores de aquella tierra: Lotán, Shovál, Tziv’ón, Aná,
21 Dishón, Étzer y Dishán; estos son los jefes del jorí, hijos de Se’ír, en la tierra de Edóm.
22 Los hijos de Lotán fueron Jorí y Hemám; y Timná fue hermana de Lotán.
23 Los hijos de Shovál fueron Alván, Manájat, Evál, Shefó y Onám.
24 Y los hijos de Tziv’ón fueron Ayá y Aná. Este Aná es el que descubrió manantiales en el desierto, cuando apacentaba los asnos de Tziv’ón su padre.
25 Los hijos de Aná fueron Dishón, y Aholívama hija de Aná.
26 Estos fueron los hijos de Dishón: Jemdán, Eshbán, Itrán y Jerán.
27 Y estos fueron los hijos de Étzer: Bilhán, Zá’aván y Aqán.
28 Estos fueron los hijos de Dishán: Útz y Arán.
29 Y estos fueron los líderes del jorí: Los líderes Lotán, Shovál, Tziv’ón, Aná,
30 Dishón, Étzer y Dishán; estos fueron los líderes del jorí, por sus mandos en la tierra de Se’ír.
31 Y los reyes que reinaron en la tierra de Edóm, antes que reinara rey sobre los hijos de Israel, fueron estos:
32 Bála hijo de Be’ór reinó en Edóm; y el nombre de su ciudad fue Dinháva.
33 Murió Bála, y reinó en su lugar Yováv hijo de Zéraj, de Botzrá.
34 Murió Yováv, y en su lugar reinó Jushám, de tierra de Temán.
35 Murió Jushám, y reinó en su lugar Hadád hijo de Bedad, el que derrotó a Midián en el campo de Moáv; y el nombre de su ciudad fue Avít.
36 Murió Hadád, y en su lugar reinó Samlá de Masreqá.
37 Murió Samlá, y reinó en su lugar Shaúl de Rejovót junto al río.
38 Murió Shaúl, y en lugar suyo reinó Bá’al Janán hijo de Ajbór.
39 Y murió Bá’al Janán hijo de Ajbór, y reinó Hadar en lugar suyo; y el nombre de su ciudad fue Pá’u; y el nombre de su mujer, Mehétavel hija de Matréd, hija de Méy Zaháv.
(Maftir) 40 Estos, pues, son los nombres de los líderes de Esáv por sus linajes, por sus lugares, y sus nombres: Timná, Alvá, Yetét,
41 Aholívama, Elá, Pinón,
42 Kenáz, Temán, Mivtzár,
43 Magdiel e Iram. Estos fueron los líderes de Edóm según sus moradas en la tierra de su posesión. Edóm es el mismo Esáv, padre de los edomím.
Parashat Vayéshev
El sueño de Yoséf
(1ra Aliyá) 1 Habitó Ya’aqóv en la tierra donde había morado su padre, en la tierra de Kená’an.
2 Esta es la historia de la familia de Ya’aqóv: Yoséf, siendo de edad de diecisiete años, apacentaba las ovejas con sus hermanos; y el joven estaba con los hijos de Bilhá y con los hijos de Tzilpá, mujeres de su padre; e informaba Yoséf a su padre la mala fama de ellos.
3 Y amaba Israel a Yoséf más que a todos sus hijos, porque lo había tenido en su vejez; y le hizo una túnica de diversos colores.
4 Y viendo sus hermanos que su padre lo amaba más que a todos sus hermanos, le aborrecían, y no podían hablarle de forma pacífica.
5 Y soñó Yoséf un sueño, y lo contó a sus hermanos; y ellos llegaron a aborrecerle más todavía.
6 Y él les dijo: Escuchen ahora este sueño que he soñado:
7 He aquí que atábamos manojos en medio del campo, y he aquí que mi manojo se levantaba y estaba derecho, y que sus manojos estaban alrededor y se inclinaban al mío.
8 Le respondieron sus hermanos: ¿Reinarás tú sobre nosotros, o señorearás sobre nosotros? Y le aborrecieron todavía más a causa de sus sueños y sus palabras.
9 Soñó aun otro sueño, y lo contó a sus hermanos, diciendo: He aquí que he soñado otro sueño, y he aquí que el sol y la luna y once estrellas se inclinaban a mí.
10 Y lo contó a su padre y a sus hermanos; y su padre le reprendió, y le dijo: ¿Qué sueño es este que soñaste? ¿Acaso vendremos yo y tu madre y tus hermanos a postrarnos en tierra ante ti?
11 Y sus hermanos le tenían envidia, pero su padre meditaba en esto.
Yoséf es echado en una cisterna vacía
(2da Aliyá) 12 Después fueron sus hermanos a apacentar las ovejas de su padre en Shejém.
13 Y dijo Israel a Yoséf : Tus hermanos apacientan las ovejas en Shejém: ven, y te enviaré a ellos. Y él respondió: Heme aquí.
14 E Israel le dijo: Ve ahora, mira cómo están tus hermanos y cómo están las ovejas, y tráeme la respuesta. Y lo envió del valle de Jevrón, y llegó a Shejém.
15 Y lo halló un hombre, andando él errante por el campo, y le preguntó aquel hombre, diciendo: ¿Qué buscas?
16 Yoséf respondió: Busco a mis hermanos; te ruego que me muestres dónde están apacentando.
17 Aquel hombre respondió: Ya se han ido de aquí; y yo los oí decir: Vamos a Dotán. Entonces Yoséf fue tras de sus hermanos, y los halló en Dotán.
18 Cuando ellos lo vieron de lejos, antes que llegara cerca de ellos, conspiraron contra él para matarle.
19 Y dijeron el uno al otro: He aquí viene el soñador.
20 Ahora pues, vengamos, y matémosle y echémosle en una cisterna, y diremos: Alguna mala bestia lo devoró; y veremos qué será de sus sueños.
21 Cuando Reuvén oyó esto, lo libró de sus manos, y dijo: No lo matemos.
22 Y les dijo Reuvén: No derramen sangre; échenlo en esta cisterna que está en el desierto, y no pongan mano en él; por librarlo así de sus manos, para hacerlo volver a su padre.
(3ra Aliyá) 23 Sucedió, pues, que cuando llegó Yoséf a sus hermanos, ellos quitaron a Yoséf su túnica, la túnica de colores que tenía sobre sí;
24 y le tomaron y le echaron en la cisterna; pero la cisterna estaba vacía, no había en ella agua.
Yoséf vendido a los ishmaelím
25 Y se sentaron a comer pan; y alzando los ojos miraron, y he aquí una compañía de ishmaelím que venía de Guilad, y sus camellos traían aromas, bálsamo y mirra, e iban a llevarlo a Mitzráim (Egipto).
26 Entonces Yehudá dijo a sus hermanos: ¿Qué provecho hay en que matemos a nuestro hermano y encubramos su muerte?
27 Vengan, y vendámoslo a los ishmaelím, y no sea nuestra mano sobre él; porque él es nuestro hermano, nuestra propia carne. Y sus hermanos convinieron con él.
28 Cuando pasaban los mercaderes midianím, sacaron ellos a Yoséf de la cisterna, y le trajeron arriba, y lo vendieron a los ishmaelím por veinte piezas de plata. Y llevaron a Yoséf a Mitzráim (Egipto).
29 Después Reuvén volvió a la cisterna, y no halló a Yoséf dentro, y rasgó sus vestidos.
30 Y volvió a sus hermanos, y dijo: El joven no parece; y yo, ¿adónde iré yo?
31 Entonces tomaron ellos la túnica de Yoséf, y degollaron un cabrito de las cabras, y tiñeron la túnica con la sangre;
32 y enviaron la túnica de colores y la trajeron a su padre, y dijeron: Esto hemos hallado; reconoce ahora si es la túnica de tu hijo, o no.
33 Y él la reconoció, y dijo: La túnica de mi hijo es; alguna mala bestia lo devoró; Yoséf ha sido despedazado.
34 Entonces Ya’aqóv rasgó sus vestidos, y puso cilicio sobre sus lomos, y guardó luto por su hijo muchos días.
35 Y se levantaron todos sus hijos y todas sus hijas para consolarlo; pero él no quiso recibir
consuelo, y dijo: Descenderé enlutado a mi hijo hasta el Sheól. Y lo lloró su padre.
36 Y en Mitzráim (Egipto), los midianím lo vendieron a Potifar, oficial de Paró, capitán de la guardia.
Los hijos de Yehudá
(4ta Aliyá) 1 Aconteció en aquel tiempo, que Yehudá se apartó de sus hermanos, y se fue a un varón adulamí (adulamita) que se llamaba Hira.
2 Y vio allí Yehudá la hija de un hombre kená’aní, el cual se llamaba Shúa; y la tomó, y se llegó a ella.
3 Y ella concibió, y dio a luz un hijo, y llamó su nombre Ér.
4 Concibió otra vez, y dio a luz un hijo, y llamó su nombre Onán.
5 Y volvió a concebir, y dio a luz un hijo, y llamó su nombre Shelá. Y estaba en Keziv cuando lo dio a luz.
6 Después Yehudá tomó mujer para su primogénito Ér, la cual se llamaba Tamar.
7 Y Ér, el primogénito de Yehudá, fue malo ante los ojos de YHVH, y le quitó YHVH la vida.
8 Entonces Yehudá dijo a Onán: Llégate a la mujer de tu hermano, y despósate con ella, y levanta descendencia a tu hermano.
9 Y sabiendo Onán que la descendencia no había de ser suya, sucedía que cuando se llegaba a la mujer de su hermano, vertía en tierra, por no dar descendencia a su hermano.
10 Y desagradó en ojos de YHVH lo que hacía, y a él también le quitó la vida.
11 Y Yehudá dijo a Tamar su nuera: Quédate viuda en casa de tu padre, hasta que crezca Shelá mi hijo; porque dijo: No sea que muera él también como sus hermanos. Y se fue Tamar, y estuvo en casa de su padre.
12 Pasaron muchos días, y murió la hija de Shúa, mujer de Yehudá. Después Yehudá se consoló, y subía a los trasquiladores de sus ovejas a Timnat, él y su amigo Hira el adulamí.
13 Y a Tamar fue dado aviso, diciendo: He aquí tu suegro sube a Timnat a trasquilar sus ovejas.
14 Entonces se quitó ella los vestidos de su viudez, y se cubrió con un velo, y se arrebozó, y se puso a la entrada de Enaim junto al camino de Timnat; porque veía que había crecido Shelá, y ella no era dada a él por mujer.
15 Y la vio Yehudá, y la tuvo por prostituta, porque ella había cubierto su rostro.
16 Y se apartó del camino hacia ella, y le dijo: Déjame ahora llegarme a ti: pues no sabía que era su nuera; y ella dijo: ¿Qué me darás por llegarte a mí?
17 El respondió: Yo te enviaré del ganado un cabrito de las cabras. Y ella dijo: Dame una prenda hasta que lo envíes.
18 Entonces Yehudá dijo: ¿Qué prenda te daré? Ella respondió: Tu sello, tu cordón, y tu báculo que tienes en tu mano. Y él se los dio, y se llegó a ella, y ella concibió de él.
19 Luego se levantó y se fue, y se quitó el velo de sobre sí, y se vistió las ropas de su viudez.
20 Y Yehudá envió el cabrito de las cabras por medio de su amigo el adulamí, para que éste recibiera la prenda de la mujer; pero no la halló.
21 Y preguntó a los hombres de aquel lugar, diciendo: ¿Dónde está la prostituta de Enaim junto al camino? Y ellos le dijeron: No ha estado aquí prostituta alguna.
22 Entonces él se volvió a Yehudá, y dijo: No la he hallado; y también los hombres del lugar dijeron: Aquí no ha estado prostituta.
23 Y Yehudá dijo: Tómeselo para sí, para que no seamos menospreciados; he aquí yo he enviado este cabrito, y tú no la hallaste.
24 Sucedió que al cabo de unos tres meses fue dado aviso a Yehudá, diciendo: Tamar tu nuera ha fornicado, y ciertamente está encinta a causa de las fornicaciones. Y Yehudá dijo:
Sáquenla, y sea quemada.
25 Pero ella, cuando la sacaban, envió a decir a su suegro: Del varón cuyas son estas cosas, estoy encinta. También dijo: Mira ahora de quién son estas cosas, el sello, el cordón y el báculo.
26 Entonces Yehudá los reconoció, y dijo: Más justa es ella que yo, por cuanto no la he dado a Shelá mi hijo. Y nunca más la conoció.
27 Y aconteció que, al tiempo de dar a luz, he aquí había gemelos en su seno.
28 Sucedió cuando daba a luz, que sacó la mano el uno, y la partera tomó y ató a su mano un hilo de grana, diciendo: Este salió primero.
29 Pero volviendo él a meter la mano, he aquí salió su hermano; y ella dijo:
¡Qué brecha te has abierto! Y llamó su nombre Féretz.
30 Después salió su hermano, el que tenía en su mano el hilo de grana, y llamó su nombre Zara.
La esposa de Potifar seduce a Yoséf
(5ta Aliyá) 1 Y Yoséf había sido descendido a Mitzráim (Egipto), Potifar cortesano de Paró, jefe de los matarifes, varón mitzrí (egipcio), lo compró de los ishme’elím que lo habían llevado allá.
2 Pero YHVH estaba con Yoséf, y fue varón próspero; y estaba en la casa de su amo el mitzrí (egipcio).
3 Y vio su amo que YHVH estaba con él, y que todo lo que él hacía, YHVH lo hacía prosperar en su mano.
4 Así halló Yoséf favor en sus ojos, y le servía; y él le hizo mayordomo de su casa y entregó en su poder todo lo que tenía.
5 Y aconteció que desde cuando le dio el encargo de su casa y de todo lo que tenía, YHVH bendijo la casa del mitzrí (egipcio) a causa de Yoséf, y la bendición de YHVH estaba sobre todo lo que tenía, así en casa como en el campo.
6 Y dejó todo lo que tenía en mano de Yoséf, y con él no se preocupaba de cosa alguna sino del pan que comía. Y era Yoséf de hermoso semblante y bella presencia.
(6ta Aliyá) 7 Aconteció después de esto, que la mujer de
su amo puso sus ojos en Yoséf, y dijo: Duerme conmigo.
8 Y él no quiso, y dijo a la mujer de su amo: He aquí que mi señor no se preocupa conmigo de lo que hay en casa, y ha puesto en mi mano todo lo que tiene.
9 No hay otro mayor que yo en esta casa, y ninguna cosa me ha reservado sino a ti, por cuanto tú eres su mujer; ¿cómo, pues, haría yo este grande mal, y pecaría contra Elohím?
10 Hablando ella a Yoséf cada día, y no escuchándola él para acostarse al lado de ella, para estar con ella,
11 aconteció que un día, él entró en casa para hacer su oficio, y allí no había nadie de los de casa.
12 Y ella lo asió por su ropa, diciendo: Duerme conmigo. Entonces él dejó su ropa en las manos de ella, y huyó y salió.
13 Cuando vio ella que le había dejado su ropa en sus manos, y había huido fuera,
14 llamó a los de casa, y les habló diciendo: Miren, nos ha traído un hebreo para que haga burla de nosotros. Vino él a mí para dormir conmigo, y yo di grandes voces;
15 y viendo que yo alzaba la voz y gritaba, dejó junto a mí su ropa, y huyó y salió.
16 Y ella puso junto a sí la ropa de Yoséf, hasta que vino su señor a su casa.
17 Entonces le habló ella las mismas palabras, diciendo: El siervo hebreo que nos trajiste, vino a mí para deshonrarme.
18 Y cuando yo alcé mi voz y grité, él dejó su ropa junto a mí y huyó fuera.
19 Y sucedió que cuando el amo de Yoséf oyó las palabras que su mujer le hablaba, diciendo: Así me ha tratado tu siervo, se encendió su furor.
20 Y tomó su amo a Yoséf, y lo puso en la cárcel, donde estaban los presos del rey, y estuvo allí en la cárcel.
21 Pero YHVH estaba con Yoséf y le extendió su misericordia, y le dio gracia en los ojos del jefe de la cárcel.
22 Y el jefe de la cárcel entregó en mano de Yoséf el cuidado de todos los presos que había en aquella prisión; todo lo que se hacía allí, él lo hacía.
23 No necesitaba atender el jefe de la cárcel cosa alguna de las que estaban al cuidado de Yoséf, porque YHVH estaba con Yoséf, y lo que él hacía, YHVH lo prosperaba.
El copero y panadero
(7ma Aliyá) 1 Aconteció después de estas cosas, que el copero del rey de Mitzráim (Egipto) y el panadero delinquieron contra su señor el rey de Mitzráim (Egipto).
2 Y se enojó Paró contra sus dos oficiales, contra el jefe de los coperos y contra el jefe de los panaderos,
3 y los puso en prisión en la casa del capitán de la guardia, en la cárcel donde estaba preso Yoséf.
4 Y el capitán de la guardia encargó de ellos a Yoséf, y él les servía; y estuvieron días en la prisión.
5 Y ambos, el copero y el panadero del rey de Mitzráim (Egipto), que estaban arrestados en la prisión, tuvieron un sueño, cada uno su propio sueño en una misma noche, cada uno con su propio significado.
6 Vino a ellos Yoséf por la mañana, y los miró, y he aquí que estaban tristes.
7 Y él preguntó a aquellos oficiales de Paró, que estaban con él en la prisión de la casa de su señor, diciendo: ¿Por qué hoy parecen mal sus semblantes?
8 Ellos le dijeron: Hemos tenido un sueño, y no hay quien lo interprete. Entonces les dijo Yoséf: ¿No son de Elohím las interpretaciones? Cuéntenmelo ahora.
9 Entonces el jefe de los coperos contó su sueño a Yoséf, y le dijo: Yo soñaba que veía una
vid delante de mí,
10 y en la vid tres sarmientos; y ella como que brotaba, y arrojaba su flor, viniendo a madurar sus racimos de uvas.
11 Y que la copa de Paró estaba en mi mano, y tomaba yo las uvas y las exprimía en la copa de Paró, y daba yo la copa en mano de Paró.
12 Y le dijo Yoséf: Esta es su interpretación: Los tres sarmientos son tres días.
13 Al cabo de tres días levantará Paró tu cabeza, y te restituirá a tu puesto, y darás la copa a Paró en su mano, como solías hacerlo cuando eras su copero.
14 Acuérdate, pues, de mí cuando tengas ese bien, y te ruego que uses conmigo de misericordia, y hagas mención de mí a Paró, y me saques de esta casa.
15 Porque fui hurtado de la tierra de los hebreos; y tampoco he hecho aquí por qué me pusieran en la cárcel.
16 Viendo el jefe de los panaderos que había interpretado para bien, dijo a Yoséf: También yo soñé que veía tres canastillos blancos sobre mi cabeza.
17 En el canastillo más alto había de toda clase de manjares de pastelería para Paró; y las aves las comían del canastillo de sobre mi cabeza.
18 Entonces respondió Yoséf, y dijo: Esta es su interpretación: Los tres canastillos son tres días.
19 Al cabo de tres días quitará Paró tu cabeza de sobre ti, y te hará colgar en la horca, y las aves comerán tu carne de sobre ti.
(Maftir) 20 Al tercer día, que era el día del cumpleaños
de Paró, el rey hizo banquete a todos sus sirvientes; y alzó la cabeza del jefe de los coperos, y la cabeza del jefe de los panaderos, entre sus servidores.
21 E hizo volver a su oficio al jefe de los coperos, y dio éste la copa en mano de Paró.
22 Pero hizo ahorcar al jefe de los panaderos, como lo había interpretado Yoséf.
23 Y el jefe de los coperos no se acordó de Yoséf, sino que le olvidó.
Parashat Mikétz
El sueño del Paró
(1ra Aliyá) 1 Aconteció que dos años después Paró tuvo un sueño. Le parecía que estaba junto al río;
2 y que del río subían siete vacas, hermosas a la vista, y muy gordas, y pacían en el prado.
3 Y que tras ellas subían del río otras siete vacas de feo aspecto y enjutas de carne, y se pararon cerca de las vacas hermosas a la orilla del río;
4 y que las vacas de feo aspecto y enjutas de carne devoraban a las siete vacas hermosas y muy gordas. Y despertó Paró.
5 Se durmió de nuevo, y soñó la segunda vez: Que siete espigas llenas y hermosas crecían de una sola caña,
6 y que después de ellas salían otras siete espigas menudas y abatidas del viento solano;
7 y las siete espigas menudas devoraban a las siete espigas gruesas y llenas. Y despertó Paró, y he aquí que era sueño.
8 Sucedió que por la mañana estaba agitado su espíritu, y envió e hizo llamar a todos los magos de Mitzráim (Egipto), y a todos sus sabios; y les contó Paró sus sueños, pero no había quien los pudiera interpretar a Paró.
9 Entonces el jefe de los coperos habló a Paró, diciendo: Me acuerdo hoy de mis faltas.
10 Cuando Paró se enojó contra sus siervos, al jefe de los panaderos y a mí nos echó a la prisión de la casa del capitán de la guardia.
11 Una misma noche soñamos un sueño yo y él; cada uno soñó conforme a la interpretación de su sueño
12 Estaba allí con nosotros un joven ivrí (hebreo), siervo del jefe de los matarifes; y se lo contamos, y él nos interpretó nuestros sueños, y declaró a cada uno conforme a su sueño.
13 Y sucedió así como él había interpretado para nosotros, así fue: el otro fue colgado, y yo fui restablecido en mi puesto.
Yoséf interpreta el sueño del Paró
14 Entonces Paró envió y llamó a Yoséf. Y lo sacaron apresuradamente de la cárcel, y se afeitó, y mudó sus vestidos, y vino a Paró.
(2da Aliyá) 15 Y dijo Paró a Yoséf: Yo he tenido un sueño, y no hay quien lo interprete; pero he oído decir de ti, que oyes sueños para interpretarlos.
16 Respondió Yoséf a Paró, diciendo: No está en mí; Elohím será el que dé respuesta propicia a Paró.
17 Entonces Paró dijo a Yoséf: En mi sueño me parecía que estaba a la orilla del río;
18 y que del río subían siete vacas robustas de carne y hermosa apariencia, que pacían en el prado.
19 Y que otras siete vacas subían después de ellas, flacas y de muy feo aspecto; tan extenuadas, que no he visto otras semejantes en fealdad en toda la tierra de Mitzráim.
20 Y las vacas flacas y feas devoraban a las siete primeras vacas robustas;
21 y éstas entraban en sus entrañas, pero no se conocía que hubiesen entrado, porque la apariencia de las flacas era aún mala, como al principio. Y yo desperté.
22 Vi también soñando, que siete espigas crecían en una misma caña, llenas y hermosas.
23 Y otras siete espigas menudas, marchitas, abatidas del viento solano, crecían después de ellas;
24 y las espigas menudas devoraban a las siete espigas hermosas; y lo he dicho a los magos, pero no hay quien me lo interprete.
25 Entonces respondió Yoséf a Paró: El sueño de Paró es uno mismo; Elohím ha mostrado a Paró lo que va a hacer.
26 Las siete vacas hermosas siete años son; y las espigas hermosas son siete años: el sueño es uno mismo.
27 También las siete vacas flacas y feas, que subían tras ellas, son siete años; y las siete espigas menudas y marchitas del viento solano, siete años serán de hambre.
28 Esto es lo que respondo a Paró. Lo que Elohím va a hacer, lo ha mostrado a Paró.
29 He aquí vienen siete años de gran abundancia en toda la tierra de Mitzráim.
30 Y tras ellos seguirán siete años de hambre; y toda la abundancia será olvidada en la tierra de Mitzráim, y el hambre consumirá la tierra.
31 Y aquella abundancia no se echará de ver, a causa del hambre siguiente la cual será gravísima.
32 Y el suceder el sueño a Paró dos veces, significa que la cosa es firme de parte de Elohím, y que Elohím se apresura a hacerla.
33 Por tanto, provéase ahora Paró de un varón prudente y sabio, y póngalo sobre la tierra de Mitzráim.
34 Haga esto Paró, y ponga gobernadores sobre el país, y quinte la tierra de Mitzráim (Egipto) en los siete años de la abundancia.
35 Y junten toda la provisión de estos buenos años que vienen, y recojan el trigo bajo la mano de Paró para mantenimiento de las ciudades; y guárdenlo.
36 Y esté aquella provisión en depósito para el país, para los siete años de hambre que habrá en la tierra de Mitzráim; y el país no perecerá de hambre.
37 El asunto pareció bien a Paró y a sus siervos,
38 y dijo Paró a sus siervos: ¿Acaso hallaremos a otro hombre como éste, en quien esté la influencia de Elohím?
(3ra Aliyá) 39 Y dijo Paró a Yoséf: Pues que Elohím te ha hecho saber todo esto, no hay entendido ni sabio como tú.
40 Tú estarás sobre mi casa, y por tu palabra se gobernará todo mi pueblo; solamente en el
trono yo seré mayor que tú.
41 Dijo además Paró a Yoséf: He aquí yo te he puesto sobre toda la tierra de Mitzráim (Egipto).
42 Entonces Paró quitó su anillo de su mano, y lo puso en la mano de Yoséf, y lo hizo vestir de ropas de lino finísimo, y puso un collar de oro en su cuello;
43 y lo hizo subir en su segundo carro, y pregonaron delante de él: ¡Doblad la rodilla!; y lo puso sobre toda la tierra de Mitzráim.
44 Y dijo Paró a Yoséf: Yo soy Paró; y sin ti ninguno alzará su mano ni su pie en toda la tierra de Mitzráim (Egipto).
45 Y llamó Paró el nombre de Yoséf, Zafnat-panea; y le dio por mujer a Asenat, hija de Potifera kohén de Ón. Y salió Yoséf por toda la tierra de Mitzráim (Egipto).
46 Era Yoséf de edad de treinta años cuando fue presentado delante de Paró rey de Mitzráim (Egipto); y salió Yoséf de delante de Paró, y recorrió toda la tierra de Mitzráim (Egipto).
47 En aquellos siete años de abundancia la tierra produjo a montones.
48 Y él reunió todo el alimento de los siete años de abundancia que hubo en la tierra de Mitzráim (Egipto), y guardó alimento en las ciudades, poniendo en cada ciudad el alimento del campo de sus alrededores.
49 Recogió Yoséf trigo como arena del mar, mucho en extremo, hasta no poderse contar, porque no tenía número.
50 Y nacieron a Yoséf dos hijos antes que viniera el primer año del hambre, los cuales le dio a luz Asenat, hija de Potifera kohén de Ón.
51 Y llamó Yoséf el nombre del primogénito, Menashé; porque dijo: Elohím me hizo olvidar todo mi trabajo, y toda la casa de mi padre.
52 Y llamó el nombre del segundo, Efráim; porque dijo: Elohím me hizo fructificar en la tierra de mi aflicción.
(4ta Aliyá) 53 Así se cumplieron los siete años de abundancia que hubo en la tierra de Mitzráim (Egipto).
54 Y comenzaron a venir los siete años del hambre, como Yoséf había dicho; y hubo hambre en todos los países, pero en toda la tierra de Mitzráim (Egipto) había pan.
55 Cuando se sintió el hambre en toda la tierra de Mitzráim (Egipto), el pueblo clamó a Paró por pan. Y dijo Paró a todos los mitzrím (egipcios): Vayan a Yoséf, y hagan lo que él les diga.
56 Y el hambre estaba por toda la extensión del país. Entonces abrió Yoséf todo granero donde había, y vendía a los mitzrím (egipcios); porque había crecido el hambre en la tierra de Mitzráim (Egipto).
57 Y de toda la tierra venían a Mitzráim (Egipto) para comprar de Yoséf, porque por toda la tierra había crecido el hambre.
Los hijos de Ya’aqóv descienden a Mitzráim
1 Viendo Ya’aqóv que en Mitzráim había alimentos, dijo a sus hijos: ¿Por qué se están mirando?
2 Y dijo: He aquí, yo he oído que hay víveres en Mitzráim; desciendan allá, y compren de allí para nosotros, para que podamos vivir, y no muramos.
3 Y descendieron los diez hermanos de Yoséf a comprar trigo en Mitzráim.
4 Pero Ya’aqóv no envió a Binyamím, hermano de Yoséf, con sus hermanos; porque dijo:
No sea que le acontezca algún desastre.
5 Vinieron los hijos de Israel a comprar entre los que venían; porque había hambre en la tierra de Kená’an.
6 Y Yoséf era el señor de la tierra, quien le vendía a todo el pueblo de la tierra; y llegaron los hermanos de Yoséf, y se inclinaron a él rostro a tierra.
7 Y Yoséf, cuando vio a sus hermanos, los conoció; pero hizo como que no los conocía, y les habló ásperamente, y les dijo: ¿De dónde han venido? Ellos respondieron: De la tierra de Kená’an, para comprar alimentos.
8 Yoséf, pues, conoció a sus hermanos; pero ellos no le conocieron.
9 Entonces se acordó Yoséf de los sueños que había tenido acerca de ellos, y les dijo: Son espías; por ver lo descubierto del país han venido.
10 Ellos le respondieron: No, señor nuestro, sino que tus siervos han venido a comprar alimentos.
11 Todos nosotros somos hijos de un varón; somos hombres honrados; tus siervos nunca fueron espías.
12 Pero Yoséf les dijo: No; para ver lo descubierto del país han venido.
13 Y ellos respondieron: Tus siervos somos doce hermanos, hijos de un varón en la tierra de Kená’an; y he aquí el menor está hoy con nuestro padre, y otro desapareció.
14 Y Yoséf les dijo: Eso es lo que les he dicho, afirmando que son espías.
15 En esto serán probados: Vive Paró, que no saldrán de aquí, sino cuando venga aquí su hermano menor.
16 Envíen a uno de ustedes y traiga a su hermano, y ustedes queden presos, y serán probadas sus palabras, si hay verdad en ustedes; y si no, vive Paró, que son espías.
17 Entonces los puso juntos en la cárcel por tres días.
18 Y al tercer día les dijo Yoséf: Hagan esto, y vivan: Yo temo a Elohím.
(5ta Aliyá) 19 Si son hombres honrados, quede preso en la casa de su cárcel uno de sus hermanos, y ustedes vayan y llevad el alimento para el hambre de su casa.
20 Pero traerán a su hermano menor, y serán verificadas sus palabras, y no morirán. Y así lo hicieron ellos.
21 Y decían el uno al otro: Verdaderamente somos culpables contra nuestro hermano, pues vimos la angustia de su alma cuando nos rogaba, y no le escuchamos; por eso ha venido sobre nosotros esta angustia.
22 Entonces Reuvén les respondió, diciendo: ¿No les hablé yo y dije, no pequen contra el joven, y no escucharon? He aquí también se nos demanda su sangre.
23 Pero ellos no sabían que los entendía Yoséf, porque había intérprete entre ellos.
24 Y se apartó Yoséf de ellos, y lloró; después volvió a ellos, y les habló, y tomó de entre ellos a Shim’ón, y lo aprisionó a vista de ellos.
25 Después mandó Yoséf que llenaran sus sacos de trigo, y devolvieran el dinero de cada uno de ellos, poniéndolo en su saco, y les dieran comida para el camino; y así se hizo con ellos.
26 Y ellos pusieron su trigo sobre sus asnos, y se fueron de allí.
27 Pero abriendo uno de ellos su saco para dar de comer a su asno en el mesón, vio su dinero que estaba en la boca de su costal.
28 Y dijo a sus hermanos: Mi dinero se me ha devuelto, y helo aquí en mi saco. Entonces se les sobresaltó el corazón, y espantados dijeron el uno al otro: ¿Qué es esto que nos ha hecho Elohím?
29 Y venidos a Ya’aqóv su padre en tierra de Kená’an, le contaron todo lo que les había acontecido, diciendo:
30 Aquel varón, el señor de la tierra, nos habló ásperamente, y nos trató como a espías de la tierra.
31 Y nosotros le dijimos: Somos hombres honrados, nunca fuimos espías.
32 Somos doce hermanos, hijos de nuestro padre; uno desapareció, y el menor está hoy con nuestro padre en la tierra de Kená’an.
33 Entonces aquel varón, el señor de la tierra, nos dijo: En esto conoceré que son hombres honrados: dejen conmigo uno de sus hermanos, y tomen para el hambre de sus casas, y anden,
34 y tráiganme a su hermano el menor, para que yo sepa que no son espías, sino hombres honrados; así les daré a su hermano, y negociaran en la tierra.
35 Y aconteció que vaciando ellos sus sacos, he aquí que en el saco de cada uno estaba el atado de su dinero; y viendo ellos y su padre los atados de su dinero, tuvieron temor.
36 Entonces su padre Ya’aqóv les dijo: Me han privado de mis hijos; Yoséf despareció, y también Shim’ón, y a Binyamím le llevaran; contra mí son todas estas cosas.
37 Y Reuvén habló a su padre, diciendo: Si no te lo devuelvo harás morir a mis dos hijos; entrégalo en mi mano, que yo lo devolveré a ti.
38 Y él dijo: No descenderá mi hijo con ustedes, pues su hermano de él ha muerto, y él ha quedado solo; y si le acontece algún desastre en el camino por donde van, harán descender mis canas al Sheól (morada de los muertos) con dolor.
Los hermanos de Yoséf regresan con Binyamím a Mitzráim
1 El hambre era grande en la tierra;
2 y aconteció que cuando acabaron de comer el trigo que trajeron de Mitzráim (Egipto), les dijo su padre: Vuelvan, y compren para nosotros un poco de alimento.
3 Respondió Yehudá, diciendo: Aquel varón nos protestó con ánimo resuelto, diciendo: No verán mi rostro si no traen a su hermano con ustedes.
4 Si envías a nuestro hermano con nosotros, descenderemos y te compraremos alimento.
5 Pero si no le envías no descenderemos; porque aquel varón nos dijo: No verás mi rostro si no traes a su hermano con ustedes.
6 Dijo entonces Israel: ¿Por qué me hicisteis tanto mal, declarando al varón que teníais otro hermano?
7 Y ellos respondieron: Aquel varón nos preguntó expresamente por nosotros, y por nuestra familia, diciendo: ¿Vive aún su padre? ¿Tienen otro hermano? Y le declaramos conforme a estas palabras. ¿Acaso podíamos saber que él nos diría: hagan venir a su hermano?
8 Entonces Yehudá dijo a Israel su padre: Envía al joven conmigo, y nos levantaremos e iremos, a fin de que vivamos y no muramos nosotros, y tú, y nuestros niños.
9 Yo te respondo por él; a mí me pedirás cuenta. Si yo no te lo vuelvo a traer, y si no lo pongo delante de ti, seré para ti el culpable para siempre;
10 pues si no nos hubiéramos detenido, ciertamente hubiéramos ya vuelto dos veces.
11 Entonces Israel su padre les respondió: Pues que así es, háganlo; tomen de lo mejor de la tierra en sus sacos, y lleven a aquel varón un presente, un poco de bálsamo, un poco de miel, aromas y mirra, nueces y almendras.
12 Y tomen en sus manos doble cantidad de dinero, y lleven en su mano el dinero vuelto en las bocas de sus costales; quizá fue equivocación.
13 Tomen también a su hermano, y levántense, y vuelvan a aquel varón.
14 Él-Shaday les dé misericordia delante de aquel varón, y les suelte a ustedes al otro, su hermano, y a este Binyamím. Y si he de ser privado de mis hijos, sea.
15 Tomaron aquellos varones el presente, y tomaron en su mano doble cantidad de dinero, y a Binyamím; y se levantaron y descendieron a Mitzráim (Egipto), y se presentaron delante de Yoséf.
(6ta Aliyá) 16 Y vio Yoséf a Binyamím con ellos, y dijo al mayordomo de su casa: Lleva a casa a esos hombres, y degüella una res y prepárala, pues estos hombres comerán conmigo al mediodía.
17 E hizo el hombre como Yoséf dijo, y llevó a los hombres a casa de Yoséf.
18 Entonces aquellos hombres tuvieron temor, cuando fueron llevados a casa de Yoséf, y decían: Por el dinero que fue devuelto en nuestros costales la primera vez nos han traído aquí, para tendernos lazo, y atacarnos, y tomarnos por siervos a nosotros, y a nuestros asnos.
19 Y se acercaron al mayordomo de la casa de Yoséf, y le hablaron a la entrada de la casa.
20 Y dijeron: Ay, señor nuestro, nosotros en realidad de verdad descendimos al principio a comprar alimentos.
21 Y aconteció que cuando llegamos al mesón y abrimos nuestros costales, he aquí el dinero de cada uno estaba en la boca de su costal, nuestro dinero en su justo peso; y lo hemos vuelto a traer con nosotros.
22 Hemos también traído en nuestras manos otro dinero para comprar alimentos; nosotros no sabemos quién haya puesto nuestro dinero en nuestros costales.
23 Él les respondió: Paz a ustedes, no teman; su Elohím y el Elohím de su padre les dio el tesoro en sus costales; yo recibí su dinero. Y sacó a Shim’ón a ellos.
24 Y llevó aquel varón a los hombres a casa de Yoséf; y les dio agua, y lavaron sus pies, y dio de comer a sus asnos.
25 Y ellos prepararon el presente entretanto que venía Yoséf a mediodía, porque habían oído que allí habrían de comer pan.
26 Y vino Yoséf a casa, y ellos le trajeron el presente que tenían en su mano dentro de la casa, y se inclinaron ante él hasta la tierra.
27 Entonces les preguntó Yoséf cómo estaban, y dijo: ¿Su padre, el anciano que dijeron, lo pasa bien? ¿Vive todavía?
28 Y ellos respondieron: Bien va a tu siervo nuestro padre; aún vive. Y se inclinaron, e hicieron reverencia.
29 Y alzando Yoséf sus ojos vio a Binyamím su hermano, hijo de su madre, y dijo: ¿Es éste su hermano menor, de quien me hablaron? Y dijo: Elohím tenga misericordia de ti, hijo mío.
(7ma Aliyá) 30 Entonces Yoséf se apresuró, porque se conmovieron sus entrañas a causa de su hermano, y buscó dónde llorar; y entró en su cámara, y lloró allí.
31 Y lavó su rostro y salió, y se contuvo, y dijo: Pongan pan.
32 Y pusieron para él aparte, y separadamente para ellos, y aparte para los mitzrím (egipcios) que con él comían; porque los mitzrím (egipcios) no pueden comer pan con los hebreos, lo cual es abominación a los mitzrím (egipcios).
33 Y se sentaron delante de él, el mayor conforme a su primogenitura, y el menor conforme a su menor edad; y estaban aquellos hombres atónitos mirándose el uno al otro.
34 Y Yoséf tomó viandas de delante de sí para ellos; pero la porción de Binyamím era cinco veces mayor que cualquiera de las de ellos. Y bebieron, y se alegraron con él.
Yoséf acusa a sus hermanos de robo
1 Mandó Yoséf al mayordomo de su casa, diciendo: Llena de alimento los costales de estos varones, cuanto puedan llevar, y pon el dinero de cada uno en la boca de su costal.
2 Y pondrás mi copa, la copa de plata, en la boca del costal del menor, con el dinero de su trigo. Y él hizo como dijo Yoséf.
3 Venida la mañana, los hombres fueron despedidos con sus asnos.
4 Habiendo ellos salido de la ciudad, de la que aún no se habían alejado, dijo Yoséf a su mayordomo: Levántate y sigue a esos hombres; y cuando los alcances, diles: ¿Por qué han vuelto mal por bien? ¿Por qué han robado mi copa de plata?
5 ¿No es ésta en la que bebe mi señor, y por la que suele adivinar? Han hecho mal en lo que hicieron.
6 Cuando él los alcanzó, les dijo estas palabras.
7 Y ellos le respondieron: ¿Por qué dice nuestro señor tales cosas? Nunca tal hagan tus siervos.
8 He aquí, el dinero que hallamos en la boca de nuestros costales, te lo volvimos a traer desde la tierra de Kená’an; ¿cómo, pues, habíamos de hurtar de casa de tu señor plata ni oro?
9 Aquel de tus siervos en quien fuere hallada la copa, que muera, y aun nosotros seremos siervos de mi señor.
10 Y él dijo: También ahora sea conforme a sus palabras; aquel en quien se hallare será mi siervo, y ustedes serán sin culpa.
11 Ellos entonces se dieron prisa, y derribando cada uno su costal en tierra, cada cual abrió el costal suyo.
12 Y buscó; comenzó desde el mayor, y acabó en el menor; y la copa fue hallada en el costal de Binyamím.
13 Entonces ellos rasgaron sus vestidos, y cargó cada uno su asno y volvieron a la ciudad.
14 Vino Yehudá con sus hermanos a casa de Yoséf, que aún estaba allí, y se postraron delante de él en tierra.
(Maftir) 15 Y les dijo Yoséf: ¿Qué acción es esta que han hecho? ¿No saben que un hombre como yo sabe adivinar?
16 Entonces dijo Yehudá: ¿Qué diremos a mi señor? ¿Qué hablaremos, o con qué nos justificaremos? Elohím ha hallado la maldad de tus siervos; he aquí,
nosotros somos siervos de mi señor, nosotros, y también aquel en cuyo poder fue hallada la copa.
17 Yoséf respondió: Nunca yo tal haga. El varón en cuyo poder fue hallada la copa, él será mi siervo; ustedes vayan en paz a su padre.
Parashat Vaygásh (1ra Aliyá) 18 Entonces Yehudá se acercó a él, y dijo: Ay, señor mío, te ruego que permitas que hable tu siervo una palabra en oídos de mi señor, y no se encienda tu enojo contra tu siervo, pues tú eres como Paró.
19 Mi señor preguntó a sus siervos, diciendo: ¿Tienen padre o hermano?
20 Y nosotros respondimos a mi señor: Tenemos un padre anciano, y un hermano joven, pequeño aún, que le nació en su vejez; y un hermano suyo murió, y sólo él quedó de los hijos de su madre; y su padre lo ama.
21 Y tú dijiste a tus siervos: Tráiganmelo, y pondré mis ojos sobre él.
22 Y nosotros dijimos a mi señor: El joven no puede dejar a su padre, porque si lo dejare, su padre morirá.
23 Y dijiste a tus siervos: Si su hermano menor no desciende con ustedes, no verán más mi rostro.
24 Aconteció, pues, que cuando llegamos a mi padre tu siervo, le contamos las palabras de mi señor.
25 Y dijo nuestro padre: Vuelvan a comprarnos un poco de alimento.
26 Y nosotros respondimos: No podemos ir; si nuestro hermano va con nosotros, iremos; porque no podremos ver el rostro del varón, si no está con nosotros nuestro hermano el menor.
27 Entonces tu siervo mi padre nos dijo: Ustedes saben que mi mujer dos hijos me dio a
luz;
28 y el uno salió de mi presencia, y pienso de verdad que fue despedazado, y hasta ahora no lo he visto.
29 Y si también tomas a éste de delante de mí, y le acontece algún desastre, harán descender mis canas con dolor al Sheól.
30 Ahora, pues, cuando vuelva yo a tu siervo mi padre, si el joven no va conmigo, como su
vida está ligada a la vida de él,
(2da Aliyá) 31 sucederá que cuando no vea al joven, morirá; y tus siervos harán descender las canas de tu siervo nuestro padre con dolor al Sheól.
32 Como tu siervo salió por fiador del joven con mi padre, diciendo: Si no te lo vuelvo a traer, entonces yo seré culpable ante mi padre para siempre;
33 te ruego, por tanto, que quede ahora tu siervo en lugar del joven por siervo de mi señor, y que el joven vaya con sus hermanos.
34 Porque ¿cómo volveré yo a mi padre sin el joven? No podré, por no ver el mal que sobrevendrá a mi padre.
Yoséf se da a conocer a sus hermanos
1 No podía ya Yoséf contenerse delante de todos los que estaban al lado suyo, y clamó: Hagan salir a todos de mi presencia. Y no quedó nadie con él, al darse a conocer Yoséf a sus hermanos.
2 Entonces se dio a llorar a gritos; y oyeron los mitzrím, y oyó también la casa de Paró.
3 Y dijo Yoséf (José) a sus hermanos: Yo soy Yoséf; ¿vive aún mi padre? Y sus hermanos no pudieron responderle, porque estaban turbados delante de él.
4 Entonces dijo Yoséf a sus hermanos: Acérquense ahora a mí. Y ellos se acercaron. Y él dijo: Yo soy Yoséf su hermano, el que vendisteis para Mitzráim (Egipto).
5 Ahora, pues, no se entristezcan, ni les pese haberme vendido acá; porque para preservación de vida me envió Elohím delante de ustedes.
6 Pues ya ha habido dos años de hambre en medio de la tierra, y aún quedan cinco años en los cuales ni habrá arada ni siega.
7 Y Elohím me envió delante de ustedes, para preservarles posteridad sobre la tierra, y para darles vida por medio de gran liberación.
(3ra Aliyá) 8 Así, pues, no me enviaron ustedes acá, sino Elohím, que me ha puesto por padre de Paró y por señor de toda su casa, y por gobernador en toda la tierra de Mitzráim (Egipto).
9 Dense prisa, vayan a mi padre y díganle: Así dice tu hijo Yoséf: Elohím me ha puesto por señor de todo Mitzráim (Egipto); ven a mí, no te detengas.
10 Habitarás en la tierra de Goshén, y estarás cerca de mí, tú y tus hijos, y los hijos de tus hijos, tus ganados y tus vacas, y todo lo que tienes.
11 Y allí te alimentaré, pues aún quedan cinco años de hambre, para que no perezcas de pobreza tú y tu casa, y todo lo que tienes.
12 He aquí, sus ojos ven, y los ojos de mi hermano Binyamím, que mi boca les habla.
13 Hagan, pues, saber a mi padre toda mi gloria en Mitzráim (Egipto), y todo lo que han visto; y dense prisa, y traigan acá a mi padre.
14 Y se echó sobre el cuello de Binyamím su hermano, y lloró; y también Binyamím lloró sobre su cuello.
15 Y besó a todos sus hermanos, y lloró sobre ellos; y después sus hermanos hablaron con él.
16 Y se oyó la noticia en la casa de Paró, diciendo: Los hermanos de Yoséf han venido. Y esto agradó en los ojos de Paró y de sus siervos.
17 Y dijo Paró a Yoséf: Di a tus hermanos: Hagan esto, carguen sus bestias, y vayan, vuelvan a la tierra de Kená’an;
18 y tomen a su padre y a sus familias y vengan a mí, porque yo les daré lo bueno de la tierra de Mitzráim, y comerás de la abundancia de la tierra.
(4ta Aliyá) 19 Y tú manda: Hagan esto: tomen de la tierra de Mitzráim (Egipto) carros para sus niños y sus mujeres, y traigan a su padre, y vengan.
20 Y no se preocupen por sus enseres, porque la riqueza de la tierra de Mitzráim (Egipto) será suya.
21 Y lo hicieron así los hijos de Israel; y les dio Yoséf carros conforme a la orden de Paró, y les suministró víveres para el camino.
22 A cada uno de todos ellos dio mudas de vestidos, y a Binyamím dio trescientas piezas de plata, y cinco mudas de vestidos.
23 Y a su padre envió esto: diez asnos cargados de lo mejor de Mitzráim (Egipto), y diez asnas cargadas de trigo, y pan y comida, para su padre en el camino.
24 Y despidió a sus hermanos, y ellos se fueron. Y él les dijo: No riñan por el camino.
25 Y subieron de Mitzráim (Egipto), y llegaron a la tierra de Kená’an a Ya’aqóv su padre.
26 Y le dieron las nuevas, diciendo: Yoséf vive aún; y él es señor en toda la tierra de Mitzráim (Egipto). Y el corazón de Ya’aqóv se afligió, porque no les creía.
27 Y ellos le contaron todas las palabras de Yoséf, que él les había hablado; y viendo Ya’aqóv (Jacob) los carros que Yoséf enviaba para llevarlo, su espíritu revivió.
(5ta Aliyá) 28 Entonces dijo Israel: Basta; Yoséf mi hijo vive todavía; iré, y le veré antes que yo muera.
Ya’aqóv desciende a Mitzráim
1 Salió Israel con todo lo que tenía, y vino a Beer-shevá, y ofreció sacrificios al Elohím de su padre Itzjáq.
2 Y habló Elohím a Israel en visiones de noche, y dijo: Ya’aqóv, Ya’aqóv. Y él respondió: Heme aquí.
3 Y dijo: Yo soy Elohím, el Elohím de tu padre; no temas de descender a Mitzráim (Egipto), porque allí yo haré de ti una gran nación.
4 Yo descenderé contigo a Mitzráim (Egipto), y yo también te haré volver; y la mano de Yoséf cerrará tus ojos.
5 Se levantó Ya’aqóv de Beer-shevá; y tomaron los hijos de Israel a su padre Ya’aqóv, y a sus niños, y a sus mujeres, en los carros que Paró había enviado para llevarlo.
6 Y tomaron sus ganados, y sus bienes que habían adquirido en la tierra de Kená’an, y vinieron a Mitzráim (Egipto), Ya’aqóv y toda su descendencia consigo;
7 sus hijos, y los hijos de sus hijos consigo; sus hijas, y las hijas de sus hijos, y a toda su descendencia trajo consigo a Mitzráim.
Los hijos de Israel que entraron a Mitzráim
8 Y estos son los nombres de los hijos de Israel, que entraron en Mitzráim (Egipto), Ya’aqóv y sus hijos: Reuvén, el primogénito de Ya’aqóv.
9 Y los hijos de Reuvén: Janój, Falú, Jetzrón y Jarmí.
10 Los hijos de Shim’ón: Jemuel, Yamím, Ohad, Yajín, Zohar, y Shaúl hijo de la cananea.
11 Los hijos de Leví: Gershón, Kehát y Merarí.
12 Los hijos de Yehudá: Ér, Onán, Shelá, Féretz y Zara; pero Ér y Onán murieron en la tierra de Kená’an. Y los hijos de Féretz fueron Jetzrón y Hamul.
13 Los hijos de Issajár: Tola, Fúa, Yóv y Simrón.
14 Los hijos de Zevulún: Sered, Elón y Jahleel.
15 Estos fueron los hijos de Leá, los que dio a luz a Ya’aqóv en Padán Arám, y además su hija Diná; treinta y tres las personas todas de sus hijos e hijas.
16 Los hijos de Gád: Zifión, Jagí, Ezbón, Shuní, Erí, Arodi y Areli.
17 Y los hijos de Ashér: Imna, Isúa, Isúi, Bería, y Sera hermana de ellos. Los hijos de Bería: Éver y Malkiél.
18 Estos fueron los hijos de Tzilpá, la que Laván dio a su hija Leá, y dio a luz éstos a Ya’aqóv; por todas dieciséis personas.
19 Los hijos de Rajél, mujer de Ya’aqóv: Yoséf y Binyamím.
20 Y nacieron a Yoséf en la tierra de Mitzráim (Egipto) Menashé y Efráim, los que le dio a luz Asenat, hija de Potifera kohén de Ón.
21 Los hijos de Binyamím fueron Bála, Beker, Asvél, Gera, Naamán, Ehi, Rosh, Mupim, Jupim y
Ard.
22 Estos fueron los hijos de Rajél, que nacieron a Ya’aqóv; por todas catorce personas.
23 Los hijos de Dán: Husim.
24 Los hijos de Naftalí: Yajtzél, Guní, Yétzer y Shilém.
25 Estos fueron los hijos de Bilhá, la que dio Laván a Rajél su hija, y dio a luz éstos a Ya’aqóv; por todas siete personas.
26 Todas las personas que vinieron con Ya’aqóv a Mitzráim, procedentes de sus lomos, sin las mujeres de los hijos de Ya’aqóv, todas las personas fueron sesenta y seis.
27 Y los hijos de Yoséf, que le nacieron en Mitzráim (Egipto), dos personas. Todas las personas de la casa de Ya’aqóv, que entraron en Mitzráim (Egipto), fueron setenta.
(6ta Aliyá) 28 Y Ya’aqóv envió a Yehudá delante de sí a Yoséf, para que viniera a verlo en Goshén; y llegaron a la tierra de Goshén.
29 Y Yoséf unció su carro y vino a recibir a Israel su padre en Goshén; y se manifestó a él, y se echó sobre su cuello, y lloró sobre su cuello largamente.
30 Entonces Israel dijo a Yoséf: Muera yo ahora, ya que he visto tu rostro, y sé que aún vives.
31 Y Yoséf dijo a sus hermanos, y a la casa de su padre: Subiré y lo haré saber a Paró, y le diré: Mis hermanos y la casa de mi padre, que estaban en la tierra de Kená’an, han venido a mí.
32 Y los hombres son pastores de ovejas, porque son hombres ganaderos; y han traído sus ovejas y sus vacas, y todo lo que tenían.
33 Y cuando Paró los llame y dijere: ¿Cuál es su oficio?
34 entonces dirán: Hombres de ganadería han sido tus siervos desde nuestra juventud hasta ahora, nosotros y nuestros padres; a fin de que moren en la tierra de Goshén, porque para los mitzrím (egipcios) es abominación todo pastor de ovejas.
Yoséf presenta a su padre al Paró
1 Vino Yoséf y lo hizo saber a Paró, y dijo: Mi padre y mis hermanos, y sus ovejas y sus vacas, con todo lo que tienen, han venido de la tierra de Kená’an, y he aquí están en la tierra de Goshén.
2 Y de los postreros de sus hermanos tomó cinco varones, y los presentó delante de Paró.
3 Y Paró dijo a sus hermanos: ¿Cuál es su oficio? Y ellos respondieron a Paró: Pastores de ovejas son tus siervos, así nosotros como nuestros padres.
4 Dijeron además a Paró: Para morar en esta tierra hemos venido; porque no hay pasto para las ovejas de tus siervos, pues el hambre es grave en la tierra de Kená’an; por tanto, te rogamos ahora que permitas que habiten tus siervos en la tierra de Goshén.
5 Entonces Paró habló a Yoséf, diciendo: Tu padre y tus hermanos han venido a ti.
6 La tierra de Mitzráim está delante de ti; en lo mejor de la tierra haz habitar a tu padre y a tus hermanos; habiten en la tierra de Goshén; y si entiendes que hay entre ellos hombres capaces, ponlos por mayorales del ganado mío.
7 También Yoséf introdujo a Ya’aqóv su padre, y lo presentó delante de Paró; y Ya’aqóv bendijo a Paró.
8 Y dijo Paró a Ya’aqóv: ¿Cuántos son los días de los años de tu vida?
9 Y Ya’aqóv respondió a Paró: Los días de los años de mi peregrinación son ciento treinta años; pocos y malos han sido los días de los años de mi vida, y no han llegado a los días de los años de la vida de mis padres en los días de su peregrinación.
10 Y Ya’aqóv bendijo a Paró, y salió de la presencia de Paró.
(7ma Aliyá) 11 Así Yoséf hizo habitar a su padre y a sus hermanos, y les dio posesión en la tierra de Mitzráim (Egipto), en lo mejor de la tierra, en la tierra de Ramesés, como mandó Paró.
12 Y alimentaba Yoséf a su padre y a sus hermanos, y a toda la casa de su padre, con pan, según el número de los hijos.
13 No había pan en toda la tierra, y el hambre era muy grave, por lo que desfalleció de hambre la tierra de Mitzráim (Egipto) y la tierra de Kená’an.
14 Y recogió Yoséf todo el dinero que había en la tierra de Mitzráim (Egipto) y en la tierra de Kená’an, por los alimentos que de él compraban; y metió Yoséf el dinero en casa de Paró.
15 Acabado el dinero de la tierra de Mitzráim (Egipto) y de la tierra de Kená’an, vino todo Mitzráim (Egipto) a Yoséf, diciendo: Danos pan; ¿por qué moriremos delante de ti, por haberse acabado el dinero?
16 Y Yoséf dijo: Den sus ganados y yo les daré por sus ganados, si se ha acabado el dinero.
17 Y ellos trajeron sus ganados a Yoséf, y Yoséf les dio alimentos por caballos, y por el ganado de las ovejas, y por el ganado de las vacas, y por asnos; y les sustentó de pan por todos sus ganados aquel año.
18 Acabado aquel año, vinieron a él el segundo año, y le dijeron: No encubrimos a nuestro señor que el dinero ciertamente se ha acabado; también el ganado es ya de nuestro señor; nada ha quedado delante de nuestro señor sino nuestros cuerpos y nuestra tierra.
19 ¿Por qué moriremos delante de tus ojos, así nosotros como nuestra tierra? Cómpranos a nosotros y a nuestra tierra por pan, y seremos nosotros y nuestra tierra siervos de Paró; y danos semilla para que vivamos y no muramos, y no sea asolada la tierra.
20 Entonces compró Yoséf toda la tierra de Mitzráim (Egipto) para Paró; pues los mitzrím (egipcios) vendieron cada uno sus tierras, porque se agravó el hambre sobre ellos; y la tierra vino a ser de Paró.
21 Y al pueblo lo hizo pasar a las ciudades, desde un extremo al otro del territorio de Mitzráim (Egipto).
22 Solamente la tierra de los kohaním no compró, por cuanto los kohaním tenían ración de Paró, y ellos comían la ración que Paró les daba; por eso no vendieron su tierra.
23 Y Yoséf dijo al pueblo: He aquí les he comprado hoy, a ustedes y a su tierra, para Paró; vean aquí semilla, y sembraran la tierra.
24 De los frutos darán el quinto a Paró, y las cuatro partes serán suyas para sembrar las tierras, y para su mantenimiento, y de los que están en sus casas, y para que coman sus niños.
(Maftir) 25 Y ellos respondieron: La vida nos has dado; hallemos gracia en ojos de nuestro señor, y seamos siervos de Paró.
26 Entonces Yoséf lo puso por ley hasta hoy sobre la tierra de Mitzráim (Egipto), señalando para Paró el quinto, excepto sólo la tierra de los kohaním, que no fue de Paró.
27 Así habitó Israel en la tierra de Mitzráim, en la tierra de Goshén; y tomaron posesión de ella, y se aumentaron, y se multiplicaron en gran manera.
Parashat Vayjí
(1ra Aliyá) 28 Y vivió Ya’aqóv en la tierra de Mitzráim diecisiete años; y fueron los días de Ya’aqóv, los años de su vida, ciento cuarenta y siete años.
29 Y llegaron los días de Israel para morir, y llamó a Yoséf su hijo, y le dijo: Si he hallado ahora gracia en tus ojos, te ruego que pongas tu mano debajo de mi muslo, y harás conmigo misericordia y verdad. Te ruego que no me entierres en Mitzráim (Egipto).
30 Pero cuando duerma con mis padres, me llevarás de Mitzráim (Egipto) y me sepultarás en el sepulcro de ellos. Y Yoséf respondió: Haré como tú dices.
31 E Israel dijo: Júramelo. Y Yoséf le juró.
E Israel se inclinó sobre la cabecera de la cama.
Ya’aqóv bendice a Efráim y a Menashé
1 Sucedió después de estas cosas que dijeron a Yoséf: He aquí tu padre está enfermo. Y él tomó consigo a sus dos hijos, Menashé y Efráim.
2 Y se le hizo saber a Ya’aqóv, diciendo: He aquí tu hijo Yoséf viene a ti. Entonces se esforzó Israel, y se sentó sobre la cama,
3 y dijo a Yoséf: El-Shaday me apareció en Luz en la tierra de Kená’an, y me bendijo,
4 y me dijo: He aquí yo te haré crecer, y te multiplicaré, y te pondré por estirpe de naciones; y daré esta tierra a tu descendencia después de ti por heredad perpetua.
5 Y ahora tus dos hijos Efráim y Menashé, que te nacieron en la tierra de Mitzráim, antes que viniera a ti a la tierra de Mitzráim, son míos; como Reuvén y Shim’ón, serán míos.
6 Y los que después de ellos has engendrado, serán tuyos; por el nombre de sus hermanos serán llamados en sus heredades.
7 Porque cuando yo venía de Padán Arám, se me murió Rajél en la tierra de Kená’an, en el camino, como media legua de tierra viniendo a Efrata; y la sepulté allí en el camino de Efrata, que es Bét-Léjem.
8 Y vio Israel los hijos de Yoséf, y dijo: ¿Quiénes son éstos?
9 Y respondió Yoséf a su padre: Son mis hijos, que Elohím me ha dado aquí. Y él dijo:
Acércalos ahora a mí, y los bendeciré.
(2da Aliyá) 10 Y los ojos de Israel estaban tan agravados por la vejez, que no podía ver. Les hizo, pues, acercarse a él, y él les besó y les abrazó.
11 Y dijo Israel a Yoséf: No pensaba yo ver tu rostro, y he aquí Elohím me ha hecho ver también a tu descendencia.
12 Entonces Yoséf los sacó de entre sus rodillas, y se inclinó a tierra.
13 Y los tomó Yoséf a ambos, Efráim a su derecha, a la izquierda de Israel, y Menashé a su izquierda, a la derecha de Israel; y los acercó a él.
14 Entonces Israel extendió su mano derecha, y la puso sobre la cabeza de Efráim, que era el menor, y su mano izquierda sobre la cabeza de Menashé, colocando así sus manos adrede, aunque Menashé era el primogénito.
15 Y bendijo a Yoséf (José), diciendo: El Elohím en cuya presencia anduvieron mis padres Avrahám e Itzjáq, el Elohím que me mantiene desde que yo soy hasta este día,
16 el Mensajero que me liberta de todo mal, bendiga a estos jóvenes; y sea perpetuado en ellos mi nombre, y el nombre de mis padres Avrahám e Itzjáq, y multiplíquense en gran manera en medio de la tierra.
(3ra Aliyá) 17 Pero viendo Yoséf que su padre ponía la mano derecha sobre la cabeza de Efráim, le causó esto disgusto; y asió la mano de su padre, para cambiarla de la cabeza de Efráim a la cabeza de Menashé.
18 Y dijo Yoséf a su padre: No así, padre mío, porque éste es el primogénito; pon tu mano derecha sobre su cabeza.
19 Pero su padre no quiso, y dijo:
Lo sé, hijo mío, lo sé; también él vendrá a ser un pueblo, y será también engrandecido; pero su hermano menor será más grande que él, y su descendencia formará multitud de naciones.
20 Y los bendijo aquel día, diciendo: En ti bendecirá Israel, diciendo: Que te haga Elohím como a Efráim y como a Menashé. Y puso a Efráim antes de Menashé.
21 Y dijo Israel a Yoséf: He aquí yo muero; pero Elohím estará con ustedes, y los hará volver a la tierra de sus padres.
22 Y yo te he dado a ti una parte más que a tus hermanos, la cual tomé yo de mano del emorí con mi espada y con mi arco.
Ya’aqóv bendice a sus doce hijos
(4ta Aliyá) 1 Y llamó Ya’aqóv a sus hijos, y dijo: Júntense, y les declararé lo que les ha de acontecer en los días venideros.
2 Júntense y oigan, hijos de Ya’aqóv,
y escuchen a su padre Israel.
3 Reuvén, tú eres mi primogénito,
mi fortaleza, y el principio de mi vigor;
principal en dignidad,
principal en poder.
4 Impetuoso como las aguas,
no serás el principal,
por cuanto subiste al lecho de tu padre;
entonces te envileciste,
subiendo a mi estrado.
5 Shim’ón y Leví son hermanos;
armas de iniquidad sus armas.
6 En su consejo no entre mi alma,
ni mi espíritu se junte en su compañía.
Porque en su furor mataron hombres,
y en su temeridad desjarretaron toros.
7 Maldito su furor,
que fue fiero;
y su ira, que fue dura.
Yo los apartaré en Ya’aqóv,
y los esparciré en Israel.
8 Yehudá, te alabarán tus hermanos;
tu mano en la cerviz de tus enemigos;
los hijos de tu padre se inclinarán a ti.
9 Cachorro de león, Yehudá;
de la presa subiste, hijo mío.
Se encorvó, se echó como león,
así como león viejo: ¿quién lo despertará?
10 No será quitado el cetro de Yehudá,
ni el legislador de entre sus pies,
hasta que venga Shiló;
y a él se congregarán los pueblos.
11 Atando a la vid su pollino,
y a la cepa el hijo de su asna,
lavó en el vino su vestido,
y en la sangre de uvas su manto.
12 Sus ojos, rojos del vino,
y sus dientes blancos de la leche.
13 Zevulún en puertos de mar habitará;
será para puerto de naves,
y su límite hasta Sidón.
14 Issajár, asno fuerte que se recuesta entre los apriscos;
15 y vio que el descanso era bueno,
y que la tierra era deleitosa;
y bajó su hombro para llevar,
y sirvió en tributo.
16 Dán juzgará a su pueblo,
como una de las tribus de Israel.
17 Será Dán serpiente junto al camino,
víbora junto a la senda,
que muerde los talones del caballo,
y hace caer hacia atrás al jinete.
18 Tu salvación esperé, oh YHVH.
(5ta Aliyá) 19 Gád, ejército lo acometerá;
pero él acometerá al fin.
20 El pan de Ashér será substancioso,
y él dará deleites al rey.
21 Naftalí, cierva suelta,
que pronunciará dichos hermosos.
22 Rama fructífera es Yoséf,
rama fructífera junto a una fuente,
cuyos vástagos se extienden sobre el muro.
23 Le causaron amargura,
le asaetearon,
y le aborrecieron los arqueros;
24 Pero su arco se mantuvo poderoso,
y los brazos de sus manos se fortalecieron
por las manos del Fuerte de Ya’aqóv
(Por el nombre del Pastor, la Roca de Israel),
25 por el Elohím de tu padre,
el cual te ayudará, por Él-Shaday,
el cual te bendecirá con bendiciones de los cielos de arriba,
con bendiciones del abismo que está abajo,
con bendiciones de los pechos y del vientre.
26 Las bendiciones de tu padre fueron mayores que las bendiciones de mis progenitores;
hasta el término de los collados eternos serán sobre la cabeza de Yoséf,
y sobre la frente del que fue apartado de entre sus hermanos.
(6ta Aliyá) 27 Binyamím es lobo arrebatador;
a la mañana comerá la presa,
y a la tarde repartirá los despojos.
28 Todos éstos fueron las doce tribus de Israel, y esto fue lo que su padre les dijo, al bendecirlos; a cada uno por su bendición los bendijo.
Muerte de Ya’aqóv
29 Les mandó luego, y les dijo: Yo voy a ser reunido con mi pueblo. Sepultadme con mis padres en la cueva que está en el campo de Efrón el jití,
30 en la cueva que está en el campo de Majpelá, al este de Mamré en la tierra de Kená’an, la cual compró Avrahám con el mismo campo de Efrón el jití, para heredad de sepultura.
31 Allí sepultaron a Avrahám y a Sará su mujer; allí sepultaron a Itzjáq y a Rivqá su mujer; allí también sepulté yo a Leá.
32 La compra del campo y de la cueva que está en él, fue de los hijos de Jét.
33 Cuando acabó Ya’aqóv de dar mandamientos a sus hijos, encogió sus pies en la cama, y expiró, y fue reunido con sus padres.
1 Entonces se echó Yoséf sobre el rostro de su padre, y lloró sobre él, y lo besó.
6 Y Paró dijo: Ve, y sepulta a tu padre, como él te hizo jurar.
9 Subieron también con él carros y gente de a caballo, y se hizo un escuadrón muy grande.
12 Hicieron, pues, sus hijos con él según les había mandado;
16 Y enviaron a decir a Yoséf: Tu padre mandó antes de su muerte, diciendo:
19 Y Yoséf les respondió: No teman; ¿acaso estoy yo en lugar de Elohím?
22 Y habitó Yoséf en Mitzráim (Egipto), él y la casa de su padre; y vivió Yoséf ciento diez años.
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