CAPÍTULOS:
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סֵפֶר דְּבָרִים
SEFER DEVARÍM – DEUTERONOMIO
Moshé recuerda a Israel las promesas de YHVH en Jorév
1 Estas son las palabras que habló Moshé a todo Israel en la otra ribera del Yardén, en el desierto, en la planicie, frente al Mar de Cañas (Yam Súf), entre Parán, Tofel, Laván, Jatzerót y Di-zahab.
2 Once días desde Jorév, por el camino del monte de Se’ír, hasta Kadésh-Barnéa.
3 Y sucedió que a los cuarenta años, en el mes undécimo, el primero del mes, Moshé habló a los hijos de Israel conforme a todo lo que YHVH le había ordenado para ellos,
4 después que derrotó a Sijón rey del emorí, el cual habitaba en Jeshbón, y a Óg rey de Bashán que habitaba en Ashtarót, en Edreí.
5 En la rivera del Yardén, en tierra de Moáv, resolvió Moshé declarar esta Torá, diciendo:
6 YHVH nuestro Elohím nos habló en Jorév, diciendo: Han estado bastante tiempo en este monte.
7 Vuelvan y vayan al monte del emorí y a todos sus vecinos, en la Planicie, en el monte, en el Bajío y en el Sur y en la costa, la tierra del kena’aní, y el Levanón, hasta el gran río, el río Perát.
8 Vean, yo he puesto la tierra delante de ustedes; y tomen posesión de la tierra que YHVH juró a sus padres Avrahám, Itzjáq y Ya’aqóv, para entregarla a ellos y a su descendencia después de ellos.
Nombramiento de jueces
9 En aquel tiempo yo les hablé diciendo: Yo solo no puedo cargar con ustedes.
10 YHVH, su Elohím ha incrementado a ustedes inmensamente, y he aquí que son hoy como las estrellas del cielo en multitud.
11 ¡YHVH Elohím de sus padres les añada tanto como son mil veces más, y los bendiga, tal como Él les ha hablado!
12 ¿Cómo podre yo solo cargar con el fastidio de ustedes, su fardo y sus pleitos?
13 Dispongan para ustedes varones sabios, razonadores y conocidos por sus tribus y los nombraré líderes de ustedes.
14 Ustedes me respondieron y dijeron: Buena es la cosa que has propuesto hacer.
15 Y tomé a los principales de sus tribus, varones sabios y conocidos, y los nombre líderes sobre ustedes, jefes de millares, jefes de centenas, jefes de cincuenta y jefes de centenas, y oficiales de sus tribus.
16 Y en ese momento encomendé a sus jueces, diciendo: Oigan entre sus hermanos, y juzguen justamente entre el hombre y su hermano, y su litigante.
17 No «hagan distinción de persona» en el juicio; así al pequeño como al grande oirán; no tendrán temor de «ninguno,» porque el juicio es de Elohím; y la causa que les fuere difícil, la traerán a mí, y yo la oiré.
18 Les mandé, pues, en aquel tiempo, todo lo que habían de hacer.
Misión de los doce espías
19 Y viajamos de Jorév, recorrimos todo aquel desierto grande y pavoroso que ustedes han visto, por el camino del monte del emorí, como YHVH nuestro Elohím nos lo mandó; y llegamos hasta Kadésh-Barnéa.
20 Entonces yo les dije: Han llegado al monte del emorí, el cual YHVH nuestro Elohím nos da.
21 Mira, YHVH tu Elohím te ha entregado la tierra; sube y toma posesión de ella, como YHVH el Elohím de tus padres te ha dicho; no temas ni desmayes.
22 Y vinieron a mí todos ustedes, y dijeron: Enviemos varones delante de nosotros que nos reconozcan la tierra, y a su regreso nos traigan razón del camino por donde hemos de subir, y de las ciudades adonde hemos de llegar.
23 Y el dicho «me pareció bien;» y tomé doce varones de entre ustedes, un varón por cada tribu.
24 Y se dieron vuelta, y subieron a la monte, y llegaron hasta el valle de Eshkól, y la exploraron.
25 Y tomaron en sus manos del fruto del país, y nos lo trajeron, y nos dieron cuenta, y dijeron: Es buena la tierra que YHVH nuestro Elohím nos da.
26 Sin embargo, no quisieron subir, antes fueron rebeldes «al mandato de» YHVH su Elohím;
27 y murmuraron en sus tiendas, diciendo: Porque YHVH nos aborrece, nos ha sacado de tierra de Egipto, para entregarnos en manos del emorí para destruirnos.
28 ¿A dónde subiremos? Nuestros hermanos han atemorizado nuestro corazón, diciendo: Este pueblo es mayor y más alto que nosotros, las ciudades grandes y amuralladas hasta el cielo; y también vimos allí a los hijos de Anáq.
29 Entonces les dije: No teman, ni tengan miedo de ellos.
30 YHVH su Elohím, el cual va delante de ustedes, él peleará por ustedes, conforme a todas las cosas que hizo por ustedes en Mitzráim (Egipto) delante de sus ojos.
31 Y en el desierto has visto que YHVH tu Elohím te ha traído, como trae el hombre a su hijo, por todo el camino que han andado, hasta llegar a este lugar.
32 Pero en este asunto ustedes no confiaron en YHVH su Elohím,
33 quien iba delante de ustedes por el camino para reconocerles el lugar donde habían de acampar, con fuego de noche para mostrarles el camino por donde anduviesen, y con nube de día.
Elohím castiga a Israel
34 Y YHVH escucho la voz de las palabras de ustedes, y se enfureció, y juró diciendo:
35 No verá hombre alguno de estos, de esta mala generación, la buena tierra que juré que había de dar a sus padres,
36 excepto Kalév hijo de Yefuné; él la verá, y a él le daré la tierra que pisó, y a sus hijos; porque «ha seguido fielmente» a YHVH.
37 También contra mí se airó YHVH por ustedes, y me dijo: Tampoco tú entrarás allá.
38 Yehoshúa hijo de Nún, «el cual te sirve,» él entrará allá; anímale, porque él la hará heredar a Israel.
39 Y en cuanto a sus niños pequeños, de quienes ustedes dijeron: serán tomados en cautiverio, y sus hijos que no han conocido [hasta] hoy ni bien ni mal, ellos entrarán allí, y a ellos la daré, y ellos la heredarán.
40 Pero ustedes vuelvan y vayan al desierto, camino del Mar de Cañas (Yam Súf).
La derrota en Jormá
41 Entonces respondieron y me dijeron: Hemos errado (jatanú) contra YHVH; nosotros subiremos y pelearemos, conforme a todo lo que YHVH nuestro Elohím nos ha mandado. Y se armaron «cada uno» con sus armas de guerra, y se prepararon para subir al monte.
42 Y YHVH me dijo: Diles: No deberán ascender, ni hacer guerra, pues no estoy entre ustedes; para que no sean derrotados por sus enemigos.
43 Y les hablé, pero ustedes no quisieron escuchar; se opusieron a la palabra de YHVH, y persistiendo con altivez subieron al monte.
44 El emorí que habitaba en el monte salió al encuentro de ustedes, y los persiguió como hacen las abejas, y los derrotaron en Se’ír, hasta Jormá.
45 Y volvieron y lloraron delante de YHVH, pero YHVH no escuchó voz de ustedes, ni les prestó oído.
46 Y estuvieron en Kadésh por muchos días, los días que han estado allí.
Los años en el desierto
1 Luego volvimos y salimos al desierto, camino del Yam Súf, como YHVH me había dicho; y rodeamos el monte de Se’ír «por mucho tiempo.»
2 Y YHVH me habló, diciendo:
3 Bastante han rodeado este monte; vuelvan al norte.
4 Y manda al pueblo, diciendo: Pasando ustedes por el territorio de sus hermanos los hijos de Esáv, que habitan en Se’ír, ellos tendrán miedo de ustedes; mas ustedes guárdense mucho.
5 No se metan con ellos, porque no les daré de su tierra ni aun lo que cubre la planta de un pie; porque yo he dado por heredad a Esáv el monte de Se’ír.
6 Alimentos compraran de ellos por dinero y comerán; y también compraran de ellos el agua, y beberán;
7 pues YHVH tu Elohím te ha bendecido en toda obra de tus manos; él sabe que andas por este gran desierto; estos cuarenta años YHVH tu Elohím ha estado contigo, y nada te ha faltado.
8 Y nos alejamos del territorio de nuestros hermanos los hijos de Esáv, que habitaban en Se’ír, desde el camino de la Planicie desde Elat y Etzión-Gáver; y volvimos, y tomamos el camino del desierto de Moáv.
9 Y YHVH me dijo: No molestes a Moáv, ni te empeñes con ellos en guerra, porque no te daré posesión de su tierra; porque yo he dado a Ár por heredad (posesión territorial) a los hijos de Lot.
10 (Los emím habitaron en ella «antes,» pueblo grande y numeroso, y alto como los hijos de Anáq.
11 Por gigantes eran ellos tenidos también, como los hijos de Anáq; y los moabitas los llaman emím.
12 Y en Se’ír habitaron «antes» los jorim, a los cuales echaron los hijos de Esáv; y los arrojaron de su presencia, y habitaron en lugar de ellos, como hizo Israel en la tierra que les dio YHVH por posesión.)
13 Levántense ahora, y pasen el arroyo de Zaréd. Y pasamos el arroyo de Zaréd.
14 Y los días que anduvimos de Kadésh-Barnéa hasta cuando pasamos el arroyo de Zaréd fueron treinta y ocho años; hasta que se acabó toda la generación de los hombres de guerra de en medio del campamento, como YHVH les había jurado.
15 Y también la mano de YHVH vino sobre ellos para destruirlos de en medio del campamento, hasta acabarlos.
16 Y sucedió que después que murieron todos los hombres de guerra de entre el pueblo,
17 YHVH me habló, diciendo:
18 Tú pasarás hoy el territorio de Moáv, a Ár.
19 Y cuando te acerques a los hijos de Amón, no los molestes, ni contiendas con ellos; porque no te daré posesión de la tierra de los hijos de Amón, pues a los hijos de Lot la he dado por heredad.
20 (Esa también era considerada tierra de refaím; los refaím de antaño habitaron en ella, y los amoním los llamaron zamzuním;
21 pueblo grande y numeroso, y alto, como los hijos de Anáq; a los cuales YHVH destruyó delante de los amoním. Estos sucedieron a aquéllos, y habitaron en su lugar,
22 como hizo YHVH con los hijos de Esáv que habitaban en Se’ír, delante de los cuales destruyó a los jorim; y ellos sucedieron a éstos, y habitaron en su lugar hasta hoy.
23 Y a los avím que habitaban en aldeas hasta Azá, los kaftorim que salieron de kaftor los destruyeron, y habitaron en su lugar.)
24 Levántense, salgan, y pasen el arroyo de Arnón; he aquí he entregado en tu mano a Sijón rey de Jeshbón, emorí, y a su tierra; comienza a tomar posesión de ella, y entra en guerra con él.
25 Hoy comenzaré a poner tu temor y tu espanto sobre los pueblos debajo de todo el cielo, los cuales oirán tu fama, y temblarán y se angustiarán delante de ti.
Israel derrota a Sijón
26 Y envié mensajeros desde el desierto de Kedemot a Sijón rey de Jeshbón con palabras de paz, diciendo:
27 Pasaré por tu tierra por el camino; por el camino iré, sin apartarme ni a diestra ni a siniestra.
28 La comida me venderás por dinero, y comeré; el agua también me darás por dinero, y beberé; solamente pasaré a pie,
29 como lo hicieron conmigo los hijos de Esáv que habitaban en Se’ír, y los moabitas que habitaban en Ár; hasta que cruce el Yardén a la tierra que nos da YHVH nuestro Elohím.
30 Mas Sijón rey de Jeshbón no quiso que pasásemos por el territorio suyo; porque YHVH tu Elohím había endurecido su espíritu, y obstinado su corazón para entregarlo en tu mano, como hasta hoy.
31 Y me dijo YHVH: He aquí yo he comenzado a entregar delante de ti a Sijón y a su tierra; comienza a tomar posesión de ella para que la heredes.
32 Y nos salió Sijón al encuentro, él y todo su pueblo, para pelear en Yáhtza.
33 Mas YHVH nuestro Elohím lo entregó delante de nosotros; y lo derrotamos a él y a sus hijos, y a todo su pueblo.
34 Tomamos entonces todas sus ciudades, y destruimos todas las ciudades, hombres, mujeres y niños; no dejamos ninguno.
35 Solamente tomamos para nosotros los ganados, y los despojos de las ciudades que habíamos tomado.
36 Desde Aroer, que está junto a la ribera del arroyo de Arnón, y la ciudad que está en el valle, hasta Guilad, no hubo ciudad que escapase de nosotros; todas las entregó YHVH nuestro Elohím en nuestro «poder.»
37 Solamente a la tierra de los hijos de Amón no llegamos; ni a todo lo que está a «la orilla del» arroyo de Yaboq ni a las ciudades del monte, ni a lugar alguno que YHVH nuestro Elohím había prohibido.
Israel derrota a Óg rey de Bashán
1 Volvimos, pues, y subimos camino de Bashán, y nos salió al encuentro Óg rey de Bashán para pelear, él y todo su pueblo, en Edreí.
2 Y me dijo YHVH: No tengas temor de él, porque en tu mano he entregado a él y a todo su pueblo, con su tierra; y harás con él como hiciste con Sijón rey emorí, que habitaba en Jeshbón.
3 Y YHVH nuestro Elohím entregó también en nuestra mano a Óg rey de Bashán, y a todo su pueblo, al cual derrotamos hasta «acabar con todos.»
4 Y tomamos entonces todas sus ciudades; no quedó ciudad que no les tomásemos; sesenta ciudades, toda la tierra de Argob, del reino de Óg en Bashán.
5 Todas estas eran ciudades fortificadas con muros altos, con puertas y barras, sin contar otras muchas ciudades sin muro.
6 Y las destruimos, como hicimos a Sijón rey de Jeshbón, matando en toda ciudad a hombres, mujeres y niños.
7 Y tomamos para nosotros todo el ganado, y los despojos de las ciudades.
8 También tomamos en aquel tiempo la tierra desde el arroyo de Arnón hasta el monte de Jermón, de manos de los dos reyes emorím que estaban a este lado del Yardén.
9 Los tzidoním llaman a Jermón, Sirión; y los emorím solían llamarlo Senir.
10 Todas las ciudades de la llanura, y todo Guilad, y todo Bashán hasta Saljá y Edreí, ciudades del reino de Óg en Bashán.
11 Porque únicamente Óg rey de Bashán había quedado del resto de los gigantes. Su cama, una cama de hierro, ¿no está en Rabát de los hijos de Amón? La longitud de ella es de nueve codos, y su anchura de cuatro codos, según el codo de un hombre.
Reuvén, Gád y la media tribu de Menashé se establecen al oriente del Yardén
12 Y esta tierra que heredamos en aquel tiempo, desde Aroer, que está junto al arroyo de Arnón, y la mitad del monte de Guilad con sus ciudades, la di al reuvení y al gadí;
13 y el resto de Guilad, y todo Bashán, del reino de Óg, toda la tierra de Argob, que se llamaba la tierra de los refaím, lo di a la media tribu de Menashé.
14 Yaír hijo de Menashé tomó toda la tierra de Argob hasta la frontera del gueshurí y el ma’ajatí, y las llamó al Bashán Javót-Yaír, en su nombre hasta este día.
15 A Majír entregué el Guilad.
16 Y al ruvení y al gadí entregue desde el Guilad y hasta el arroyo de Arnón, teniendo por límite el medio del valle, hasta el arroyo de Yaboq, el cual es límite de los hijos de Amón;
17 también el Arabá, con el Yardén como límite desde Kinéret hasta el mar del Arabá, el Mar Salado, «al pie de» las laderas del Pisgá al oriente.
18 Y les mandé entonces, diciendo: YHVH su [de ustedes] Elohím les ha dado esta tierra por heredad; pero irán armados todos «los valientes» delante de sus hermanos los hijos de Israel.
19 Solamente sus mujeres, sus hijos y sus ganados (yo sé que tienen mucho ganado), quedarán en las ciudades que les he dado,
20 hasta que YHVH dé reposo a sus [de ustedes] hermanos, así como a ustedes, y hereden ellos también la tierra que YHVH su Elohím les da al otro lado del Yardén; entonces se volverán «cada uno» a la heredad que yo les he dado.
21 Ordené también a Yehoshúa en aquel tiempo, diciendo: Tus ojos vieron todo lo que YHVH su Elohím ha hecho a aquellos dos reyes; así hará YHVH a todos los reinos a los cuales pasarás tú.
22 No los teman; porque YHVH su Elohím, él es el que pelea por ustedes.
No se le permite a Moshé entrar a Kená’an.
Parashat Vaetjanán
23 En aquel tiempo implore a YHVH, diciendo:
24 Señor YHVH, tú has comenzado a mostrar a tu siervo tu grandeza, y tu mano poderosa; porque ¿qué dios hay en el cielo ni en la tierra que haga obras y proezas como las tuyas?
25 Pase yo, «te ruego,» y vea aquella tierra buena que está más allá del Yardén, aquel buen monte, y el Lebanón.
26 Pero YHVH se había enojado contra mí a causa de ustedes, por lo cual no me escuchó; y me dijo YHVH: Basta, no me hables más de este asunto.
27 Sube a la cumbre del Pisgá y alza tus ojos al oeste, y al norte, y al sur, y al este, y mira con tus propios ojos; porque no pasarás el Yardén.
28 Y manda a Yehoshúa, y anímalo, y fortalécelo; porque él ha de pasar delante de este pueblo, y él les hará heredar la tierra que verás.
29 Y paramos en el valle delante de Bét Peor.
Moshé exhorta a la obediencia
1 Ahora, pues, oh Israel, oye los estatutos y decretos que yo les enseño, para que los ejecuten, y vivan, y entren y posean la tierra que YHVH el Elohím de sus padres les da.
2 No añadirán a la palabra que yo les mando, ni disminuirán de ella, para que guarden los mandamientos de YHVH su Elohím que yo les ordeno.
3 Sus ojos vieron lo que hizo YHVH con motivo de Bá’al-Peor; que a todo hombre que fue detrás de Bá’al-Peor destruyó YHVH tu Elohím de en medio de ti.
4 Mas ustedes que siguieron a YHVH su Elohím, todos están vivos hoy.
5 Vean, yo les he enseñado estatutos y decretos, como YHVH mi Elohím me mandó, para que hagan así en medio de la tierra en la cual entran para tomar posesión de ella.
6 Guárdenlos, pues, y pónganlos por obra; porque esta es su sabiduría y su inteligencia ante los ojos de los pueblos, los cuales oirán todos estos estatutos, y dirán: Ciertamente pueblo sabio y entendido, nación grande es esta.
7 Porque ¿qué nación grande hay que tenga dioses tan cercanos a ellos como lo está YHVH nuestro Elohím en todo cuanto le pedimos?
8 Y ¿qué nación grande hay que tenga estatutos y juicios justos como es toda esta ley que yo pongo hoy delante de ustedes?
La experiencia de Israel en Jorév
9 Por tanto, guárdate, y guarda tu alma con diligencia, para que no te olvides de las cosas que tus ojos han visto, ni se aparten de tu corazón todos los días de tu vida; antes bien, las enseñarás a tus hijos, y a los hijos de tus hijos.
10 El día que estuviste delante de YHVH tu Elohím en Jorév, cuando YHVH me dijo: Reúneme el pueblo, para que yo les haga oír mis palabras, las cuales aprenderán, para temerme todos los días que vivieren sobre la tierra, y las enseñarán a sus hijos;
11 y se acercaron y se pusieron al pie del monte; y el monte ardía en fuego hasta «en medio de» los cielos con tinieblas, nube y oscuridad;
12 y habló YHVH con ustedes de en medio del fuego; oyeron la voz de sus palabras, mas a excepción de oír la voz, ninguna figura vieron.
13 Y él les anunció su pacto, el cual les mandó poner por obra; los diez mandamientos, y los escribió en dos tablas de piedra.
14 A mí también me mandó YHVH en aquel tiempo que les enseñase los estatutos y juicios, para que los pusiesen por obra en la tierra a la cual pasan a tomar posesión de ella.
Advertencia contra la idolatría
15 Guarden, pues, mucho sus almas; pues ninguna figura vieron el día que YHVH habló con ustedes de en medio del fuego;
16 para que no se corrompan y hagan para ustedes imagen tallada, imagen de cualquier figura; el diseño de varón o mujer,
17 figura de animal alguno que está en la tierra, figura de ave alguna alada que vuele por el aire,
18 figura de ningún animal que se arrastre sobre la tierra, figura de pez alguno que haya en el agua debajo de la tierra.
19 No sea que alces tus ojos al cielo, y viendo el sol y la luna y las estrellas, y todo el ejército del cielo, seas impulsado, y te inclines a ellos y les sirvas; porque YHVH tu Elohím los ha concedido a todos los pueblos debajo de todos los cielos.
20 Pero a ustedes YHVH les tomó, y les ha sacado del horno de hierro, de Mitzráim (Egipto), para que sean el pueblo de su heredad como en este día.
21 Y YHVH se enojó contra mí por causa de ustedes, y juró que yo no pasaría el Yardén, ni entraría en la buena tierra que YHVH tu Elohím te da por heredad.
22 Así que yo voy a morir en esta tierra, y no pasaré el Yardén; mas ustedes pasaran, y poseerán aquella buena tierra.
23 Guárdense, no se olviden del pacto de YHVH su Elohím, que él estableció con ustedes, y no se hagan escultura o imagen de ninguna cosa que YHVH tu Elohím te ha prohibido.
24 Porque YHVH tu Elohím es un fuego consumidor, Elohím celoso.
25 Cuando hayan engendrado hijos y nietos, y hayan envejecido en la tierra, si se corrompieren e hicieren escultura o imagen de cualquier cosa, e hicieren lo malo ante los ojos de YHVH su Elohím, para enojarlo;
26 yo pongo hoy por testigos al cielo y a la tierra, que pronto perecerán totalmente de la tierra hacia la cual pasan el Yardén para tomar posesión de ella; no estarán en ella largos días sin que sean destruidos.
27 Y YHVH los esparcirá entre los pueblos, y quedaran pocos en número entre las naciones a las cuales les llevará YHVH.
28 Y servirán allí a dioses hechos de manos de hombres, de madera y piedra, que no ven, ni oyen, ni comen, ni huelen.
29 Mas si desde allí buscares a YHVH tu Elohím, lo hallarás, si lo buscares de todo tu corazón y de toda tu alma.
30 Cuando estuvieres en angustia, y te alcanzaren todas estas cosas, si en los últimos días te volvieres a YHVH tu Elohím, y oyeres su voz;
31 porque Elohím misericordioso es YHVH tu Elohím; no te dejará, ni te destruirá, ni se olvidará del pacto que les juró a tus padres.
32 Porque pregunta ahora si en los tiempos pasados que han sido antes de ti, desde el día que creó Elohím al hombre sobre la tierra, si desde un extremo del cielo al otro se ha hecho cosa semejante a esta gran cosa, o se haya oído otra como ella.
33 ¿Ha oído pueblo alguno la voz de Elohím, hablando de en medio del fuego, como tú la has oído, sin perecer?
34 ¿O ha intentado Elohím venir a tomar para sí una nación de en medio de otra nación, con pruebas, con señales, y prodigios, con guerra, y mano poderosa y brazo extendido, y actos terribles, según todo lo que YHVH, su Elohím hizo por ustedes en Mitzráim (Egipto) ante tus ojos?
35 A ti te fue mostrado, para que supieses que YHVH es Elohím, y no hay otro fuera de él.
36 Desde los cielos te hizo oír su voz, para enseñarte; y sobre la tierra te mostró su gran fuego, y has oído sus palabras de en medio del fuego.
37 Y por cuanto él amó a tus padres, escogió a su descendencia después de ellos, y te sacó de Mitzráim (Egipto) con su presencia y con su gran poder,
38 para echar de delante de tu presencia naciones grandes y más fuertes que tú, y para introducirte y darte su tierra por heredad [posesión territorial], como hoy.
39 Aprende pues, hoy, y reflexiona en tu corazón que YHVH es Elohím arriba en el cielo y abajo en la tierra, y no hay otro.
40 Y guarda sus estatutos y sus mandamientos, los cuales yo te mando hoy, para que te vaya bien a ti y a tus hijos después de ti, y prolongues tus días sobre la tierra que YHVH tu Elohím te da «para siempre.»
Las ciudades de refugio
41 Entonces apartó Moshé tres ciudades a este lado del Yardén al nacimiento del sol,
42 para que huyese allí el homicida que matase a su prójimo sin intención, sin haber tenido enemistad con él «nunca antes;» y que huyendo a una de estas ciudades salvase su vida:
43 a Bétzer en el desierto, en tierra de la llanura, para la [tribu] rubení; Ramot en Guilad para la [tribu] gadí, y al Golán en Bashán, para la [tribu] menashí.
Recapitulación de la entrega de la Torá
44 Esta, pues, es la Torá que Moshé puso delante de los hijos de Israel.
45 Estos son los testimonios, los estatutos y los decretos que habló Moshé a los hijos de Israel cuando salieron de Mitzráim (Egipto);
46 a este lado del Yardén, en el valle delante de Betpeor, en la tierra de Sijón rey del emorí que habitaba en Jeshbón, al cual derrotó Moshé con los hijos de Israel, cuando salieron de Mitzráim (Egipto);
47 y poseyeron su tierra, y la tierra de Óg rey de Bashán; dos reyes del emorí que estaban de este lado del Yardén, al oriente.
48 Desde Aroer, que está junto a la ribera del arroyo de Arnón, hasta el monte de Sion, que es Jermón;
49 y todo el Arabá de este lado del Yardén, al oriente, hasta el mar del Arabá, al pie de las laderas del Pisgá.
Los Diez Palabras
1 Llamó Moshé a todo Israel y les dijo: Escucha, Israel, los estatutos y decretos que yo hablo hoy en los oídos de ustedes; apréndanlos, y guárdenlos, para ponerlos por obra.
2 YHVH nuestro Elohím hizo pacto (alianza) con nosotros en Jorév.
3 No con nuestros padres hizo YHVH este pacto, sino con nosotros todos los que estamos aquí hoy vivos.
4 Cara a cara habló YHVH con ustedes en el monte de en medio del fuego.
5 Yo estaba entonces entre YHVH y ustedes, para declararles la palabra de YHVH; porque ustedes tuvieron temor del fuego, y no subieron al monte. Dijo:
6 Yo soy YHVH tu Elohím, que te saqué de tierra de Mitzráim (Egipto), de casa de servidumbre.
7 No tendrás dioses ajenos delante de mí.
8 No harás para ti escultura, ni imagen alguna de cosa que está arriba en los cielos, ni abajo en la tierra, ni en las aguas debajo de la tierra.
9 No te inclinarás a ellas ni las servirás; porque yo soy YHVH tu Elohím, fuerte, celoso, que visito la maldad de los padres sobre los hijos hasta la tercera y cuarta generación de los que me aborrecen,
10 y que hago misericordia a millares, a los que me aman y guardan mis mandamientos.
11 No tomarás el nombre de YHVH tu Elohím en vano; porque YHVH no dará por inocente al que tome su nombre en vano.
12 Guarda el día de shabát (cesé) para santificarlo, como YHVH tu Elohím te ordeno.
13 Seis días trabajarás, y harás toda tu obra;
14 mas el séptimo día es reposo a YHVH tu Elohím; ninguna obra harás tú, ni tu hijo, ni tu hija, ni tu esclavo, ni tu sierva, ni tu buey, ni tu asno, ni ningún animal tuyo, ni el extranjero que está dentro de tus puertas, para que descanse tu esclavo y tu sierva como tú.
15 Acuérdate que fuiste esclavo en tierra de Egipto, y que YHVH tu Elohím te sacó de allá con mano fuerte y brazo extendido; por lo cual YHVH tu Elohím te ha mandado que guardes el día de reposo.
16 Honra a tu padre y a tu madre, como YHVH tu Elohím te ha mandado, para que sean prolongados tus días, y para que te vaya bien sobre la tierra que YHVH tu Elohím te da.
17 No asesinaras.
18 No cometerás adulterio.
19 No hurtarás (robarás).
20 No presentaras falso testimonio contra tu prójimo.
21 No codiciarás la mujer de tu prójimo, ni desearás la casa de tu prójimo, ni su tierra, ni su esclavo, ni su sierva, ni su buey, ni su asno, ni cosa alguna de tu prójimo.
El terror del pueblo
22 Estas palabras habló YHVH a toda su congregación en el monte, de en medio del fuego, de la nube y de la oscuridad, a gran voz; y no añadió más. Y las escribió en dos tablas de piedra, las cuales me dio a mí.
23 Y sucedió que cuando ustedes oyeron la voz de en medio de las tinieblas, y vieron al monte que ardía en fuego, vinieron a mí, todos los príncipes de sus tribus, y sus ancianos,
24 y dijeron: He aquí YHVH nuestro Elohím nos ha mostrado su gloria y su grandeza, y hemos oído su voz de en medio del fuego; hoy hemos visto que YHVH habla al hombre, y éste aún vive.
25 Ahora, pues, ¿por qué vamos a morir? Porque este gran fuego nos consumirá; si oyéremos otra vez la voz de YHVH nuestro Elohím, moriremos.
26 Porque ¿qué «es el hombre,» para que oiga la voz del Elohím viviente que habla de en medio del fuego, como nosotros la oímos, y aún viva?
27 Acércate tú, y oye todas las cosas que dijere YHVH nuestro Elohím; y tú nos dirás todo lo que YHVH nuestro Elohím te dijere, y nosotros oiremos y haremos.
28 Y oyó YHVH la voz de sus palabras cuando me hablaban, y me dijo YHVH: He oído la voz de las palabras de este pueblo, que ellos te han hablado; bien está todo lo que han dicho.
29 ¡Quién diera que tuviesen tal corazón, que me temiesen y guardasen todos los días todos mis mandamientos, para que a ellos y a sus hijos les fuese bien para siempre!
30 Ve y diles: Vuelvan a sus tiendas.
31 Y tú quédate aquí conmigo, y te diré todos los mandamientos y estatutos y decretos que les enseñarás, a fin de que los pongan ahora por obra en la tierra que yo les doy por posesión.
32 Vean, pues, que hagan como YHVH su Elohím les ha mandado; no se aparten a diestra ni a siniestra.
33 Anden en todo el camino que YHVH su Elohím les ha mandado, para que vivan y les vaya bien, y tengan largos días en la tierra que han de poseer.
El gran mandamiento
1 Y este es el mandamiento, los estatutos y decretos que YHVH su Elohím ordenó enseñarles, para que los pongan por obra en la tierra a la cual pasan ustedes para tomarla;
2 a fin de que temas a YHVH tu Elohím, para guardar todos sus mandamientos que yo te ordeno, tú, tu hijo, y el hijo de tu hijo, todos los días de tu vida,
para que tus días sean prolongados.
3 Oye, pues, oh Israel, y cuida de ponerlos por obra, para que te vaya bien en la tierra que fluye leche y miel, y se multipliquen, como te ha dicho YHVH el Elohím de tus padres.
4 Oye, Israel: YHVH nuestro Elohím, YHVH uno es.
5 Y amarás a YHVH tu Elohím de todo tu corazón, y de toda tu alma, y con todas tus fuerzas.
6 Y estas palabras que yo te mando hoy, estarán sobre tu corazón;
7 y las repetirás a tus hijos, y hablarás de ellas estando en tu casa, y andando por el camino, y al acostarte, y cuando te levantes.
8 Y las atarás como una señal en tu mano, y estarán como frontales entre tus ojos;
9 y las escribirás en los postes de tu casa, y en tus puertas.
Exhortaciones a la obediencia
10 Cuando YHVH tu Elohím te haya introducido en la tierra que juró a tus padres Avrahám, Itzjáq y Ya’aqóv que te daría, en ciudades grandes y buenas que tú no edificaste,
11 y casas llenas de todo bien, que tú no llenaste, y cisternas cavadas que tú no cavaste, viñas y olivares que no plantaste, y luego que comas y te sacies,
12 cuídate de no olvidarte de YHVH, que te sacó de la tierra de Mitzráim (Egipto), de casa de servidumbre.
13 A YHVH tu Elohím temerás, y a él solo servirás, y por su nombre jurarás.
14 No andarán detrás de dioses ajenos, de los dioses de los pueblos que están en sus contornos;
15 porque el Elohím celoso, YHVH tu Elohím, en medio de ti está; para que no se inflame el furor de YHVH tu Elohím contra ti, y te destruya de sobre la tierra.
16 No tentaran a YHVH su Elohím, como lo tentaron en Masá.
17 Ciertamente deberán guardar (observar) los mandamientos de YHVH su Elohím, y sus testimonios y sus estatutos que te ha ordenado.
18 Y haz lo recto y bueno ante los ojos de YHVH, para que te vaya bien, y entres y poseas la buena tierra que YHVH juró a tus padres;
19 para que él arroje a tus enemigos de la presencia de ti, como YHVH ha dicho.
20 Mañana cuando te preguntare tu hijo, diciendo: ¿Qué significan los testimonios y estatutos y decretos que YHVH nuestro Elohím les mandó?
21 entonces dirás a tu hijo: Nosotros éramos esclavos de Paró en Mitzráim (Egipto), y YHVH nos sacó de Mitzráim (Egipto) con mano poderosa.
22 YHVH hizo señales y milagros grandes y terribles en Mitzráim (Egipto), sobre Paróh y sobre toda su casa, delante de nuestros ojos;
23 y nos sacó de allá, para traernos y darnos la tierra que juró a nuestros padres.
24 Y nos mandó YHVH que cumplamos todos estos estatutos, y que temamos a YHVH nuestro Elohím, para que nos vaya bien todos los días, y para que nos conserve la vida, como hasta hoy.
25 Y tendremos justicia cuando cuidemos de poner por obra todos estos mandamientos delante de YHVH nuestro Elohím, como él nos ha mandado.
Advertencias contra la idolatría de Kená’an
1 Cuando YHVH tu Elohím te lleve a la tierra a la cual tú vas allá para heredarla, y desplace a pueblos numerosos delante de ti, al jiti, al girgashí, al emorí, al kena’aní, al perizí, al jiví y al yevusí, siete naciones mayores y más poderosas que tú,
2 y YHVH tu Elohím las haya entregado delante de ti, y las hayas derrotado, las destruirás del todo; no harás con ellas alianza, ni tendrás de ellas misericordia.
3 Y no emparentarás con ellas; no darás tu hija a su hijo, ni tomarás a su hija para tu hijo.
4 Porque desviará a tu hijo de detrás de mí, y servirán a dioses ajenos; y el furor de YHVH se encenderá sobre ustedes, y te destruirá pronto.
5 Mas así han de hacer con ellos: sus altares destruirán, y quebraran sus estatuas, y destruirán sus imágenes de Asherá, y quemaran sus esculturas en el fuego.
Un pueblo santo para YHVH
6 Porque tú eres pueblo santo para YHVH tu Elohím; YHVH tu Elohím te ha escogido para serle un pueblo especial, más que todos los pueblos que están sobre la tierra.
7 No por ser ustedes más que todos los pueblos les ha querido YHVH y les ha escogido, pues ustedes eran el más insignificante de todos los pueblos;
8 sino por cuanto YHVH les amó, y quiso guardar el juramento que juró a sus padres, les ha sacado YHVH con mano poderosa, y les ha rescatado de servidumbre, de la mano de Paró rey de Mitzráim (Egipto).
9 Conoce, pues, que YHVH tu Elohím es Elohím, Elohím fiel, que guarda el pacto y la misericordia a los que le aman y guardan sus mandamientos, hasta mil generaciones;
10 y que da el pago «en persona» al que le aborrece, destruyéndolo; y no se demora con el que le odia, «en persona» le dará el pago.
11 Guarda, por tanto, los mandamientos, estatutos y decretos que yo te mando hoy que cumplas.
Parashat Ékev
Bendiciones de la obediencia
12 Y por haber oído estos decretos y haberlos guardado y puesto por obra, YHVH tu Elohím guardará contigo el pacto y la misericordia que juró a tus padres.
13 Y te amará, te bendecirá y te multiplicará, y bendecirá el fruto de tu vientre y el fruto de tu tierra, tu grano, tu mosto, tu aceite, la cría de tus vacas, y los rebaños de tus ovejas, en la tierra que juró a tus padres que te daría.
14 Bendito serás más que todos los pueblos; no habrá en ti varón ni hembra estéril, ni en tus ganados.
15 Y quitará YHVH de ti toda enfermedad; y todas las malas plagas de Mitzráim (Egipto), que tú conoces, no las pondrá sobre ti, antes las pondrá sobre todos los que te aborrecieren.
16 Y consumirás a todos los pueblos que te da YHVH tu Elohím; no los perdonará tu ojo, ni servirás a sus dioses, porque te será tropiezo.
17 Si dijeres en tu corazón: Estas naciones son mucho más numerosas que yo; ¿cómo las podré exterminar?
18 no tengas temor de ellas; acuérdate bien de lo que hizo YHVH tu Elohím con Paró y con todo Mitzráim (Egipto);
19 de las grandes pruebas que vieron tus ojos, y de las señales y milagros, y de la mano poderosa y el brazo extendido con que YHVH tu Elohím te sacó; así hará YHVH tu Elohím con todos los pueblos de cuya presencia tú temieres.
20 También enviará YHVH tu Elohím tzirá sobre ellos, hasta que perezcan los que quedaren y los que se hubieren escondido de delante de ti.
21 No desmayes delante de ellos, porque YHVH tu Elohím está en medio de ti, Elohím grande y temible.
22 Y YHVH tu Elohím echará a estas naciones de la presencia de ti poco a poco; no podrás acabar con ellas en seguida, para que las fieras del campo no se aumenten contra ti.
23 Mas YHVH tu Elohím las entregará delante de ti, y él las quebrantará con grande destrozo, hasta que sean destruidas.
24 El entregará sus reyes en tu mano, y tú destruirás el nombre de ellos de debajo del cielo; «nadie» te hará frente hasta que los destruyas.
25 Las esculturas de sus elohím quemarás en el fuego; no codiciarás plata ni oro de ellas para tomarlo para ti, para que no tropieces en ello, pues es abominación a YHVH tu Elohím;
26 y no traerás cosa abominable a tu casa, para que no seas anatema; del todo la aborrecerás y la abominarás, porque es anatema.
La buena tierra que han de poseer
1 Cuidaran de poner por obra todo mandamiento que yo les ordeno hoy, para que vivan, y sean multiplicados, y entren y posean la tierra que YHVH prometió con juramento a sus padres.
2 Y te acordarás de todo el camino por donde te ha traído YHVH tu Elohím estos cuarenta años en el desierto, para afligirte, para probarte, para saber lo que había en tu corazón, si habías de guardar o no sus mandamientos.
3 Y te afligió, y te hizo tener hambre, y te sustentó con maná, comida que no conocías tú, ni tus padres la habían conocido, para hacerte saber que no sólo de pan vivirá el hombre, mas de todo lo que sale de la boca de YHVH vivirá el hombre.
4 Tu vestido nunca se envejeció sobre ti, ni el pie se te ha hinchado en estos cuarenta años.
5 Reconoce asimismo en tu corazón, que como castiga el hombre a su hijo, así YHVH tu Elohím te castiga.
6 Cumplirás, pues, los mandamientos de YHVH tu Elohím, andando en sus caminos, y temiéndole.
7 Porque YHVH tu Elohím te introduce en la
buena tierra, tierra de arroyos, de aguas, de fuentes y de manantiales, que brotan en vegas y montes;
8 tierra de trigo y cebada, de vides, higueras y granados; tierra de olivos, de aceite y de miel;
9 tierra en la cual no comerás el pan con escasez, ni te faltará nada en ella; tierra cuyas piedras son hierro, y de cuyos montes sacarás cobre.
10 Y comerás y te saciarás, y bendecirás a YHVH tu Elohím por la buena tierra que te habrá dado.
Amonestación de no olvidar a Elohím
11 Cuídate de no olvidarte de YHVH tu Elohím, para cumplir sus mandamientos, sus decretos y sus estatutos que yo te ordeno hoy;
12 no suceda que comas y te sacies, y edifiques buenas casas en que habites,
13 y tus vacas y tus ovejas se aumenten, y la plata y el oro se te multipliquen, y todo lo que tuvieres se aumente;
14 y se enorgullezca tu corazón, y te olvides de YHVH tu Elohím, que te sacó de tierra de Mitzráim (Egipto), de casa de servidumbre;
15 que te hizo caminar por un desierto grande y espantoso, lleno de serpientes ardientes, y de escorpiones, y de sed, donde no había agua, y él te sacó agua de la roca del pedernal;
16 que te sustentó con maná en el desierto, comida que tus padres no habían conocido, afligiéndote y probándote, para después hacerte bien;
17 y digas en tu corazón: Mi poder y la fuerza de mi mano me han traído esta riqueza.
18 Sino acuérdate de YHVH tu Elohím, porque él te da el poder para hacer las riquezas, a fin de confirmar su pacto (alianza, convenio) que juró a tus padres, como en este día.
19 Mas si llegares a olvidarte de YHVH tu Elohím y anduvieres detrás de elohím ajenos, y les sirvieres y a ellos te inclinares, yo lo afirmo hoy contra ustedes, que de cierto perecerán.
20 Como las naciones que YHVH destruirá delante de ustedes, así perecerán, por cuanto no habrán atendido a la voz de YHVH su Elohím.
Elohím destruirá a las naciones de Kená’an
1 Oye, Israel: tú vas hoy a pasar el Yardén, para entrar a desposeer a naciones más numerosas y más poderosas que tú, ciudades grandes y amuralladas hasta el cielo;
2 un pueblo grande y alto, hijos de los anakím, de los cuales tienes tú conocimiento, y has oído decir: ¿Quién se sostendrá delante de los hijos de Anáq?
3 Entiende, pues, hoy, que es YHVH tu Elohím el que pasa delante de ti como fuego consumidor, que los destruirá y humillará delante de ti; y tú los echarás, y los destruirás en seguida, como YHVH te ha dicho.
4 No pienses en tu corazón cuando YHVH tu Elohím los haya echado de la presencia [de delante] de ti, diciendo: Por mi justicia me ha traído YHVH a poseer esta tierra; pues por la impiedad de estas naciones YHVH las arroja de la presencia [de delante] de ti.
5 No por tu justicia, ni por la rectitud de tu corazón entras a poseer la tierra de ellos, sino por la impiedad de estas naciones YHVH tu Elohím las arroja de la presencia [de delante] de ti, y para confirmar la palabra que YHVH juró a tus padres Avrahám, Itzjáq y Ya'aqóv.
La rebelión de Israel en Jorév
6 Por tanto, sabe que no es por tu justicia que YHVH tu Elohím te da esta buena tierra para tomarla; porque pueblo duro de cerviz eres tú.
7 Acuérdate, no olvides que has provocado la ira de YHVH tu Elohím en el desierto; desde el día que saliste de la tierra de Egipto, hasta que entraron en este lugar, han sido rebeldes a YHVH.
8 En Jorév provocaron a ira a YHVH, y se enojó YHVH contra ustedes para destruirles.
9 Cuando yo subí al monte para recibir las tablas de piedra, las tablas del pacto que YHVH hizo con ustedes, estuve entonces en el monte cuarenta días y cuarenta noches, sin comer pan ni beber agua;
10 y me dio YHVH las dos tablas de piedra escritas con el dedo de Elohím; y en ellas estaba escrito según todas las palabras que les habló YHVH en el monte, de en medio del fuego, el día de la asamblea.
11 Sucedió al fin de los cuarenta días y cuarenta noches, que YHVH me dio las dos tablas de piedra, las tablas del pacto.
12 Y me dijo YHVH: Levántate, desciende pronto de aquí, porque tu pueblo que sacaste de Mitzráim (Egipto) se ha corrompido; pronto se han apartado del camino que yo les mandé; se han hecho una imagen de fundición.
13 Y me habló YHVH, diciendo: He observado a ese pueblo, y he aquí que es pueblo duro de cerviz.
14 Déjame que los destruya, y borre su nombre de debajo del cielo, y yo te pondré sobre una nación fuerte y mucho más numerosa que ellos.
15 Y volví y descendí del monte, el cual ardía en fuego, con las tablas del pacto [alianza, convenio, acuerdo] en mis dos manos.
16 Y miré, y he aquí habían errado contra YHVH su Elohím; se habían hecho un becerro de fundición, apartándose pronto del camino que YHVH les había mandado.
17 Entonces tomé las dos tablas y las arrojé de mis dos manos, y las quebré delante de sus ojos.
18 Y me postré delante de YHVH como antes, cuarenta días y cuarenta noches; no comí pan ni bebí agua, a causa de todo su [de ustedes] pecado que habían cometido haciendo el mal ante los ojos de YHVH para enojarlo.
19 Porque temí a «causa» del furor y de la ira con que YHVH estaba enojado contra ustedes para destruirles. Pero YHVH me escuchó aun esta vez.
20 Contra Aharón también se enojó YHVH enteramente para destruirlo; y también oré por Aharón en aquel entonces.
21 Y tomé el objeto de su [ustedes] pecado, el becerro que habían hecho, y lo quemé en el fuego, y lo desmenucé moliéndolo muy bien, hasta que fue reducido a polvo; y eché el polvo de él en el arroyo que descendía del monte.
22 También en Tav’erá, en Masah y en Kivrót hátaavá provocaron a ira a YHVH.
23 Y cuando YHVH les envió desde Kadésh-Barnéa, diciendo: Suban y posean la tierra que yo les he dado, también fueron rebeldes «al mandato de» YHVH su [de ustedes] Elohím, y no le creyeron, ni obedecieron a su voz.
24 Rebeldes han sido a YHVH desde el día que yo les conozco.
25 Me postré, pues, delante de YHVH; cuarenta días y cuarenta noches estuve postrado, porque YHVH dijo que les había de destruir.
26 Y oré a YHVH, diciendo: Oh Señor YHVH, no destruyas a tu pueblo y a tu heredad que has redimido con tu grandeza, que sacaste de Mitzráim (Egipto) con mano poderosa.
27 Acuérdate de tus sirvientes Avrahám, Itzjáq y Ya'aqóv; no mires a la dureza de este pueblo, ni a su impiedad ni a su error,
28 no sea que digan los de la tierra de donde nos sacaste: Por cuanto no pudo YHVH introducirlos en la tierra que les había prometido, o porque los aborrecía, los sacó para matarlos en el desierto.
29 Y ellos son tu pueblo y tu heredad, que sacaste con tu gran poder y con tu brazo extendido.
El pacto renovado
1 En aquel tiempo YHVH me dijo: Lábrate dos tablas de piedra como las primeras, y sube a mí al monte, y hazte un arca de madera;
2 y escribiré en aquellas tablas las palabras que estaban en las primeras tablas que quebraste; y las pondrás en el arca.
3 E hice un arca de madera de acacia, y labré dos tablas de piedra como las primeras, y subí al monte con las dos tablas en mi mano.
4 Y escribió en las tablas conforme a la primera escritura, los diez mandamientos que YHVH les había hablado en el monte de en medio del fuego, el día de la asamblea; y me las dio YHVH.
5 Y volví y descendí del monte, y puse las tablas en el arca que había hecho; y allí están, como YHVH me mandó.
6 (Después salieron los hijos de Israel de los pozos de benei Ya'aqán a Moserá; allí murió Aharón, y allí fue sepultado, y en lugar suyo tuvo la kehuná su hijo El'azár.
7 De allí partieron a Gudgod, y de Gudgod a Yotvat, tierra de arroyos de aguas.
8 En aquel tiempo apartó YHVH la tribu de Leví para que llevase el arca del pacto de YHVH, para que estuviese delante de YHVH para servirle, y para bendecir en su nombre, hasta hoy,
9 por lo cual Leví no tuvo parte ni heredad con sus hermanos; YHVH es su heredad, como YHVH tu Elohím le dijo.)
10 Y yo estuve en el monte como los primeros días, cuarenta días y cuarenta noches; y YHVH también me escuchó esta vez, y no quiso YHVH destruirte.
11 Y me dijo YHVH: Levántate, anda, para que marches delante del pueblo, para que entren y posean la tierra que juré a sus padres que les había de dar.
Lo que Elohím exige
12 Ahora, pues, Israel, ¿qué pide YHVH tu Elohím de ti, sino que temas a YHVH tu Elohím, que andes en todos sus caminos, y que lo ames, y sirvas a YHVH tu Elohím con todo tu corazón y con toda tu alma;
13 que guardes los mandamientos de YHVH y sus estatutos, que yo te prescribo hoy, para
que tengas prosperidad?
14 He aquí, de YHVH tu Elohím son los cielos, y los cielos de los cielos, la tierra, y todas las cosas que hay en ella.
15 Solamente de tus padres se agradó YHVH para amarlos, y escogió su descendencia después de ellos, a ustedes, de entre todos los pueblos, como en este día.
16 Circunciden, pues, el prepucio de su corazón, y no endurezcan más su cerviz.
17 Porque YHVH su Elohím es Elohím de dioses y Señor de señores, Elohím grande, poderoso y temible, que no «hace acepción de personas,» ni toma cohecho;
18 que hace justicia al huérfano y a la viuda; que ama también al extranjero dándole pan y vestido.
19 Amaran, pues, al extranjero; porque extranjeros fueron en la tierra de Mitzráim (Egipto).
20 A YHVH tu Elohím temerás, a él solo servirás, a él seguirás, y por su nombre jurarás.
21 El es el objeto de tu alabanza, y él es tu Elohím, que ha hecho contigo estas cosas grandes y terribles que tus ojos han visto.
22 Con setenta personas descendieron tus padres a Mitzráim (Egipto), y ahora YHVH te ha hecho como las estrellas del cielo en multitud.
La grandeza de YHVH
1 Amarás, pues, a YHVH tu Elohím, y cumplirás sus ordenanzas, estatutos, decretos y mandamientos, todos los días.
2 Y comprendan hoy, porque no hablo con sus hijos que no han sabido ni visto el castigo de YHVH su Elohím, su grandeza, su mano poderosa, y su brazo extendido,
3 y sus señales, y sus obras que hizo en medio de Egipto a Paró rey de Mitzráim (Egipto), y a toda su tierra;
4 y lo que hizo al ejército de Mitzráim, a sus caballos y a sus carros; cómo precipitó las aguas del Yam Súf sobre ellos, cuando venían tras ustedes, y YHVH los destruyó hasta hoy;
5 y lo que ha hecho con ustedes en el desierto, hasta que han llegado a este lugar;
6 y lo que hizo con Datán y Avirám, hijos de Eliáv hijo de Reuvén; cómo abrió su boca la tierra, y los tragó con sus familias, sus tiendas, y todo su ganado, en medio de todo Israel.
7 Mas sus ojos han visto todas las grandes obras que YHVH ha hecho.
Bendiciones de la Tierra Prometida
8 Guarden, pues, todos los mandamientos que yo les prescribo hoy, para que sean fortalecidos, y entren y posean la tierra a la cual pasan para tomarla;
9 y para que les sean prolongados los días sobre la tierra, de la cual juró YHVH a sus padres, que había de darla a ellos y a su descendencia, tierra que fluye leche y miel.
10 La tierra a la cual entras para tomarla no es como la tierra de Mitzráim (Egipto) de donde han salido, donde sembrabas tu semilla, y regabas con tu pie, como huerto de hortaliza.
11 La tierra a la cual pasan para tomarla es
tierra de montes y de vegas, que bebe las aguas de la lluvia del cielo;
12 tierra de la cual YHVH tu Elohím cuida; siempre están sobre ella los ojos de YHVH tu Elohím, desde el principio del año hasta el fin.
13 Si obedecieren cuidadosamente a mis mandamientos que yo les prescribo hoy, amando a YHVH su Elohím, y sirviéndole con todo su corazón, y con toda su alma,
14 yo daré la lluvia de su tierra a su tiempo, la temprana y la tardía; y recogerás tu grano, tu vino y tu aceite.
15 Daré también hierba en tu campo para tus ganados; y comerás, y te saciarás.
16 Guárdense, pues, que su corazón no se infatúe, y se aparten y sirvan a elohím ajenos, y se inclinen a ellos;
17 y se encienda el furor de YHVH sobre ustedes, y cierre los cielos, y no haya lluvia, ni la tierra dé su fruto, y perezcan pronto de la buena tierra que les da YHVH.
18 Por tanto, pondrán estas mis palabras en su corazón y en su alma, y las ataran como señal en su mano, y serán por frontales entre sus ojos.
19 Y las enseñaran a sus hijos, hablando de ellas cuando te sientes en tu casa, cuando andes por el camino, cuando te acuestes, y cuando te levantes,
20 y las escribirás en los postes de tu casa, y en tus puertas;
21 para que sean sus días, y los días de sus hijos, tan numerosos sobre la tierra que YHVH juró a sus padres que les había de dar, como los días de los cielos sobre la tierra.
22 Porque si cumplieren cuidadosamente todos estos mandamientos que yo les prescribo para que los cumplan, y si amaren a YHVH su Elohím, andando en todos sus caminos, y siguiéndole a él,
23 YHVH también echará de delante de ustedes a todas estas naciones, y desposeerán naciones grandes y más poderosas que ustedes.
24 Todo lugar que pisare la planta de su pie será suyo; desde el desierto hasta el Líbano, desde el río Perát hasta el mar occidental será su territorio.
25 Nadie se sostendrá delante de ustedes; miedo y temor de ustedes pondrá YHVH su Elohím sobre toda la tierra que pisaren, como él les ha dicho.
Parashat Reé
26 He aquí yo pongo hoy delante de ustedes la bendición y la maldición:
27 la bendición, si oyeren los mandamientos de YHVH su Elohím, que yo les prescribo hoy,
28 y la maldición, si no oyeren los mandamientos de YHVH su Elohím, y se apartaren del camino que yo les ordeno hoy, para ir detrás de dioses ajenos que no han conocido.
29 Y cuando YHVH tu Elohím te haya introducido en la tierra a la cual vas para tomarla, pondrás la bendición sobre el monte Gerizim, y la maldición sobre el monte Evál,
30 los cuales están al otro lado del Yardén, tras el camino del «occidente» en la tierra del kena’aní, que habita en el Arabá frente a Gilgal, junto al encinar de More.
31 Porque ustedes pasan el Yardén para ir a poseer la tierra que les da YHVH su Elohím; y la tomaran, y habitaran en ella.
32 Cuidaran, pues, de cumplir todos los estatutos y decretos que yo presento hoy delante de ustedes.
El santuario único
1 Estos son los estatutos y decretos que cuidaran de poner por obra en la tierra que YHVH el Elohím de tus padres te ha dado para que tomes posesión de ella, todos los días que ustedes vivieren sobre la tierra.
2 Destruirán enteramente todos los lugares donde las naciones que ustedes heredaran sirvieron a sus dioses, sobre los montes altos, y sobre los collados, y debajo de todo árbol frondoso.
3 Derribaran sus altares, y quebraran sus estatuas, y sus imágenes de Asherá consumirán con fuego; y destruirán las esculturas de sus dioses, y raerán su nombre de aquel lugar.
4 No harán así a YHVH su Elohím,
5 sino que el lugar que YHVH su Elohím escogiere de entre todas sus tribus, para poner allí su nombre para su habitación, ése buscaran, y allá irán.
6 Y allí llevaran sus holocaustos, sus [de ustedes] sacrificios, sus diezmos, y la ofrenda elevada de sus manos, sus votos, sus ofrendas voluntarias, y las primicias de sus vacas y de sus ovejas;
7 y comerán allí delante de YHVH su Elohím, y se alegrarán, ustedes y sus familias, en toda obra de sus manos en la cual YHVH tu Elohím te hubiere bendecido.
8 No harán como todo lo que hacemos nosotros aquí ahora, «cada uno» lo que bien «le parece,»
9 porque hasta ahora no han entrado al reposo y a la heredad que les da YHVH su Elohím.
10 Mas pasaran el Yardén, y habitaran en la tierra que YHVH su Elohím les hace heredar; y él les dará reposo de todos sus enemigos alrededor, y habitaran seguros.
11 Y al lugar que YHVH su Elohím escogiere para poner en él su nombre, allí llevaran todas las cosas que yo les mando: sus [ofrendas de] ascensión, sus sacrificios, sus diezmos, las ofrendas elevadas de sus manos, y todo lo escogido de los votos que hubieren prometido a YHVH.
12 Y se alegraran delante de YHVH su Elohím, ustedes, sus hijos, sus hijas, sus esclavos y sus siervas, y el levita que habite en sus poblaciones; por cuanto no tiene parte ni heredad con ustedes.
13 Cuídate de no ofrecer tus holocaustos en cualquier lugar que vieres;
14 sino que en el lugar que YHVH escogiere, en una de tus tribus, allí ofrecerás tus holocaustos, y allí harás todo lo que yo te mando.
15 Con todo, podrás matar y comer carne en todas tus poblaciones conforme a tu deseo, según la bendición que YHVH tu Elohím te haya dado; el impuro y el puro la podrá comer, como la de gacela o de ciervo.
16 Solamente que sangre no comerán; sobre la tierra la derramaran como agua.
17 Ni comerás en tus poblaciones el diezmo de tu grano, de tu vino o de tu aceite, ni las primicias de tus vacas, ni de tus ovejas, ni los votos que prometieres, ni las ofrendas voluntarias, ni las ofrendas elevadas de tus manos;
18 sino que delante de YHVH tu Elohím las comerás, en el lugar que YHVH tu Elohím hubiere escogido, tú, tu hijo, tu hija, tu siervo, tu sierva, y el levita que habita en tus poblaciones; te alegrarás delante de YHVH tu Elohím de toda la obra de tus manos.
19 Ten cuidado de no desamparar al levita en todos tus días sobre la tierra
20 Cuando YHVH tu Elohím ensanchare tu territorio, como él te ha dicho, y tú dijeres: Comeré carne, porque deseaste comerla, «conforme a lo que deseaste» podrás comer.
21 Si estuviere lejos de ti el lugar que YHVH tu Elohím escogiere para poner allí su nombre, podrás matar de tus vacas y de tus ovejas que YHVH te hubiere dado, como te he mandado yo, y comerás en tus puertas «según todo lo que deseares.»
22 Lo mismo que se come la gacela y el ciervo, así las podrás comer; el impuro y el puro podrán comer también de ellas.
23 Solamente que te mantengas firme en no comer sangre; porque la sangre es la vida, y no comerás la vida juntamente con su carne.
24 No la comerás; en tierra la derramarás como agua.
25 No comerás de ella, para que te vaya bien a ti y a tus hijos después de ti, cuando hicieres lo recto ante los ojos de YHVH.
26 Pero las cosas que hubieres consagrado, y tus votos, las tomarás, y vendrás con ellas al lugar que YHVH hubiere escogido;
27 y ofrecerás tus holocaustos, la carne y la sangre, sobre el altar de YHVH tu Elohím; y la sangre de tus sacrificios será derramada sobre el altar de YHVH tu Elohím, y podrás comer la carne.
28 Guarda y escucha todas estas palabras que yo te mando, para que haciendo lo bueno y lo recto ante los ojos de YHVH tu Elohím, te vaya bien a ti y a tus hijos después de ti para siempre.
Advertencias contra la idolatría
29 Cuando YHVH tu Elohím haya destruido delante de ti las naciones adonde tú vas para poseerlas, y las heredes, y habites en su tierra,
30 guárdate que no tropieces yendo detrás de ellas, después que sean destruidas delante de ti; no preguntes acerca de sus elohím, diciendo: De la manera que servían aquellas naciones a sus elohím, yo también les serviré.
31 No harás así a YHVH tu Elohím; porque toda cosa abominable que YHVH aborrece, hicieron ellos a sus elohím; pues aún a sus hijos y a sus hijas quemaban en el fuego a sus elohím.
32 Cuidarás de hacer todo lo que yo te mando; no añadirás a ello, ni de ello quitarás.
Los falsos profetas
1 Cuando se levantare en medio de ti profeta, o soñador de sueños, y te anunciare señal o prodigios,
2 y si se cumpliere la señal o prodigio que él te anunció, diciendo: Vamos detrás de elohím ajenos, que no conociste, y sirvámosles;
3 no darás oído a las palabras de tal profeta, ni al tal soñador de sueños; porque YHVH su Elohím les está probando, para saber si aman a YHVH su Elohím con todo su corazón, y con toda su alma.
4 Detrás de YHVH su Elohím andarán; a él temerán, cumplirán sus mandamientos y escucharan su voz, a él servirán, y a él seguirán.
5 Tal profeta o soñador de sueños ha de ser muerto, por cuanto aconsejó rebelión contra YHVH su Elohím que te sacó de tierra de Egipto y te rescató de casa de servidumbre, y trató de apartarte del camino por el cual YHVH tu Elohím te mandó que anduvieses; y así quitarás el mal de en medio de ti.
6 Si te incitare tu hermano, hijo de tu madre, o tu hijo, tu hija, tu mujer o tu amigo «íntimo,» diciendo en secreto: Vamos y sirvamos a elohím ajenos, que ni tú ni tus padres conocieron,
7 de los elohím de los pueblos que están en sus alrededores, cerca de ti o lejos de ti, desde un extremo de la tierra hasta el otro extremo de ella;
8 no consentirás con él, ni le prestarás oído; ni tu ojo le compadecerá, ni le tendrás misericordia, ni lo encubrirás,
9 sino que lo matarás; tu mano se alzará primero sobre él para matarle, y después la mano de todo el pueblo.
10 Le apedrearás hasta que muera, por cuando cuanto procuró apartarte de YHVH tu Elohím, que te sacó de tierra de Egipto, de casa de servidumbre;
11 para que todo Israel oiga, y tema, y no vuelva a hacer en medio de ti cosa semejante a esta.
12 Si oyeres que se dice de alguna de tus ciudades que YHVH tu Elohím te da para vivir en ellas,
13 que han salido de en medio de ti hombres impíos (irreverentes y sin Torá) que han instigado a los habitantes de su ciudad, diciendo: Vamos y sirvamos a dioses ajenos, que ustedes no conocieron;
14 tú averiguarás, y buscarás y preguntarás con diligencia; y si pareciere verdad, cosa cierta, que tal abominación se hizo en medio de ti,
15 irremisiblemente herirás a «filo de» espada a los habitantes de aquella ciudad, destruyéndola con todo lo que en ella hubiere, y también matarás sus ganados a «filo de» espada.
16 Y juntarás todo su botín en medio de la plaza, y consumirás con fuego la ciudad y todo su botín, todo ello, como ofrenda de ascensión a YHVH tu Elohím, y llegará a ser un montón de ruinas para siempre; nunca más será edificada.
17 Y no se pegará a tu mano nada del anatema, para que YHVH se aparte del ardor de su ira, y tenga de ti misericordia, y tenga compasión de ti, y te multiplique, como lo juró a tus padres,
18 cuando obedecieres a la voz de YHVH tu Elohím, guardando todos sus mandamientos que yo te mando hoy, para hacer lo recto ante los ojos de YHVH tu Elohím.
1 Hijos son de YHVH su Elohím; no se cortarán el cuerpo, ni se raparán a causa de muerto.
2 Porque eres pueblo santo a YHVH tu Elohím, y YHVH te ha escogido para que le seas un pueblo único de entre todos los pueblos que están sobre la tierra.
Animales puros e impuros
3 Nada abominable comerás.
4 Estos son los animales que podrán comer: el buey, la oveja, la cabra,
5 el ciervo, la gacela, el corzo, la cabra montés, el íbice, el antílope y el carnero montés.
6 Y todo animal de pezuñas, que tiene hendidura de dos uñas, y que rumiare entre los animales, ese podrán comer.
7 Pero estos no comerán, entre los que rumian o entre los que tienen pezuña hendida: camello, liebre y conejo; porque rumian, mas no tienen pezuña hendida, serán impuros;
8 ni cerdo, porque tiene pezuña hendida, mas no rumia; les será impuro. De la carne de éstos no comerán, ni tocarán sus cuerpos muertos.
9 De todo lo que está en el agua, de estos podrán comer: todo lo que tiene aleta y escama.
10 Mas todo lo que no tiene aleta y escama, no comerán; impuro será.
11 Toda ave pura podrán comer.
12 Y estas son de las que no podrán comer: el águila, el quebrantahuesos, el azor,
13 el gallinazo, el milano según su especie,
14 todo cuervo según su especie,
15 el avestruz, la lechuza, la gaviota y el gavilán según sus especies,
16 el búho, el ibis, el calamón,
17 el pelícano, el buitre, el somormujo,
18 la cigüeña, la garza según su especie, la abubilla y el murciélago.
19 Todo insecto alado será impuro; no se comerá.
20 Toda ave pura podrán comer.
21 Ninguna cosa mortecina comerán; al extranjero que está en tus poblaciones la darás, y él podrá comerla; o véndela a un extranjero, porque tú eres pueblo santo a YHVH tu Elohím. No cocerás el cabrito en la leche de su madre.
La ley del diezmo
22 Indefectiblemente diezmarás todo el producto del grano que rindiere tu campo «cada año.»
23 Y comerás delante de YHVH tu Elohím en el lugar que él escogiere para poner allí su nombre, el diezmo de tu grano, de tu vino y de tu aceite, y las primicias de tus manadas y de tus ganados, para que aprendas a temer a YHVH tu Elohím todos los días.
24 Y si el camino fuere tan largo que no puedas llevarlo, por estar lejos de ti el lugar que YHVH tu Elohím hubiere escogido para poner en él su nombre, cuando YHVH tu Elohím te bendijere,
25 entonces lo venderás y guardarás el dinero en tu mano, y vendrás al lugar que YHVH tu Elohím escogiere;
26 y darás el dinero por todo lo que deseas, por vacas, por ovejas, por vino, por sidra, o por cualquier cosa que tú deseares; y comerás allí delante de YHVH tu Elohím, y te alegrarás tú y tu familia.
27 Y no desampararás al levita que habitare en tus poblaciones; porque no tiene parte ni heredad contigo.
28 Al fin de cada tres años sacarás todo el diezmo de tus productos de aquel año, y lo guardarás en tus ciudades.
29 Y vendrá el levita, que no tiene parte ni heredad [posesión territorial] contigo, y el extranjero, el huérfano y la viuda que hubiere en tus poblaciones, y comerán y serán saciados; para que YHVH tu Elohím te bendiga en toda obra que tus manos hicieren.
El año de remisión
1 Cada siete años harás remisión.
2 Y esta es la manera de la remisión: perdonará a su deudor todo aquel que hizo empréstito de su mano, con el cual obligó a su prójimo; no lo demandará más a su prójimo, o a su hermano, porque es pregonada la remisión de YHVH.
3 Del extranjero demandarás el reintegro; pero lo que tu hermano tuviere tuyo, lo perdonará tu mano,
4 para que así no haya en medio de ti mendigo; porque YHVH te bendecirá con abundancia en la tierra que YHVH tu Elohím te da por heredad para que la tomes en posesión,
5 si escuchares fielmente la voz de YHVH tu Elohím, para cumplir y ejecutar todos estos mandamientos que yo te ordeno hoy.
6 Ya que YHVH tu Elohím te habrá bendecido, como te ha dicho, prestarás entonces a muchas naciones, mas tú no tomarás prestado; tendrás dominio sobre muchas naciones, pero sobre ti no tendrán dominio.
Préstamos a los pobres
7 Cuando haya en medio de ti menesteroso de alguno de tus hermanos en alguna de tus ciudades, en la tierra que YHVH tu Elohím te da, no endurecerás tu corazón, ni cerrarás tu mano contra tu hermano pobre,
8 sino abrirás a él tu mano liberalmente, y en efecto le prestarás lo que necesite.
9 Guárdate de tener en tu corazón pensamiento perverso, diciendo: Cerca está el año séptimo, el de la remisión, y «mires con malos ojos» a tu hermano menesteroso para no darle; porque él podrá clamar contra ti a YHVH, y se te contará por error.
10 Sin falta le darás, y no serás de mezquino corazón cuando le des; porque por ello te bendecirá YHVH tu Elohím en todos tus hechos, y en todo lo que «emprendas.»
11 Porque no faltarán menesterosos en medio de la tierra; por eso yo te mando, diciendo: Abrirás tu mano a tu hermano, al pobre y al menesteroso en tu tierra.
Leyes sobre los esclavos
12 Si se vendiere a ti tu hermano ivrí o ivriá (hebreo o hebrea), y te hubiere servido seis años, al séptimo le despedirás libre.
13 Y cuando lo despidieres libre, no le enviarás con las manos vacías.
14 Le abastecerás liberalmente de tus ovejas, de tu era y de tu lagar; le darás de aquello en que YHVH te hubiere bendecido.
15 Y te acordarás de que fuiste esclavo en la tierra de Mitzráim (Egipto), y que YHVH tu Elohím te rescató; por tanto yo te mando esto hoy.
16 Si él te dijere: No «te dejaré;» porque te ama a ti y a tu casa, y porque le va bien contigo;
17 entonces tomarás una lezna, y horadarás su oreja contra la puerta, y será tu siervo, para siempre; así también harás a tu criada.
18 No te parezca duro cuando le enviares libre, pues por la mitad del costo de un jornalero te sirvió seis años; y YHVH tu Elohím te bendecirá en todo cuanto hicieres.
Consagración de los primogénitos machos
19 Consagrarás a YHVH tu Elohím todo primogénito macho de tus vacas y de tus ovejas; no te servirás del primogénito de tus vacas, ni trasquilarás el primogénito de tus ovejas.
20 Delante de YHVH tu Elohím los comerás cada año, tú y tu familia, en el lugar que YHVH
escogiere.
21 Y si hubiere en él defecto, si fuere ciego, o cojo, o hubiere en él cualquier falta, no lo sacrificarás a YHVH tu Elohím.
22 En tus poblaciones lo comerás; el impuro lo mismo que el puro comerán de él, como de una gacela o de un ciervo.
23 Solamente que no comas su sangre; sobre la tierra la derramarás como agua.
Fiestas anuales
1 Guardarás el mes de Avív, y harás pésaj a YHVH tu Elohím; porque en el mes de Avív te sacó YHVH tu Elohím de Egipto, de noche.
2 Y sacrificarás la pésaj a YHVH tu Elohím, de las ovejas y de las vacas, en el lugar que YHVH escogiere para que habite allí su nombre.
3 No comerás con ella pan con levadura; siete días comerás con ella pan sin levadura, pan de aflicción, porque aprisa saliste de tierra de Mitzráim (Egipto); para que todos los días de tu vida te acuerdes del día en que saliste de la tierra de Mitzráim (Egipto).
4 Y no se verá levadura contigo en todo tu territorio por siete días; y de la carne que matares en la tarde del primer día, no quedará hasta la mañana.
5 No podrás sacrificar la pésaj en cualquiera de las ciudades que YHVH tu Elohím te da;
6 sino en el lugar que YHVH tu Elohím escogiere para que habite allí su nombre, sacrificarás la pésaj por la tarde a la puesta del sol, a la hora que saliste de Mitzráim.
7 Y la asarás y comerás en el lugar que YHVH tu Elohím hubiere escogido; y por la mañana regresarás y volverás a tu habitación.
8 Seis días comerás pan sin levadura, y el séptimo día será fiesta solemne a YHVH tu Elohím; no trabajarás en él.
9 Siete semanas (shiv’á shávuát) contarás; desde que comenzare a meterse la hoz en las mieses comenzarás a contar las siete (shiv’á) semanas (shavuót).
10 Y harás la fiesta solemne de las semanas a YHVH tu Elohím; de la abundancia voluntaria de tu mano será lo que dieres, según YHVH tu Elohím te hubiere bendecido.
11 Y te alegrarás delante de YHVH tu Elohím, tú, tu hijo, tu hija, tu siervo, tu sierva, el levita que habitare en tus ciudades, y el extranjero, el huérfano y la viuda que estuvieren en medio de ti, en el lugar que YHVH tu Elohím hubiere escogido para poner allí su nombre.
12 Y acuérdate de que fuiste esclavo en Egipto; por tanto, guardarás, y cumplirás estos estatutos.
13 La fiesta solemne de las cabañas (sukót) harás por siete días, cuando hayas hecho la cosecha de tu era y de tu lagar.
14 Y te alegrarás en tus fiestas solemnes, tú, tu hijo, tu hija, tu siervo, tu sierva, y el levita, el extranjero, el huérfano y la viuda que viven en tus poblaciones.
15 Siete días celebrarás fiesta solemne a YHVH tu Elohím en el lugar que YHVH escogiere; porque te habrá bendecido YHVH tu Elohím en todos tus frutos, y en toda la obra de tus manos, y estarás verdaderamente alegre.
16 Tres veces cada año aparecerá todo varón tuyo delante de YHVH tu Elohím en el lugar que él escogiere: en la fiesta solemne de los panes sin levadura, y en la fiesta solemne de las semanas, y en la fiesta solemne de los tabernáculos (sukót). Y ninguno se presentará delante de YHVH con las manos vacías;
17 «cada uno» con la ofrenda de su mano, conforme a la bendición que YHVH tu Elohím te hubiere dado.
Parashat Shoftím
18 Jueces y oficiales pondrás en todas tus ciudades que YHVH tu Elohím te dará en tus tribus, los cuales juzgarán al pueblo con justo juicio.
19 No tuerzas el derecho; no «hagas acepción de personas,» ni tomes soborno; porque el soborno ciega los ojos de los sabios, y pervierte las palabras de los justos.
20 La justicia, la justicia seguirás, para que vivas y heredes la tierra que YHVH tu Elohím te da.
21 No plantarás ningún árbol para Asherá cerca del altar de YHVH tu Elohím, que tú te habrás hecho,
22 ni te levantarás estatua, lo cual aborrece YHVH tu Elohím.
1 No ofrecerás en sacrificio a YHVH tu Elohím, buey o cordero en el cual haya falta o alguna cosa mala, pues es abominación a YHVH tu Elohím.
2 Cuando se hallare en medio de ti, en alguna de tus ciudades que YHVH tu Elohím te da, hombre o mujer que haya hecho mal ante los ojos de YHVH tu Elohím traspasando su pacto,
3 que hubiere ido y servido a elohím ajenos, y se hubiere inclinado a ellos, ya sea al sol, o a la luna, o a todo el ejército del cielo, lo cual yo he prohibido;
4 y te fuere dado aviso, y después que oyeres y hubieres averiguado bien, la cosa pareciere de verdad cierta, que tal abominación ha sido hecha en Israel;
5 entonces sacarás a tus puertas al hombre o a la mujer que hubiere hecho esta mala cosa, sea hombre o mujer, y los apedrearás, y así morirán.
6 Por «dicho de» dos o de tres testigos morirá el que hubiere de morir; no morirá por «el dicho de» un solo testigo.
7 La mano de los testigos caerá primero sobre él para matarlo, y después la mano de todo el pueblo; así quitarás el mal de en medio de ti.
8 Cuando alguna cosa te fuere difícil en el juicio, entre «una clase de homicidio y otra, entre una clase de derecho legal y otra,» y entre una clase de herida y otra, en negocios de litigio en tus ciudades; entonces te levantarás y recurrirás al lugar que YHVH tu Elohím escogiere;
9 y vendrás a los kohaním leviím (sacerdotes levitas), y al juez que hubiere en aquellos días, y averiguarás; y ellos te enseñarán la sentencia del juicio.
10 Y harás «según» la sentencia que te indiquen los del lugar que YHVH escogiere, y cuidarás de hacer según todo lo que te manifiesten.
11 «Según» la ley que te enseñen, y según el juicio que te digan, harás; no te apartarás ni a diestra ni a siniestra de la sentencia que te declaren.
12 Y el hombre que procediere con soberbia, no obedeciendo al kohén que está para ministrar allí delante de YHVH tu Elohím, o al juez, el tal morirá; y quitarás el mal de en medio de Israel.
13 Y todo el pueblo oirá, y temerá, y no se ensoberbecerá.
Instrucciones acerca de un rey
14 Cuando hayas entrado en la tierra que YHVH tu Elohím te da, y tomes posesión de ella y la habites, y digas: Pondré un rey sobre mí, como todas las naciones que están en mis alrededores;
15 ciertamente pondrás por rey sobre ti al que YHVH tu Elohím escogiere; de entre tus hermanos pondrás rey sobre ti; no podrás poner sobre ti a hombre extranjero, que no sea tu hermano.
16 Pero él no aumentará para sí caballos, ni hará volver al pueblo a Mitzráim (Egipto) con el fin de aumentar caballos; porque YHVH les ha dicho: No vuelvan nunca por este camino.
17 Ni tomará para sí muchas mujeres, para que su corazón no se desvíe; ni plata ni oro amontonará para sí en abundancia.
18 Y cuando se siente sobre el trono de su reino, entonces escribirá para sí en un libro una copia de esta ley, del original que está «al cuidado de» los kohaním leviím;
19 y lo tendrá consigo, y leerá en él todos los días de su vida, para que aprenda a temer a YHVH su Elohím, para cumplir todas las palabras de esta Torá y estos estatutos, para ponerlos por obra;
20 para que no se eleve su corazón sobre sus hermanos, ni se aparte del mandamiento a diestra ni a siniestra; a fin de que prolongue sus días en su reino, él y sus hijos, en medio de Israel.
Las porciones de los leviím
1 Los kohaním leviím, es decir, toda la tribu de Leví, no tendrán parte ni heredad en Israel; de las ofrendas quemadas a YHVH y de la heredad (posesión territorial) de él comerán.
2 No tendrán, pues, heredad entre sus hermanos; YHVH es su heredad, como él les ha dicho.
3 Y este será el derecho de los kohaním de parte del pueblo, de los que ofrecieren en sacrificio buey o cordero: darán al kohén la espaldilla, las quijadas y el cuajar.
4 Las primicias de tu grano, de tu vino y de tu aceite, y las primicias de la lana de tus ovejas le darás;
5 porque le ha escogido YHVH tu Elohím de entre todas tus tribus, para que esté para administrar en el nombre de YHVH, él y sus hijos «para siempre.»
6 Y cuando saliere un leví de alguna de tus ciudades de entre todo Israel, donde hubiere vivido, y viniere con todo el deseo de su alma al lugar que YHVH escogiere,
7 ministrará en el nombre de YHVH su Elohím como todos sus hermanos los leviím que estuvieren allí delante de YHVH.
8 «Igual ración» a la de los otros comerá, además de sus patrimonios.
Amonestación contra costumbres foráneas
9 Cuando entres a la tierra que YHVH tu Elohím te da, no aprenderás a hacer según las abominaciones de aquellas naciones.
10 No sea hallado en ti quien haga pasar a su hijo o a su hija por el fuego, ni quien practique adivinación, ni agorero, ni sortílego, ni hechicero,
11 ni encantador, ni adivino, ni mago, ni quien consulte a los muertos.
12 Porque es abominación [cosa repugnante] para con YHVH cualquiera que hace estas cosas, y por estas abominaciones YHVH tu Elohím echa estas naciones de la presencia [de delante] de ti.
13 Perfecto serás delante de YHVH tu Elohím.
14 Porque estas naciones que vas a heredar, a agoreros y a adivinos oyen; mas a ti no te ha permitido esto YHVH tu Elohím.
Elohím promete un profeta como Moshé
15 Profeta de en medio de ti, de tus hermanos, como yo, te levantará YHVH tu Elohím; a él oirán;
16 conforme a todo lo que pediste a YHVH tu Elohím en Jorév el día de la asamblea, diciendo: No vuelva yo a oír la voz de YHVH mi Elohím, ni vea yo más este gran fuego, para que no muera.
17 Y YHVH me dijo: Han hablado bien en lo que han dicho.
18 Profeta les levantaré de en medio de sus hermanos, como tú; y pondré mis palabras en su boca, y él les hablará todo lo que yo le mandare.
19 Mas «a cualquiera» que no oyere mis palabras que él hablare en mi nombre, yo le pediré cuenta.
20 El profeta que tuviere la presunción de hablar palabra en mi nombre, a quien yo no le haya mandado hablar, o que hablare en nombre de dioses ajenos, el tal profeta morirá.
21 Y si dijeres en tu corazón: ¿Cómo conoceremos la palabra que YHVH no ha hablado?;
22 si el profeta hablare en nombre de YHVH, y no se cumpliere lo que dijo, ni sucediere, es palabra que YHVH no ha hablado; con presunción la habló el tal profeta; no tengas temor de él.
Las ciudades de refugio
1 Cuando YHVH tu Elohím destruya a las naciones cuya tierra YHVH tu Elohím te da a ti, y tú las heredes, y habites en sus ciudades, y en sus casas;
2 te apartarás tres ciudades en medio de la tierra que YHVH tu Elohím te da para que la poseas.
3 Arreglarás los caminos, y dividirás en tres partes la tierra que YHVH tu Elohím te dará en heredad, y será para que todo homicida huya allí.
4 Y este es el caso del homicida que huirá allí, y vivirá: aquel que hiriere a su prójimo sin intención y sin haber tenido enemistad con él «anteriormente;»
5 como el que fuere con su prójimo al monte a cortar leña, y al dar su mano el golpe con el hacha para cortar algún leño, saltare el hierro del cabo, y diere contra su prójimo y éste muriere; aquél huirá a una de estas ciudades, y vivirá;
6 no sea que el vengador de la sangre, enfurecido, persiga al homicida, y le alcance por ser largo el camino, y le hiera de muerte, no debiendo ser condenado a muerte por cuanto no tenía enemistad con su prójimo «anteriormente.»
7 Por tanto yo te mando, diciendo: Separarás tres ciudades.
8 Y si YHVH tu Elohím ensanchare tu territorio, como lo juró a tus padres, y te diere toda la tierra que prometió dar a tus padres,
9 siempre y cuando cumplieres todos estos mandamientos que yo te prescribo hoy, para ponerlos por obra; que ames a YHVH tu Elohím y andes en sus caminos todos los días; entonces añadirás tres ciudades más a estas tres,
10 para que no sea derramada sangre inocente en medio de la tierra que YHVH tu Elohím te da por heredad, y «no seas culpado de derramamiento de sangre.»
11 Pero si hubiere «alguno» que aborreciere a su prójimo y lo acechare, y se levantare contra él y lo hiriere «de muerte,» y muriere; si huyere a alguna de estas ciudades,
12 entonces los ancianos de su ciudad enviarán y lo sacarán de allí, y lo entregarán en mano del vengador de la sangre para que muera.
13 No le compadecerás; y quitarás de Israel la sangre inocente, y te irá bien.
14 En la heredad que poseas en la tierra que YHVH tu Elohím te da, no reducirás los límites de la propiedad de tu prójimo, que fijaron los antiguos.
Leyes sobre el testimonio
15 No se tomará en cuenta a un solo testigo contra «ninguno» en cualquier delito ni en cualquier pecado, en relación con cualquiera ofensa cometida. Sólo por «el testimonio de» dos o tres testigos se mantendrá la acusación.
16 Cuando se levantare testigo falso contra «alguno,» para testificar contra él,
17 entonces los dos litigantes se presentarán delante de YHVH, y delante de los kohaním y de los jueces que hubiere en aquellos días.
18 Y los jueces averigüen bien; y si aquel testigo resultare falso, y hubiere acusado falsamente a su hermano,
19 entonces harán a él como él pensó hacer a su hermano; y quitarás el mal de en medio de ti.
20 Y los que quedaren oirán y temerán, y no volverán a hacer más una maldad semejante en medio de ti.
21 Y no le compadecerás; vida por vida, ojo por ojo, diente por diente, mano por mano, pie por pie.
Leyes sobre la guerra
1 Cuando salgas a la guerra contra tus enemigos, si vieres caballos y carros, y un pueblo más grande que tú, no tengas temor de ellos, porque YHVH tu Elohím está contigo, el cual te sacó de tierra de Mitzráim (Egipto).
2 Y cuando se acerquen para combatir, se pondrá en pie el kohén y hablará al pueblo,
3 y les dirá: Oye, Israel, ustedes se juntan hoy en batalla contra sus enemigos; no desmaye su corazón, no teman, ni se apresuren a retroceder, ni tampoco se desalienten delante de ellos;
4 porque YHVH su Elohím va con ustedes, para pelear por ustedes contra sus enemigos, para salvarles.
5 Y los oficiales hablarán al pueblo, diciendo: ¿Quién ha edificado casa nueva, y no la ha estrenado? Vaya, y vuélvase a su casa, no sea que muera en la batalla, y «algún» otro la estrene.
6 ¿Y quién ha plantado viña, y no ha disfrutado de ella? Vaya, y vuélvase a su casa, no sea que muera en la batalla, y «algún» otro la disfrute.
7 ¿Y quién se ha desposado con mujer, y no la ha tomado? Vaya, y vuélvase a su casa, no sea que muera en la batalla, y «algún» otro la tome.
8 Y volverán los oficiales a hablar al pueblo, y dirán: ¿Quién es hombre medroso y pusilánime? Vaya, y vuélvase a su casa, y no apoque el corazón de sus hermanos, como el corazón suyo.
9 Y cuando los oficiales acaben de hablar al pueblo, entonces los capitanes del ejército tomarán el mando a la cabeza del pueblo.
10 Cuando te acerques a una ciudad para combatirla, le intimarás la paz.
11 Y si respondiere: Paz, y te abriere, todo el pueblo que en ella fuere hallado te será tributario, y te servirá.
12 Mas si no hiciere paz (shalóm) contigo, y emprendiere guerra contigo, entonces la sitiarás.
13 Luego que YHVH tu Elohím la entregue en tu mano, herirás a todo varón suyo a «filo de» espada.
14 Solamente las mujeres y los niños, y los animales, y todo lo que haya en la ciudad, todo su botín tomarás para ti; y comerás del botín de tus enemigos, los cuales YHVH tu Elohím te entregó.
15 Así harás a todas las ciudades que estén muy lejos de ti, que no sean de las ciudades de estas naciones.
16 Pero de las ciudades de estos pueblos que YHVH tu Elohím te da por heredad, ninguna persona dejarás con vida,
17 sino que los destruirás completamente: al jiti, emorí, kena’aní, perizí, jiví y yevusí, como YHVH tu Elohím te ha mandado;
18 para que no les enseñen a hacer según todas sus abominaciones que ellos han hecho para sus dioses, y pequen contra YHVH su Elohím.
19 Cuando sities a alguna ciudad, peleando contra ella muchos días para tomarla, no destruirás sus árboles metiendo hacha en ellos, porque de ellos podrás comer; y no los talarás, porque el árbol del campo no es hombre para venir contra ti en el sitio.
20 Mas el árbol que sepas que no lleva fruto, podrás destruirlo y talarlo, para construir baluarte contra la ciudad que te hace la guerra, hasta dominarla.
Cobertura de un asesinato cuyo autor se desconoce
1 Si en la tierra que YHVH tu Elohím te da para que la poseas, fuere hallado alguien muerto, tendido en el campo, y no se supiere quién lo mató,
2 entonces tus ancianos y tus jueces saldrán y medirán la distancia hasta las ciudades que están alrededor del muerto.
3 Y los ancianos de la ciudad más cercana al lugar donde fuere hallado el muerto, tomarán de las vacas una becerra que no haya trabajado, que no haya llevado yugo;
4 y los ancianos de aquella ciudad traerán la becerra a un valle escabroso, que nunca haya sido arado ni sembrado, y quebrarán la cerviz de la becerra allí en el valle.
5 Entonces vendrán los kohaním hijos de Leví, porque a ellos escogió YHVH tu Elohím para que le sirvan, y para bendecir en el nombre de YHVH; y por «la palabra de» ellos se decidirá toda disputa y toda ofensa.
6 Y todos los ancianos de la ciudad más cercana al lugar donde fuere hallado el muerto lavarán sus manos sobre la becerra cuya cerviz fue quebrada en el valle;
7 y protestarán y dirán: Nuestras manos no han derramado esta sangre, ni nuestros ojos lo han visto.
8 Perdona a tu pueblo Israel, al cual redimiste, oh YHVH; y no culpes de sangre inocente a tu pueblo Israel. Y la sangre les será perdonada.
9 Y tú quitarás la culpa de la sangre inocente de en medio de ti, cuando hicieres lo que es recto ante los ojos de YHVH.
Parashat Kí Tetzé
Diversas leyes
10 Cuando salieres a la guerra contra tus enemigos, y YHVH tu Elohím los entregare en tu mano, y tomares de ellos cautivos,
11 y vieres entre los cautivos a alguna mujer hermosa, y la codiciares, y la tomares para ti por mujer,
12 la meterás en tu casa; y ella rapará su cabeza, y cortará sus uñas,
13 y se quitará el vestido de su cautiverio, y se quedará en tu casa; y llorará a su padre y a su madre «un mes entero;» y después podrás llegarte a ella, y tú serás su marido, y ella será tu mujer.
14 Y si no te agradare, la dejarás «en libertad;» no la venderás por dinero, ni la tratarás como esclava, por cuanto la humillaste.
15 Si un hombre tuviere dos mujeres, la una amada y la otra aborrecida, y la amada y la aborrecida le hubieren dado hijos, y el hijo primogénito fuere de la aborrecida;
16 en el día que hiciere heredar a sus hijos lo que tuviere, no podrá dar el derecho de primogenitura al hijo de la amada «con preferencia» al hijo de la aborrecida, que es el primogénito;
17 mas al hijo de la aborrecida reconocerá como primogénito, para darle el doble de lo que correspondiere a cada uno de los demás; porque él es el principio de su vigor, y suyo es el derecho de la primogenitura.
18 Si «alguno» tuviere un hijo contumaz y rebelde, que no obedeciere a la voz de su padre ni a la voz de su madre, y habiéndole castigado, no les obedeciere;
19 entonces lo tomarán su padre y su madre, y lo sacarán ante los ancianos de su ciudad, y a la puerta del lugar donde viva;
20 y dirán a los ancianos de la ciudad: Este nuestro hijo es contumaz y rebelde, no obedece a nuestra voz; es glotón y borracho.
21 Entonces todos los hombres de su ciudad lo apedrearán, y morirá; así quitarás el mal de en medio de ti, y todo Israel oirá, y temerá.
22 Si «alguno» hubiere cometido algún crimen digno de muerte, y lo hicieren morir, y lo colgaren en un madero,
23 no dejaran que su cuerpo pase la noche sobre el madero; sin falta lo enterrarás el mismo día, porque maldito por Elohím es el colgado; y no contaminarás tu tierra que YHVH tu Elohím te da por heredad.
1 Si vieres extraviado el buey de tu hermano, o su cordero, no le negarás tu ayuda; lo volverás a tu hermano.
2 Y si tu hermano no fuere tu vecino, o no lo conocieres, lo recogerás en tu casa, y estará contigo hasta que tu hermano lo busque, y se lo devolverás.
3 Así harás con su asno, así harás también con su vestido, y lo mismo harás con toda cosa de tu hermano que se le perdiere y tú la hallares; no podrás negarle tu ayuda.
4 Si vieres el asno de tu hermano, o su buey, caído en el camino, no te apartarás de él; le ayudarás a levantarlo.
5 No vestirá la mujer traje de hombre, ni el hombre vestirá ropa de mujer; porque abominación es a YHVH tu Elohím cualquiera que esto hace.
6 Cuando encuentres por el camino algún nido de ave en cualquier árbol, o sobre la tierra, con pollos o huevos, y la madre echada sobre los pollos o sobre los huevos, no tomarás la madre con los hijos.
7 Dejarás ir a la madre, y tomarás los pollos para ti, para que te vaya bien, y prolongues tus días.
8 Cuando edifiques casa nueva, harás pretil a tu terrado, para que no eches culpa de sangre sobre tu casa, si de él cayere «alguno.»
9 No sembrarás tu viña «con semillas diversas,» no sea que se pierda todo, tanto la semilla que sembraste como el fruto de la viña.
10 No ararás con buey y con asno juntamente.
11 No vestirás ropa de lana y lino juntamente.
12 Te harás flecos en las cuatro puntas de tu manto con que te cubras.
Leyes sobre la castidad
13 Cuando «alguno» tomare mujer, y después de haberse llegado a ella la aborreciere,
14 y le atribuyere faltas que den que hablar, y dijere: A esta mujer tomé, y me llegué a ella, y no la hallé virgen;
15 entonces el padre de la joven y su madre tomarán y sacarán las señales de la virginidad de la doncella a los ancianos de la ciudad, en la puerta;
16 y dirá el padre de la joven a los ancianos: Yo di mi hija a este hombre por mujer, y él la aborrece;
17 y he aquí, él le atribuye faltas que dan que hablar, diciendo: No he hallado virgen a tu hija; pero observen aquí las señales de la virginidad de mi hija. Y extenderán la vestidura delante de los ancianos de la ciudad.
18 Entonces los ancianos de la ciudad tomarán al hombre y lo castigarán;
19 y le multarán en cien piezas de plata, las cuales darán al padre de la joven, por cuanto esparció mala fama sobre una virgen de Israel; y la tendrá por mujer, y no podrá despedirla en todos sus días.
20 Mas si resultare ser verdad «que» no se halló virginidad en la joven,
21 entonces la sacarán a la puerta de la casa de su padre, y la apedrearán los hombres de su ciudad, y morirá, por cuanto hizo vileza en Israel fornicando en casa de su padre; así quitarás el mal de en medio de ti.
22 Si fuere sorprendido «alguno» acostado con una mujer casada con marido, ambos morirán, el hombre que se acostó con la mujer, y la mujer también; así quitarás el mal de Israel.
23 Si hubiere una muchacha virgen desposada con alguno, y alguno la hallare en la ciudad, y se acostare con ella;
24 entonces los sacaran a ambos a la puerta de la ciudad, y los apedrearan, y morirán; la joven porque no dio voces en la ciudad, y el hombre porque humilló a la mujer de su prójimo; así quitarás el mal de en medio de ti.
25 Mas si un hombre hallare en el campo a la joven desposada, y la forzare aquel hombre, acostándose con ella, morirá solamente el hombre que se acostó con ella;
26 mas a la joven no le harás nada; no hay en «ella» culpa de muerte; pues como cuando alguno se levanta contra su prójimo y le quita la vida, así es en este caso.
27 Porque él la halló en el campo; dio voces la joven desposada, y no hubo quien la librase.
28 Cuando algún hombre hallare a una joven virgen que no fuere desposada, y la tomare y se acostare con ella, y fueren descubiertos;
29 entonces el hombre que se acostó con ella dará al padre de la joven cincuenta piezas de plata, y ella será su mujer, por cuanto la humilló; no la podrá despedir en todos sus días.
30 «Ninguno» tomará la mujer de su padre, ni profanará el lecho de su padre.
Los excluidos de la congregación
1 No entrará en la congregación de YHVH el que tenga magullados los testículos, o amputado su miembro viril.
2 No entrará bastardo en la congregación de YHVH; ni hasta la décima generación no entrarán en la congregación de YHVH.
3 No entrará amonita ni moabita en la congregación de YHVH, ni hasta la décima generación de ellos; no entrarán en la congregación de YHVH para siempre,
4 por cuanto no les salieron a recibir con pan y agua al camino, cuando salieron de Mitzráim (Egipto), y porque alquilaron contra ti a Bil’ám hijo de Be’ór, de Petor en Arám Naharáim, para maldecirte.
5 Mas no quiso YHVH tu Elohím oír a Bil’ám; y YHVH tu Elohím te convirtió la maldición en bendición, porque YHVH tu Elohím te amaba.
6 No procurarás la paz de ellos ni su bien en todos los días para siempre.
7 No aborrecerás al edomita, porque es tu hermano; no aborrecerás al egipcio, porque forastero fuiste en su tierra.
8 Los hijos que nacieren de ellos, en la tercera generación entrarán en la congregación de YHVH.
Leyes sanitarias
9 Cuando salieres a campaña contra tus enemigos, te guardarás de toda cosa mala.
10 Si hubiere en medio de ti «alguno» que no fuere puro, por razón de alguna impureza sucedida (acontecida) de noche, saldrá fuera
del campamento, y no entrará en él.
11 Pero al caer la noche se lavará con agua, y cuando se hubiere puesto el sol, podrá entrar en el campamento.
12 «Tendrás un lugar» fuera del campamento adonde salgas;
13 tendrás también entre tus armas una estaca; y cuando estuvieres allí fuera, cavarás con ella, y luego al volverte cubrirás tu excremento;
14 porque YHVH tu Elohím anda en medio de tu campamento, para librarte y para entregar a tus enemigos delante de ti; por tanto, tu campamento ha de ser santo, para que él no vea en ti cosa impura, y se vuelva de detrás de ti.
Leyes humanitarias
15 No entregarás a su señor el esclavo siervo, que se huyere a ti de su amo.
16 Morará contigo, en medio de ti, en el lugar que escogiere en alguna de tus ciudades, donde a bien tuviere; no le oprimirás.
17 No haya prostituta de entre las hijas de Israel, ni haya sodomita de entre los hijos de Israel.
18 No traerás la paga de una prostituta ni el precio de un perro a la casa de YHVH tu Elohím por ningún voto; porque abominación es a YHVH tu Elohím tanto «lo uno como lo otro.»
19 No exigirás de tu hermano interés de dinero, ni interés de comestibles, ni de cosa alguna de que se suele exigir interés.
20 Del extraño podrás exigir interés, mas de tu hermano no lo exigirás, para que te bendiga YHVH tu Elohím en toda obra de tus manos en la tierra adonde vas para tomar posesión de ella.
21 Cuando haces voto a YHVH tu Elohím, no tardes en pagarlo; porque ciertamente lo demandará YHVH tu Elohím de ti, y sería pecado en ti.
22 Mas cuando te abstengas de prometer, no habrá en ti transgresión.
23 Pero lo que hubiere salido de tus labios, lo guardarás y lo cumplirás, conforme lo prometiste a YHVH tu Elohím, pagando la ofrenda voluntaria que prometiste con tu boca.
24 Cuando entres en la viña de tu prójimo, podrás comer uvas hasta saciarte; mas no pondrás en tu cesto.
25 Cuando entres en la mies de tu prójimo, podrás arrancar espigas con tu mano; mas no aplicarás hoz a la mies de tu prójimo.
Sobre la carta de divorcio y otras leyes
1 Cuando «alguno» tomare mujer y se casare con ella, si no «le agradare» por haber hallado en ella alguna cosa indecente, le escribirá carta de divorcio, y se la entregará en su mano, y la despedirá de su casa.
2 Y salida de su casa, podrá ir y casarse con otro hombre.
3 Pero si la aborreciere este último, y le escribiere carta de divorcio, y se la entregare en su mano, y la despidiere de su casa; o si hubiere muerto el postrer hombre que la tomó por mujer,
4 no podrá su primer marido, que la despidió, volverla a tomar para que sea su mujer, después que fue envilecida; porque es abominación delante de YHVH, y no has de pervertir la tierra que YHVH tu Elohím te da por heredad.
5 Cuando «alguno fuere recién casado,» no saldrá a la guerra, ni en ninguna cosa se le ocupará; libre estará en su casa por un año, para alegrar a la mujer que tomó.
6 No tomarás en prenda la muela del molino, ni la de abajo ni la de arriba; porque sería tomar en prenda la vida del hombre.
7 Cuando fuere hallado «alguno» que hubiere hurtado «a uno» de sus hermanos los hijos de Israel, y le hubiere esclavizado, o le hubiere vendido, morirá el tal ladrón, y quitarás el mal de en medio de ti.
8 En cuanto a la plaga de la lepra, ten cuidado de observar diligentemente y hacer según todo lo que les enseñaren los kohaním leviím; según yo les he mandado, así cuidaran de hacer.
9 Acuérdate de lo que hizo YHVH tu Elohím a Miriám en el camino, después que salieron de Egipto.
10 Cuando entregares a tu prójimo alguna cosa prestada, no entrarás en su casa para tomarle prenda.
11 Te quedarás fuera, y el hombre a quien prestaste te sacará la prenda.
12 Y si el hombre fuere pobre, no te acostarás reteniendo aún su prenda.
13 Sin falta le devolverás la prenda cuando el sol se ponga, para que pueda dormir en su ropa, y te bendiga; y te será justicia delante de YHVH tu Elohím.
14 No oprimirás al jornalero pobre y menesteroso, ya sea de tus hermanos o de los extranjeros que habitan en tu tierra dentro de tus ciudades.
15 En su día le darás su jornal, y no se pondrá el sol sin dárselo; pues es pobre, y con él sustenta su vida; para que no clame contra ti a YHVH, y sea en ti pecado.
16 Los padres no morirán por los hijos, ni los hijos por los padres; «cada uno» morirá por su pecado.
17 No torcerás el derecho del extranjero ni del huérfano, ni tomarás en prenda la ropa de la viuda,
18 sino que te acordarás que fuiste esclavo en Egipto, y que de allí te rescató YHVH tu Elohím; por tanto, yo te mando que hagas esto.
19 Cuando siegues tu mies en tu campo, y olvides alguna gavilla en el campo, no volverás para recogerla; será para el extranjero, para el huérfano y para la viuda; para que te bendiga YHVH tu Elohím en toda obra de tus manos.
20 Cuando sacudas tus olivos, no recorrerás las ramas que hayas dejado tras de ti; serán para el extranjero, para el huérfano y para la viuda.
21 Cuando vendimies tu viña, no rebuscarás tras de ti; será para el extranjero, para el huérfano y para la viuda.
22 Y acuérdate que fuiste esclavo en tierra de Mitzráim (Egipto); por tanto, yo te mando que hagas esto.
1 Si hubiere pleito entre «algunos,» y acudieren al tribunal para que los jueces los juzguen, éstos absolverán al justo, y condenarán al culpable.
2 Y si el delincuente «mereciere ser azotado,» entonces el juez le hará echar en tierra, y le hará azotar en su presencia; según su delito será el número de azotes.
3 Se podrá dar cuarenta azotes, no más; no sea que, si lo hirieren con muchos azotes más que éstos, se sienta tu hermano envilecido delante de tus ojos.
4 No pondrás bozal al buey cuando trillare.
5 Cuando hermanos habitaren juntos, y muriere alguno de ellos, y no tuviere hijo, la mujer del muerto no se casará fuera con hombre extraño; su cuñado se llegará a ella, y la tomará por su mujer, y hará con ella parentesco.
6 Y el primogénito que ella diere a luz sucederá en el nombre de su hermano muerto, para que el nombre de éste no sea borrado de Israel.
7 Y si el hombre no quisiere tomar a su cuñada, irá entonces su cuñada a la puerta, a los ancianos, y dirá: Mi cuñado no quiere suscitar nombre en Israel a su hermano; no quiere emparentar conmigo.
8 Entonces los ancianos de aquella ciudad lo harán venir, y hablarán con él; y si él se levantare y dijere: No quiero tomarla,
9 se acercará entonces su cuñada a él «delante de» los ancianos, y le quitará el calzado del pie, y le escupirá en el rostro, y hablará y dirá: Así será hecho al varón que no quiere edificar la casa de su hermano.
10 Y se le dará este nombre en Israel: La casa del descalzado.
11 Si algunos riñeren «uno con otro,» y se acercare la mujer de uno para librar a su marido de mano del que le hiere, y alargando su mano asiere de sus partes vergonzosas,
12 le cortarás entonces la mano; no la perdonarás.
13 No tendrás en tu bolsa pesa grande y pesa chica,
14 ni tendrás en tu casa efá grande y efá pequeño.
15 Pesa exacta y justa tendrás; efá cabal y justo tendrás, para que tus días sean prolongados sobre la tierra que YHVH tu Elohím te da.
16 Porque abominación es a YHVH tu Elohím cualquiera que hace esto, y cualquiera que hace injusticia.
Orden de exterminar a Amaléq
17 Acuérdate de lo que hizo Amaléq contigo en el camino, cuando salías de Egipto;
18 de cómo te salió al encuentro en el camino, y te desbarató la retaguardia de todos los débiles que iban detrás de ti, cuando tú estabas cansado y trabajado; y no tuvo ningún temor de Elohím.
19 Por tanto, cuando YHVH tu Elohím te dé descanso de todos tus enemigos alrededor, en la tierra que YHVH tu Elohím te da por heredad para que la poseas, borrarás la memoria de Amaléq de debajo del cielo; no lo olvides.
Parashat Kí-Tavó
Primicias y diezmos
1 Cuando hayas entrado en la tierra que YHVH tu Elohím te da por herencia, y tomes posesión de ella y la habites,
2 entonces tomarás de las primicias de todos los frutos que sacares de la tierra que YHVH tu Elohím te da, y las pondrás en una canasta, e irás al lugar que YHVH tu Elohím escogiere para hacer habitar allí su nombre.
3 Y te presentarás al kohén que hubiere en aquellos días, y le dirás: Declaro hoy a YHVH tu Elohím, que he entrado en la tierra que juró YHVH a nuestros padres que nos daría.
4 Y el kohén tomará la canasta de tu mano, y la pondrá delante del altar de YHVH tu Elohím.
5 Entonces hablarás y dirás delante de YHVH tu Elohím: Un arameo a punto de perecer fue mi padre, el cual descendió a Egipto y habitó allí con pocos hombres, y allí creció y llegó a ser una nación grande, fuerte y numerosa;
6 y los mitzrím (egipcios) nos maltrataron y nos afligieron, y pusieron sobre nosotros dura servidumbre.
7 Y clamamos a YHVH el Elohím de nuestros padres; y YHVH oyó nuestra voz, y vio nuestra aflicción, nuestro trabajo y nuestra opresión;
8 y YHVH nos sacó de Mitzráim (Egipto) con mano fuerte, con brazo extendido, con grande espanto, y con señales y con milagros;
9 y nos trajo a este lugar, y nos dio esta tierra, tierra que fluye leche y miel.
10 Y ahora, he aquí he traído las primicias del fruto de la tierra que me diste, oh YHVH. Y lo dejarás delante de YHVH tu Elohím, y adorarás delante de YHVH tu Elohím.
11 Y te alegrarás en todo el bien que YHVH tu Elohím te haya dado a ti y a tu casa, así tú como el leví y el extranjero que está en medio de ti.
12 Cuando acabes de diezmar todo el diezmo de tus frutos en el año tercero, el año del diezmo, darás también al levita, al extranjero, al huérfano y a la viuda; y comerán en tus aldeas, y se saciarán.
13 Y dirás delante de YHVH tu Elohím: He sacado lo consagrado de mi casa, y también lo he dado al levita, al extranjero, al huérfano y a la viuda, conforme a todo lo que me has mandado; no he transgredido tus mandamientos, ni me he olvidado de ellos.
14 No he comido de ello en mi luto, ni he gastado de ello estando yo impuro, ni de ello he ofrecido a los muertos; he obedecido a la voz de YHVH mi Elohím, he hecho conforme a todo lo que me has mandado.
15 Mira desde tu morada santa, desde el cielo, y bendice a tu pueblo Israel, y a la tierra que nos has dado, como juraste a nuestros padres, tierra que fluye leche y miel.
16 YHVH tu Elohím te manda hoy que cumplas estos estatutos y decretos; cuida, pues, de ponerlos por obra con todo tu corazón y con toda tu alma.
17 Has declarado solemnemente hoy que YHVH es tu Elohím, y que andarás en sus caminos, y cumplirás sus estatutos, sus mandamientos y sus decretos, y que escucharás su voz.
18 Y YHVH ha declarado hoy que tú eres pueblo suyo, de su exclusiva posesión, como te lo ha prometido, para que guardes todos sus mandamientos;
19 «a fin de exaltarte» sobre todas las naciones que hizo, para loor y fama y reconocimiento (kavót), y para que seas un pueblo santo a YHVH tu Elohím, como él ha dicho.
Orden de escribir la Torá en piedras sobre el Monte Evál
1 Ordenó Moshé, con los ancianos de Israel, al pueblo, diciendo: cumplirán todos los mandamientos que yo les prescribo hoy.
2 Y el día que pases el Yardén a la tierra que YHVH tu Elohím te da, levantarás piedras grandes, y las revocarás con cal;
3 y escribirás en ellas todas las palabras de esta Torá, cuando hayas pasado para entrar en la tierra que YHVH tu Elohím te da, tierra que fluye leche y miel, como YHVH el Elohím de tus padres te ha dicho.
4 Cuando, pues, hayas pasado el Yardén, levantarás estas piedras que yo les mando hoy, en el monte Evál, y las revocarás con cal;
5 y edificarás allí un altar a YHVH tu Elohím, altar de piedras; no alzarás sobre ellas instrumento de hierro.
6 De piedras enteras edificarás el altar de YHVH tu Elohím, y ofrecerás sobre él ofrenda de ascensión a YHVH tu Elohím;
7 y sacrificarás ofrendas de paz, y comerás allí, y te alegrarás delante de YHVH tu Elohím.
8 Y escribirás muy claramente en las piedras todas las palabras de esta Torá.
9 Y Moshé, con los kohaním leviím, habló a todo Israel, diciendo: Guarda silencio y escucha, oh Israel; hoy has venido a ser pueblo de YHVH tu Elohím.
10 Oirás, pues, la voz de YHVH tu Elohím, y cumplirás sus mandamientos y sus estatutos, que yo te ordeno hoy.
Las maldiciones en el monte Evál
11 Y mandó Moshé al pueblo en aquel día, diciendo:
12 Cuando hayas pasado el Yardén, éstos estarán sobre el monte Gerizim para bendecir al pueblo: Shimón, Leví, Yehudá, Issajár, Yoséf y Binyamín.
13 Y éstos estarán sobre el monte Evál para pronunciar la maldición: Reuvén, Gád, Ashér, Zevulún, Dán y Naftalí.
14 Y hablarán los leviím, y dirán a todo varón de Israel en alta voz:
15 Maldito el hombre que hiciere escultura o imagen de fundición, abominación a YHVH, obra de mano de artífice, y la pusiere en oculto. Y todo el pueblo responderá y dirá: Amén.
16 Maldito el que deshonrare a su padre o a su madre. Y dirá todo el pueblo: Amén.
17 Maldito el que redujere el límite de su prójimo. Y dirá todo el pueblo: Amén.
18 Maldito el que hiciere errar al ciego en el camino. Y dirá todo el pueblo: Amén.
19 Maldito el que pervirtiere el derecho del extranjero, del huérfano y de la viuda. Y dirá todo el pueblo: Amén.
20 Maldito el que se acostare con la mujer de su padre, por cuanto descubrió el regazo de su padre. Y dirá todo el pueblo: Amén.
21 Maldito el que se ayuntare con cualquier bestia. Y dirá todo el pueblo: Amén.
22 Maldito el que se acostare con su hermana, hija de su padre, o hija de su madre. Y dirá todo el pueblo: Amén.
23 Maldito el que se acostare con su suegra. Y dirá todo el pueblo: Amén.
24 Maldito el que hiriere a su prójimo ocultamente. Y dirá todo el pueblo: Amén.
25 Maldito el que recibiere soborno para quitar la vida al inocente. Y dirá todo el pueblo: Amén.
26 Maldito el que no confirmare las palabras de esta Torá para hacerlas. Y dirá todo el pueblo: Amén.
Bendiciones de la obediencia
1 Sucederá (acontecerá) que si oyeres atentamente la voz de YHVH tu Elohím, para cumplir y poner por obra todos sus mandamientos que yo te prescribo hoy, también YHVH tu Elohím te exaltará sobre todas las naciones de la tierra.
2 Y vendrán sobre ti todas estas bendiciones, y te alcanzarán, si oyeres la voz de YHVH tu Elohím.
3 Bendito serás tú en la ciudad, y bendito tú en el campo.
4 Bendito el fruto de tu vientre, el fruto de tu tierra, el fruto de tus bestias, la cría de tus vacas y los rebaños de tus ovejas.
5 Benditas serán tu canasta y tu artesa de amasar.
6 Bendito serás en tu entrar, y bendito en tu salir.
7 YHVH derrotará a tus enemigos que se levantaren contra ti; por un camino saldrán contra ti, y por siete caminos huirán de la presencia de ti.
8 YHVH te enviará su bendición sobre tus graneros, y sobre todo aquello en que pusieres tu mano; y te bendecirá en la tierra que YHVH tu Elohím te da.
9 Te confirmará YHVH por pueblo santo suyo, como te lo ha jurado, cuando cumplieres los mandamientos de YHVH tu Elohím, y anduvieres en sus caminos.
10 Y verán todos los pueblos de la tierra que el nombre de YHVH es invocado sobre ti, y te temerán.
11 Y te hará YHVH sobreabundar en bienes, en el fruto de tu vientre, en el fruto de tu bestia, y en el fruto de tu tierra, en el país que YHVH juró a tus padres que te había de dar.
12 Te abrirá YHVH su buen tesoro, el cielo, para enviar la lluvia a tu tierra en su tiempo, y para bendecir toda obra de tus manos. Y prestarás a muchas naciones, y tú no pedirás prestado.
13 Te pondrá YHVH por cabeza, y no por cola; y estarás encima solamente, y no estarás debajo, si obedecieres los mandamientos de YHVH tu Elohím, que yo te ordeno hoy, para que los guardes y cumplas,
14 y si no te apartares de todas las palabras que yo te mando hoy, ni a diestra ni a siniestra, para ir tras dioses ajenos y servirles.
Consecuencias de la desobediencia
15 Pero sucederá, si no oyeres la voz de YHVH tu Elohím, para procurar cumplir todos sus mandamientos y sus estatutos que yo te intimo hoy, que vendrán sobre ti todas estas maldiciones, y te alcanzarán.
16 Maldito serás tú en la ciudad, y maldito en el campo.
17 Maldita tu canasta, y tu artesa de amasar.
18 Maldito el fruto de tu vientre, el fruto de tu tierra, la cría de tus vacas, y los rebaños de tus ovejas.
19 Maldito serás en tu entrar, y maldito en tu salir.
20 Y YHVH enviará contra ti la maldición, quebranto y asombro en todo cuanto pusieres mano e hicieres, hasta que seas destruido, y perezcas pronto a «causa de» la maldad de tus obras por las cuales me habrás dejado.
21 YHVH traerá sobre ti mortandad, hasta que te consuma de la tierra a la cual entras para tomar posesión de ella.
22 YHVH te herirá de tisis, de fiebre, de inflamación y de ardor, con sequía, con calamidad repentina y con añublo; y te perseguirán hasta que perezcas.
23 Y los cielos que están sobre tu cabeza serán de bronce, y la tierra que está debajo de ti, de hierro.
24 Dará YHVH por lluvia a tu tierra polvo y ceniza; de los cielos descenderán sobre ti hasta que perezcas.
25 YHVH te entregará derrotado delante de tus enemigos; por un camino saldrás contra ellos, y por siete caminos huirás delante de ellos; y serás vejado por todos los reinos de la tierra.
26 Y tus cadáveres servirán de comida a toda ave del cielo y fiera de la tierra, y no habrá quien las espante.
27 YHVH te herirá con la úlcera de Egipto, con tumores, con sarna, y con comezón de que no puedas ser curado.
28 YHVH te herirá con locura, ceguera y turbación de espíritu;
29 y palparás a mediodía como palpa el ciego en la oscuridad, y no serás prosperado en tus caminos; y no serás sino oprimido y robado todos los días, y no habrá quien te salve.
30 Te desposarás con mujer, y otro varón dormirá con ella; edificarás casa, y no habitarás en ella; plantarás viña, y no la disfrutarás.
31 Tu buey será matado delante de tus ojos, y tú no comerás de él; tu asno será arrebatado de delante de ti, y no te será devuelto; tus ovejas serán dadas a tus enemigos, y no tendrás quien te las rescate.
32 Tus hijos y tus hijas serán entregados a otro pueblo, y tus ojos lo verán, y desfallecerán por ellos todo el día; y no habrá fuerza en tu mano.
33 El fruto de tu tierra y de todo tu trabajo comerá pueblo que no conociste; y no serás sino oprimido y quebrantado todos los días.
34 Y enloquecerás a causa de lo que verás con tus ojos.
35 Te herirá YHVH con maligna pústula en las rodillas y en las piernas, desde la planta de tu pie hasta tu coronilla, sin que puedas ser curado.
36 YHVH te llevará a ti, y al rey que hubieres puesto sobre ti, a nación que no conociste ni tú ni tus padres; y allá servirás a dioses ajenos, al palo y a la piedra.
37 Y serás motivo de horror, y servirás de refrán y de burla a todos los pueblos a los cuales te llevará YHVH.
38 Sacarás mucha semilla al campo, y recogerás poco, porque la langosta lo consumirá.
39 Plantarás viñas y labrarás, pero no beberás vino, ni recogerás uvas, porque el gusano se las comerá.
40 Tendrás olivos en todo tu territorio, mas no te ungirás con el aceite, porque tu aceituna se caerá.
41 Hijos e hijas engendrarás, y no serán para ti, porque irán en cautiverio.
42 Toda tu arboleda y el fruto de tu tierra serán consumidos por la langosta.
43 El extranjero que estará en medio de ti se elevará sobre ti «muy alto,» y tú descenderás «muy abajo.»
44 El te prestará a ti, y tú no le prestarás a él; él será por cabeza, y tú serás por cola.
45 Vendrán sobre ti todas estas maldiciones, y te perseguirán, y te alcanzarán hasta que perezcas; por cuanto no habrás atendido a la voz de YHVH tu Elohím, para cumplir sus mandamientos y sus estatutos, que él te mandó;
46 y serán en ti por señal y por maravilla, y en tu descendencia para siempre.
47 Por cuanto no serviste a YHVH tu Elohím con alegría y con gozo de corazón, por la abundancia de todas las cosas,
48 servirás, por tanto, a tus enemigos que enviare YHVH contra ti, con hambre y con sed y con desnudez, y con falta de todas las cosas; y él pondrá yugo de hierro sobre tu cuello, hasta destruirte.
49 YHVH traerá contra ti una nación de lejos, del extremo de la tierra, que vuele como águila, nación cuya lengua no entiendas;
50 gente fiera de rostro, que no «tendrá respeto» al anciano, ni perdonará al niño;
51 y comerá el fruto de tu bestia y el fruto de tu tierra, hasta que perezcas; y no te dejará grano, ni mosto, ni aceite, ni la cría de tus vacas, ni los rebaños de tus ovejas, hasta destruirte.
52 Pondrá sitio a todas tus ciudades, hasta que caigan tus muros altos y fortificados en que tú confías, en toda tu tierra; sitiará, pues, todas tus ciudades y toda la tierra que YHVH tu Elohím te hubiere dado.
53 Y comerás el fruto de tu vientre, la carne de tus hijos y de tus hijas que YHVH tu Elohím te dio, en el sitio y en el apuro con que te angustiará tu enemigo.
54 El hombre tierno en medio de ti, y el muy delicado, «mirará con malos ojos» a su hermano, y a la mujer de su seno, y al resto de sus hijos que le quedaren;
55 para no dar a alguno de ellos de la carne de sus hijos, que él comiere, por no haberle quedado nada, en el asedio y en el apuro con que tu enemigo te oprimirá en todas tus ciudades.
56 La tierna y la delicada entre ustedes, que nunca la planta de su pie intentaría sentar sobre la tierra, de pura delicadeza y ternura, «mirará con malos ojos» al marido de su seno, a su hijo, a su hija,
57 al recién nacido que sale de entre sus pies, y a sus hijos que diere a luz; pues los comerá ocultamente, por la carencia de todo, en el asedio y en el apuro con que tu enemigo te oprimirá en tus ciudades.
58 Si no cuidares de poner por obra todas las palabras de esta ley que están escritas en este libro, temiendo este nombre glorioso y temible: YHVH TU ELOHÍM,
59 YHVH aumentará maravillosamente tus plagas y las plagas de tu descendencia, plagas grandes y permanentes, y enfermedades malignas y duraderas;
60 y traerá sobre ti todos los males de Mitzráim, delante de los cuales temiste, y no te dejarán.
61 Asimismo toda enfermedad y toda plaga
que no está escrita en el libro de esta Torá, YHVH la enviará sobre ti, hasta que seas destruido.
62 Y quedaran pocos en número, en lugar de haber sido como las estrellas del cielo en multitud, por cuanto no obedecieron a la voz de YHVH tu Elohím.
63 Así como YHVH se gozaba en hacerles bien y en multiplicarles, así se gozará YHVH en arruinarles y en destruirles; y serán arrancados de sobre la tierra a la cual entran para tomar posesión de ella.
64 Y YHVH te esparcirá por todos los pueblos, desde un extremo de la tierra hasta el otro extremo; y allí servirás a dioses ajenos que no conociste tú ni tus padres, al leño y a la piedra.
65 Y ni aun entre estas naciones descansarás, ni la planta de tu pie tendrá reposo; pues allí te dará YHVH corazón temeroso, y desfallecimiento de ojos, y tristeza de alma;
66 y tendrás tu vida como algo que pende delante de ti, y estarás temeroso de noche y de día, y no tendrás seguridad de tu vida.
67 Por la mañana dirás: ¡Quién diera que fuese la tarde! y a la tarde dirás: ¡Quién diera que fuese la mañana! por el miedo de tu corazón con que estarás amedrentado, y por lo que verán tus ojos.
68 Y YHVH te hará volver a Mitzráim (Egipto) en naves, por el camino del cual te ha dicho: Nunca más volverás; y allí serán vendidos a sus enemigos por esclavos y por esclavas, y no habrá quien les compre.
Pacto de YHVH con Israel en Moáv
1 Estas son las palabras del pacto que YHVH mandó a Moshé que celebrase con los hijos de Israel en la tierra de Moáv, además del pacto que concertó con ellos en Jorév.
2 Moshé, pues, llamó a todo Israel, y les dijo:
Ustedes han visto todo lo que YHVH ha hecho delante de sus ojos en la tierra de Egipto a Paró y a todos sus siervos, y a toda su tierra,
3 las grandes pruebas que vieron sus ojos, las señales y las grandes maravillas.
4 Pero hasta hoy YHVH no les ha dado corazón para entender, ni ojos para ver, ni oídos para oír.
5 Y yo les he traído cuarenta años en el desierto; sus vestidos no se han envejecido sobre ustedes, ni su calzado se ha envejecido sobre su pie.
6 No han comido pan, ni bebieron vino ni sidra; para que supieran que yo soy YHVH su Elohím.
7 Y llegaron a este lugar, y salieron Sijón rey de Jeshbón y Óg rey de Bashán delante de nosotros para pelear, y los derrotamos;
8 y tomamos su tierra, y la dimos por heredad a Reuvén y a Gád y a la media tribu de Menashé.
Parashat Nitzavím
9 cumplirán, pues, las palabras de este pacto, y las pondrán por obra, para que prosperen en todo lo que hicieren.
10 Ustedes todos están hoy en presencia de YHVH su Elohím; los cabezas de sus tribus, sus ancianos y sus oficiales, todos los varones de Israel;
11 sus niños, sus mujeres, y tus extranjeros que habitan en medio de tu campamento, desde el que corta tu leña hasta el que saca tu agua;
12 para que entres en el pacto de YHVH tu Elohím, y en su juramento, que YHVH tu Elohím concierta hoy contigo,
13 para confirmarte hoy como su pueblo, y para que él te sea a ti por Elohím, de la manera que él te ha dicho, y como lo juró a tus padres Avrahám, Itzjáq y Ya’aqóv.
14 Y no solamente con ustedes hago yo este pacto y este juramento,
15 sino con los que «están» aquí presentes hoy con nosotros delante de YHVH nuestro Elohím, y con los que «no están» aquí hoy con nosotros.
16 Porque ustedes saben cómo habitamos en la tierra de Egipto, y cómo hemos pasado por en medio de las naciones por las cuales han pasado;
17 y han visto sus abominaciones y sus ídolos de madera y piedra, de plata y oro, que tienen consigo.
18 No sea que haya entre ustedes varón o mujer, o familia o tribu, cuyo corazón se aparte hoy de YHVH nuestro Elohím, para ir a servir a los elohím de esas naciones; no sea que haya en medio de ustedes raíz que produzca hiel y ajenjo,
19 y suceda que al oír las palabras de esta maldición, él se bendiga en su corazón, diciendo: Tendré paz, aunque ande en la dureza de mi corazón, a fin de que con la embriaguez quite la sed.
20 No querrá YHVH perdonarlo, sino que entonces humeará la ira de YHVH y su celo sobre el tal hombre, y se asentará sobre él toda maldición escrita en este libro, y YHVH borrará su nombre de debajo del cielo;
21 y lo apartará YHVH de todas las tribus de Israel para mal, conforme a todas las maldiciones del pacto escrito en este libro de la Torá.
22 Y dirán las generaciones venideras, sus hijos que se levanten después de ustedes, y el extranjero que vendrá de lejanas tierras, cuando vieren las plagas de aquella tierra, y sus enfermedades de que YHVH la habrá hecho enfermar
23 (azufre y sal, abrasada toda su tierra; no será sembrada, ni producirá, ni crecerá en ella hierba alguna, como sucedió en la destrucción de Sedóm y de Amorá, de Admá y de Tzevoím, las cuales YHVH destruyó en su furor y en su ira);
24 más aún, todas las naciones dirán: ¿Por qué hizo esto YHVH a esta tierra? ¿Qué significa el ardor de esta gran ira?
25 Y responderán: Por cuanto dejaron el pacto de YHVH el Elohím de sus padres, que él concertó con ellos cuando los sacó de la tierra de Egipto,
26 y fueron y sirvieron a dioses ajenos, y se inclinaron a ellos, dioses que no conocían, y que ninguna cosa les habían dado.
27 Por tanto, se encendió la ira de YHVH contra esta tierra, para traer sobre ella todas las maldiciones escritas en este libro;
28 y YHVH los desarraigó de su tierra con ira, con furor y con grande indignación, y los arrojó a otra tierra, como hoy se ve.
29 Las cosas secretas pertenecen a YHVH nuestro Elohím; mas las reveladas son para nosotros y para nuestros hijos para siempre, para que cumplamos todas las palabras de esta Torá.
Condiciones para la restauración y la bendición
1 Sucederá que cuando hubieren venido sobre ti todas estas cosas, la bendición y la maldición que he puesto delante de ti, y «te arrepintieres» en medio de todas las naciones adonde te hubiere arrojado YHVH tu Elohím,
2 y te convirtieres a YHVH tu Elohím, y obedecieres a su voz conforme a todo lo que yo te mando hoy, tú y tus hijos, con todo tu corazón y con toda tu alma,
3 entonces YHVH hará volver a tus cautivos, y tendrá misericordia de ti, y volverá a recogerte de entre todos los pueblos adonde te hubiere esparcido YHVH tu Elohím.
4 Aun cuando tus desterrados estuvieren en las partes más lejanas que hay debajo del cielo, de allí te recogerá YHVH tu Elohím, y de allá te tomará;
5 y te hará volver YHVH tu Elohím a la tierra que heredaron tus padres, y será tuya; y te hará bien, y te multiplicará más que a tus padres.
6 Y circuncidará YHVH tu Elohím tu corazón, y el corazón de tu descendencia, para que ames a YHVH tu Elohím con todo tu corazón y con toda tu alma, a fin de que vivas.
7 Y pondrá YHVH tu Elohím todas estas maldiciones sobre tus enemigos, y sobre tus aborrecedores que te persiguieron.
8 Y tú volverás, y oirás la voz de YHVH, y pondrás por obra todos sus mandamientos que yo te ordeno hoy.
9 Y te hará YHVH tu Elohím abundar en toda obra de tus manos, en el fruto de tu vientre, en el fruto de tu bestia, y en el fruto de tu tierra, para bien; porque YHVH volverá a gozarse sobre ti para bien, de la manera que se gozó sobre tus padres,
10 cuando obedecieres a la voz de YHVH tu Elohím, para cumplir sus mandamientos y sus estatutos escritos en este libro de la ley; cuando te convirtieres a YHVH tu Elohím con todo tu corazón y con toda tu alma.
11 Porque este mandamiento que yo te ordeno hoy no es demasiado difícil para ti, ni está lejos.
12 No está en el cielo, para que digas: ¿Quién subirá por nosotros al cielo, y nos lo traerá y nos lo hará oír para que lo cumplamos?
13 Ni está al otro lado del mar, para que digas: ¿Quién pasará por nosotros el mar, para que nos lo traiga y nos lo haga oír, a fin de que lo cumplamos?
14 Porque muy cerca de ti está la palabra, en tu boca y en tu corazón, para que la cumplas.
15 Mira, yo he puesto delante de ti hoy la vida y el bien, la muerte y el mal;
16 porque yo te mando hoy que ames a YHVH tu Elohím, que andes en sus caminos, y guardes sus mandamientos, sus estatutos y sus decretos, para que vivas y seas multiplicado, y YHVH tu Elohím te bendiga en la tierra a la cual entras para tomar posesión de ella.
17 Mas si tu corazón se apartare y no oyeres, y te dejares extraviar, y te inclinares a elohím ajenos y les sirvieres,
18 yo les declaro hoy que de cierto perecerán; no prolongarán sus días sobre la tierra adonde vayan, pasando el Yardén, para entrar en posesión de ella.
19 A los cielos y a la tierra llamo por testigos hoy contra ustedes, que les he puesto delante la vida y la muerte, la bendición y la maldición; escoge, pues, la vida, para que vivas tú y tu descendencia;
20 amando a YHVH tu Elohím, atendiendo a su voz, y siguiéndole a él; porque él es vida para ti, y prolongación de tus días; a fin de que habites sobre la tierra que juró YHVH a tus padres, Avrahám, Itzjáq y Ya'aqóv, que les había de dar.
Parashat Vayélej
Yehoshúa el sucesor de Moshé
1 Fue Moshé y habló estas palabras a todo Israel,
2 y les dijo: Este día soy de edad de ciento veinte años; no puedo más salir ni entrar; además de esto YHVH me ha dicho: No pasarás este Yardén.
3 YHVH tu Elohím, él pasa delante de ti; él destruirá a estas naciones delante de ti, y las heredarás; Yehoshúa será el que pasará delante de ti, como YHVH ha dicho.
4 Y hará YHVH con ellos como hizo con Sijón y con Óg, reyes del emorí, y con su tierra, a quienes destruyó.
5 Y los entregará YHVH delante de ustedes, y harán con ellos conforme a todo lo que les he mandado.
6 Esfuércense y cobren ánimo; no teman, ni tengan miedo de ellos, porque YHVH tu Elohím es el que va contigo; no te dejará, ni te desamparará.
7 Y llamó Moshé a Yehoshúa, y le dijo en «presencia de» todo Israel: Esfuérzate y anímate; porque tú entrarás con este pueblo a la tierra que juró YHVH a sus padres que les daría, y tú se la harás heredar.
8 Y YHVH va delante de ti; él estará contigo, no te dejará, ni te desamparará; no temas ni te intimides.
9 Y escribió Moshé esta Torá, y la dio a los kohaním hijos de Leví, que llevaban el arca del pacto de YHVH, y a todos los ancianos de Israel.
10 Y les mandó Moshé, diciendo: Al fin de cada siete años, en el año de la remisión, en la fiesta de los tabernáculos,
11 cuando viniere todo Israel a presentarse delante de YHVH tu Elohím en el lugar que él escogiere, leerás esta Torá delante de todo Israel a oídos de ellos.
12 Harás congregar al pueblo, varones y mujeres y niños, y tus extranjeros que estuvieren en tus ciudades, para que oigan y aprendan, y teman a YHVH su Elohím, y cuiden de cumplir todas las palabras de esta Torá;
13 y los hijos de ellos que no supieron, oigan, y aprendan a temer a YHVH su Elohím todos los días que vivieren sobre la tierra adonde vayan, pasando el Yardén, para tomar posesión de ella.
14 Y YHVH dijo a Moshé: He aquí se ha acercado el día de tu muerte; llama a Yehoshúa, y esperen en el tabernáculo de reunión para que yo le dé el cargo. Fueron, pues, Moshé y Yehoshúa, y esperaron en el tabernáculo de reunión.
15 Y se apareció YHVH en el tabernáculo, en la columna de nube; y la columna de nube se puso sobre la puerta del tabernáculo.
16 Y YHVH dijo a Moshé: He aquí, tú vas a dormir con tus padres, y este pueblo se levantará y fornicará tras los elohím ajenos de la tierra adónde va para estar en medio de ella; y me dejará, e invalidará mi pacto que he concertado con él;
17 y se encenderá mi furor contra él en aquel día; y los abandonaré, y esconderé de ellos mi rostro, y serán consumidos; y vendrán sobre ellos muchos males y angustias, y dirán en aquel día: ¿No me han venido estos males porque no está mi Elohím en medio de mí?
18 Pero ciertamente yo esconderé mi rostro en aquel día, por todo el mal que ellos habrán hecho, por haberse vuelto a dioses ajenos.
19 Ahora pues, escríbanse este cántico, y enséñalo a los hijos de Israel; ponlo en boca de ellos, para que este cántico me sea por testigo contra los hijos de Israel.
20 Porque yo les introduciré en la tierra que juré a sus padres, la cual fluye leche y miel; y comerán y se saciarán, y engordarán; y se volverán a dioses ajenos y les servirán, y me enojarán, e invalidarán mi pacto.
21 Y cuando les vinieren muchos males y angustias, entonces este cántico responderá en su cara como testigo, pues será recordado por la boca de sus descendientes; porque yo conozco lo «que se proponen de antemano,» antes que los introduzca en la tierra que juré darles.
22 Y Moshé escribió este cántico aquel día, y lo enseñó a los hijos de Israel.
23 Y dio orden a Yehoshúa hijo de Nún, y dijo: Esfuérzate y anímate, pues tú introducirás a los hijos de Israel en la tierra que les juré, y yo estaré contigo.
Orden de guardar la Torá junto al arca
24 Y cuando acabó Moshé de escribir las palabras de esta Torá en un libro hasta concluirse,
25 dio órdenes Moshé a los leviím que llevaban el arca del pacto de YHVH, diciendo:
26 Tomen este libro de la Torá, y pónganlo al lado del arca del pacto de YHVH su Elohím, y esté allí por testigo contra ti.
27 Porque yo conozco tu rebelión, y tu dura cerviz; he aquí que aun viviendo yo con ustedes hoy, son rebeldes a YHVH; ¿cuánto más después que yo haya muerto?
28 Congreguen a mí todos los ancianos de sus tribus, y a sus oficiales, y hablaré en sus oídos estas palabras, y llamaré por testigos contra ellos a los cielos y a la tierra.
29 Porque yo sé que después de mi muerte, ciertamente se corromperán y se apartaran del camino que les he mandado; y que les ha de venir mal en los últimos días, por haber hecho mal ante los ojos de YHVH, enojándole con la obra de sus manos.
Cántico de Moshé
30 Entonces habló Moshé a oídos de toda la congregación de Israel las palabras de este cántico hasta acabarlo.
Parashat Há’azínu
1 Escuchen, cielos, y hablaré; Y oiga la tierra los dichos de mi boca.
2 Goteará como la lluvia mi enseñanza; Destilará como el rocío mi razonamiento; Como la llovizna sobre la grama, Y como las gotas sobre la hierba;
3 Porque el nombre de YHVH proclamaré. Engrandezcan a nuestro Elohím.
4 El es la Roca, cuya obra es perfecta, Porque todos sus caminos son rectitud; Elohím de verdad, y sin ninguna iniquidad en él; Es justo y recto.
5 La corrupción no es suya; de sus hijos es la mancha, Generación torcida y perversa.
6 ¿Así pagan a YHVH, Pueblo insensato e ignorante? ¿No es él tu padre que te creó? El te hizo y te estableció.
7 Acuérdate de los tiempos antiguos, considera los años de «muchas generaciones;» Pregunta a tu padre, y él te declarará; A tus ancianos, y ellos te dirán.
8 Cuando el Altísimo hizo heredar a las naciones, Cuando hizo dividir a los hijos de los hombres, Estableció los límites de los pueblos Según el número de los hijos de Israel.
9 Porque la porción de YHVH es su pueblo; Ya'aqóv la heredad [posesión territorial] que le tocó.
10 Le halló en tierra de desierto, Y en yermo de horrible soledad; Lo trajo alrededor, lo instruyó, Lo guardó como a la niña de su ojo.
11 Como el águila que excita su nidada, Revolotea sobre sus pollos, Extiende sus alas, los toma, Los lleva sobre sus plumas,
12 YHVH solo le guió, Y con él no hubo dios extraño.
13 Lo hizo subir sobre las alturas de la tierra, Y comió los frutos del campo, E hizo que chupase miel de la peña, Y aceite del duro pedernal;
14 Mantequilla de vacas y leche de ovejas, Con grosura de corderos, Y carneros de Bashán; también machos cabríos, Con lo mejor del trigo; Y de la sangre de la uva bebiste vino.
15 Pero engordó Yeshurún, y tiró coces (Engordaste, te cubriste de grasa); Entonces abandonó al Elohím que lo hizo, Y menospreció la Roca de su salvación.
16 Le despertaron a celos con los elohím (dioses) ajenos; Lo provocaron a ira con abominaciones.
17 Sacrificaron a los shedím (ídolos), y no a Elohím; A elohím (dioses) que no habían conocido, A nuevos elohím (dioses) venidos de cerca, Que no habían temido sus [de ustedes] padres.
18 De la Roca que te creó te olvidaste; Te has olvidado de Elohím tu creador.
19 Y lo vio YHVH, y se encendió en ira Por el menosprecio de sus hijos y de sus hijas.
20 Y dijo: Esconderé de ellos mi rostro, Veré cuál será su fin; Porque son una generación perversa, Hijos infieles.
21 Ellos me movieron a celos con lo que no es Elohím; Me provocaron a ira con sus ídolos; Yo también los moveré a celos con un pueblo que no es pueblo, Los provocaré a ira con una nación insensata.
22 Porque fuego se ha encendido en mi ira, Y arderá hasta las profundidades del Sheol; Devorará la tierra y sus frutos, Y abrasará los fundamentos de los montes.
23 Yo amontonaré males sobre ellos; Emplearé en ellos mis flechas.
24 Consumidos serán de hambre, y devorados de fiebre ardiente Y de peste amarga; Diente de fieras enviaré también sobre ellos, Con veneno de serpientes de la tierra.
25 Por fuera desolará la espada, Y dentro de las cámaras el espanto; Así al joven como a la doncella, Al niño de pecho como al hombre cano.
26 Yo había dicho que los esparciría lejos, Que haría cesar de entre los hombres la memoria de ellos,
27 De no haber temido la provocación del enemigo, No sea que se envanezcan sus adversarios, No sea que digan: Nuestra mano poderosa Ha hecho todo esto, y no YHVH.
28 Porque son nación privada de consejos, Y no hay en ellos entendimiento.
29 ¡Ojalá fueran sabios, que comprendieran esto, Y se dieran cuenta del fin que les espera!
30 ¿Cómo podría perseguir uno a mil, Y dos hacer huir a diez mil, Si su Roca no los hubiese vendido, Y YHVH no los hubiera entregado?
31 Porque la roca de ellos no es como nuestra Roca, Y aun nuestros enemigos son de ello jueces.
32 Porque de la vid de Sedom es la vid de ellos, Y de los campos de Amorá; Las uvas de ellos son uvas ponzoñosas, Racimos muy amargos tienen.
33 Veneno de serpientes es su vino, Y ponzoña cruel de áspides.
34 ¿No tengo yo esto guardado conmigo, Sellado en mis tesoros?
35 Mía es la venganza y la retribución; A su tiempo su pie resbalará, Porque el día de su aflicción está cercano, Y lo que les está preparado se apresura.
36 Porque YHVH juzgará a su pueblo, Y por amor de sus siervos, se arrepentirá, Cuando viere que la «fuerza» pereció, Y que no queda ni siervo, ni libre.
37 Y dirá: ¿Dónde están sus elohím (dioses), La roca en que se refugiaban;
38 Que comían la grosura de sus sacrificios, Y bebían el vino de sus libaciones? Levántense, que les ayuden Y les defiendan.
39 Observen ahora que yo, yo soy, Y no hay dioses conmigo; Yo hago morir, y yo hago vivir; Yo hiero, y yo sano; Y no hay quien pueda librar de mi mano.
40 Porque yo alzaré a los cielos mi mano, Y diré: Vivo yo para siempre,
41 Si afilare mi reluciente espada, Y echare mano del juicio, Yo tomaré venganza de mis enemigos, Y daré la retribución a los que me aborrecen.
42 Embriagaré de sangre mis flechas, Y mi espada devorará carne; En la sangre de los muertos y de los cautivos, En las cabezas de larga cabellera del enemigo.
43 Alaben, naciones, a su pueblo, Porque él vengará la sangre de sus siervos, Y tomará venganza de sus enemigos, Y hará expiación por la tierra de su pueblo.
44 Vino Moshé y recitó todas las palabras de este cántico a oídos del pueblo, él y Yehoshúa hijo de Nún.
45 Y acabó Moshé de recitar todas estas palabras a todo Israel;
46 y les dijo: Apliquen su corazón a todas las palabras que yo les testifico hoy, para que las manden a sus [de ustedes] hijos, a fin de que cuiden de cumplir todas las palabras de esta ley.
47 Porque no les es cosa vana; es su vida, y por medio de esta ley harán prolongar sus días sobre la tierra adonde vayan, pasando el Yardén (Jordán), para tomar posesión de ella.
Se le permite a Moshé contemplar la tierra de Kená’an
48 Y habló YHVH a Moshé aquel mismo día, diciendo:
49 Sube a este monte de Avarím, al monte Nebo, situado en la tierra de Moáv que está frente a Yerijó (Jericó), y mira la tierra de Kená’an, que yo doy por heredad a los hijos de Israel;
50 y muere en el monte al cual subes, y sé unido a tu pueblo, así como murió Aharón tu hermano en el monte Hór, y fue unido a su pueblo;
51 por cuanto pecaron contra mí en medio de los hijos de Israel en las aguas de Merivá de Kadésh, en el desierto de Tzín; porque no me santificaron en medio de los hijos de Israel.
52 Verás, por tanto, delante de ti la tierra; mas no entrarás allá, a la tierra que doy a los hijos de Israel.
Parashat Vezót HaBerajá
Moshé bendice a las doce tribus de Israel
1 Esta es la bendición con la cual bendijo Moshé varón de Elohím a los hijos de Israel, antes que muriese.
2 Dijo: YHVH vino de Sinaí, Y de Se’ír les esclareció; Resplandeció desde el monte de Parán, Y vino de entre diez millares de santos, Con la Torá de fuego a su mano derecha.
3 Aun amó a su pueblo; Todos los consagrados a él estaban en su mano; Por tanto, ellos siguieron en tus pasos, Recibiendo dirección de ti,
4 Cuando Moshé nos ordenó una ley, Como heredad a la congregación de Ya'aqóv.
5 Y fue rey en Yeshurún, Cuando se congregaron los jefes del pueblo Con las tribus de Israel.
6 Viva Reuvén, y no muera; Y no sean pocos sus varones.
7 Y esta bendición profirió para Yehudá. Dijo así: Oye, oh YHVH, la voz de Yehudá, Y llévalo a su pueblo; Sus manos le basten, Y tú seas su ayuda contra sus enemigos.
8 A Leví dijo: Tu Tumim y tu Urim sean para tu varón piadoso, A quien probaste en Masá, Con quien contendiste en las aguas de Merivá,
9 Quien dijo de su padre y de su madre: Nunca los he visto; Y no reconoció a sus hermanos, Ni a sus hijos conoció; Pues ellos guardaron tus palabras, Y cumplieron tu pacto.
10 Ellos enseñarán tus juicios a Ya'aqóv, Y tu ley a Israel; Pondrán el incienso «delante de ti,» Y la ofrenda de ascensión sobre tu altar.
11 Bendice, oh YHVH, lo que hicieren, Y recibe con agrado la obra de sus manos; Hiere los lomos de sus enemigos, Y de los que lo aborrecieren, para que nunca se levanten.
12 A Binyamín dijo: El amado de YHVH habitará confiado cerca de él; Lo cubrirá «siempre,» Y entre sus hombros morará.
13 A Yoséf dijo: Bendita de YHVH sea tu tierra, Con lo mejor de los cielos, con el rocío, Y con el abismo (profundidad) que está abajo.
14 Con los más escogidos frutos del sol, Con el rico producto de la luna,
15 Con «el fruto más fino de» los montes antiguos, Con la abundancia de los collados eternos,
16 Y con las mejores dádivas de la tierra y su plenitud; Y la gracia del que habitó en la zarza Venga sobre la cabeza de Yoséf, Y sobre la frente de aquel que es líder entre sus hermanos.
17 Como el primogénito de su toro es su gloria, Y sus astas como astas de búfalo; Con ellas acorneará a los pueblos juntos hasta los fines de la tierra; Ellos son los diez millares de Efraín, Y ellos son los millares de Menashé.
18 A Zevulún dijo: Alégrate, Zevulún, cuando salieres; Y tú, Issajár, en tus tiendas.
19 Llamarán a los pueblos a su monte; Allí sacrificarán sacrificios de justicia, Por lo cual chuparán la abundancia de los mares, Y los tesoros escondidos de la arena.
20 A Gád dijo: Bendito el que hizo ensanchar a Gád; Como león reposa, Y arrebata brazo y testa.
21 Escoge «lo mejor de» la tierra para sí, Porque allí le fue reservada la porción del legislador. Y vino en la delantera del pueblo; Con Israel ejecutó los mandatos y los justos decretos de YHVH.
22 A Dan dijo: Dan es cachorro de león Que salta desde Bashán.
23 A Naftalí dijo: Naftalí, saciado de favores, Y lleno de la bendición de YHVH, Posee el occidente y el sur.
24 A Ashér dijo: Bendito sobre los hijos sea Ashér; Sea el amado de sus hermanos, Y moje en aceite su pie.
25 Hierro y bronce serán tus cerrojos, Y como tus días serán tus fuerzas.
26 No hay como el Elohím de Yeshurún, Quien cabalga sobre los cielos para tu ayuda, Y sobre las nubes con su grandeza.
27 El eterno Elohím es tu refugio, Y acá abajo los brazos eternos; El echó de delante de ti al enemigo, Y dijo: Destruye.
28 E Israel habitará confiado, la fuente de Ya'aqóv habitará sola En tierra de grano y de vino; También sus cielos destilarán rocío.
29 Afortunado, tú, oh Israel. ¿Quién como tú, Pueblo salvo por YHVH, Escudo de tu socorro, Y espada de tu triunfo? Así que tus enemigos serán humillados, Y tú hollarás sobre sus alturas.
Muerte y sepultura de Moshé
1 Subió Moshé de los campos de Moáv al monte Nebo, a la cumbre del Pisgá, que está enfrente de Yerijó; y le mostró YHVH toda la tierra de Guilad hasta Dan,
2 todo Naftalí, y la tierra de Efraín y de Menashé, toda la tierra de Yehudá hasta el mar occidental;
3 el Négev, y la llanura, la vega de Yerijó, ciudad de las palmeras, hasta Tzo’ár.
4 Y le dijo YHVH: Esta es la tierra de que juré a Avrahám, a Itzjáq y a Ya'aqóv, diciendo: A tu descendencia la daré. Te he permitido verla
con tus ojos, mas no pasarás allá.
5 Y murió allí Moshé sirviente de YHVH, en la tierra de Moáv, conforme «al dicho de» YHVH.
6 Y lo enterró en el valle, en la tierra de Moáv, enfrente de Bét Peor; y «ninguno» conoce el lugar de su sepultura hasta hoy.
7 Era Moshé de edad de ciento veinte años cuando murió; sus ojos nunca se oscurecieron, ni perdió su vigor.
8 Y lloraron los hijos de Israel a Moshé en los campos de Moáv treinta días; y así se cumplieron los días del lloro y del luto de Moshé.
9 Y Yehoshúa hijo de Nún fue lleno de inspiración de sabiduría, porque Moshé había puesto sus manos sobre él; y los hijos de Israel le obedecieron, e hicieron como YHVH mandó a Moshé.
10 Y nunca más se levantó profeta en Israel como Moshé, a quien haya conocido YHVH cara a cara;
11 nadie como él en todas las señales y prodigios que YHVH le envió a hacer en tierra de Mitzráim, a Paró y a todos sus siervos, y a toda su tierra,
12 y en «el gran poder» y en los hechos grandiosos y terribles que Moshé hizo a la vista de todo Israel.
CAPÍTULOS:
1, 2, 3, 4, 5, 6, 7, 8, 9, 10, 11, 12, 13, 14, 15, 16, 17, 18, 19, 20, 21, 22, 23, 24, 25, 26, 27, 28, 29, 30, 31, 32, 33, 34
סֵפֶר דְּבָרִים
SEFER DEVARÍM – DEUTERONOMIO
Moshé recuerda a Israel las promesas de YHVH en Jorév
1 Estas son las palabras que habló Moshé a todo Israel en la otra ribera del Yardén, en el desierto, en la planicie, frente al Mar de Cañas (Yam Súf), entre Parán, Tofel, Laván, Jatzerót y Di-zahab.
2 Once días desde Jorév, por el camino del monte de Se’ír, hasta Kadésh-Barnéa.
3 Y sucedió que a los cuarenta años, en el mes undécimo, el primero del mes, Moshé habló a los hijos de Israel conforme a todo lo que YHVH le había ordenado para ellos,
4 después que derrotó a Sijón rey del emorí, el cual habitaba en Jeshbón, y a Óg rey de Bashán que habitaba en Ashtarót, en Edreí.
5 En la rivera del Yardén, en tierra de Moáv, resolvió Moshé declarar esta Torá, diciendo:
6 YHVH nuestro Elohím nos habló en Jorév, diciendo: Han estado bastante tiempo en este monte.
7 Vuelvan y vayan al monte del emorí y a todos sus vecinos, en la Planicie, en el monte, en el Bajío y en el Sur y en la costa, la tierra del kena’aní, y el Levanón, hasta el gran río, el río Perát.
8 Vean, yo he puesto la tierra delante de ustedes; y tomen posesión de la tierra que YHVH juró a sus padres Avrahám, Itzjáq y Ya’aqóv, para entregarla a ellos y a su descendencia después de ellos.
Nombramiento de jueces
9 En aquel tiempo yo les hablé diciendo: Yo solo no puedo cargar con ustedes.
10 YHVH, su Elohím ha incrementado a ustedes inmensamente, y he aquí que son hoy como las estrellas del cielo en multitud.
11 ¡YHVH Elohím de sus padres les añada tanto como son mil veces más, y los bendiga, tal como Él les ha hablado!
12 ¿Cómo podre yo solo cargar con el fastidio de ustedes, su fardo y sus pleitos?
13 Dispongan para ustedes varones sabios, razonadores y conocidos por sus tribus y los nombraré líderes de ustedes.
14 Ustedes me respondieron y dijeron: Buena es la cosa que has propuesto hacer.
15 Y tomé a los principales de sus tribus, varones sabios y conocidos, y los nombre líderes sobre ustedes, jefes de millares, jefes de centenas, jefes de cincuenta y jefes de centenas, y oficiales de sus tribus.
16 Y en ese momento encomendé a sus jueces, diciendo: Oigan entre sus hermanos, y juzguen justamente entre el hombre y su hermano, y su litigante.
17 No «hagan distinción de persona» en el juicio; así al pequeño como al grande oirán; no tendrán temor de «ninguno,» porque el juicio es de Elohím; y la causa que les fuere difícil, la traerán a mí, y yo la oiré.
18 Les mandé, pues, en aquel tiempo, todo lo que habían de hacer.
Misión de los doce espías
19 Y viajamos de Jorév, recorrimos todo aquel desierto grande y pavoroso que ustedes han visto, por el camino del monte del emorí, como YHVH nuestro Elohím nos lo mandó; y llegamos hasta Kadésh-Barnéa.
20 Entonces yo les dije: Han llegado al monte del emorí, el cual YHVH nuestro Elohím nos da.
21 Mira, YHVH tu Elohím te ha entregado la tierra; sube y toma posesión de ella, como YHVH el Elohím de tus padres te ha dicho; no temas ni desmayes.
22 Y vinieron a mí todos ustedes, y dijeron: Enviemos varones delante de nosotros que nos reconozcan la tierra, y a su regreso nos traigan razón del camino por donde hemos de subir, y de las ciudades adonde hemos de llegar.
23 Y el dicho «me pareció bien;» y tomé doce varones de entre ustedes, un varón por cada tribu.
24 Y se dieron vuelta, y subieron a la monte, y llegaron hasta el valle de Eshkól, y la exploraron.
25 Y tomaron en sus manos del fruto del país, y nos lo trajeron, y nos dieron cuenta, y dijeron: Es buena la tierra que YHVH nuestro Elohím nos da.
26 Sin embargo, no quisieron subir, antes fueron rebeldes «al mandato de» YHVH su Elohím;
27 y murmuraron en sus tiendas, diciendo: Porque YHVH nos aborrece, nos ha sacado de tierra de Egipto, para entregarnos en manos del emorí para destruirnos.
28 ¿A dónde subiremos? Nuestros hermanos han atemorizado nuestro corazón, diciendo: Este pueblo es mayor y más alto que nosotros, las ciudades grandes y amuralladas hasta el cielo; y también vimos allí a los hijos de Anáq.
29 Entonces les dije: No teman, ni tengan miedo de ellos.
30 YHVH su Elohím, el cual va delante de ustedes, él peleará por ustedes, conforme a todas las cosas que hizo por ustedes en Mitzráim (Egipto) delante de sus ojos.
31 Y en el desierto has visto que YHVH tu Elohím te ha traído, como trae el hombre a su hijo, por todo el camino que han andado, hasta llegar a este lugar.
32 Pero en este asunto ustedes no confiaron en YHVH su Elohím,
33 quien iba delante de ustedes por el camino para reconocerles el lugar donde habían de acampar, con fuego de noche para mostrarles el camino por donde anduviesen, y con nube de día.
Elohím castiga a Israel
34 Y YHVH escucho la voz de las palabras de ustedes, y se enfureció, y juró diciendo:
35 No verá hombre alguno de estos, de esta mala generación, la buena tierra que juré que había de dar a sus padres,
36 excepto Kalév hijo de Yefuné; él la verá, y a él le daré la tierra que pisó, y a sus hijos; porque «ha seguido fielmente» a YHVH.
37 También contra mí se airó YHVH por ustedes, y me dijo: Tampoco tú entrarás allá.
38 Yehoshúa hijo de Nún, «el cual te sirve,» él entrará allá; anímale, porque él la hará heredar a Israel.
39 Y en cuanto a sus niños pequeños, de quienes ustedes dijeron: serán tomados en cautiverio, y sus hijos que no han conocido [hasta] hoy ni bien ni mal, ellos entrarán allí, y a ellos la daré, y ellos la heredarán.
40 Pero ustedes vuelvan y vayan al desierto, camino del Mar de Cañas (Yam Súf).
La derrota en Jormá
41 Entonces respondieron y me dijeron: Hemos errado (jatanú) contra YHVH; nosotros subiremos y pelearemos, conforme a todo lo que YHVH nuestro Elohím nos ha mandado. Y se armaron «cada uno» con sus armas de guerra, y se prepararon para subir al monte.
42 Y YHVH me dijo: Diles: No deberán ascender, ni hacer guerra, pues no estoy entre ustedes; para que no sean derrotados por sus enemigos.
43 Y les hablé, pero ustedes no quisieron escuchar; se opusieron a la palabra de YHVH, y persistiendo con altivez subieron al monte.
44 El emorí que habitaba en el monte salió al encuentro de ustedes, y los persiguió como hacen las abejas, y los derrotaron en Se’ír, hasta Jormá.
45 Y volvieron y lloraron delante de YHVH, pero YHVH no escuchó voz de ustedes, ni les prestó oído.
46 Y estuvieron en Kadésh por muchos días, los días que han estado allí.
Los años en el desierto
1 Luego volvimos y salimos al desierto, camino del Yam Súf, como YHVH me había dicho; y rodeamos el monte de Se’ír «por mucho tiempo.»
2 Y YHVH me habló, diciendo:
3 Bastante han rodeado este monte; vuelvan al norte.
4 Y manda al pueblo, diciendo: Pasando ustedes por el territorio de sus hermanos los hijos de Esáv, que habitan en Se’ír, ellos tendrán miedo de ustedes; mas ustedes guárdense mucho.
5 No se metan con ellos, porque no les daré de su tierra ni aun lo que cubre la planta de un pie; porque yo he dado por heredad a Esáv el monte de Se’ír.
6 Alimentos compraran de ellos por dinero y comerán; y también compraran de ellos el agua, y beberán;
7 pues YHVH tu Elohím te ha bendecido en toda obra de tus manos; él sabe que andas por este gran desierto; estos cuarenta años YHVH tu Elohím ha estado contigo, y nada te ha faltado.
8 Y nos alejamos del territorio de nuestros hermanos los hijos de Esáv, que habitaban en Se’ír, desde el camino de la Planicie desde Elat y Etzión-Gáver; y volvimos, y tomamos el camino del desierto de Moáv.
9 Y YHVH me dijo: No molestes a Moáv, ni te empeñes con ellos en guerra, porque no te daré posesión de su tierra; porque yo he dado a Ár por heredad (posesión territorial) a los hijos de Lot.
10 (Los emím habitaron en ella «antes,» pueblo grande y numeroso, y alto como los hijos de Anáq.
11 Por gigantes eran ellos tenidos también, como los hijos de Anáq; y los moabitas los llaman emím.
12 Y en Se’ír habitaron «antes» los jorim, a los cuales echaron los hijos de Esáv; y los arrojaron de su presencia, y habitaron en lugar de ellos, como hizo Israel en la tierra que les dio YHVH por posesión.)
13 Levántense ahora, y pasen el arroyo de Zaréd. Y pasamos el arroyo de Zaréd.
14 Y los días que anduvimos de Kadésh-Barnéa hasta cuando pasamos el arroyo de Zaréd fueron treinta y ocho años; hasta que se acabó toda la generación de los hombres de guerra de en medio del campamento, como YHVH les había jurado.
15 Y también la mano de YHVH vino sobre ellos para destruirlos de en medio del campamento, hasta acabarlos.
16 Y sucedió que después que murieron todos los hombres de guerra de entre el pueblo,
17 YHVH me habló, diciendo:
18 Tú pasarás hoy el territorio de Moáv, a Ár.
19 Y cuando te acerques a los hijos de Amón, no los molestes, ni contiendas con ellos; porque no te daré posesión de la tierra de los hijos de Amón, pues a los hijos de Lot la he dado por heredad.
20 (Esa también era considerada tierra de refaím; los refaím de antaño habitaron en ella, y los amoním los llamaron zamzuním;
21 pueblo grande y numeroso, y alto, como los hijos de Anáq; a los cuales YHVH destruyó delante de los amoním. Estos sucedieron a aquéllos, y habitaron en su lugar,
22 como hizo YHVH con los hijos de Esáv que habitaban en Se’ír, delante de los cuales destruyó a los jorim; y ellos sucedieron a éstos, y habitaron en su lugar hasta hoy.
23 Y a los avím que habitaban en aldeas hasta Azá, los kaftorim que salieron de kaftor los destruyeron, y habitaron en su lugar.)
24 Levántense, salgan, y pasen el arroyo de Arnón; he aquí he entregado en tu mano a Sijón rey de Jeshbón, emorí, y a su tierra; comienza a tomar posesión de ella, y entra en guerra con él.
25 Hoy comenzaré a poner tu temor y tu espanto sobre los pueblos debajo de todo el cielo, los cuales oirán tu fama, y temblarán y se angustiarán delante de ti.
Israel derrota a Sijón
26 Y envié mensajeros desde el desierto de Kedemot a Sijón rey de Jeshbón con palabras de paz, diciendo:
27 Pasaré por tu tierra por el camino; por el camino iré, sin apartarme ni a diestra ni a siniestra.
28 La comida me venderás por dinero, y comeré; el agua también me darás por dinero, y beberé; solamente pasaré a pie,
29 como lo hicieron conmigo los hijos de Esáv que habitaban en Se’ír, y los moabitas que habitaban en Ár; hasta que cruce el Yardén a la tierra que nos da YHVH nuestro Elohím.
30 Mas Sijón rey de Jeshbón no quiso que pasásemos por el territorio suyo; porque YHVH tu Elohím había endurecido su espíritu, y obstinado su corazón para entregarlo en tu mano, como hasta hoy.
31 Y me dijo YHVH: He aquí yo he comenzado a entregar delante de ti a Sijón y a su tierra; comienza a tomar posesión de ella para que la heredes.
32 Y nos salió Sijón al encuentro, él y todo su pueblo, para pelear en Yáhtza.
33 Mas YHVH nuestro Elohím lo entregó delante de nosotros; y lo derrotamos a él y a sus hijos, y a todo su pueblo.
34 Tomamos entonces todas sus ciudades, y destruimos todas las ciudades, hombres, mujeres y niños; no dejamos ninguno.
35 Solamente tomamos para nosotros los ganados, y los despojos de las ciudades que habíamos tomado.
36 Desde Aroer, que está junto a la ribera del arroyo de Arnón, y la ciudad que está en el valle, hasta Guilad, no hubo ciudad que escapase de nosotros; todas las entregó YHVH nuestro Elohím en nuestro «poder.»
37 Solamente a la tierra de los hijos de Amón no llegamos; ni a todo lo que está a «la orilla del» arroyo de Yaboq ni a las ciudades del monte, ni a lugar alguno que YHVH nuestro Elohím había prohibido.
Israel derrota a Óg rey de Bashán
1 Volvimos, pues, y subimos camino de Bashán, y nos salió al encuentro Óg rey de Bashán para pelear, él y todo su pueblo, en Edreí.
2 Y me dijo YHVH: No tengas temor de él, porque en tu mano he entregado a él y a todo su pueblo, con su tierra; y harás con él como hiciste con Sijón rey emorí, que habitaba en Jeshbón.
3 Y YHVH nuestro Elohím entregó también en nuestra mano a Óg rey de Bashán, y a todo su pueblo, al cual derrotamos hasta «acabar con todos.»
4 Y tomamos entonces todas sus ciudades; no quedó ciudad que no les tomásemos; sesenta ciudades, toda la tierra de Argob, del reino de Óg en Bashán.
5 Todas estas eran ciudades fortificadas con muros altos, con puertas y barras, sin contar otras muchas ciudades sin muro.
6 Y las destruimos, como hicimos a Sijón rey de Jeshbón, matando en toda ciudad a hombres, mujeres y niños.
7 Y tomamos para nosotros todo el ganado, y los despojos de las ciudades.
8 También tomamos en aquel tiempo la tierra desde el arroyo de Arnón hasta el monte de Jermón, de manos de los dos reyes emorím que estaban a este lado del Yardén.
9 Los tzidoním llaman a Jermón, Sirión; y los emorím solían llamarlo Senir.
10 Todas las ciudades de la llanura, y todo Guilad, y todo Bashán hasta Saljá y Edreí, ciudades del reino de Óg en Bashán.
11 Porque únicamente Óg rey de Bashán había quedado del resto de los gigantes. Su cama, una cama de hierro, ¿no está en Rabát de los hijos de Amón? La longitud de ella es de nueve codos, y su anchura de cuatro codos, según el codo de un hombre.
Reuvén, Gád y la media tribu de Menashé se establecen al oriente del Yardén
12 Y esta tierra que heredamos en aquel tiempo, desde Aroer, que está junto al arroyo de Arnón, y la mitad del monte de Guilad con sus ciudades, la di al reuvení y al gadí;
13 y el resto de Guilad, y todo Bashán, del reino de Óg, toda la tierra de Argob, que se llamaba la tierra de los refaím, lo di a la media tribu de Menashé.
14 Yaír hijo de Menashé tomó toda la tierra de Argob hasta la frontera del gueshurí y el ma’ajatí, y las llamó al Bashán Javót-Yaír, en su nombre hasta este día.
15 A Majír entregué el Guilad.
16 Y al ruvení y al gadí entregue desde el Guilad y hasta el arroyo de Arnón, teniendo por límite el medio del valle, hasta el arroyo de Yaboq, el cual es límite de los hijos de Amón;
17 también el Arabá, con el Yardén como límite desde Kinéret hasta el mar del Arabá, el Mar Salado, «al pie de» las laderas del Pisgá al oriente.
18 Y les mandé entonces, diciendo: YHVH su [de ustedes] Elohím les ha dado esta tierra por heredad; pero irán armados todos «los valientes» delante de sus hermanos los hijos de Israel.
19 Solamente sus mujeres, sus hijos y sus ganados (yo sé que tienen mucho ganado), quedarán en las ciudades que les he dado,
20 hasta que YHVH dé reposo a sus [de ustedes] hermanos, así como a ustedes, y hereden ellos también la tierra que YHVH su Elohím les da al otro lado del Yardén; entonces se volverán «cada uno» a la heredad que yo les he dado.
21 Ordené también a Yehoshúa en aquel tiempo, diciendo: Tus ojos vieron todo lo que YHVH su Elohím ha hecho a aquellos dos reyes; así hará YHVH a todos los reinos a los cuales pasarás tú.
22 No los teman; porque YHVH su Elohím, él es el que pelea por ustedes.
No se le permite a Moshé entrar a Kená’an.
Parashat Vaetjanán
23 En aquel tiempo implore a YHVH, diciendo:
24 Señor YHVH, tú has comenzado a mostrar a tu siervo tu grandeza, y tu mano poderosa; porque ¿qué dios hay en el cielo ni en la tierra que haga obras y proezas como las tuyas?
25 Pase yo, «te ruego,» y vea aquella tierra buena que está más allá del Yardén, aquel buen monte, y el Lebanón.
26 Pero YHVH se había enojado contra mí a causa de ustedes, por lo cual no me escuchó; y me dijo YHVH: Basta, no me hables más de este asunto.
27 Sube a la cumbre del Pisgá y alza tus ojos al oeste, y al norte, y al sur, y al este, y mira con tus propios ojos; porque no pasarás el Yardén.
28 Y manda a Yehoshúa, y anímalo, y fortalécelo; porque él ha de pasar delante de este pueblo, y él les hará heredar la tierra que verás.
29 Y paramos en el valle delante de Bét Peor.
Moshé exhorta a la obediencia
1 Ahora, pues, oh Israel, oye los estatutos y decretos que yo les enseño, para que los ejecuten, y vivan, y entren y posean la tierra que YHVH el Elohím de sus padres les da.
2 No añadirán a la palabra que yo les mando, ni disminuirán de ella, para que guarden los mandamientos de YHVH su Elohím que yo les ordeno.
3 Sus ojos vieron lo que hizo YHVH con motivo de Bá’al-Peor; que a todo hombre que fue detrás de Bá’al-Peor destruyó YHVH tu Elohím de en medio de ti.
4 Mas ustedes que siguieron a YHVH su Elohím, todos están vivos hoy.
5 Vean, yo les he enseñado estatutos y decretos, como YHVH mi Elohím me mandó, para que hagan así en medio de la tierra en la cual entran para tomar posesión de ella.
6 Guárdenlos, pues, y pónganlos por obra; porque esta es su sabiduría y su inteligencia ante los ojos de los pueblos, los cuales oirán todos estos estatutos, y dirán: Ciertamente pueblo sabio y entendido, nación grande es esta.
7 Porque ¿qué nación grande hay que tenga dioses tan cercanos a ellos como lo está YHVH nuestro Elohím en todo cuanto le pedimos?
8 Y ¿qué nación grande hay que tenga estatutos y juicios justos como es toda esta ley que yo pongo hoy delante de ustedes?
La experiencia de Israel en Jorév
9 Por tanto, guárdate, y guarda tu alma con diligencia, para que no te olvides de las cosas que tus ojos han visto, ni se aparten de tu corazón todos los días de tu vida; antes bien, las enseñarás a tus hijos, y a los hijos de tus hijos.
10 El día que estuviste delante de YHVH tu Elohím en Jorév, cuando YHVH me dijo: Reúneme el pueblo, para que yo les haga oír mis palabras, las cuales aprenderán, para temerme todos los días que vivieren sobre la tierra, y las enseñarán a sus hijos;
11 y se acercaron y se pusieron al pie del monte; y el monte ardía en fuego hasta «en medio de» los cielos con tinieblas, nube y oscuridad;
12 y habló YHVH con ustedes de en medio del fuego; oyeron la voz de sus palabras, mas a excepción de oír la voz, ninguna figura vieron.
13 Y él les anunció su pacto, el cual les mandó poner por obra; los diez mandamientos, y los escribió en dos tablas de piedra.
14 A mí también me mandó YHVH en aquel tiempo que les enseñase los estatutos y juicios, para que los pusiesen por obra en la tierra a la cual pasan a tomar posesión de ella.
Advertencia contra la idolatría
15 Guarden, pues, mucho sus almas; pues ninguna figura vieron el día que YHVH habló con ustedes de en medio del fuego;
16 para que no se corrompan y hagan para ustedes imagen tallada, imagen de cualquier figura; el diseño de varón o mujer,
17 figura de animal alguno que está en la tierra, figura de ave alguna alada que vuele por el aire,
18 figura de ningún animal que se arrastre sobre la tierra, figura de pez alguno que haya en el agua debajo de la tierra.
19 No sea que alces tus ojos al cielo, y viendo el sol y la luna y las estrellas, y todo el ejército del cielo, seas impulsado, y te inclines a ellos y les sirvas; porque YHVH tu Elohím los ha concedido a todos los pueblos debajo de todos los cielos.
20 Pero a ustedes YHVH les tomó, y les ha sacado del horno de hierro, de Mitzráim (Egipto), para que sean el pueblo de su heredad como en este día.
21 Y YHVH se enojó contra mí por causa de ustedes, y juró que yo no pasaría el Yardén, ni entraría en la buena tierra que YHVH tu Elohím te da por heredad.
22 Así que yo voy a morir en esta tierra, y no pasaré el Yardén; mas ustedes pasaran, y poseerán aquella buena tierra.
23 Guárdense, no se olviden del pacto de YHVH su Elohím, que él estableció con ustedes, y no se hagan escultura o imagen de ninguna cosa que YHVH tu Elohím te ha prohibido.
24 Porque YHVH tu Elohím es un fuego consumidor, Elohím celoso.
25 Cuando hayan engendrado hijos y nietos, y hayan envejecido en la tierra, si se corrompieren e hicieren escultura o imagen de cualquier cosa, e hicieren lo malo ante los ojos de YHVH su Elohím, para enojarlo;
26 yo pongo hoy por testigos al cielo y a la tierra, que pronto perecerán totalmente de la tierra hacia la cual pasan el Yardén para tomar posesión de ella; no estarán en ella largos días sin que sean destruidos.
27 Y YHVH los esparcirá entre los pueblos, y quedaran pocos en número entre las naciones a las cuales les llevará YHVH.
28 Y servirán allí a dioses hechos de manos de hombres, de madera y piedra, que no ven, ni oyen, ni comen, ni huelen.
29 Mas si desde allí buscares a YHVH tu Elohím, lo hallarás, si lo buscares de todo tu corazón y de toda tu alma.
30 Cuando estuvieres en angustia, y te alcanzaren todas estas cosas, si en los últimos días te volvieres a YHVH tu Elohím, y oyeres su voz;
31 porque Elohím misericordioso es YHVH tu Elohím; no te dejará, ni te destruirá, ni se olvidará del pacto que les juró a tus padres.
32 Porque pregunta ahora si en los tiempos pasados que han sido antes de ti, desde el día que creó Elohím al hombre sobre la tierra, si desde un extremo del cielo al otro se ha hecho cosa semejante a esta gran cosa, o se haya oído otra como ella.
33 ¿Ha oído pueblo alguno la voz de Elohím, hablando de en medio del fuego, como tú la has oído, sin perecer?
34 ¿O ha intentado Elohím venir a tomar para sí una nación de en medio de otra nación, con pruebas, con señales, y prodigios, con guerra, y mano poderosa y brazo extendido, y actos terribles, según todo lo que YHVH, su Elohím hizo por ustedes en Mitzráim (Egipto) ante tus ojos?
35 A ti te fue mostrado, para que supieses que YHVH es Elohím, y no hay otro fuera de él.
36 Desde los cielos te hizo oír su voz, para enseñarte; y sobre la tierra te mostró su gran fuego, y has oído sus palabras de en medio del fuego.
37 Y por cuanto él amó a tus padres, escogió a su descendencia después de ellos, y te sacó de Mitzráim (Egipto) con su presencia y con su gran poder,
38 para echar de delante de tu presencia naciones grandes y más fuertes que tú, y para introducirte y darte su tierra por heredad [posesión territorial], como hoy.
39 Aprende pues, hoy, y reflexiona en tu corazón que YHVH es Elohím arriba en el cielo y abajo en la tierra, y no hay otro.
40 Y guarda sus estatutos y sus mandamientos, los cuales yo te mando hoy, para que te vaya bien a ti y a tus hijos después de ti, y prolongues tus días sobre la tierra que YHVH tu Elohím te da «para siempre.»
Las ciudades de refugio
41 Entonces apartó Moshé tres ciudades a este lado del Yardén al nacimiento del sol,
42 para que huyese allí el homicida que matase a su prójimo sin intención, sin haber tenido enemistad con él «nunca antes;» y que huyendo a una de estas ciudades salvase su vida:
43 a Bétzer en el desierto, en tierra de la llanura, para la [tribu] rubení; Ramot en Guilad para la [tribu] gadí, y al Golán en Bashán, para la [tribu] menashí.
Recapitulación de la entrega de la Torá
44 Esta, pues, es la Torá que Moshé puso delante de los hijos de Israel.
45 Estos son los testimonios, los estatutos y los decretos que habló Moshé a los hijos de Israel cuando salieron de Mitzráim (Egipto);
46 a este lado del Yardén, en el valle delante de Betpeor, en la tierra de Sijón rey del emorí que habitaba en Jeshbón, al cual derrotó Moshé con los hijos de Israel, cuando salieron de Mitzráim (Egipto);
47 y poseyeron su tierra, y la tierra de Óg rey de Bashán; dos reyes del emorí que estaban de este lado del Yardén, al oriente.
48 Desde Aroer, que está junto a la ribera del arroyo de Arnón, hasta el monte de Sion, que es Jermón;
49 y todo el Arabá de este lado del Yardén, al oriente, hasta el mar del Arabá, al pie de las laderas del Pisgá.
Los Diez Palabras
1 Llamó Moshé a todo Israel y les dijo: Escucha, Israel, los estatutos y decretos que yo hablo hoy en los oídos de ustedes; apréndanlos, y guárdenlos, para ponerlos por obra.
2 YHVH nuestro Elohím hizo pacto (alianza) con nosotros en Jorév.
3 No con nuestros padres hizo YHVH este pacto, sino con nosotros todos los que estamos aquí hoy vivos.
4 Cara a cara habló YHVH con ustedes en el monte de en medio del fuego.
5 Yo estaba entonces entre YHVH y ustedes, para declararles la palabra de YHVH; porque ustedes tuvieron temor del fuego, y no subieron al monte. Dijo:
6 Yo soy YHVH tu Elohím, que te saqué de tierra de Mitzráim (Egipto), de casa de servidumbre.
7 No tendrás dioses ajenos delante de mí.
8 No harás para ti escultura, ni imagen alguna de cosa que está arriba en los cielos, ni abajo en la tierra, ni en las aguas debajo de la tierra.
9 No te inclinarás a ellas ni las servirás; porque yo soy YHVH tu Elohím, fuerte, celoso, que visito la maldad de los padres sobre los hijos hasta la tercera y cuarta generación de los que me aborrecen,
10 y que hago misericordia a millares, a los que me aman y guardan mis mandamientos.
11 No tomarás el nombre de YHVH tu Elohím en vano; porque YHVH no dará por inocente al que tome su nombre en vano.
12 Guarda el día de shabát (cesé) para santificarlo, como YHVH tu Elohím te ordeno.
13 Seis días trabajarás, y harás toda tu obra;
14 mas el séptimo día es reposo a YHVH tu Elohím; ninguna obra harás tú, ni tu hijo, ni tu hija, ni tu esclavo, ni tu sierva, ni tu buey, ni tu asno, ni ningún animal tuyo, ni el extranjero que está dentro de tus puertas, para que descanse tu esclavo y tu sierva como tú.
15 Acuérdate que fuiste esclavo en tierra de Egipto, y que YHVH tu Elohím te sacó de allá con mano fuerte y brazo extendido; por lo cual YHVH tu Elohím te ha mandado que guardes el día de reposo.
16 Honra a tu padre y a tu madre, como YHVH tu Elohím te ha mandado, para que sean prolongados tus días, y para que te vaya bien sobre la tierra que YHVH tu Elohím te da.
17 No asesinaras.
18 No cometerás adulterio.
19 No hurtarás (robarás).
20 No presentaras falso testimonio contra tu prójimo.
21 No codiciarás la mujer de tu prójimo, ni desearás la casa de tu prójimo, ni su tierra, ni su esclavo, ni su sierva, ni su buey, ni su asno, ni cosa alguna de tu prójimo.
El terror del pueblo
22 Estas palabras habló YHVH a toda su congregación en el monte, de en medio del fuego, de la nube y de la oscuridad, a gran voz; y no añadió más. Y las escribió en dos tablas de piedra, las cuales me dio a mí.
23 Y sucedió que cuando ustedes oyeron la voz de en medio de las tinieblas, y vieron al monte que ardía en fuego, vinieron a mí, todos los príncipes de sus tribus, y sus ancianos,
24 y dijeron: He aquí YHVH nuestro Elohím nos ha mostrado su gloria y su grandeza, y hemos oído su voz de en medio del fuego; hoy hemos visto que YHVH habla al hombre, y éste aún vive.
25 Ahora, pues, ¿por qué vamos a morir? Porque este gran fuego nos consumirá; si oyéremos otra vez la voz de YHVH nuestro Elohím, moriremos.
26 Porque ¿qué «es el hombre,» para que oiga la voz del Elohím viviente que habla de en medio del fuego, como nosotros la oímos, y aún viva?
27 Acércate tú, y oye todas las cosas que dijere YHVH nuestro Elohím; y tú nos dirás todo lo que YHVH nuestro Elohím te dijere, y nosotros oiremos y haremos.
28 Y oyó YHVH la voz de sus palabras cuando me hablaban, y me dijo YHVH: He oído la voz de las palabras de este pueblo, que ellos te han hablado; bien está todo lo que han dicho.
29 ¡Quién diera que tuviesen tal corazón, que me temiesen y guardasen todos los días todos mis mandamientos, para que a ellos y a sus hijos les fuese bien para siempre!
30 Ve y diles: Vuelvan a sus tiendas.
31 Y tú quédate aquí conmigo, y te diré todos los mandamientos y estatutos y decretos que les enseñarás, a fin de que los pongan ahora por obra en la tierra que yo les doy por posesión.
32 Vean, pues, que hagan como YHVH su Elohím les ha mandado; no se aparten a diestra ni a siniestra.
33 Anden en todo el camino que YHVH su Elohím les ha mandado, para que vivan y les vaya bien, y tengan largos días en la tierra que han de poseer.
El gran mandamiento
1 Y este es el mandamiento, los estatutos y decretos que YHVH su Elohím ordenó enseñarles, para que los pongan por obra en la tierra a la cual pasan ustedes para tomarla;
2 a fin de que temas a YHVH tu Elohím, para guardar todos sus mandamientos que yo te ordeno, tú, tu hijo, y el hijo de tu hijo, todos los días de tu vida,
para que tus días sean prolongados.
3 Oye, pues, oh Israel, y cuida de ponerlos por obra, para que te vaya bien en la tierra que fluye leche y miel, y se multipliquen, como te ha dicho YHVH el Elohím de tus padres.
4 Oye, Israel: YHVH nuestro Elohím, YHVH uno es.
5 Y amarás a YHVH tu Elohím de todo tu corazón, y de toda tu alma, y con todas tus fuerzas.
6 Y estas palabras que yo te mando hoy, estarán sobre tu corazón;
7 y las repetirás a tus hijos, y hablarás de ellas estando en tu casa, y andando por el camino, y al acostarte, y cuando te levantes.
8 Y las atarás como una señal en tu mano, y estarán como frontales entre tus ojos;
9 y las escribirás en los postes de tu casa, y en tus puertas.
Exhortaciones a la obediencia
10 Cuando YHVH tu Elohím te haya introducido en la tierra que juró a tus padres Avrahám, Itzjáq y Ya’aqóv que te daría, en ciudades grandes y buenas que tú no edificaste,
11 y casas llenas de todo bien, que tú no llenaste, y cisternas cavadas que tú no cavaste, viñas y olivares que no plantaste, y luego que comas y te sacies,
12 cuídate de no olvidarte de YHVH, que te sacó de la tierra de Mitzráim (Egipto), de casa de servidumbre.
13 A YHVH tu Elohím temerás, y a él solo servirás, y por su nombre jurarás.
14 No andarán detrás de dioses ajenos, de los dioses de los pueblos que están en sus contornos;
15 porque el Elohím celoso, YHVH tu Elohím, en medio de ti está; para que no se inflame el furor de YHVH tu Elohím contra ti, y te destruya de sobre la tierra.
16 No tentaran a YHVH su Elohím, como lo tentaron en Masá.
17 Ciertamente deberán guardar (observar) los mandamientos de YHVH su Elohím, y sus testimonios y sus estatutos que te ha ordenado.
18 Y haz lo recto y bueno ante los ojos de YHVH, para que te vaya bien, y entres y poseas la buena tierra que YHVH juró a tus padres;
19 para que él arroje a tus enemigos de la presencia de ti, como YHVH ha dicho.
20 Mañana cuando te preguntare tu hijo, diciendo: ¿Qué significan los testimonios y estatutos y decretos que YHVH nuestro Elohím les mandó?
21 entonces dirás a tu hijo: Nosotros éramos esclavos de Paró en Mitzráim (Egipto), y YHVH nos sacó de Mitzráim (Egipto) con mano poderosa.
22 YHVH hizo señales y milagros grandes y terribles en Mitzráim (Egipto), sobre Paróh y sobre toda su casa, delante de nuestros ojos;
23 y nos sacó de allá, para traernos y darnos la tierra que juró a nuestros padres.
24 Y nos mandó YHVH que cumplamos todos estos estatutos, y que temamos a YHVH nuestro Elohím, para que nos vaya bien todos los días, y para que nos conserve la vida, como hasta hoy.
25 Y tendremos justicia cuando cuidemos de poner por obra todos estos mandamientos delante de YHVH nuestro Elohím, como él nos ha mandado.
Advertencias contra la idolatría de Kená’an
1 Cuando YHVH tu Elohím te lleve a la tierra a la cual tú vas allá para heredarla, y desplace a pueblos numerosos delante de ti, al jiti, al girgashí, al emorí, al kena’aní, al perizí, al jiví y al yevusí, siete naciones mayores y más poderosas que tú,
2 y YHVH tu Elohím las haya entregado delante de ti, y las hayas derrotado, las destruirás del todo; no harás con ellas alianza, ni tendrás de ellas misericordia.
3 Y no emparentarás con ellas; no darás tu hija a su hijo, ni tomarás a su hija para tu hijo.
4 Porque desviará a tu hijo de detrás de mí, y servirán a dioses ajenos; y el furor de YHVH se encenderá sobre ustedes, y te destruirá pronto.
5 Mas así han de hacer con ellos: sus altares destruirán, y quebraran sus estatuas, y destruirán sus imágenes de Asherá, y quemaran sus esculturas en el fuego.
Un pueblo santo para YHVH
6 Porque tú eres pueblo santo para YHVH tu Elohím; YHVH tu Elohím te ha escogido para serle un pueblo especial, más que todos los pueblos que están sobre la tierra.
7 No por ser ustedes más que todos los pueblos les ha querido YHVH y les ha escogido, pues ustedes eran el más insignificante de todos los pueblos;
8 sino por cuanto YHVH les amó, y quiso guardar el juramento que juró a sus padres, les ha sacado YHVH con mano poderosa, y les ha rescatado de servidumbre, de la mano de Paró rey de Mitzráim (Egipto).
9 Conoce, pues, que YHVH tu Elohím es Elohím, Elohím fiel, que guarda el pacto y la misericordia a los que le aman y guardan sus mandamientos, hasta mil generaciones;
10 y que da el pago «en persona» al que le aborrece, destruyéndolo; y no se demora con el que le odia, «en persona» le dará el pago.
11 Guarda, por tanto, los mandamientos, estatutos y decretos que yo te mando hoy que cumplas.
Parashat Ékev
Bendiciones de la obediencia
12 Y por haber oído estos decretos y haberlos guardado y puesto por obra, YHVH tu Elohím guardará contigo el pacto y la misericordia que juró a tus padres.
13 Y te amará, te bendecirá y te multiplicará, y bendecirá el fruto de tu vientre y el fruto de tu tierra, tu grano, tu mosto, tu aceite, la cría de tus vacas, y los rebaños de tus ovejas, en la tierra que juró a tus padres que te daría.
14 Bendito serás más que todos los pueblos; no habrá en ti varón ni hembra estéril, ni en tus ganados.
15 Y quitará YHVH de ti toda enfermedad; y todas las malas plagas de Mitzráim (Egipto), que tú conoces, no las pondrá sobre ti, antes las pondrá sobre todos los que te aborrecieren.
16 Y consumirás a todos los pueblos que te da YHVH tu Elohím; no los perdonará tu ojo, ni servirás a sus dioses, porque te será tropiezo.
17 Si dijeres en tu corazón: Estas naciones son mucho más numerosas que yo; ¿cómo las podré exterminar?
18 no tengas temor de ellas; acuérdate bien de lo que hizo YHVH tu Elohím con Paró y con todo Mitzráim (Egipto);
19 de las grandes pruebas que vieron tus ojos, y de las señales y milagros, y de la mano poderosa y el brazo extendido con que YHVH tu Elohím te sacó; así hará YHVH tu Elohím con todos los pueblos de cuya presencia tú temieres.
20 También enviará YHVH tu Elohím tzirá sobre ellos, hasta que perezcan los que quedaren y los que se hubieren escondido de delante de ti.
21 No desmayes delante de ellos, porque YHVH tu Elohím está en medio de ti, Elohím grande y temible.
22 Y YHVH tu Elohím echará a estas naciones de la presencia de ti poco a poco; no podrás acabar con ellas en seguida, para que las fieras del campo no se aumenten contra ti.
23 Mas YHVH tu Elohím las entregará delante de ti, y él las quebrantará con grande destrozo, hasta que sean destruidas.
24 El entregará sus reyes en tu mano, y tú destruirás el nombre de ellos de debajo del cielo; «nadie» te hará frente hasta que los destruyas.
25 Las esculturas de sus elohím quemarás en el fuego; no codiciarás plata ni oro de ellas para tomarlo para ti, para que no tropieces en ello, pues es abominación a YHVH tu Elohím;
26 y no traerás cosa abominable a tu casa, para que no seas anatema; del todo la aborrecerás y la abominarás, porque es anatema.
La buena tierra que han de poseer
1 Cuidaran de poner por obra todo mandamiento que yo les ordeno hoy, para que vivan, y sean multiplicados, y entren y posean la tierra que YHVH prometió con juramento a sus padres.
2 Y te acordarás de todo el camino por donde te ha traído YHVH tu Elohím estos cuarenta años en el desierto, para afligirte, para probarte, para saber lo que había en tu corazón, si habías de guardar o no sus mandamientos.
3 Y te afligió, y te hizo tener hambre, y te sustentó con maná, comida que no conocías tú, ni tus padres la habían conocido, para hacerte saber que no sólo de pan vivirá el hombre, mas de todo lo que sale de la boca de YHVH vivirá el hombre.
4 Tu vestido nunca se envejeció sobre ti, ni el pie se te ha hinchado en estos cuarenta años.
5 Reconoce asimismo en tu corazón, que como castiga el hombre a su hijo, así YHVH tu Elohím te castiga.
6 Cumplirás, pues, los mandamientos de YHVH tu Elohím, andando en sus caminos, y temiéndole.
7 Porque YHVH tu Elohím te introduce en la
buena tierra, tierra de arroyos, de aguas, de fuentes y de manantiales, que brotan en vegas y montes;
8 tierra de trigo y cebada, de vides, higueras y granados; tierra de olivos, de aceite y de miel;
9 tierra en la cual no comerás el pan con escasez, ni te faltará nada en ella; tierra cuyas piedras son hierro, y de cuyos montes sacarás cobre.
10 Y comerás y te saciarás, y bendecirás a YHVH tu Elohím por la buena tierra que te habrá dado.
Amonestación de no olvidar a Elohím
11 Cuídate de no olvidarte de YHVH tu Elohím, para cumplir sus mandamientos, sus decretos y sus estatutos que yo te ordeno hoy;
12 no suceda que comas y te sacies, y edifiques buenas casas en que habites,
13 y tus vacas y tus ovejas se aumenten, y la plata y el oro se te multipliquen, y todo lo que tuvieres se aumente;
14 y se enorgullezca tu corazón, y te olvides de YHVH tu Elohím, que te sacó de tierra de Mitzráim (Egipto), de casa de servidumbre;
15 que te hizo caminar por un desierto grande y espantoso, lleno de serpientes ardientes, y de escorpiones, y de sed, donde no había agua, y él te sacó agua de la roca del pedernal;
16 que te sustentó con maná en el desierto, comida que tus padres no habían conocido, afligiéndote y probándote, para después hacerte bien;
17 y digas en tu corazón: Mi poder y la fuerza de mi mano me han traído esta riqueza.
18 Sino acuérdate de YHVH tu Elohím, porque él te da el poder para hacer las riquezas, a fin de confirmar su pacto (alianza, convenio) que juró a tus padres, como en este día.
19 Mas si llegares a olvidarte de YHVH tu Elohím y anduvieres detrás de elohím ajenos, y les sirvieres y a ellos te inclinares, yo lo afirmo hoy contra ustedes, que de cierto perecerán.
20 Como las naciones que YHVH destruirá delante de ustedes, así perecerán, por cuanto no habrán atendido a la voz de YHVH su Elohím.
Elohím destruirá a las naciones de Kená’an
1 Oye, Israel: tú vas hoy a pasar el Yardén, para entrar a desposeer a naciones más numerosas y más poderosas que tú, ciudades grandes y amuralladas hasta el cielo;
2 un pueblo grande y alto, hijos de los anakím, de los cuales tienes tú conocimiento, y has oído decir: ¿Quién se sostendrá delante de los hijos de Anáq?
3 Entiende, pues, hoy, que es YHVH tu Elohím el que pasa delante de ti como fuego consumidor, que los destruirá y humillará delante de ti; y tú los echarás, y los destruirás en seguida, como YHVH te ha dicho.
4 No pienses en tu corazón cuando YHVH tu Elohím los haya echado de la presencia [de delante] de ti, diciendo: Por mi justicia me ha traído YHVH a poseer esta tierra; pues por la impiedad de estas naciones YHVH las arroja de la presencia [de delante] de ti.
5 No por tu justicia, ni por la rectitud de tu corazón entras a poseer la tierra de ellos, sino por la impiedad de estas naciones YHVH tu Elohím las arroja de la presencia [de delante] de ti, y para confirmar la palabra que YHVH juró a tus padres Avrahám, Itzjáq y Ya'aqóv.
La rebelión de Israel en Jorév
6 Por tanto, sabe que no es por tu justicia que YHVH tu Elohím te da esta buena tierra para tomarla; porque pueblo duro de cerviz eres tú.
7 Acuérdate, no olvides que has provocado la ira de YHVH tu Elohím en el desierto; desde el día que saliste de la tierra de Egipto, hasta que entraron en este lugar, han sido rebeldes a YHVH.
8 En Jorév provocaron a ira a YHVH, y se enojó YHVH contra ustedes para destruirles.
9 Cuando yo subí al monte para recibir las tablas de piedra, las tablas del pacto que YHVH hizo con ustedes, estuve entonces en el monte cuarenta días y cuarenta noches, sin comer pan ni beber agua;
10 y me dio YHVH las dos tablas de piedra escritas con el dedo de Elohím; y en ellas estaba escrito según todas las palabras que les habló YHVH en el monte, de en medio del fuego, el día de la asamblea.
11 Sucedió al fin de los cuarenta días y cuarenta noches, que YHVH me dio las dos tablas de piedra, las tablas del pacto.
12 Y me dijo YHVH: Levántate, desciende pronto de aquí, porque tu pueblo que sacaste de Mitzráim (Egipto) se ha corrompido; pronto se han apartado del camino que yo les mandé; se han hecho una imagen de fundición.
13 Y me habló YHVH, diciendo: He observado a ese pueblo, y he aquí que es pueblo duro de cerviz.
14 Déjame que los destruya, y borre su nombre de debajo del cielo, y yo te pondré sobre una nación fuerte y mucho más numerosa que ellos.
15 Y volví y descendí del monte, el cual ardía en fuego, con las tablas del pacto [alianza, convenio, acuerdo] en mis dos manos.
16 Y miré, y he aquí habían errado contra YHVH su Elohím; se habían hecho un becerro de fundición, apartándose pronto del camino que YHVH les había mandado.
17 Entonces tomé las dos tablas y las arrojé de mis dos manos, y las quebré delante de sus ojos.
18 Y me postré delante de YHVH como antes, cuarenta días y cuarenta noches; no comí pan ni bebí agua, a causa de todo su [de ustedes] pecado que habían cometido haciendo el mal ante los ojos de YHVH para enojarlo.
19 Porque temí a «causa» del furor y de la ira con que YHVH estaba enojado contra ustedes para destruirles. Pero YHVH me escuchó aun esta vez.
20 Contra Aharón también se enojó YHVH enteramente para destruirlo; y también oré por Aharón en aquel entonces.
21 Y tomé el objeto de su [ustedes] pecado, el becerro que habían hecho, y lo quemé en el fuego, y lo desmenucé moliéndolo muy bien, hasta que fue reducido a polvo; y eché el polvo de él en el arroyo que descendía del monte.
22 También en Tav’erá, en Masah y en Kivrót hátaavá provocaron a ira a YHVH.
23 Y cuando YHVH les envió desde Kadésh-Barnéa, diciendo: Suban y posean la tierra que yo les he dado, también fueron rebeldes «al mandato de» YHVH su [de ustedes] Elohím, y no le creyeron, ni obedecieron a su voz.
24 Rebeldes han sido a YHVH desde el día que yo les conozco.
25 Me postré, pues, delante de YHVH; cuarenta días y cuarenta noches estuve postrado, porque YHVH dijo que les había de destruir.
26 Y oré a YHVH, diciendo: Oh Señor YHVH, no destruyas a tu pueblo y a tu heredad que has redimido con tu grandeza, que sacaste de Mitzráim (Egipto) con mano poderosa.
27 Acuérdate de tus sirvientes Avrahám, Itzjáq y Ya'aqóv; no mires a la dureza de este pueblo, ni a su impiedad ni a su error,
28 no sea que digan los de la tierra de donde nos sacaste: Por cuanto no pudo YHVH introducirlos en la tierra que les había prometido, o porque los aborrecía, los sacó para matarlos en el desierto.
29 Y ellos son tu pueblo y tu heredad, que sacaste con tu gran poder y con tu brazo extendido.
El pacto renovado
1 En aquel tiempo YHVH me dijo: Lábrate dos tablas de piedra como las primeras, y sube a mí al monte, y hazte un arca de madera;
2 y escribiré en aquellas tablas las palabras que estaban en las primeras tablas que quebraste; y las pondrás en el arca.
3 E hice un arca de madera de acacia, y labré dos tablas de piedra como las primeras, y subí al monte con las dos tablas en mi mano.
4 Y escribió en las tablas conforme a la primera escritura, los diez mandamientos que YHVH les había hablado en el monte de en medio del fuego, el día de la asamblea; y me las dio YHVH.
5 Y volví y descendí del monte, y puse las tablas en el arca que había hecho; y allí están, como YHVH me mandó.
6 (Después salieron los hijos de Israel de los pozos de benei Ya'aqán a Moserá; allí murió Aharón, y allí fue sepultado, y en lugar suyo tuvo la kehuná su hijo El'azár.
7 De allí partieron a Gudgod, y de Gudgod a Yotvat, tierra de arroyos de aguas.
8 En aquel tiempo apartó YHVH la tribu de Leví para que llevase el arca del pacto de YHVH, para que estuviese delante de YHVH para servirle, y para bendecir en su nombre, hasta hoy,
9 por lo cual Leví no tuvo parte ni heredad con sus hermanos; YHVH es su heredad, como YHVH tu Elohím le dijo.)
10 Y yo estuve en el monte como los primeros días, cuarenta días y cuarenta noches; y YHVH también me escuchó esta vez, y no quiso YHVH destruirte.
11 Y me dijo YHVH: Levántate, anda, para que marches delante del pueblo, para que entren y posean la tierra que juré a sus padres que les había de dar.
Lo que Elohím exige
12 Ahora, pues, Israel, ¿qué pide YHVH tu Elohím de ti, sino que temas a YHVH tu Elohím, que andes en todos sus caminos, y que lo ames, y sirvas a YHVH tu Elohím con todo tu corazón y con toda tu alma;
13 que guardes los mandamientos de YHVH y sus estatutos, que yo te prescribo hoy, para
que tengas prosperidad?
14 He aquí, de YHVH tu Elohím son los cielos, y los cielos de los cielos, la tierra, y todas las cosas que hay en ella.
15 Solamente de tus padres se agradó YHVH para amarlos, y escogió su descendencia después de ellos, a ustedes, de entre todos los pueblos, como en este día.
16 Circunciden, pues, el prepucio de su corazón, y no endurezcan más su cerviz.
17 Porque YHVH su Elohím es Elohím de dioses y Señor de señores, Elohím grande, poderoso y temible, que no «hace acepción de personas,» ni toma cohecho;
18 que hace justicia al huérfano y a la viuda; que ama también al extranjero dándole pan y vestido.
19 Amaran, pues, al extranjero; porque extranjeros fueron en la tierra de Mitzráim (Egipto).
20 A YHVH tu Elohím temerás, a él solo servirás, a él seguirás, y por su nombre jurarás.
21 El es el objeto de tu alabanza, y él es tu Elohím, que ha hecho contigo estas cosas grandes y terribles que tus ojos han visto.
22 Con setenta personas descendieron tus padres a Mitzráim (Egipto), y ahora YHVH te ha hecho como las estrellas del cielo en multitud.
La grandeza de YHVH
1 Amarás, pues, a YHVH tu Elohím, y cumplirás sus ordenanzas, estatutos, decretos y mandamientos, todos los días.
2 Y comprendan hoy, porque no hablo con sus hijos que no han sabido ni visto el castigo de YHVH su Elohím, su grandeza, su mano poderosa, y su brazo extendido,
3 y sus señales, y sus obras que hizo en medio de Egipto a Paró rey de Mitzráim (Egipto), y a toda su tierra;
4 y lo que hizo al ejército de Mitzráim, a sus caballos y a sus carros; cómo precipitó las aguas del Yam Súf sobre ellos, cuando venían tras ustedes, y YHVH los destruyó hasta hoy;
5 y lo que ha hecho con ustedes en el desierto, hasta que han llegado a este lugar;
6 y lo que hizo con Datán y Avirám, hijos de Eliáv hijo de Reuvén; cómo abrió su boca la tierra, y los tragó con sus familias, sus tiendas, y todo su ganado, en medio de todo Israel.
7 Mas sus ojos han visto todas las grandes obras que YHVH ha hecho.
Bendiciones de la Tierra Prometida
8 Guarden, pues, todos los mandamientos que yo les prescribo hoy, para que sean fortalecidos, y entren y posean la tierra a la cual pasan para tomarla;
9 y para que les sean prolongados los días sobre la tierra, de la cual juró YHVH a sus padres, que había de darla a ellos y a su descendencia, tierra que fluye leche y miel.
10 La tierra a la cual entras para tomarla no es como la tierra de Mitzráim (Egipto) de donde han salido, donde sembrabas tu semilla, y regabas con tu pie, como huerto de hortaliza.
11 La tierra a la cual pasan para tomarla es
tierra de montes y de vegas, que bebe las aguas de la lluvia del cielo;
12 tierra de la cual YHVH tu Elohím cuida; siempre están sobre ella los ojos de YHVH tu Elohím, desde el principio del año hasta el fin.
13 Si obedecieren cuidadosamente a mis mandamientos que yo les prescribo hoy, amando a YHVH su Elohím, y sirviéndole con todo su corazón, y con toda su alma,
14 yo daré la lluvia de su tierra a su tiempo, la temprana y la tardía; y recogerás tu grano, tu vino y tu aceite.
15 Daré también hierba en tu campo para tus ganados; y comerás, y te saciarás.
16 Guárdense, pues, que su corazón no se infatúe, y se aparten y sirvan a elohím ajenos, y se inclinen a ellos;
17 y se encienda el furor de YHVH sobre ustedes, y cierre los cielos, y no haya lluvia, ni la tierra dé su fruto, y perezcan pronto de la buena tierra que les da YHVH.
18 Por tanto, pondrán estas mis palabras en su corazón y en su alma, y las ataran como señal en su mano, y serán por frontales entre sus ojos.
19 Y las enseñaran a sus hijos, hablando de ellas cuando te sientes en tu casa, cuando andes por el camino, cuando te acuestes, y cuando te levantes,
20 y las escribirás en los postes de tu casa, y en tus puertas;
21 para que sean sus días, y los días de sus hijos, tan numerosos sobre la tierra que YHVH juró a sus padres que les había de dar, como los días de los cielos sobre la tierra.
22 Porque si cumplieren cuidadosamente todos estos mandamientos que yo les prescribo para que los cumplan, y si amaren a YHVH su Elohím, andando en todos sus caminos, y siguiéndole a él,
23 YHVH también echará de delante de ustedes a todas estas naciones, y desposeerán naciones grandes y más poderosas que ustedes.
24 Todo lugar que pisare la planta de su pie será suyo; desde el desierto hasta el Líbano, desde el río Perát hasta el mar occidental será su territorio.
25 Nadie se sostendrá delante de ustedes; miedo y temor de ustedes pondrá YHVH su Elohím sobre toda la tierra que pisaren, como él les ha dicho.
Parashat Reé
26 He aquí yo pongo hoy delante de ustedes la bendición y la maldición:
27 la bendición, si oyeren los mandamientos de YHVH su Elohím, que yo les prescribo hoy,
28 y la maldición, si no oyeren los mandamientos de YHVH su Elohím, y se apartaren del camino que yo les ordeno hoy, para ir detrás de dioses ajenos que no han conocido.
29 Y cuando YHVH tu Elohím te haya introducido en la tierra a la cual vas para tomarla, pondrás la bendición sobre el monte Gerizim, y la maldición sobre el monte Evál,
30 los cuales están al otro lado del Yardén, tras el camino del «occidente» en la tierra del kena’aní, que habita en el Arabá frente a Gilgal, junto al encinar de More.
31 Porque ustedes pasan el Yardén para ir a poseer la tierra que les da YHVH su Elohím; y la tomaran, y habitaran en ella.
32 Cuidaran, pues, de cumplir todos los estatutos y decretos que yo presento hoy delante de ustedes.
El santuario único
1 Estos son los estatutos y decretos que cuidaran de poner por obra en la tierra que YHVH el Elohím de tus padres te ha dado para que tomes posesión de ella, todos los días que ustedes vivieren sobre la tierra.
2 Destruirán enteramente todos los lugares donde las naciones que ustedes heredaran sirvieron a sus dioses, sobre los montes altos, y sobre los collados, y debajo de todo árbol frondoso.
3 Derribaran sus altares, y quebraran sus estatuas, y sus imágenes de Asherá consumirán con fuego; y destruirán las esculturas de sus dioses, y raerán su nombre de aquel lugar.
4 No harán así a YHVH su Elohím,
5 sino que el lugar que YHVH su Elohím escogiere de entre todas sus tribus, para poner allí su nombre para su habitación, ése buscaran, y allá irán.
6 Y allí llevaran sus holocaustos, sus [de ustedes] sacrificios, sus diezmos, y la ofrenda elevada de sus manos, sus votos, sus ofrendas voluntarias, y las primicias de sus vacas y de sus ovejas;
7 y comerán allí delante de YHVH su Elohím, y se alegrarán, ustedes y sus familias, en toda obra de sus manos en la cual YHVH tu Elohím te hubiere bendecido.
8 No harán como todo lo que hacemos nosotros aquí ahora, «cada uno» lo que bien «le parece,»
9 porque hasta ahora no han entrado al reposo y a la heredad que les da YHVH su Elohím.
10 Mas pasaran el Yardén, y habitaran en la tierra que YHVH su Elohím les hace heredar; y él les dará reposo de todos sus enemigos alrededor, y habitaran seguros.
11 Y al lugar que YHVH su Elohím escogiere para poner en él su nombre, allí llevaran todas las cosas que yo les mando: sus [ofrendas de] ascensión, sus sacrificios, sus diezmos, las ofrendas elevadas de sus manos, y todo lo escogido de los votos que hubieren prometido a YHVH.
12 Y se alegraran delante de YHVH su Elohím, ustedes, sus hijos, sus hijas, sus esclavos y sus siervas, y el levita que habite en sus poblaciones; por cuanto no tiene parte ni heredad con ustedes.
13 Cuídate de no ofrecer tus holocaustos en cualquier lugar que vieres;
14 sino que en el lugar que YHVH escogiere, en una de tus tribus, allí ofrecerás tus holocaustos, y allí harás todo lo que yo te mando.
15 Con todo, podrás matar y comer carne en todas tus poblaciones conforme a tu deseo, según la bendición que YHVH tu Elohím te haya dado; el impuro y el puro la podrá comer, como la de gacela o de ciervo.
16 Solamente que sangre no comerán; sobre la tierra la derramaran como agua.
17 Ni comerás en tus poblaciones el diezmo de tu grano, de tu vino o de tu aceite, ni las primicias de tus vacas, ni de tus ovejas, ni los votos que prometieres, ni las ofrendas voluntarias, ni las ofrendas elevadas de tus manos;
18 sino que delante de YHVH tu Elohím las comerás, en el lugar que YHVH tu Elohím hubiere escogido, tú, tu hijo, tu hija, tu siervo, tu sierva, y el levita que habita en tus poblaciones; te alegrarás delante de YHVH tu Elohím de toda la obra de tus manos.
19 Ten cuidado de no desamparar al levita en todos tus días sobre la tierra
20 Cuando YHVH tu Elohím ensanchare tu territorio, como él te ha dicho, y tú dijeres: Comeré carne, porque deseaste comerla, «conforme a lo que deseaste» podrás comer.
21 Si estuviere lejos de ti el lugar que YHVH tu Elohím escogiere para poner allí su nombre, podrás matar de tus vacas y de tus ovejas que YHVH te hubiere dado, como te he mandado yo, y comerás en tus puertas «según todo lo que deseares.»
22 Lo mismo que se come la gacela y el ciervo, así las podrás comer; el impuro y el puro podrán comer también de ellas.
23 Solamente que te mantengas firme en no comer sangre; porque la sangre es la vida, y no comerás la vida juntamente con su carne.
24 No la comerás; en tierra la derramarás como agua.
25 No comerás de ella, para que te vaya bien a ti y a tus hijos después de ti, cuando hicieres lo recto ante los ojos de YHVH.
26 Pero las cosas que hubieres consagrado, y tus votos, las tomarás, y vendrás con ellas al lugar que YHVH hubiere escogido;
27 y ofrecerás tus holocaustos, la carne y la sangre, sobre el altar de YHVH tu Elohím; y la sangre de tus sacrificios será derramada sobre el altar de YHVH tu Elohím, y podrás comer la carne.
28 Guarda y escucha todas estas palabras que yo te mando, para que haciendo lo bueno y lo recto ante los ojos de YHVH tu Elohím, te vaya bien a ti y a tus hijos después de ti para siempre.
Advertencias contra la idolatría
29 Cuando YHVH tu Elohím haya destruido delante de ti las naciones adonde tú vas para poseerlas, y las heredes, y habites en su tierra,
30 guárdate que no tropieces yendo detrás de ellas, después que sean destruidas delante de ti; no preguntes acerca de sus elohím, diciendo: De la manera que servían aquellas naciones a sus elohím, yo también les serviré.
31 No harás así a YHVH tu Elohím; porque toda cosa abominable que YHVH aborrece, hicieron ellos a sus elohím; pues aún a sus hijos y a sus hijas quemaban en el fuego a sus elohím.
32 Cuidarás de hacer todo lo que yo te mando; no añadirás a ello, ni de ello quitarás.
Los falsos profetas
1 Cuando se levantare en medio de ti profeta, o soñador de sueños, y te anunciare señal o prodigios,
2 y si se cumpliere la señal o prodigio que él te anunció, diciendo: Vamos detrás de elohím ajenos, que no conociste, y sirvámosles;
3 no darás oído a las palabras de tal profeta, ni al tal soñador de sueños; porque YHVH su Elohím les está probando, para saber si aman a YHVH su Elohím con todo su corazón, y con toda su alma.
4 Detrás de YHVH su Elohím andarán; a él temerán, cumplirán sus mandamientos y escucharan su voz, a él servirán, y a él seguirán.
5 Tal profeta o soñador de sueños ha de ser muerto, por cuanto aconsejó rebelión contra YHVH su Elohím que te sacó de tierra de Egipto y te rescató de casa de servidumbre, y trató de apartarte del camino por el cual YHVH tu Elohím te mandó que anduvieses; y así quitarás el mal de en medio de ti.
6 Si te incitare tu hermano, hijo de tu madre, o tu hijo, tu hija, tu mujer o tu amigo «íntimo,» diciendo en secreto: Vamos y sirvamos a elohím ajenos, que ni tú ni tus padres conocieron,
7 de los elohím de los pueblos que están en sus alrededores, cerca de ti o lejos de ti, desde un extremo de la tierra hasta el otro extremo de ella;
8 no consentirás con él, ni le prestarás oído; ni tu ojo le compadecerá, ni le tendrás misericordia, ni lo encubrirás,
9 sino que lo matarás; tu mano se alzará primero sobre él para matarle, y después la mano de todo el pueblo.
10 Le apedrearás hasta que muera, por cuando cuanto procuró apartarte de YHVH tu Elohím, que te sacó de tierra de Egipto, de casa de servidumbre;
11 para que todo Israel oiga, y tema, y no vuelva a hacer en medio de ti cosa semejante a esta.
12 Si oyeres que se dice de alguna de tus ciudades que YHVH tu Elohím te da para vivir en ellas,
13 que han salido de en medio de ti hombres impíos (irreverentes y sin Torá) que han instigado a los habitantes de su ciudad, diciendo: Vamos y sirvamos a dioses ajenos, que ustedes no conocieron;
14 tú averiguarás, y buscarás y preguntarás con diligencia; y si pareciere verdad, cosa cierta, que tal abominación se hizo en medio de ti,
15 irremisiblemente herirás a «filo de» espada a los habitantes de aquella ciudad, destruyéndola con todo lo que en ella hubiere, y también matarás sus ganados a «filo de» espada.
16 Y juntarás todo su botín en medio de la plaza, y consumirás con fuego la ciudad y todo su botín, todo ello, como ofrenda de ascensión a YHVH tu Elohím, y llegará a ser un montón de ruinas para siempre; nunca más será edificada.
17 Y no se pegará a tu mano nada del anatema, para que YHVH se aparte del ardor de su ira, y tenga de ti misericordia, y tenga compasión de ti, y te multiplique, como lo juró a tus padres,
18 cuando obedecieres a la voz de YHVH tu Elohím, guardando todos sus mandamientos que yo te mando hoy, para hacer lo recto ante los ojos de YHVH tu Elohím.
1 Hijos son de YHVH su Elohím; no se cortarán el cuerpo, ni se raparán a causa de muerto.
2 Porque eres pueblo santo a YHVH tu Elohím, y YHVH te ha escogido para que le seas un pueblo único de entre todos los pueblos que están sobre la tierra.
Animales puros e impuros
3 Nada abominable comerás.
4 Estos son los animales que podrán comer: el buey, la oveja, la cabra,
5 el ciervo, la gacela, el corzo, la cabra montés, el íbice, el antílope y el carnero montés.
6 Y todo animal de pezuñas, que tiene hendidura de dos uñas, y que rumiare entre los animales, ese podrán comer.
7 Pero estos no comerán, entre los que rumian o entre los que tienen pezuña hendida: camello, liebre y conejo; porque rumian, mas no tienen pezuña hendida, serán impuros;
8 ni cerdo, porque tiene pezuña hendida, mas no rumia; les será impuro. De la carne de éstos no comerán, ni tocarán sus cuerpos muertos.
9 De todo lo que está en el agua, de estos podrán comer: todo lo que tiene aleta y escama.
10 Mas todo lo que no tiene aleta y escama, no comerán; impuro será.
11 Toda ave pura podrán comer.
12 Y estas son de las que no podrán comer: el águila, el quebrantahuesos, el azor,
13 el gallinazo, el milano según su especie,
14 todo cuervo según su especie,
15 el avestruz, la lechuza, la gaviota y el gavilán según sus especies,
16 el búho, el ibis, el calamón,
17 el pelícano, el buitre, el somormujo,
18 la cigüeña, la garza según su especie, la abubilla y el murciélago.
19 Todo insecto alado será impuro; no se comerá.
20 Toda ave pura podrán comer.
21 Ninguna cosa mortecina comerán; al extranjero que está en tus poblaciones la darás, y él podrá comerla; o véndela a un extranjero, porque tú eres pueblo santo a YHVH tu Elohím. No cocerás el cabrito en la leche de su madre.
La ley del diezmo
22 Indefectiblemente diezmarás todo el producto del grano que rindiere tu campo «cada año.»
23 Y comerás delante de YHVH tu Elohím en el lugar que él escogiere para poner allí su nombre, el diezmo de tu grano, de tu vino y de tu aceite, y las primicias de tus manadas y de tus ganados, para que aprendas a temer a YHVH tu Elohím todos los días.
24 Y si el camino fuere tan largo que no puedas llevarlo, por estar lejos de ti el lugar que YHVH tu Elohím hubiere escogido para poner en él su nombre, cuando YHVH tu Elohím te bendijere,
25 entonces lo venderás y guardarás el dinero en tu mano, y vendrás al lugar que YHVH tu Elohím escogiere;
26 y darás el dinero por todo lo que deseas, por vacas, por ovejas, por vino, por sidra, o por cualquier cosa que tú deseares; y comerás allí delante de YHVH tu Elohím, y te alegrarás tú y tu familia.
27 Y no desampararás al levita que habitare en tus poblaciones; porque no tiene parte ni heredad contigo.
28 Al fin de cada tres años sacarás todo el diezmo de tus productos de aquel año, y lo guardarás en tus ciudades.
29 Y vendrá el levita, que no tiene parte ni heredad [posesión territorial] contigo, y el extranjero, el huérfano y la viuda que hubiere en tus poblaciones, y comerán y serán saciados; para que YHVH tu Elohím te bendiga en toda obra que tus manos hicieren.
El año de remisión
1 Cada siete años harás remisión.
2 Y esta es la manera de la remisión: perdonará a su deudor todo aquel que hizo empréstito de su mano, con el cual obligó a su prójimo; no lo demandará más a su prójimo, o a su hermano, porque es pregonada la remisión de YHVH.
3 Del extranjero demandarás el reintegro; pero lo que tu hermano tuviere tuyo, lo perdonará tu mano,
4 para que así no haya en medio de ti mendigo; porque YHVH te bendecirá con abundancia en la tierra que YHVH tu Elohím te da por heredad para que la tomes en posesión,
5 si escuchares fielmente la voz de YHVH tu Elohím, para cumplir y ejecutar todos estos mandamientos que yo te ordeno hoy.
6 Ya que YHVH tu Elohím te habrá bendecido, como te ha dicho, prestarás entonces a muchas naciones, mas tú no tomarás prestado; tendrás dominio sobre muchas naciones, pero sobre ti no tendrán dominio.
Préstamos a los pobres
7 Cuando haya en medio de ti menesteroso de alguno de tus hermanos en alguna de tus ciudades, en la tierra que YHVH tu Elohím te da, no endurecerás tu corazón, ni cerrarás tu mano contra tu hermano pobre,
8 sino abrirás a él tu mano liberalmente, y en efecto le prestarás lo que necesite.
9 Guárdate de tener en tu corazón pensamiento perverso, diciendo: Cerca está el año séptimo, el de la remisión, y «mires con malos ojos» a tu hermano menesteroso para no darle; porque él podrá clamar contra ti a YHVH, y se te contará por error.
10 Sin falta le darás, y no serás de mezquino corazón cuando le des; porque por ello te bendecirá YHVH tu Elohím en todos tus hechos, y en todo lo que «emprendas.»
11 Porque no faltarán menesterosos en medio de la tierra; por eso yo te mando, diciendo: Abrirás tu mano a tu hermano, al pobre y al menesteroso en tu tierra.
Leyes sobre los esclavos
12 Si se vendiere a ti tu hermano ivrí o ivriá (hebreo o hebrea), y te hubiere servido seis años, al séptimo le despedirás libre.
13 Y cuando lo despidieres libre, no le enviarás con las manos vacías.
14 Le abastecerás liberalmente de tus ovejas, de tu era y de tu lagar; le darás de aquello en que YHVH te hubiere bendecido.
15 Y te acordarás de que fuiste esclavo en la tierra de Mitzráim (Egipto), y que YHVH tu Elohím te rescató; por tanto yo te mando esto hoy.
16 Si él te dijere: No «te dejaré;» porque te ama a ti y a tu casa, y porque le va bien contigo;
17 entonces tomarás una lezna, y horadarás su oreja contra la puerta, y será tu siervo, para siempre; así también harás a tu criada.
18 No te parezca duro cuando le enviares libre, pues por la mitad del costo de un jornalero te sirvió seis años; y YHVH tu Elohím te bendecirá en todo cuanto hicieres.
Consagración de los primogénitos machos
19 Consagrarás a YHVH tu Elohím todo primogénito macho de tus vacas y de tus ovejas; no te servirás del primogénito de tus vacas, ni trasquilarás el primogénito de tus ovejas.
20 Delante de YHVH tu Elohím los comerás cada año, tú y tu familia, en el lugar que YHVH
escogiere.
21 Y si hubiere en él defecto, si fuere ciego, o cojo, o hubiere en él cualquier falta, no lo sacrificarás a YHVH tu Elohím.
22 En tus poblaciones lo comerás; el impuro lo mismo que el puro comerán de él, como de una gacela o de un ciervo.
23 Solamente que no comas su sangre; sobre la tierra la derramarás como agua.
Fiestas anuales
1 Guardarás el mes de Avív, y harás pésaj a YHVH tu Elohím; porque en el mes de Avív te sacó YHVH tu Elohím de Egipto, de noche.
2 Y sacrificarás la pésaj a YHVH tu Elohím, de las ovejas y de las vacas, en el lugar que YHVH escogiere para que habite allí su nombre.
3 No comerás con ella pan con levadura; siete días comerás con ella pan sin levadura, pan de aflicción, porque aprisa saliste de tierra de Mitzráim (Egipto); para que todos los días de tu vida te acuerdes del día en que saliste de la tierra de Mitzráim (Egipto).
4 Y no se verá levadura contigo en todo tu territorio por siete días; y de la carne que matares en la tarde del primer día, no quedará hasta la mañana.
5 No podrás sacrificar la pésaj en cualquiera de las ciudades que YHVH tu Elohím te da;
6 sino en el lugar que YHVH tu Elohím escogiere para que habite allí su nombre, sacrificarás la pésaj por la tarde a la puesta del sol, a la hora que saliste de Mitzráim.
7 Y la asarás y comerás en el lugar que YHVH tu Elohím hubiere escogido; y por la mañana regresarás y volverás a tu habitación.
8 Seis días comerás pan sin levadura, y el séptimo día será fiesta solemne a YHVH tu Elohím; no trabajarás en él.
9 Siete semanas (shiv’á shávuát) contarás; desde que comenzare a meterse la hoz en las mieses comenzarás a contar las siete (shiv’á) semanas (shavuót).
10 Y harás la fiesta solemne de las semanas a YHVH tu Elohím; de la abundancia voluntaria de tu mano será lo que dieres, según YHVH tu Elohím te hubiere bendecido.
11 Y te alegrarás delante de YHVH tu Elohím, tú, tu hijo, tu hija, tu siervo, tu sierva, el levita que habitare en tus ciudades, y el extranjero, el huérfano y la viuda que estuvieren en medio de ti, en el lugar que YHVH tu Elohím hubiere escogido para poner allí su nombre.
12 Y acuérdate de que fuiste esclavo en Egipto; por tanto, guardarás, y cumplirás estos estatutos.
13 La fiesta solemne de las cabañas (sukót) harás por siete días, cuando hayas hecho la cosecha de tu era y de tu lagar.
14 Y te alegrarás en tus fiestas solemnes, tú, tu hijo, tu hija, tu siervo, tu sierva, y el levita, el extranjero, el huérfano y la viuda que viven en tus poblaciones.
15 Siete días celebrarás fiesta solemne a YHVH tu Elohím en el lugar que YHVH escogiere; porque te habrá bendecido YHVH tu Elohím en todos tus frutos, y en toda la obra de tus manos, y estarás verdaderamente alegre.
16 Tres veces cada año aparecerá todo varón tuyo delante de YHVH tu Elohím en el lugar que él escogiere: en la fiesta solemne de los panes sin levadura, y en la fiesta solemne de las semanas, y en la fiesta solemne de los tabernáculos (sukót). Y ninguno se presentará delante de YHVH con las manos vacías;
17 «cada uno» con la ofrenda de su mano, conforme a la bendición que YHVH tu Elohím te hubiere dado.
Parashat Shoftím
18 Jueces y oficiales pondrás en todas tus ciudades que YHVH tu Elohím te dará en tus tribus, los cuales juzgarán al pueblo con justo juicio.
19 No tuerzas el derecho; no «hagas acepción de personas,» ni tomes soborno; porque el soborno ciega los ojos de los sabios, y pervierte las palabras de los justos.
20 La justicia, la justicia seguirás, para que vivas y heredes la tierra que YHVH tu Elohím te da.
21 No plantarás ningún árbol para Asherá cerca del altar de YHVH tu Elohím, que tú te habrás hecho,
22 ni te levantarás estatua, lo cual aborrece YHVH tu Elohím.
1 No ofrecerás en sacrificio a YHVH tu Elohím, buey o cordero en el cual haya falta o alguna cosa mala, pues es abominación a YHVH tu Elohím.
2 Cuando se hallare en medio de ti, en alguna de tus ciudades que YHVH tu Elohím te da, hombre o mujer que haya hecho mal ante los ojos de YHVH tu Elohím traspasando su pacto,
3 que hubiere ido y servido a elohím ajenos, y se hubiere inclinado a ellos, ya sea al sol, o a la luna, o a todo el ejército del cielo, lo cual yo he prohibido;
4 y te fuere dado aviso, y después que oyeres y hubieres averiguado bien, la cosa pareciere de verdad cierta, que tal abominación ha sido hecha en Israel;
5 entonces sacarás a tus puertas al hombre o a la mujer que hubiere hecho esta mala cosa, sea hombre o mujer, y los apedrearás, y así morirán.
6 Por «dicho de» dos o de tres testigos morirá el que hubiere de morir; no morirá por «el dicho de» un solo testigo.
7 La mano de los testigos caerá primero sobre él para matarlo, y después la mano de todo el pueblo; así quitarás el mal de en medio de ti.
8 Cuando alguna cosa te fuere difícil en el juicio, entre «una clase de homicidio y otra, entre una clase de derecho legal y otra,» y entre una clase de herida y otra, en negocios de litigio en tus ciudades; entonces te levantarás y recurrirás al lugar que YHVH tu Elohím escogiere;
9 y vendrás a los kohaním leviím (sacerdotes levitas), y al juez que hubiere en aquellos días, y averiguarás; y ellos te enseñarán la sentencia del juicio.
10 Y harás «según» la sentencia que te indiquen los del lugar que YHVH escogiere, y cuidarás de hacer según todo lo que te manifiesten.
11 «Según» la ley que te enseñen, y según el juicio que te digan, harás; no te apartarás ni a diestra ni a siniestra de la sentencia que te declaren.
12 Y el hombre que procediere con soberbia, no obedeciendo al kohén que está para ministrar allí delante de YHVH tu Elohím, o al juez, el tal morirá; y quitarás el mal de en medio de Israel.
13 Y todo el pueblo oirá, y temerá, y no se ensoberbecerá.
Instrucciones acerca de un rey
14 Cuando hayas entrado en la tierra que YHVH tu Elohím te da, y tomes posesión de ella y la habites, y digas: Pondré un rey sobre mí, como todas las naciones que están en mis alrededores;
15 ciertamente pondrás por rey sobre ti al que YHVH tu Elohím escogiere; de entre tus hermanos pondrás rey sobre ti; no podrás poner sobre ti a hombre extranjero, que no sea tu hermano.
16 Pero él no aumentará para sí caballos, ni hará volver al pueblo a Mitzráim (Egipto) con el fin de aumentar caballos; porque YHVH les ha dicho: No vuelvan nunca por este camino.
17 Ni tomará para sí muchas mujeres, para que su corazón no se desvíe; ni plata ni oro amontonará para sí en abundancia.
18 Y cuando se siente sobre el trono de su reino, entonces escribirá para sí en un libro una copia de esta ley, del original que está «al cuidado de» los kohaním leviím;
19 y lo tendrá consigo, y leerá en él todos los días de su vida, para que aprenda a temer a YHVH su Elohím, para cumplir todas las palabras de esta Torá y estos estatutos, para ponerlos por obra;
20 para que no se eleve su corazón sobre sus hermanos, ni se aparte del mandamiento a diestra ni a siniestra; a fin de que prolongue sus días en su reino, él y sus hijos, en medio de Israel.
Las porciones de los leviím
1 Los kohaním leviím, es decir, toda la tribu de Leví, no tendrán parte ni heredad en Israel; de las ofrendas quemadas a YHVH y de la heredad (posesión territorial) de él comerán.
2 No tendrán, pues, heredad entre sus hermanos; YHVH es su heredad, como él les ha dicho.
3 Y este será el derecho de los kohaním de parte del pueblo, de los que ofrecieren en sacrificio buey o cordero: darán al kohén la espaldilla, las quijadas y el cuajar.
4 Las primicias de tu grano, de tu vino y de tu aceite, y las primicias de la lana de tus ovejas le darás;
5 porque le ha escogido YHVH tu Elohím de entre todas tus tribus, para que esté para administrar en el nombre de YHVH, él y sus hijos «para siempre.»
6 Y cuando saliere un leví de alguna de tus ciudades de entre todo Israel, donde hubiere vivido, y viniere con todo el deseo de su alma al lugar que YHVH escogiere,
7 ministrará en el nombre de YHVH su Elohím como todos sus hermanos los leviím que estuvieren allí delante de YHVH.
8 «Igual ración» a la de los otros comerá, además de sus patrimonios.
Amonestación contra costumbres foráneas
9 Cuando entres a la tierra que YHVH tu Elohím te da, no aprenderás a hacer según las abominaciones de aquellas naciones.
10 No sea hallado en ti quien haga pasar a su hijo o a su hija por el fuego, ni quien practique adivinación, ni agorero, ni sortílego, ni hechicero,
11 ni encantador, ni adivino, ni mago, ni quien consulte a los muertos.
12 Porque es abominación [cosa repugnante] para con YHVH cualquiera que hace estas cosas, y por estas abominaciones YHVH tu Elohím echa estas naciones de la presencia [de delante] de ti.
13 Perfecto serás delante de YHVH tu Elohím.
14 Porque estas naciones que vas a heredar, a agoreros y a adivinos oyen; mas a ti no te ha permitido esto YHVH tu Elohím.
Elohím promete un profeta como Moshé
15 Profeta de en medio de ti, de tus hermanos, como yo, te levantará YHVH tu Elohím; a él oirán;
16 conforme a todo lo que pediste a YHVH tu Elohím en Jorév el día de la asamblea, diciendo: No vuelva yo a oír la voz de YHVH mi Elohím, ni vea yo más este gran fuego, para que no muera.
17 Y YHVH me dijo: Han hablado bien en lo que han dicho.
18 Profeta les levantaré de en medio de sus hermanos, como tú; y pondré mis palabras en su boca, y él les hablará todo lo que yo le mandare.
19 Mas «a cualquiera» que no oyere mis palabras que él hablare en mi nombre, yo le pediré cuenta.
20 El profeta que tuviere la presunción de hablar palabra en mi nombre, a quien yo no le haya mandado hablar, o que hablare en nombre de dioses ajenos, el tal profeta morirá.
21 Y si dijeres en tu corazón: ¿Cómo conoceremos la palabra que YHVH no ha hablado?;
22 si el profeta hablare en nombre de YHVH, y no se cumpliere lo que dijo, ni sucediere, es palabra que YHVH no ha hablado; con presunción la habló el tal profeta; no tengas temor de él.
Las ciudades de refugio
1 Cuando YHVH tu Elohím destruya a las naciones cuya tierra YHVH tu Elohím te da a ti, y tú las heredes, y habites en sus ciudades, y en sus casas;
2 te apartarás tres ciudades en medio de la tierra que YHVH tu Elohím te da para que la poseas.
3 Arreglarás los caminos, y dividirás en tres partes la tierra que YHVH tu Elohím te dará en heredad, y será para que todo homicida huya allí.
4 Y este es el caso del homicida que huirá allí, y vivirá: aquel que hiriere a su prójimo sin intención y sin haber tenido enemistad con él «anteriormente;»
5 como el que fuere con su prójimo al monte a cortar leña, y al dar su mano el golpe con el hacha para cortar algún leño, saltare el hierro del cabo, y diere contra su prójimo y éste muriere; aquél huirá a una de estas ciudades, y vivirá;
6 no sea que el vengador de la sangre, enfurecido, persiga al homicida, y le alcance por ser largo el camino, y le hiera de muerte, no debiendo ser condenado a muerte por cuanto no tenía enemistad con su prójimo «anteriormente.»
7 Por tanto yo te mando, diciendo: Separarás tres ciudades.
8 Y si YHVH tu Elohím ensanchare tu territorio, como lo juró a tus padres, y te diere toda la tierra que prometió dar a tus padres,
9 siempre y cuando cumplieres todos estos mandamientos que yo te prescribo hoy, para ponerlos por obra; que ames a YHVH tu Elohím y andes en sus caminos todos los días; entonces añadirás tres ciudades más a estas tres,
10 para que no sea derramada sangre inocente en medio de la tierra que YHVH tu Elohím te da por heredad, y «no seas culpado de derramamiento de sangre.»
11 Pero si hubiere «alguno» que aborreciere a su prójimo y lo acechare, y se levantare contra él y lo hiriere «de muerte,» y muriere; si huyere a alguna de estas ciudades,
12 entonces los ancianos de su ciudad enviarán y lo sacarán de allí, y lo entregarán en mano del vengador de la sangre para que muera.
13 No le compadecerás; y quitarás de Israel la sangre inocente, y te irá bien.
14 En la heredad que poseas en la tierra que YHVH tu Elohím te da, no reducirás los límites de la propiedad de tu prójimo, que fijaron los antiguos.
Leyes sobre el testimonio
15 No se tomará en cuenta a un solo testigo contra «ninguno» en cualquier delito ni en cualquier pecado, en relación con cualquiera ofensa cometida. Sólo por «el testimonio de» dos o tres testigos se mantendrá la acusación.
16 Cuando se levantare testigo falso contra «alguno,» para testificar contra él,
17 entonces los dos litigantes se presentarán delante de YHVH, y delante de los kohaním y de los jueces que hubiere en aquellos días.
18 Y los jueces averigüen bien; y si aquel testigo resultare falso, y hubiere acusado falsamente a su hermano,
19 entonces harán a él como él pensó hacer a su hermano; y quitarás el mal de en medio de ti.
20 Y los que quedaren oirán y temerán, y no volverán a hacer más una maldad semejante en medio de ti.
21 Y no le compadecerás; vida por vida, ojo por ojo, diente por diente, mano por mano, pie por pie.
Leyes sobre la guerra
1 Cuando salgas a la guerra contra tus enemigos, si vieres caballos y carros, y un pueblo más grande que tú, no tengas temor de ellos, porque YHVH tu Elohím está contigo, el cual te sacó de tierra de Mitzráim (Egipto).
2 Y cuando se acerquen para combatir, se pondrá en pie el kohén y hablará al pueblo,
3 y les dirá: Oye, Israel, ustedes se juntan hoy en batalla contra sus enemigos; no desmaye su corazón, no teman, ni se apresuren a retroceder, ni tampoco se desalienten delante de ellos;
4 porque YHVH su Elohím va con ustedes, para pelear por ustedes contra sus enemigos, para salvarles.
5 Y los oficiales hablarán al pueblo, diciendo: ¿Quién ha edificado casa nueva, y no la ha estrenado? Vaya, y vuélvase a su casa, no sea que muera en la batalla, y «algún» otro la estrene.
6 ¿Y quién ha plantado viña, y no ha disfrutado de ella? Vaya, y vuélvase a su casa, no sea que muera en la batalla, y «algún» otro la disfrute.
7 ¿Y quién se ha desposado con mujer, y no la ha tomado? Vaya, y vuélvase a su casa, no sea que muera en la batalla, y «algún» otro la tome.
8 Y volverán los oficiales a hablar al pueblo, y dirán: ¿Quién es hombre medroso y pusilánime? Vaya, y vuélvase a su casa, y no apoque el corazón de sus hermanos, como el corazón suyo.
9 Y cuando los oficiales acaben de hablar al pueblo, entonces los capitanes del ejército tomarán el mando a la cabeza del pueblo.
10 Cuando te acerques a una ciudad para combatirla, le intimarás la paz.
11 Y si respondiere: Paz, y te abriere, todo el pueblo que en ella fuere hallado te será tributario, y te servirá.
12 Mas si no hiciere paz (shalóm) contigo, y emprendiere guerra contigo, entonces la sitiarás.
13 Luego que YHVH tu Elohím la entregue en tu mano, herirás a todo varón suyo a «filo de» espada.
14 Solamente las mujeres y los niños, y los animales, y todo lo que haya en la ciudad, todo su botín tomarás para ti; y comerás del botín de tus enemigos, los cuales YHVH tu Elohím te entregó.
15 Así harás a todas las ciudades que estén muy lejos de ti, que no sean de las ciudades de estas naciones.
16 Pero de las ciudades de estos pueblos que YHVH tu Elohím te da por heredad, ninguna persona dejarás con vida,
17 sino que los destruirás completamente: al jiti, emorí, kena’aní, perizí, jiví y yevusí, como YHVH tu Elohím te ha mandado;
18 para que no les enseñen a hacer según todas sus abominaciones que ellos han hecho para sus dioses, y pequen contra YHVH su Elohím.
19 Cuando sities a alguna ciudad, peleando contra ella muchos días para tomarla, no destruirás sus árboles metiendo hacha en ellos, porque de ellos podrás comer; y no los talarás, porque el árbol del campo no es hombre para venir contra ti en el sitio.
20 Mas el árbol que sepas que no lleva fruto, podrás destruirlo y talarlo, para construir baluarte contra la ciudad que te hace la guerra, hasta dominarla.
Cobertura de un asesinato cuyo autor se desconoce
1 Si en la tierra que YHVH tu Elohím te da para que la poseas, fuere hallado alguien muerto, tendido en el campo, y no se supiere quién lo mató,
2 entonces tus ancianos y tus jueces saldrán y medirán la distancia hasta las ciudades que están alrededor del muerto.
3 Y los ancianos de la ciudad más cercana al lugar donde fuere hallado el muerto, tomarán de las vacas una becerra que no haya trabajado, que no haya llevado yugo;
4 y los ancianos de aquella ciudad traerán la becerra a un valle escabroso, que nunca haya sido arado ni sembrado, y quebrarán la cerviz de la becerra allí en el valle.
5 Entonces vendrán los kohaním hijos de Leví, porque a ellos escogió YHVH tu Elohím para que le sirvan, y para bendecir en el nombre de YHVH; y por «la palabra de» ellos se decidirá toda disputa y toda ofensa.
6 Y todos los ancianos de la ciudad más cercana al lugar donde fuere hallado el muerto lavarán sus manos sobre la becerra cuya cerviz fue quebrada en el valle;
7 y protestarán y dirán: Nuestras manos no han derramado esta sangre, ni nuestros ojos lo han visto.
8 Perdona a tu pueblo Israel, al cual redimiste, oh YHVH; y no culpes de sangre inocente a tu pueblo Israel. Y la sangre les será perdonada.
9 Y tú quitarás la culpa de la sangre inocente de en medio de ti, cuando hicieres lo que es recto ante los ojos de YHVH.
Parashat Kí Tetzé
Diversas leyes
10 Cuando salieres a la guerra contra tus enemigos, y YHVH tu Elohím los entregare en tu mano, y tomares de ellos cautivos,
11 y vieres entre los cautivos a alguna mujer hermosa, y la codiciares, y la tomares para ti por mujer,
12 la meterás en tu casa; y ella rapará su cabeza, y cortará sus uñas,
13 y se quitará el vestido de su cautiverio, y se quedará en tu casa; y llorará a su padre y a su madre «un mes entero;» y después podrás llegarte a ella, y tú serás su marido, y ella será tu mujer.
14 Y si no te agradare, la dejarás «en libertad;» no la venderás por dinero, ni la tratarás como esclava, por cuanto la humillaste.
15 Si un hombre tuviere dos mujeres, la una amada y la otra aborrecida, y la amada y la aborrecida le hubieren dado hijos, y el hijo primogénito fuere de la aborrecida;
16 en el día que hiciere heredar a sus hijos lo que tuviere, no podrá dar el derecho de primogenitura al hijo de la amada «con preferencia» al hijo de la aborrecida, que es el primogénito;
17 mas al hijo de la aborrecida reconocerá como primogénito, para darle el doble de lo que correspondiere a cada uno de los demás; porque él es el principio de su vigor, y suyo es el derecho de la primogenitura.
18 Si «alguno» tuviere un hijo contumaz y rebelde, que no obedeciere a la voz de su padre ni a la voz de su madre, y habiéndole castigado, no les obedeciere;
19 entonces lo tomarán su padre y su madre, y lo sacarán ante los ancianos de su ciudad, y a la puerta del lugar donde viva;
20 y dirán a los ancianos de la ciudad: Este nuestro hijo es contumaz y rebelde, no obedece a nuestra voz; es glotón y borracho.
21 Entonces todos los hombres de su ciudad lo apedrearán, y morirá; así quitarás el mal de en medio de ti, y todo Israel oirá, y temerá.
22 Si «alguno» hubiere cometido algún crimen digno de muerte, y lo hicieren morir, y lo colgaren en un madero,
23 no dejaran que su cuerpo pase la noche sobre el madero; sin falta lo enterrarás el mismo día, porque maldito por Elohím es el colgado; y no contaminarás tu tierra que YHVH tu Elohím te da por heredad.
1 Si vieres extraviado el buey de tu hermano, o su cordero, no le negarás tu ayuda; lo volverás a tu hermano.
2 Y si tu hermano no fuere tu vecino, o no lo conocieres, lo recogerás en tu casa, y estará contigo hasta que tu hermano lo busque, y se lo devolverás.
3 Así harás con su asno, así harás también con su vestido, y lo mismo harás con toda cosa de tu hermano que se le perdiere y tú la hallares; no podrás negarle tu ayuda.
4 Si vieres el asno de tu hermano, o su buey, caído en el camino, no te apartarás de él; le ayudarás a levantarlo.
5 No vestirá la mujer traje de hombre, ni el hombre vestirá ropa de mujer; porque abominación es a YHVH tu Elohím cualquiera que esto hace.
6 Cuando encuentres por el camino algún nido de ave en cualquier árbol, o sobre la tierra, con pollos o huevos, y la madre echada sobre los pollos o sobre los huevos, no tomarás la madre con los hijos.
7 Dejarás ir a la madre, y tomarás los pollos para ti, para que te vaya bien, y prolongues tus días.
8 Cuando edifiques casa nueva, harás pretil a tu terrado, para que no eches culpa de sangre sobre tu casa, si de él cayere «alguno.»
9 No sembrarás tu viña «con semillas diversas,» no sea que se pierda todo, tanto la semilla que sembraste como el fruto de la viña.
10 No ararás con buey y con asno juntamente.
11 No vestirás ropa de lana y lino juntamente.
12 Te harás flecos en las cuatro puntas de tu manto con que te cubras.
Leyes sobre la castidad
13 Cuando «alguno» tomare mujer, y después de haberse llegado a ella la aborreciere,
14 y le atribuyere faltas que den que hablar, y dijere: A esta mujer tomé, y me llegué a ella, y no la hallé virgen;
15 entonces el padre de la joven y su madre tomarán y sacarán las señales de la virginidad de la doncella a los ancianos de la ciudad, en la puerta;
16 y dirá el padre de la joven a los ancianos: Yo di mi hija a este hombre por mujer, y él la aborrece;
17 y he aquí, él le atribuye faltas que dan que hablar, diciendo: No he hallado virgen a tu hija; pero observen aquí las señales de la virginidad de mi hija. Y extenderán la vestidura delante de los ancianos de la ciudad.
18 Entonces los ancianos de la ciudad tomarán al hombre y lo castigarán;
19 y le multarán en cien piezas de plata, las cuales darán al padre de la joven, por cuanto esparció mala fama sobre una virgen de Israel; y la tendrá por mujer, y no podrá despedirla en todos sus días.
20 Mas si resultare ser verdad «que» no se halló virginidad en la joven,
21 entonces la sacarán a la puerta de la casa de su padre, y la apedrearán los hombres de su ciudad, y morirá, por cuanto hizo vileza en Israel fornicando en casa de su padre; así quitarás el mal de en medio de ti.
22 Si fuere sorprendido «alguno» acostado con una mujer casada con marido, ambos morirán, el hombre que se acostó con la mujer, y la mujer también; así quitarás el mal de Israel.
23 Si hubiere una muchacha virgen desposada con alguno, y alguno la hallare en la ciudad, y se acostare con ella;
24 entonces los sacaran a ambos a la puerta de la ciudad, y los apedrearan, y morirán; la joven porque no dio voces en la ciudad, y el hombre porque humilló a la mujer de su prójimo; así quitarás el mal de en medio de ti.
25 Mas si un hombre hallare en el campo a la joven desposada, y la forzare aquel hombre, acostándose con ella, morirá solamente el hombre que se acostó con ella;
26 mas a la joven no le harás nada; no hay en «ella» culpa de muerte; pues como cuando alguno se levanta contra su prójimo y le quita la vida, así es en este caso.
27 Porque él la halló en el campo; dio voces la joven desposada, y no hubo quien la librase.
28 Cuando algún hombre hallare a una joven virgen que no fuere desposada, y la tomare y se acostare con ella, y fueren descubiertos;
29 entonces el hombre que se acostó con ella dará al padre de la joven cincuenta piezas de plata, y ella será su mujer, por cuanto la humilló; no la podrá despedir en todos sus días.
30 «Ninguno» tomará la mujer de su padre, ni profanará el lecho de su padre.
Los excluidos de la congregación
1 No entrará en la congregación de YHVH el que tenga magullados los testículos, o amputado su miembro viril.
2 No entrará bastardo en la congregación de YHVH; ni hasta la décima generación no entrarán en la congregación de YHVH.
3 No entrará amonita ni moabita en la congregación de YHVH, ni hasta la décima generación de ellos; no entrarán en la congregación de YHVH para siempre,
4 por cuanto no les salieron a recibir con pan y agua al camino, cuando salieron de Mitzráim (Egipto), y porque alquilaron contra ti a Bil’ám hijo de Be’ór, de Petor en Arám Naharáim, para maldecirte.
5 Mas no quiso YHVH tu Elohím oír a Bil’ám; y YHVH tu Elohím te convirtió la maldición en bendición, porque YHVH tu Elohím te amaba.
6 No procurarás la paz de ellos ni su bien en todos los días para siempre.
7 No aborrecerás al edomita, porque es tu hermano; no aborrecerás al egipcio, porque forastero fuiste en su tierra.
8 Los hijos que nacieren de ellos, en la tercera generación entrarán en la congregación de YHVH.
Leyes sanitarias
9 Cuando salieres a campaña contra tus enemigos, te guardarás de toda cosa mala.
10 Si hubiere en medio de ti «alguno» que no fuere puro, por razón de alguna impureza sucedida (acontecida) de noche, saldrá fuera
del campamento, y no entrará en él.
11 Pero al caer la noche se lavará con agua, y cuando se hubiere puesto el sol, podrá entrar en el campamento.
12 «Tendrás un lugar» fuera del campamento adonde salgas;
13 tendrás también entre tus armas una estaca; y cuando estuvieres allí fuera, cavarás con ella, y luego al volverte cubrirás tu excremento;
14 porque YHVH tu Elohím anda en medio de tu campamento, para librarte y para entregar a tus enemigos delante de ti; por tanto, tu campamento ha de ser santo, para que él no vea en ti cosa impura, y se vuelva de detrás de ti.
Leyes humanitarias
15 No entregarás a su señor el esclavo siervo, que se huyere a ti de su amo.
16 Morará contigo, en medio de ti, en el lugar que escogiere en alguna de tus ciudades, donde a bien tuviere; no le oprimirás.
17 No haya prostituta de entre las hijas de Israel, ni haya sodomita de entre los hijos de Israel.
18 No traerás la paga de una prostituta ni el precio de un perro a la casa de YHVH tu Elohím por ningún voto; porque abominación es a YHVH tu Elohím tanto «lo uno como lo otro.»
19 No exigirás de tu hermano interés de dinero, ni interés de comestibles, ni de cosa alguna de que se suele exigir interés.
20 Del extraño podrás exigir interés, mas de tu hermano no lo exigirás, para que te bendiga YHVH tu Elohím en toda obra de tus manos en la tierra adonde vas para tomar posesión de ella.
21 Cuando haces voto a YHVH tu Elohím, no tardes en pagarlo; porque ciertamente lo demandará YHVH tu Elohím de ti, y sería pecado en ti.
22 Mas cuando te abstengas de prometer, no habrá en ti transgresión.
23 Pero lo que hubiere salido de tus labios, lo guardarás y lo cumplirás, conforme lo prometiste a YHVH tu Elohím, pagando la ofrenda voluntaria que prometiste con tu boca.
24 Cuando entres en la viña de tu prójimo, podrás comer uvas hasta saciarte; mas no pondrás en tu cesto.
25 Cuando entres en la mies de tu prójimo, podrás arrancar espigas con tu mano; mas no aplicarás hoz a la mies de tu prójimo.
Sobre la carta de divorcio y otras leyes
1 Cuando «alguno» tomare mujer y se casare con ella, si no «le agradare» por haber hallado en ella alguna cosa indecente, le escribirá carta de divorcio, y se la entregará en su mano, y la despedirá de su casa.
2 Y salida de su casa, podrá ir y casarse con otro hombre.
3 Pero si la aborreciere este último, y le escribiere carta de divorcio, y se la entregare en su mano, y la despidiere de su casa; o si hubiere muerto el postrer hombre que la tomó por mujer,
4 no podrá su primer marido, que la despidió, volverla a tomar para que sea su mujer, después que fue envilecida; porque es abominación delante de YHVH, y no has de pervertir la tierra que YHVH tu Elohím te da por heredad.
5 Cuando «alguno fuere recién casado,» no saldrá a la guerra, ni en ninguna cosa se le ocupará; libre estará en su casa por un año, para alegrar a la mujer que tomó.
6 No tomarás en prenda la muela del molino, ni la de abajo ni la de arriba; porque sería tomar en prenda la vida del hombre.
7 Cuando fuere hallado «alguno» que hubiere hurtado «a uno» de sus hermanos los hijos de Israel, y le hubiere esclavizado, o le hubiere vendido, morirá el tal ladrón, y quitarás el mal de en medio de ti.
8 En cuanto a la plaga de la lepra, ten cuidado de observar diligentemente y hacer según todo lo que les enseñaren los kohaním leviím; según yo les he mandado, así cuidaran de hacer.
9 Acuérdate de lo que hizo YHVH tu Elohím a Miriám en el camino, después que salieron de Egipto.
10 Cuando entregares a tu prójimo alguna cosa prestada, no entrarás en su casa para tomarle prenda.
11 Te quedarás fuera, y el hombre a quien prestaste te sacará la prenda.
12 Y si el hombre fuere pobre, no te acostarás reteniendo aún su prenda.
13 Sin falta le devolverás la prenda cuando el sol se ponga, para que pueda dormir en su ropa, y te bendiga; y te será justicia delante de YHVH tu Elohím.
14 No oprimirás al jornalero pobre y menesteroso, ya sea de tus hermanos o de los extranjeros que habitan en tu tierra dentro de tus ciudades.
15 En su día le darás su jornal, y no se pondrá el sol sin dárselo; pues es pobre, y con él sustenta su vida; para que no clame contra ti a YHVH, y sea en ti pecado.
16 Los padres no morirán por los hijos, ni los hijos por los padres; «cada uno» morirá por su pecado.
17 No torcerás el derecho del extranjero ni del huérfano, ni tomarás en prenda la ropa de la viuda,
18 sino que te acordarás que fuiste esclavo en Egipto, y que de allí te rescató YHVH tu Elohím; por tanto, yo te mando que hagas esto.
19 Cuando siegues tu mies en tu campo, y olvides alguna gavilla en el campo, no volverás para recogerla; será para el extranjero, para el huérfano y para la viuda; para que te bendiga YHVH tu Elohím en toda obra de tus manos.
20 Cuando sacudas tus olivos, no recorrerás las ramas que hayas dejado tras de ti; serán para el extranjero, para el huérfano y para la viuda.
21 Cuando vendimies tu viña, no rebuscarás tras de ti; será para el extranjero, para el huérfano y para la viuda.
22 Y acuérdate que fuiste esclavo en tierra de Mitzráim (Egipto); por tanto, yo te mando que hagas esto.
1 Si hubiere pleito entre «algunos,» y acudieren al tribunal para que los jueces los juzguen, éstos absolverán al justo, y condenarán al culpable.
2 Y si el delincuente «mereciere ser azotado,» entonces el juez le hará echar en tierra, y le hará azotar en su presencia; según su delito será el número de azotes.
3 Se podrá dar cuarenta azotes, no más; no sea que, si lo hirieren con muchos azotes más que éstos, se sienta tu hermano envilecido delante de tus ojos.
4 No pondrás bozal al buey cuando trillare.
5 Cuando hermanos habitaren juntos, y muriere alguno de ellos, y no tuviere hijo, la mujer del muerto no se casará fuera con hombre extraño; su cuñado se llegará a ella, y la tomará por su mujer, y hará con ella parentesco.
6 Y el primogénito que ella diere a luz sucederá en el nombre de su hermano muerto, para que el nombre de éste no sea borrado de Israel.
7 Y si el hombre no quisiere tomar a su cuñada, irá entonces su cuñada a la puerta, a los ancianos, y dirá: Mi cuñado no quiere suscitar nombre en Israel a su hermano; no quiere emparentar conmigo.
8 Entonces los ancianos de aquella ciudad lo harán venir, y hablarán con él; y si él se levantare y dijere: No quiero tomarla,
9 se acercará entonces su cuñada a él «delante de» los ancianos, y le quitará el calzado del pie, y le escupirá en el rostro, y hablará y dirá: Así será hecho al varón que no quiere edificar la casa de su hermano.
10 Y se le dará este nombre en Israel: La casa del descalzado.
11 Si algunos riñeren «uno con otro,» y se acercare la mujer de uno para librar a su marido de mano del que le hiere, y alargando su mano asiere de sus partes vergonzosas,
12 le cortarás entonces la mano; no la perdonarás.
13 No tendrás en tu bolsa pesa grande y pesa chica,
14 ni tendrás en tu casa efá grande y efá pequeño.
15 Pesa exacta y justa tendrás; efá cabal y justo tendrás, para que tus días sean prolongados sobre la tierra que YHVH tu Elohím te da.
16 Porque abominación es a YHVH tu Elohím cualquiera que hace esto, y cualquiera que hace injusticia.
Orden de exterminar a Amaléq
17 Acuérdate de lo que hizo Amaléq contigo en el camino, cuando salías de Egipto;
18 de cómo te salió al encuentro en el camino, y te desbarató la retaguardia de todos los débiles que iban detrás de ti, cuando tú estabas cansado y trabajado; y no tuvo ningún temor de Elohím.
19 Por tanto, cuando YHVH tu Elohím te dé descanso de todos tus enemigos alrededor, en la tierra que YHVH tu Elohím te da por heredad para que la poseas, borrarás la memoria de Amaléq de debajo del cielo; no lo olvides.
Parashat Kí-Tavó
Primicias y diezmos
1 Cuando hayas entrado en la tierra que YHVH tu Elohím te da por herencia, y tomes posesión de ella y la habites,
2 entonces tomarás de las primicias de todos los frutos que sacares de la tierra que YHVH tu Elohím te da, y las pondrás en una canasta, e irás al lugar que YHVH tu Elohím escogiere para hacer habitar allí su nombre.
3 Y te presentarás al kohén que hubiere en aquellos días, y le dirás: Declaro hoy a YHVH tu Elohím, que he entrado en la tierra que juró YHVH a nuestros padres que nos daría.
4 Y el kohén tomará la canasta de tu mano, y la pondrá delante del altar de YHVH tu Elohím.
5 Entonces hablarás y dirás delante de YHVH tu Elohím: Un arameo a punto de perecer fue mi padre, el cual descendió a Egipto y habitó allí con pocos hombres, y allí creció y llegó a ser una nación grande, fuerte y numerosa;
6 y los mitzrím (egipcios) nos maltrataron y nos afligieron, y pusieron sobre nosotros dura servidumbre.
7 Y clamamos a YHVH el Elohím de nuestros padres; y YHVH oyó nuestra voz, y vio nuestra aflicción, nuestro trabajo y nuestra opresión;
8 y YHVH nos sacó de Mitzráim (Egipto) con mano fuerte, con brazo extendido, con grande espanto, y con señales y con milagros;
9 y nos trajo a este lugar, y nos dio esta tierra, tierra que fluye leche y miel.
10 Y ahora, he aquí he traído las primicias del fruto de la tierra que me diste, oh YHVH. Y lo dejarás delante de YHVH tu Elohím, y adorarás delante de YHVH tu Elohím.
11 Y te alegrarás en todo el bien que YHVH tu Elohím te haya dado a ti y a tu casa, así tú como el leví y el extranjero que está en medio de ti.
12 Cuando acabes de diezmar todo el diezmo de tus frutos en el año tercero, el año del diezmo, darás también al levita, al extranjero, al huérfano y a la viuda; y comerán en tus aldeas, y se saciarán.
13 Y dirás delante de YHVH tu Elohím: He sacado lo consagrado de mi casa, y también lo he dado al levita, al extranjero, al huérfano y a la viuda, conforme a todo lo que me has mandado; no he transgredido tus mandamientos, ni me he olvidado de ellos.
14 No he comido de ello en mi luto, ni he gastado de ello estando yo impuro, ni de ello he ofrecido a los muertos; he obedecido a la voz de YHVH mi Elohím, he hecho conforme a todo lo que me has mandado.
15 Mira desde tu morada santa, desde el cielo, y bendice a tu pueblo Israel, y a la tierra que nos has dado, como juraste a nuestros padres, tierra que fluye leche y miel.
16 YHVH tu Elohím te manda hoy que cumplas estos estatutos y decretos; cuida, pues, de ponerlos por obra con todo tu corazón y con toda tu alma.
17 Has declarado solemnemente hoy que YHVH es tu Elohím, y que andarás en sus caminos, y cumplirás sus estatutos, sus mandamientos y sus decretos, y que escucharás su voz.
18 Y YHVH ha declarado hoy que tú eres pueblo suyo, de su exclusiva posesión, como te lo ha prometido, para que guardes todos sus mandamientos;
19 «a fin de exaltarte» sobre todas las naciones que hizo, para loor y fama y reconocimiento (kavót), y para que seas un pueblo santo a YHVH tu Elohím, como él ha dicho.
Orden de escribir la Torá en piedras sobre el Monte Evál
1 Ordenó Moshé, con los ancianos de Israel, al pueblo, diciendo: cumplirán todos los mandamientos que yo les prescribo hoy.
2 Y el día que pases el Yardén a la tierra que YHVH tu Elohím te da, levantarás piedras grandes, y las revocarás con cal;
3 y escribirás en ellas todas las palabras de esta Torá, cuando hayas pasado para entrar en la tierra que YHVH tu Elohím te da, tierra que fluye leche y miel, como YHVH el Elohím de tus padres te ha dicho.
4 Cuando, pues, hayas pasado el Yardén, levantarás estas piedras que yo les mando hoy, en el monte Evál, y las revocarás con cal;
5 y edificarás allí un altar a YHVH tu Elohím, altar de piedras; no alzarás sobre ellas instrumento de hierro.
6 De piedras enteras edificarás el altar de YHVH tu Elohím, y ofrecerás sobre él ofrenda de ascensión a YHVH tu Elohím;
7 y sacrificarás ofrendas de paz, y comerás allí, y te alegrarás delante de YHVH tu Elohím.
8 Y escribirás muy claramente en las piedras todas las palabras de esta Torá.
9 Y Moshé, con los kohaním leviím, habló a todo Israel, diciendo: Guarda silencio y escucha, oh Israel; hoy has venido a ser pueblo de YHVH tu Elohím.
10 Oirás, pues, la voz de YHVH tu Elohím, y cumplirás sus mandamientos y sus estatutos, que yo te ordeno hoy.
Las maldiciones en el monte Evál
11 Y mandó Moshé al pueblo en aquel día, diciendo:
12 Cuando hayas pasado el Yardén, éstos estarán sobre el monte Gerizim para bendecir al pueblo: Shimón, Leví, Yehudá, Issajár, Yoséf y Binyamín.
13 Y éstos estarán sobre el monte Evál para pronunciar la maldición: Reuvén, Gád, Ashér, Zevulún, Dán y Naftalí.
14 Y hablarán los leviím, y dirán a todo varón de Israel en alta voz:
15 Maldito el hombre que hiciere escultura o imagen de fundición, abominación a YHVH, obra de mano de artífice, y la pusiere en oculto. Y todo el pueblo responderá y dirá: Amén.
16 Maldito el que deshonrare a su padre o a su madre. Y dirá todo el pueblo: Amén.
17 Maldito el que redujere el límite de su prójimo. Y dirá todo el pueblo: Amén.
18 Maldito el que hiciere errar al ciego en el camino. Y dirá todo el pueblo: Amén.
19 Maldito el que pervirtiere el derecho del extranjero, del huérfano y de la viuda. Y dirá todo el pueblo: Amén.
20 Maldito el que se acostare con la mujer de su padre, por cuanto descubrió el regazo de su padre. Y dirá todo el pueblo: Amén.
21 Maldito el que se ayuntare con cualquier bestia. Y dirá todo el pueblo: Amén.
22 Maldito el que se acostare con su hermana, hija de su padre, o hija de su madre. Y dirá todo el pueblo: Amén.
23 Maldito el que se acostare con su suegra. Y dirá todo el pueblo: Amén.
24 Maldito el que hiriere a su prójimo ocultamente. Y dirá todo el pueblo: Amén.
25 Maldito el que recibiere soborno para quitar la vida al inocente. Y dirá todo el pueblo: Amén.
26 Maldito el que no confirmare las palabras de esta Torá para hacerlas. Y dirá todo el pueblo: Amén.
Bendiciones de la obediencia
1 Sucederá (acontecerá) que si oyeres atentamente la voz de YHVH tu Elohím, para cumplir y poner por obra todos sus mandamientos que yo te prescribo hoy, también YHVH tu Elohím te exaltará sobre todas las naciones de la tierra.
2 Y vendrán sobre ti todas estas bendiciones, y te alcanzarán, si oyeres la voz de YHVH tu Elohím.
3 Bendito serás tú en la ciudad, y bendito tú en el campo.
4 Bendito el fruto de tu vientre, el fruto de tu tierra, el fruto de tus bestias, la cría de tus vacas y los rebaños de tus ovejas.
5 Benditas serán tu canasta y tu artesa de amasar.
6 Bendito serás en tu entrar, y bendito en tu salir.
7 YHVH derrotará a tus enemigos que se levantaren contra ti; por un camino saldrán contra ti, y por siete caminos huirán de la presencia de ti.
8 YHVH te enviará su bendición sobre tus graneros, y sobre todo aquello en que pusieres tu mano; y te bendecirá en la tierra que YHVH tu Elohím te da.
9 Te confirmará YHVH por pueblo santo suyo, como te lo ha jurado, cuando cumplieres los mandamientos de YHVH tu Elohím, y anduvieres en sus caminos.
10 Y verán todos los pueblos de la tierra que el nombre de YHVH es invocado sobre ti, y te temerán.
11 Y te hará YHVH sobreabundar en bienes, en el fruto de tu vientre, en el fruto de tu bestia, y en el fruto de tu tierra, en el país que YHVH juró a tus padres que te había de dar.
12 Te abrirá YHVH su buen tesoro, el cielo, para enviar la lluvia a tu tierra en su tiempo, y para bendecir toda obra de tus manos. Y prestarás a muchas naciones, y tú no pedirás prestado.
13 Te pondrá YHVH por cabeza, y no por cola; y estarás encima solamente, y no estarás debajo, si obedecieres los mandamientos de YHVH tu Elohím, que yo te ordeno hoy, para que los guardes y cumplas,
14 y si no te apartares de todas las palabras que yo te mando hoy, ni a diestra ni a siniestra, para ir tras dioses ajenos y servirles.
Consecuencias de la desobediencia
15 Pero sucederá, si no oyeres la voz de YHVH tu Elohím, para procurar cumplir todos sus mandamientos y sus estatutos que yo te intimo hoy, que vendrán sobre ti todas estas maldiciones, y te alcanzarán.
16 Maldito serás tú en la ciudad, y maldito en el campo.
17 Maldita tu canasta, y tu artesa de amasar.
18 Maldito el fruto de tu vientre, el fruto de tu tierra, la cría de tus vacas, y los rebaños de tus ovejas.
19 Maldito serás en tu entrar, y maldito en tu salir.
20 Y YHVH enviará contra ti la maldición, quebranto y asombro en todo cuanto pusieres mano e hicieres, hasta que seas destruido, y perezcas pronto a «causa de» la maldad de tus obras por las cuales me habrás dejado.
21 YHVH traerá sobre ti mortandad, hasta que te consuma de la tierra a la cual entras para tomar posesión de ella.
22 YHVH te herirá de tisis, de fiebre, de inflamación y de ardor, con sequía, con calamidad repentina y con añublo; y te perseguirán hasta que perezcas.
23 Y los cielos que están sobre tu cabeza serán de bronce, y la tierra que está debajo de ti, de hierro.
24 Dará YHVH por lluvia a tu tierra polvo y ceniza; de los cielos descenderán sobre ti hasta que perezcas.
25 YHVH te entregará derrotado delante de tus enemigos; por un camino saldrás contra ellos, y por siete caminos huirás delante de ellos; y serás vejado por todos los reinos de la tierra.
26 Y tus cadáveres servirán de comida a toda ave del cielo y fiera de la tierra, y no habrá quien las espante.
27 YHVH te herirá con la úlcera de Egipto, con tumores, con sarna, y con comezón de que no puedas ser curado.
28 YHVH te herirá con locura, ceguera y turbación de espíritu;
29 y palparás a mediodía como palpa el ciego en la oscuridad, y no serás prosperado en tus caminos; y no serás sino oprimido y robado todos los días, y no habrá quien te salve.
30 Te desposarás con mujer, y otro varón dormirá con ella; edificarás casa, y no habitarás en ella; plantarás viña, y no la disfrutarás.
31 Tu buey será matado delante de tus ojos, y tú no comerás de él; tu asno será arrebatado de delante de ti, y no te será devuelto; tus ovejas serán dadas a tus enemigos, y no tendrás quien te las rescate.
32 Tus hijos y tus hijas serán entregados a otro pueblo, y tus ojos lo verán, y desfallecerán por ellos todo el día; y no habrá fuerza en tu mano.
33 El fruto de tu tierra y de todo tu trabajo comerá pueblo que no conociste; y no serás sino oprimido y quebrantado todos los días.
34 Y enloquecerás a causa de lo que verás con tus ojos.
35 Te herirá YHVH con maligna pústula en las rodillas y en las piernas, desde la planta de tu pie hasta tu coronilla, sin que puedas ser curado.
36 YHVH te llevará a ti, y al rey que hubieres puesto sobre ti, a nación que no conociste ni tú ni tus padres; y allá servirás a dioses ajenos, al palo y a la piedra.
37 Y serás motivo de horror, y servirás de refrán y de burla a todos los pueblos a los cuales te llevará YHVH.
38 Sacarás mucha semilla al campo, y recogerás poco, porque la langosta lo consumirá.
39 Plantarás viñas y labrarás, pero no beberás vino, ni recogerás uvas, porque el gusano se las comerá.
40 Tendrás olivos en todo tu territorio, mas no te ungirás con el aceite, porque tu aceituna se caerá.
41 Hijos e hijas engendrarás, y no serán para ti, porque irán en cautiverio.
42 Toda tu arboleda y el fruto de tu tierra serán consumidos por la langosta.
43 El extranjero que estará en medio de ti se elevará sobre ti «muy alto,» y tú descenderás «muy abajo.»
44 El te prestará a ti, y tú no le prestarás a él; él será por cabeza, y tú serás por cola.
45 Vendrán sobre ti todas estas maldiciones, y te perseguirán, y te alcanzarán hasta que perezcas; por cuanto no habrás atendido a la voz de YHVH tu Elohím, para cumplir sus mandamientos y sus estatutos, que él te mandó;
46 y serán en ti por señal y por maravilla, y en tu descendencia para siempre.
47 Por cuanto no serviste a YHVH tu Elohím con alegría y con gozo de corazón, por la abundancia de todas las cosas,
48 servirás, por tanto, a tus enemigos que enviare YHVH contra ti, con hambre y con sed y con desnudez, y con falta de todas las cosas; y él pondrá yugo de hierro sobre tu cuello, hasta destruirte.
49 YHVH traerá contra ti una nación de lejos, del extremo de la tierra, que vuele como águila, nación cuya lengua no entiendas;
50 gente fiera de rostro, que no «tendrá respeto» al anciano, ni perdonará al niño;
51 y comerá el fruto de tu bestia y el fruto de tu tierra, hasta que perezcas; y no te dejará grano, ni mosto, ni aceite, ni la cría de tus vacas, ni los rebaños de tus ovejas, hasta destruirte.
52 Pondrá sitio a todas tus ciudades, hasta que caigan tus muros altos y fortificados en que tú confías, en toda tu tierra; sitiará, pues, todas tus ciudades y toda la tierra que YHVH tu Elohím te hubiere dado.
53 Y comerás el fruto de tu vientre, la carne de tus hijos y de tus hijas que YHVH tu Elohím te dio, en el sitio y en el apuro con que te angustiará tu enemigo.
54 El hombre tierno en medio de ti, y el muy delicado, «mirará con malos ojos» a su hermano, y a la mujer de su seno, y al resto de sus hijos que le quedaren;
55 para no dar a alguno de ellos de la carne de sus hijos, que él comiere, por no haberle quedado nada, en el asedio y en el apuro con que tu enemigo te oprimirá en todas tus ciudades.
56 La tierna y la delicada entre ustedes, que nunca la planta de su pie intentaría sentar sobre la tierra, de pura delicadeza y ternura, «mirará con malos ojos» al marido de su seno, a su hijo, a su hija,
57 al recién nacido que sale de entre sus pies, y a sus hijos que diere a luz; pues los comerá ocultamente, por la carencia de todo, en el asedio y en el apuro con que tu enemigo te oprimirá en tus ciudades.
58 Si no cuidares de poner por obra todas las palabras de esta ley que están escritas en este libro, temiendo este nombre glorioso y temible: YHVH TU ELOHÍM,
59 YHVH aumentará maravillosamente tus plagas y las plagas de tu descendencia, plagas grandes y permanentes, y enfermedades malignas y duraderas;
60 y traerá sobre ti todos los males de Mitzráim, delante de los cuales temiste, y no te dejarán.
61 Asimismo toda enfermedad y toda plaga
que no está escrita en el libro de esta Torá, YHVH la enviará sobre ti, hasta que seas destruido.
62 Y quedaran pocos en número, en lugar de haber sido como las estrellas del cielo en multitud, por cuanto no obedecieron a la voz de YHVH tu Elohím.
63 Así como YHVH se gozaba en hacerles bien y en multiplicarles, así se gozará YHVH en arruinarles y en destruirles; y serán arrancados de sobre la tierra a la cual entran para tomar posesión de ella.
64 Y YHVH te esparcirá por todos los pueblos, desde un extremo de la tierra hasta el otro extremo; y allí servirás a dioses ajenos que no conociste tú ni tus padres, al leño y a la piedra.
65 Y ni aun entre estas naciones descansarás, ni la planta de tu pie tendrá reposo; pues allí te dará YHVH corazón temeroso, y desfallecimiento de ojos, y tristeza de alma;
66 y tendrás tu vida como algo que pende delante de ti, y estarás temeroso de noche y de día, y no tendrás seguridad de tu vida.
67 Por la mañana dirás: ¡Quién diera que fuese la tarde! y a la tarde dirás: ¡Quién diera que fuese la mañana! por el miedo de tu corazón con que estarás amedrentado, y por lo que verán tus ojos.
68 Y YHVH te hará volver a Mitzráim (Egipto) en naves, por el camino del cual te ha dicho: Nunca más volverás; y allí serán vendidos a sus enemigos por esclavos y por esclavas, y no habrá quien les compre.
Pacto de YHVH con Israel en Moáv
1 Estas son las palabras del pacto que YHVH mandó a Moshé que celebrase con los hijos de Israel en la tierra de Moáv, además del pacto que concertó con ellos en Jorév.
2 Moshé, pues, llamó a todo Israel, y les dijo:
Ustedes han visto todo lo que YHVH ha hecho delante de sus ojos en la tierra de Egipto a Paró y a todos sus siervos, y a toda su tierra,
3 las grandes pruebas que vieron sus ojos, las señales y las grandes maravillas.
4 Pero hasta hoy YHVH no les ha dado corazón para entender, ni ojos para ver, ni oídos para oír.
5 Y yo les he traído cuarenta años en el desierto; sus vestidos no se han envejecido sobre ustedes, ni su calzado se ha envejecido sobre su pie.
6 No han comido pan, ni bebieron vino ni sidra; para que supieran que yo soy YHVH su Elohím.
7 Y llegaron a este lugar, y salieron Sijón rey de Jeshbón y Óg rey de Bashán delante de nosotros para pelear, y los derrotamos;
8 y tomamos su tierra, y la dimos por heredad a Reuvén y a Gád y a la media tribu de Menashé.
Parashat Nitzavím
9 cumplirán, pues, las palabras de este pacto, y las pondrán por obra, para que prosperen en todo lo que hicieren.
10 Ustedes todos están hoy en presencia de YHVH su Elohím; los cabezas de sus tribus, sus ancianos y sus oficiales, todos los varones de Israel;
11 sus niños, sus mujeres, y tus extranjeros que habitan en medio de tu campamento, desde el que corta tu leña hasta el que saca tu agua;
12 para que entres en el pacto de YHVH tu Elohím, y en su juramento, que YHVH tu Elohím concierta hoy contigo,
13 para confirmarte hoy como su pueblo, y para que él te sea a ti por Elohím, de la manera que él te ha dicho, y como lo juró a tus padres Avrahám, Itzjáq y Ya’aqóv.
14 Y no solamente con ustedes hago yo este pacto y este juramento,
15 sino con los que «están» aquí presentes hoy con nosotros delante de YHVH nuestro Elohím, y con los que «no están» aquí hoy con nosotros.
16 Porque ustedes saben cómo habitamos en la tierra de Egipto, y cómo hemos pasado por en medio de las naciones por las cuales han pasado;
17 y han visto sus abominaciones y sus ídolos de madera y piedra, de plata y oro, que tienen consigo.
18 No sea que haya entre ustedes varón o mujer, o familia o tribu, cuyo corazón se aparte hoy de YHVH nuestro Elohím, para ir a servir a los elohím de esas naciones; no sea que haya en medio de ustedes raíz que produzca hiel y ajenjo,
19 y suceda que al oír las palabras de esta maldición, él se bendiga en su corazón, diciendo: Tendré paz, aunque ande en la dureza de mi corazón, a fin de que con la embriaguez quite la sed.
20 No querrá YHVH perdonarlo, sino que entonces humeará la ira de YHVH y su celo sobre el tal hombre, y se asentará sobre él toda maldición escrita en este libro, y YHVH borrará su nombre de debajo del cielo;
21 y lo apartará YHVH de todas las tribus de Israel para mal, conforme a todas las maldiciones del pacto escrito en este libro de la Torá.
22 Y dirán las generaciones venideras, sus hijos que se levanten después de ustedes, y el extranjero que vendrá de lejanas tierras, cuando vieren las plagas de aquella tierra, y sus enfermedades de que YHVH la habrá hecho enfermar
23 (azufre y sal, abrasada toda su tierra; no será sembrada, ni producirá, ni crecerá en ella hierba alguna, como sucedió en la destrucción de Sedóm y de Amorá, de Admá y de Tzevoím, las cuales YHVH destruyó en su furor y en su ira);
24 más aún, todas las naciones dirán: ¿Por qué hizo esto YHVH a esta tierra? ¿Qué significa el ardor de esta gran ira?
25 Y responderán: Por cuanto dejaron el pacto de YHVH el Elohím de sus padres, que él concertó con ellos cuando los sacó de la tierra de Egipto,
26 y fueron y sirvieron a dioses ajenos, y se inclinaron a ellos, dioses que no conocían, y que ninguna cosa les habían dado.
27 Por tanto, se encendió la ira de YHVH contra esta tierra, para traer sobre ella todas las maldiciones escritas en este libro;
28 y YHVH los desarraigó de su tierra con ira, con furor y con grande indignación, y los arrojó a otra tierra, como hoy se ve.
29 Las cosas secretas pertenecen a YHVH nuestro Elohím; mas las reveladas son para nosotros y para nuestros hijos para siempre, para que cumplamos todas las palabras de esta Torá.
Condiciones para la restauración y la bendición
1 Sucederá que cuando hubieren venido sobre ti todas estas cosas, la bendición y la maldición que he puesto delante de ti, y «te arrepintieres» en medio de todas las naciones adonde te hubiere arrojado YHVH tu Elohím,
2 y te convirtieres a YHVH tu Elohím, y obedecieres a su voz conforme a todo lo que yo te mando hoy, tú y tus hijos, con todo tu corazón y con toda tu alma,
3 entonces YHVH hará volver a tus cautivos, y tendrá misericordia de ti, y volverá a recogerte de entre todos los pueblos adonde te hubiere esparcido YHVH tu Elohím.
4 Aun cuando tus desterrados estuvieren en las partes más lejanas que hay debajo del cielo, de allí te recogerá YHVH tu Elohím, y de allá te tomará;
5 y te hará volver YHVH tu Elohím a la tierra que heredaron tus padres, y será tuya; y te hará bien, y te multiplicará más que a tus padres.
6 Y circuncidará YHVH tu Elohím tu corazón, y el corazón de tu descendencia, para que ames a YHVH tu Elohím con todo tu corazón y con toda tu alma, a fin de que vivas.
7 Y pondrá YHVH tu Elohím todas estas maldiciones sobre tus enemigos, y sobre tus aborrecedores que te persiguieron.
8 Y tú volverás, y oirás la voz de YHVH, y pondrás por obra todos sus mandamientos que yo te ordeno hoy.
9 Y te hará YHVH tu Elohím abundar en toda obra de tus manos, en el fruto de tu vientre, en el fruto de tu bestia, y en el fruto de tu tierra, para bien; porque YHVH volverá a gozarse sobre ti para bien, de la manera que se gozó sobre tus padres,
10 cuando obedecieres a la voz de YHVH tu Elohím, para cumplir sus mandamientos y sus estatutos escritos en este libro de la ley; cuando te convirtieres a YHVH tu Elohím con todo tu corazón y con toda tu alma.
11 Porque este mandamiento que yo te ordeno hoy no es demasiado difícil para ti, ni está lejos.
12 No está en el cielo, para que digas: ¿Quién subirá por nosotros al cielo, y nos lo traerá y nos lo hará oír para que lo cumplamos?
13 Ni está al otro lado del mar, para que digas: ¿Quién pasará por nosotros el mar, para que nos lo traiga y nos lo haga oír, a fin de que lo cumplamos?
14 Porque muy cerca de ti está la palabra, en tu boca y en tu corazón, para que la cumplas.
15 Mira, yo he puesto delante de ti hoy la vida y el bien, la muerte y el mal;
16 porque yo te mando hoy que ames a YHVH tu Elohím, que andes en sus caminos, y guardes sus mandamientos, sus estatutos y sus decretos, para que vivas y seas multiplicado, y YHVH tu Elohím te bendiga en la tierra a la cual entras para tomar posesión de ella.
17 Mas si tu corazón se apartare y no oyeres, y te dejares extraviar, y te inclinares a elohím ajenos y les sirvieres,
18 yo les declaro hoy que de cierto perecerán; no prolongarán sus días sobre la tierra adonde vayan, pasando el Yardén, para entrar en posesión de ella.
19 A los cielos y a la tierra llamo por testigos hoy contra ustedes, que les he puesto delante la vida y la muerte, la bendición y la maldición; escoge, pues, la vida, para que vivas tú y tu descendencia;
20 amando a YHVH tu Elohím, atendiendo a su voz, y siguiéndole a él; porque él es vida para ti, y prolongación de tus días; a fin de que habites sobre la tierra que juró YHVH a tus padres, Avrahám, Itzjáq y Ya'aqóv, que les había de dar.
Parashat Vayélej
Yehoshúa el sucesor de Moshé
1 Fue Moshé y habló estas palabras a todo Israel,
2 y les dijo: Este día soy de edad de ciento veinte años; no puedo más salir ni entrar; además de esto YHVH me ha dicho: No pasarás este Yardén.
3 YHVH tu Elohím, él pasa delante de ti; él destruirá a estas naciones delante de ti, y las heredarás; Yehoshúa será el que pasará delante de ti, como YHVH ha dicho.
4 Y hará YHVH con ellos como hizo con Sijón y con Óg, reyes del emorí, y con su tierra, a quienes destruyó.
5 Y los entregará YHVH delante de ustedes, y harán con ellos conforme a todo lo que les he mandado.
6 Esfuércense y cobren ánimo; no teman, ni tengan miedo de ellos, porque YHVH tu Elohím es el que va contigo; no te dejará, ni te desamparará.
7 Y llamó Moshé a Yehoshúa, y le dijo en «presencia de» todo Israel: Esfuérzate y anímate; porque tú entrarás con este pueblo a la tierra que juró YHVH a sus padres que les daría, y tú se la harás heredar.
8 Y YHVH va delante de ti; él estará contigo, no te dejará, ni te desamparará; no temas ni te intimides.
9 Y escribió Moshé esta Torá, y la dio a los kohaním hijos de Leví, que llevaban el arca del pacto de YHVH, y a todos los ancianos de Israel.
10 Y les mandó Moshé, diciendo: Al fin de cada siete años, en el año de la remisión, en la fiesta de los tabernáculos,
11 cuando viniere todo Israel a presentarse delante de YHVH tu Elohím en el lugar que él escogiere, leerás esta Torá delante de todo Israel a oídos de ellos.
12 Harás congregar al pueblo, varones y mujeres y niños, y tus extranjeros que estuvieren en tus ciudades, para que oigan y aprendan, y teman a YHVH su Elohím, y cuiden de cumplir todas las palabras de esta Torá;
13 y los hijos de ellos que no supieron, oigan, y aprendan a temer a YHVH su Elohím todos los días que vivieren sobre la tierra adonde vayan, pasando el Yardén, para tomar posesión de ella.
14 Y YHVH dijo a Moshé: He aquí se ha acercado el día de tu muerte; llama a Yehoshúa, y esperen en el tabernáculo de reunión para que yo le dé el cargo. Fueron, pues, Moshé y Yehoshúa, y esperaron en el tabernáculo de reunión.
15 Y se apareció YHVH en el tabernáculo, en la columna de nube; y la columna de nube se puso sobre la puerta del tabernáculo.
16 Y YHVH dijo a Moshé: He aquí, tú vas a dormir con tus padres, y este pueblo se levantará y fornicará tras los elohím ajenos de la tierra adónde va para estar en medio de ella; y me dejará, e invalidará mi pacto que he concertado con él;
17 y se encenderá mi furor contra él en aquel día; y los abandonaré, y esconderé de ellos mi rostro, y serán consumidos; y vendrán sobre ellos muchos males y angustias, y dirán en aquel día: ¿No me han venido estos males porque no está mi Elohím en medio de mí?
18 Pero ciertamente yo esconderé mi rostro en aquel día, por todo el mal que ellos habrán hecho, por haberse vuelto a dioses ajenos.
19 Ahora pues, escríbanse este cántico, y enséñalo a los hijos de Israel; ponlo en boca de ellos, para que este cántico me sea por testigo contra los hijos de Israel.
20 Porque yo les introduciré en la tierra que juré a sus padres, la cual fluye leche y miel; y comerán y se saciarán, y engordarán; y se volverán a dioses ajenos y les servirán, y me enojarán, e invalidarán mi pacto.
21 Y cuando les vinieren muchos males y angustias, entonces este cántico responderá en su cara como testigo, pues será recordado por la boca de sus descendientes; porque yo conozco lo «que se proponen de antemano,» antes que los introduzca en la tierra que juré darles.
22 Y Moshé escribió este cántico aquel día, y lo enseñó a los hijos de Israel.
23 Y dio orden a Yehoshúa hijo de Nún, y dijo: Esfuérzate y anímate, pues tú introducirás a los hijos de Israel en la tierra que les juré, y yo estaré contigo.
Orden de guardar la Torá junto al arca
24 Y cuando acabó Moshé de escribir las palabras de esta Torá en un libro hasta concluirse,
25 dio órdenes Moshé a los leviím que llevaban el arca del pacto de YHVH, diciendo:
26 Tomen este libro de la Torá, y pónganlo al lado del arca del pacto de YHVH su Elohím, y esté allí por testigo contra ti.
27 Porque yo conozco tu rebelión, y tu dura cerviz; he aquí que aun viviendo yo con ustedes hoy, son rebeldes a YHVH; ¿cuánto más después que yo haya muerto?
28 Congreguen a mí todos los ancianos de sus tribus, y a sus oficiales, y hablaré en sus oídos estas palabras, y llamaré por testigos contra ellos a los cielos y a la tierra.
29 Porque yo sé que después de mi muerte, ciertamente se corromperán y se apartaran del camino que les he mandado; y que les ha de venir mal en los últimos días, por haber hecho mal ante los ojos de YHVH, enojándole con la obra de sus manos.
Cántico de Moshé
30 Entonces habló Moshé a oídos de toda la congregación de Israel las palabras de este cántico hasta acabarlo.
Parashat Há’azínu
1 Escuchen, cielos, y hablaré; Y oiga la tierra los dichos de mi boca.
2 Goteará como la lluvia mi enseñanza; Destilará como el rocío mi razonamiento; Como la llovizna sobre la grama, Y como las gotas sobre la hierba;
3 Porque el nombre de YHVH proclamaré. Engrandezcan a nuestro Elohím.
4 El es la Roca, cuya obra es perfecta, Porque todos sus caminos son rectitud; Elohím de verdad, y sin ninguna iniquidad en él; Es justo y recto.
5 La corrupción no es suya; de sus hijos es la mancha, Generación torcida y perversa.
6 ¿Así pagan a YHVH, Pueblo insensato e ignorante? ¿No es él tu padre que te creó? El te hizo y te estableció.
7 Acuérdate de los tiempos antiguos, considera los años de «muchas generaciones;» Pregunta a tu padre, y él te declarará; A tus ancianos, y ellos te dirán.
8 Cuando el Altísimo hizo heredar a las naciones, Cuando hizo dividir a los hijos de los hombres, Estableció los límites de los pueblos Según el número de los hijos de Israel.
9 Porque la porción de YHVH es su pueblo; Ya'aqóv la heredad [posesión territorial] que le tocó.
10 Le halló en tierra de desierto, Y en yermo de horrible soledad; Lo trajo alrededor, lo instruyó, Lo guardó como a la niña de su ojo.
11 Como el águila que excita su nidada, Revolotea sobre sus pollos, Extiende sus alas, los toma, Los lleva sobre sus plumas,
12 YHVH solo le guió, Y con él no hubo dios extraño.
13 Lo hizo subir sobre las alturas de la tierra, Y comió los frutos del campo, E hizo que chupase miel de la peña, Y aceite del duro pedernal;
14 Mantequilla de vacas y leche de ovejas, Con grosura de corderos, Y carneros de Bashán; también machos cabríos, Con lo mejor del trigo; Y de la sangre de la uva bebiste vino.
15 Pero engordó Yeshurún, y tiró coces (Engordaste, te cubriste de grasa); Entonces abandonó al Elohím que lo hizo, Y menospreció la Roca de su salvación.
16 Le despertaron a celos con los elohím (dioses) ajenos; Lo provocaron a ira con abominaciones.
17 Sacrificaron a los shedím (ídolos), y no a Elohím; A elohím (dioses) que no habían conocido, A nuevos elohím (dioses) venidos de cerca, Que no habían temido sus [de ustedes] padres.
18 De la Roca que te creó te olvidaste; Te has olvidado de Elohím tu creador.
19 Y lo vio YHVH, y se encendió en ira Por el menosprecio de sus hijos y de sus hijas.
20 Y dijo: Esconderé de ellos mi rostro, Veré cuál será su fin; Porque son una generación perversa, Hijos infieles.
21 Ellos me movieron a celos con lo que no es Elohím; Me provocaron a ira con sus ídolos; Yo también los moveré a celos con un pueblo que no es pueblo, Los provocaré a ira con una nación insensata.
22 Porque fuego se ha encendido en mi ira, Y arderá hasta las profundidades del Sheol; Devorará la tierra y sus frutos, Y abrasará los fundamentos de los montes.
23 Yo amontonaré males sobre ellos; Emplearé en ellos mis flechas.
24 Consumidos serán de hambre, y devorados de fiebre ardiente Y de peste amarga; Diente de fieras enviaré también sobre ellos, Con veneno de serpientes de la tierra.
25 Por fuera desolará la espada, Y dentro de las cámaras el espanto; Así al joven como a la doncella, Al niño de pecho como al hombre cano.
26 Yo había dicho que los esparciría lejos, Que haría cesar de entre los hombres la memoria de ellos,
27 De no haber temido la provocación del enemigo, No sea que se envanezcan sus adversarios, No sea que digan: Nuestra mano poderosa Ha hecho todo esto, y no YHVH.
28 Porque son nación privada de consejos, Y no hay en ellos entendimiento.
29 ¡Ojalá fueran sabios, que comprendieran esto, Y se dieran cuenta del fin que les espera!
30 ¿Cómo podría perseguir uno a mil, Y dos hacer huir a diez mil, Si su Roca no los hubiese vendido, Y YHVH no los hubiera entregado?
31 Porque la roca de ellos no es como nuestra Roca, Y aun nuestros enemigos son de ello jueces.
32 Porque de la vid de Sedom es la vid de ellos, Y de los campos de Amorá; Las uvas de ellos son uvas ponzoñosas, Racimos muy amargos tienen.
33 Veneno de serpientes es su vino, Y ponzoña cruel de áspides.
34 ¿No tengo yo esto guardado conmigo, Sellado en mis tesoros?
35 Mía es la venganza y la retribución; A su tiempo su pie resbalará, Porque el día de su aflicción está cercano, Y lo que les está preparado se apresura.
36 Porque YHVH juzgará a su pueblo, Y por amor de sus siervos, se arrepentirá, Cuando viere que la «fuerza» pereció, Y que no queda ni siervo, ni libre.
37 Y dirá: ¿Dónde están sus elohím (dioses), La roca en que se refugiaban;
38 Que comían la grosura de sus sacrificios, Y bebían el vino de sus libaciones? Levántense, que les ayuden Y les defiendan.
39 Observen ahora que yo, yo soy, Y no hay dioses conmigo; Yo hago morir, y yo hago vivir; Yo hiero, y yo sano; Y no hay quien pueda librar de mi mano.
40 Porque yo alzaré a los cielos mi mano, Y diré: Vivo yo para siempre,
41 Si afilare mi reluciente espada, Y echare mano del juicio, Yo tomaré venganza de mis enemigos, Y daré la retribución a los que me aborrecen.
42 Embriagaré de sangre mis flechas, Y mi espada devorará carne; En la sangre de los muertos y de los cautivos, En las cabezas de larga cabellera del enemigo.
43 Alaben, naciones, a su pueblo, Porque él vengará la sangre de sus siervos, Y tomará venganza de sus enemigos, Y hará expiación por la tierra de su pueblo.
44 Vino Moshé y recitó todas las palabras de este cántico a oídos del pueblo, él y Yehoshúa hijo de Nún.
45 Y acabó Moshé de recitar todas estas palabras a todo Israel;
46 y les dijo: Apliquen su corazón a todas las palabras que yo les testifico hoy, para que las manden a sus [de ustedes] hijos, a fin de que cuiden de cumplir todas las palabras de esta ley.
47 Porque no les es cosa vana; es su vida, y por medio de esta ley harán prolongar sus días sobre la tierra adonde vayan, pasando el Yardén (Jordán), para tomar posesión de ella.
Se le permite a Moshé contemplar la tierra de Kená’an
48 Y habló YHVH a Moshé aquel mismo día, diciendo:
49 Sube a este monte de Avarím, al monte Nebo, situado en la tierra de Moáv que está frente a Yerijó (Jericó), y mira la tierra de Kená’an, que yo doy por heredad a los hijos de Israel;
50 y muere en el monte al cual subes, y sé unido a tu pueblo, así como murió Aharón tu hermano en el monte Hór, y fue unido a su pueblo;
51 por cuanto pecaron contra mí en medio de los hijos de Israel en las aguas de Merivá de Kadésh, en el desierto de Tzín; porque no me santificaron en medio de los hijos de Israel.
52 Verás, por tanto, delante de ti la tierra; mas no entrarás allá, a la tierra que doy a los hijos de Israel.
Parashat Vezót HaBerajá
Moshé bendice a las doce tribus de Israel
1 Esta es la bendición con la cual bendijo Moshé varón de Elohím a los hijos de Israel, antes que muriese.
2 Dijo: YHVH vino de Sinaí, Y de Se’ír les esclareció; Resplandeció desde el monte de Parán, Y vino de entre diez millares de santos, Con la Torá de fuego a su mano derecha.
3 Aun amó a su pueblo; Todos los consagrados a él estaban en su mano; Por tanto, ellos siguieron en tus pasos, Recibiendo dirección de ti,
4 Cuando Moshé nos ordenó una ley, Como heredad a la congregación de Ya'aqóv.
5 Y fue rey en Yeshurún, Cuando se congregaron los jefes del pueblo Con las tribus de Israel.
6 Viva Reuvén, y no muera; Y no sean pocos sus varones.
7 Y esta bendición profirió para Yehudá. Dijo así: Oye, oh YHVH, la voz de Yehudá, Y llévalo a su pueblo; Sus manos le basten, Y tú seas su ayuda contra sus enemigos.
8 A Leví dijo: Tu Tumim y tu Urim sean para tu varón piadoso, A quien probaste en Masá, Con quien contendiste en las aguas de Merivá,
9 Quien dijo de su padre y de su madre: Nunca los he visto; Y no reconoció a sus hermanos, Ni a sus hijos conoció; Pues ellos guardaron tus palabras, Y cumplieron tu pacto.
10 Ellos enseñarán tus juicios a Ya'aqóv, Y tu ley a Israel; Pondrán el incienso «delante de ti,» Y la ofrenda de ascensión sobre tu altar.
11 Bendice, oh YHVH, lo que hicieren, Y recibe con agrado la obra de sus manos; Hiere los lomos de sus enemigos, Y de los que lo aborrecieren, para que nunca se levanten.
12 A Binyamín dijo: El amado de YHVH habitará confiado cerca de él; Lo cubrirá «siempre,» Y entre sus hombros morará.
13 A Yoséf dijo: Bendita de YHVH sea tu tierra, Con lo mejor de los cielos, con el rocío, Y con el abismo (profundidad) que está abajo.
14 Con los más escogidos frutos del sol, Con el rico producto de la luna,
15 Con «el fruto más fino de» los montes antiguos, Con la abundancia de los collados eternos,
16 Y con las mejores dádivas de la tierra y su plenitud; Y la gracia del que habitó en la zarza Venga sobre la cabeza de Yoséf, Y sobre la frente de aquel que es líder entre sus hermanos.
17 Como el primogénito de su toro es su gloria, Y sus astas como astas de búfalo; Con ellas acorneará a los pueblos juntos hasta los fines de la tierra; Ellos son los diez millares de Efraín, Y ellos son los millares de Menashé.
18 A Zevulún dijo: Alégrate, Zevulún, cuando salieres; Y tú, Issajár, en tus tiendas.
19 Llamarán a los pueblos a su monte; Allí sacrificarán sacrificios de justicia, Por lo cual chuparán la abundancia de los mares, Y los tesoros escondidos de la arena.
20 A Gád dijo: Bendito el que hizo ensanchar a Gád; Como león reposa, Y arrebata brazo y testa.
21 Escoge «lo mejor de» la tierra para sí, Porque allí le fue reservada la porción del legislador. Y vino en la delantera del pueblo; Con Israel ejecutó los mandatos y los justos decretos de YHVH.
22 A Dan dijo: Dan es cachorro de león Que salta desde Bashán.
23 A Naftalí dijo: Naftalí, saciado de favores, Y lleno de la bendición de YHVH, Posee el occidente y el sur.
24 A Ashér dijo: Bendito sobre los hijos sea Ashér; Sea el amado de sus hermanos, Y moje en aceite su pie.
25 Hierro y bronce serán tus cerrojos, Y como tus días serán tus fuerzas.
26 No hay como el Elohím de Yeshurún, Quien cabalga sobre los cielos para tu ayuda, Y sobre las nubes con su grandeza.
27 El eterno Elohím es tu refugio, Y acá abajo los brazos eternos; El echó de delante de ti al enemigo, Y dijo: Destruye.
28 E Israel habitará confiado, la fuente de Ya'aqóv habitará sola En tierra de grano y de vino; También sus cielos destilarán rocío.
29 Afortunado, tú, oh Israel. ¿Quién como tú, Pueblo salvo por YHVH, Escudo de tu socorro, Y espada de tu triunfo? Así que tus enemigos serán humillados, Y tú hollarás sobre sus alturas.
Muerte y sepultura de Moshé
1 Subió Moshé de los campos de Moáv al monte Nebo, a la cumbre del Pisgá, que está enfrente de Yerijó; y le mostró YHVH toda la tierra de Guilad hasta Dan,
2 todo Naftalí, y la tierra de Efraín y de Menashé, toda la tierra de Yehudá hasta el mar occidental;
3 el Négev, y la llanura, la vega de Yerijó, ciudad de las palmeras, hasta Tzo’ár.
4 Y le dijo YHVH: Esta es la tierra de que juré a Avrahám, a Itzjáq y a Ya'aqóv, diciendo: A tu descendencia la daré. Te he permitido verla
con tus ojos, mas no pasarás allá.
5 Y murió allí Moshé sirviente de YHVH, en la tierra de Moáv, conforme «al dicho de» YHVH.
6 Y lo enterró en el valle, en la tierra de Moáv, enfrente de Bét Peor; y «ninguno» conoce el lugar de su sepultura hasta hoy.
7 Era Moshé de edad de ciento veinte años cuando murió; sus ojos nunca se oscurecieron, ni perdió su vigor.
8 Y lloraron los hijos de Israel a Moshé en los campos de Moáv treinta días; y así se cumplieron los días del lloro y del luto de Moshé.
9 Y Yehoshúa hijo de Nún fue lleno de inspiración de sabiduría, porque Moshé había puesto sus manos sobre él; y los hijos de Israel le obedecieron, e hicieron como YHVH mandó a Moshé.
10 Y nunca más se levantó profeta en Israel como Moshé, a quien haya conocido YHVH cara a cara;
11 nadie como él en todas las señales y prodigios que YHVH le envió a hacer en tierra de Mitzráim, a Paró y a todos sus siervos, y a toda su tierra,
12 y en «el gran poder» y en los hechos grandiosos y terribles que Moshé hizo a la vista de todo Israel.